Cada vez de nuevo os digo lo mismo: cuando el prójimo se encuentra en apuros, ¡haceos cargo de él! Apoyadle, sin que importe si se encuentra en desgracia espiritual o corporal, ¡realizad en él el amor altruista al prójimo, y así cumpliréis con la finalidad de vuestra existencia! Pues sólo si dirigís vuestro amor al prójimo, que es vuestro hermano, lo manifestáis ante Mí. Yo soy el Padre de todos vosotros y me desvivo por vuestro amor - el que debéis dirigir a todas criaturas que han surgido de Mí.
Es muy frecuente que vuestro prójimo se encuentre en desgracia - sobre todo en desgracia espiritual en la que le deberíais ayudar, porque las desgracias terrenales son pasajeras, mientras que la desgracia espiritual perdura y siempre precisará de ayuda, sin que importe si es en la Tierra o en el Reino del Más Allá.
La desgracia espiritual consiste sobre todo en la falta de amor, y por eso en un estado deficiente del alma, la que sin embargo debe madurar en esta vida terrenal - mediante el amor... Ahora, si dais amor a vuestro prójimo, esto puede despertar en él el amor recíproco, de modo que esto puede dar lugar a que el semejante cambie su forma de ser... que él os quiera imitar - si vosotros mismos le dais el ejemplo de una verdadera vida de amor... Pues esta ayuda es la mayor, la de regalar amor... pero también importa que prediquéis al semejante el Evangelio, es decir, que también le presentéis su Creador y Mantenedor como un Dios del Amor que es el Padre de todos los seres humanos - y que también quiere que estos se dirijan a Él como tal...
Siempre debéis procurar a transmitir al semejante únicamente bienes espirituales, y de esta manera le ayudaréis a que madure - si todo lo que le ofrecéis lo hacéis llevados por el amor. Pero también debéis cuidar del prójimo si este se encuentra en apuros terrenales, e igualmente vais a despertar en él amor recíproco, porque el amor en sí también es fuerza y nunca quedará sin surtir efecto - a no ser que vuestro prójimo todavía pertenezca completamente a mi adversario, porque entonces os rechazará y no experimentará efecto alguno del amor...
Y vosotros mismos maduraréis en vuestra alma siempre sólo mediante actividad en el amor; por eso debéis aprovechar de cada ocasión en que podáis actuar en el amor... Hay que fijarse de toda clase de apuros en que se encuentra vuestro semejante pues no debéis pasar ante él con indiferencia y dejarle en sus aprietos, porque entonces vosotros mismos careceríais de amor, con lo que no cumpliríais vuestra finalidad en la Tierra que consiste únicamente en que volváis a adoptar vuestra naturaleza primaria... que volváis a haceros Amor - lo que fuisteis desde el origen.
Siempre el Mandamiento del Amor será el primero y el más importante... y siempre habrá que predicar a los hombres el Evangelio, pues enseña amar a Dios y al prójimo. Pero nunca podréis manifestar amor a Mí mismo mientras dejéis a vuestro prójimo desatendido - por muchos sentimientos violentos que os conmuevan...
El verdadero amor a Mí sólo puede manifestarse al obrar en el amor al prójimo. Pero todo aquel cuyo amor al prójimo es tibio o le da igual, nunca sentirá un verdadero amor a Mí. Pues ¡cómo puede un hombre amar a Mí, al que no ve, si no presta atención a su hermano al que ve!
En el tiempo final el amor entre los seres humanos está enfriado, por lo que estos también se encuentran muy lejanos de Mí - lejanos de Aquel que como Amor eterno sólo puede unirse con los hombres mediante el Amor... Y por eso también la aflicción espiritual es tan inmensa porque la falta de amor significa también falta de fe, de saber y de fuerza. Además, significa también hallarse todavía en el poder del enemigo que no conoce el amor y que siempre procurará impedir que los seres humanos actúen en el amor - el que también quiere vuestra perdición, procurando a manteneros alejados de Mí. A este debéis resistir... pues debéis procurar a llegar a Mí - lo que sólo conseguiréis mediante la actividad en el amor.
Por eso os digo: “Lo que habéis hecho a uno de mis hermanos más pequeños, a Mí me lo habéis hecho”49.
Yo mismo aprecio vuestro amor al prójimo como amor a Mí.
10 de agosto de 1963
¿Cómo podríais manifestarme vuestro amor a Mí de otra manera? Si tenéis fe en Mí que Yo como Padre regalo Amor a todos mis “niños”, entonces vosotros como “niños” también debéis responder a mi Amor... y entonces también sabéis que a todos vosotros que sois seres humanos os considero como “niños”. Todos sois lo mismo: criaturas surgidas de Mí. Debéis amaros mutuamente y juntos dirigiros a Mí... pero también debéis portaros el uno al otro, y debéis evitar que el otro sufra daño... pues debéis ayudarle cuando se encuentra en apuros de cualquier clase y debéis permanecer unidos con él... debéis establecer una buena relación entre hermanos y luego, juntos, aspirar a vuestro Padre desde eternidades.
Sólo entonces profesáis el amor entre vosotros que Yo os exijo porque, en vuestra sustancia primaria, todos sois lo mismo... pues todos habéis surgido de la Fuerza del Amor divino... Y una vez que la relación entre vosotros los seres humanos haya cambiado... una vez que en todo vuestro pensar y actuar el amor sea determinante, también aumentaréis en perfección y volveréis a ser lo que fuisteis en otros tiempos: criaturas penetradas de Amor que siempre actúan únicamente para la bienaventuranza mutua. Porque donde haya amor, también debe haber un receptor para este amor irradiado, sin que importe si Yo mismo como Fuente primaria transmito el Amor o si vosotros como mis estaciones de fuerza de amor lo retransmitáis.
Siempre debe haber un receptáculo al cual podéis transmitir vuestro amor. De modo que en la Tierra el semejante será este receptáculo - el prójimo, al cual retransmitís el Amor que vosotros mismos recibís de Mí... Porque no podéis dar algo que no hubierais recibido antes de Mí... La Chispa de Amor en vosotros la alimento Yo, pues hago que mi Amor irradie cada vez más a vosotros y os anime a actuar en el amor, y el efecto surtido se reproducirá en el prójimo porque vosotros estaréis estimulados a actuar continuamente en el amor - eso una vez que mi Amor pueda irradiar a vosotros...
Y vuestra actividad en el amor al prójimo me demuestra que vosotros permitís que mi Amor irradie a vosotros... que abrís vuestros corazones y que permitís entrada a Mí y a mi Amor... que de nuevo me estéis entregados en amor, porque de lo contrario mantendríais vuestros corazones cerrados y Yo no podría surtir efecto en vosotros.
Mientras no llevéis vuestra vida de una manera solitaria sino siempre os acordáis de vuestro semejante, también vosotros vais a madurar... si estáis preocupados de su suerte corporal y anímica... si procuráis a llevarle al camino hacia Mí... si le asistís también en apuros terrenales cuando él se dirige a vosotros y os ruega por ayuda...
Vosotros vivís una vida de convivencia para madurar mutuamente, y siempre tendréis ocasión para servir en amor servicial. Sólo que debéis ser de buena voluntad, y debéis permitir que se os guíe - siempre en inclinación a Mí, vuestro Dios y Creador al que reconocéis como Padre y le entregáis el amor de niño...
Entonces os amaréis como hermanos y mutuamente os haréis el bien... y vuestra alma madura aún en la Tierra, de modo que va a lograr la meta: Mediante el amor se unirá conmigo, el Amor eterno, y será eternamente bienaventurada.
Amén.
TraductorIo vi dico sempre di nuovo la stessa cosa: Occupatevi del prossimo nel suo bisogno, aiutatelo, non importa se si trova nel bisogno spirituale o corporeo, esercitate su di lui dell’amore altruistico disinteressato e voi adempirete lo scopo della vostra esistenza. Perché soltanto da questo voi Mi dimostrate il vostro amore, quando voi rivolgete il vostro amore al prossimo che è vostro fratello. ono il Padre di voi tutti, chiedo del vostro amore che deve essere rivolto a tutte le Mie creature che sono proceduti da Me. Ed il vostro prossimo si trova sovente nel bisogno, e soprattutto saranno bisogni spirituali nei quali voi li dovete aiutare, perché i bisogni terreni passano, ma il bisogno spirituale rimane e richiederà sempre aiuto, non importa se sulla Terra oppure nel Regno dell’aldilà. Il bisogno spirituale scaturisce prevalentemente dall’assenza d’amore, e da questa risulta la costituzione imperfetta dell’anima, che però deve maturare nella vita terrena tramite l’amore. Se voi ora date amore al vostro prossimo, questo può risvegliare dell’amore corrisposto e stimolare il prossimo ad un cambiamento nel suo essere, che lui voglia fare come voi, se voi da esempio gli dimostrate una vita d’amore. Questo aiuto è il più grande: che voi doniate amore, ma che predichiate al prossimo anche il Vangelo, cioè, gli presentate anche il suo Creatore e Conservatore come un Dio dell’Amore, il quale è Padre di tutti gli uomini, e che vuole essere chiamato anche Padre. Voi dovete cercare di trasmettere sempre soltanto del bene spirituale al prossimo, e voi lo aiutate con questo alla propria maturazione, se tutto ciò che voi gli offrite, avviene nell’amore. Ma anche nel bisogno terreno dovete occuparvi del prossimo, e da questo voi risvegliate ugualmente dell’amore corrisposto, perché l’amore è forza in sé e non rimarrà mai senza effetto, a meno che il vostro prossimo non appartenga ancora pienamente al Mio avversario, allora egli vi rifiuterà e non sperimenterà nessun effetto dell’amore. E voi stessi maturerete sempre solo nella vostra anima mediante l’attività d’amore. – Perciò deve venire sfruttata ogni occasione in cui potete operare con amore. E si deve badare ad ogni bisogno nel quale si trova il vostro prossimo. Voi non dovete passare da lui con indifferenza e lasciarlo nel bisogno, perché allora voi stessi siete senza amore e non adempite lo scopo della vostra vita terrena, che consiste soltanto nel fatto che voi diventate di nuovo l’essere ur (primordiale), che voi diventiate l’amore che eravate in principio. Il Comandamento dell’amore sarà sempre il primo ed il più importante, ed il Vangelo deve sempre essere annunciato agli uomini che insegna l’amore per Dio e per il prossimo. Ma voi non porterete mai amore a Me Stesso, se voi non badate al vostro prossimo, per quanti moti d’animo vi vogliano colmare. Il vero amore per Me può giungere solamente all’espressione mediante l’agire in amore verso il prossimo e con questo voi dimostrate anche l’amore per Me. Ma chi è tiepido e indifferente nell’amore verso il prossimo, non sentirà mai vero amore per Me, perché come Mi può amare un uomo Che lui non ha visto, se non bada a suo fratello che vede? Nella fine del tempo l’amore è raffreddato fra gli uomini, e per questo si sono anche allontanati da Me, Che Io, Quale Eterno Amore, posso unirMi soltanto mediante l’amore con gli uomini. E per questo il bisogno spirituale è anche così grande, perché essere senza amore significa anche essere senza fede, ignorante e senza forza. Significa inoltre essere ancora nel potere di colui che è privo di ogni amore e che vuole anche continuamente impedire agli uomini di agire nell’amore, che vuole la vostra rovina mentre vi tiene lontano da Me. E voi dovete resistere a lui, dovete cercare di arrivare a Me, e voi giungete a questo solamente tramite opere d’amore. E per questo vi dico: “Quello che fate al minimo dei Miei fratelli, lo avete fatto a Me. Io Stesso valuto il vostro amore per il prossimo, come amore per Me. Come potete mettere diversamente alla prova il vostro amore per Me? Se voi credete che come Padre dono Amore a tutti i Miei figli, allora voi come Miei figli dovete corrispondere l’amore anche a Me, ed allora tutti voi uomini siete considerati da Me come figli, che voi siete tutti uguali, creature procedute da Me, e dovete amarvi reciprocamente e spingervi insieme verso Me. Ma dovete amare anche l’un l’altro, dovete impedire che l’altro subisca dei danni, dovete aiutarlo nelle distrette di ogni tipo, dovete essere solidali e stabilire appunto un giusto rapporto di fratello verso il fratello e poi tendere insieme verso il vostro Padre dall’Eternità. Soltanto allora avete l’amore reciproco che pretendo da voi uomini, perché siete uguali nella vostra sostanza primordiale, perché siete proceduti dalla divina Forza d’Amore. E quando una volta il rapporto fra voi uomini è cambiato, quando in tutto il vostro pensare ed agire l’amore è determinante, aumenterete anche nella perfezione, diventerete di nuovo ciò che siete stati una volta: delle creature compenetrate dall’Amore i quali operano sempre soltanto insieme nell’eternità. Perché dove è l’amore, deve esserci anche una stazione di ricezione per questo amore irradiato, non importa se Io Stesso quale Fonte dall’Eternità oppure voi, quale Mia Stazione di Forza d’Amore irradiate oltre questo Amore. Vi deve sempre essere un vaso nel quale potete lasciare irradiare il vostro amore e così sulla Terra sarà il prossimo questo vaso, il prossimo a cui rivolgere l’amore, che voi stessi ricevete da Me. Perché voi non potete dare ciò che voi non avete ricevuto prima da Me. Io nutro la scintilla d’amore in voi, mentre il Mio Amore spinge in voi sempre di più all’azione d’amore, e questo agire avviene di nuovo nel prossimo, perché voi siete spinti ad essere continuamente attivi nell’amore, appena il Mio Amore può irradiare in voi. E la vostra attività d’amore al prossimo Mi dimostra che voi lasciate irradiare in voi il Mio Amore, che voi aprite i vostri cuori e concedete accesso a Me ed al Mio Amore. Mi dimostra che voi Mi siete di nuovo dediti nell’amore, altrimenti terreste chiusi i vostri cuori e non potrei agire in voi. E voi maturerete sempre soltanto quando voi non conducete la vostra vita unilateralmente, ma sempre pensando al vostro prossimo, vi occupate della sua sorte fisica ed animica, quando cercate di condurlo sulla via verso Me e lo assisterete anche nel bisogno terreno, quando si avvicina a voi e vi chiede aiuto. Voi vivete insieme allo scopo di maturazione reciproca. E vi sarà sempre fornita l’occasione in cui potete attivarvi nell’amore servente. Dovete essere soltanto di buona volontà e lasciarvi guidare, sempre rivolgendovi a Me, vostro Dio e Creatore, il Quale riconoscete come vostro Padre e Gli portate l’amore di un figlio. Allora vi amerete reciprocamente come fratelli e vi farete reciprocamente del bene. Allora matura la vostra anima sulla Terra, raggiungerà la meta: si unirà con Me nell’amore, dell’Eterno Amore, ed ora sarà eternamente beata.
Amen
Traductor