No temáis que os perdáis si me lleváis en el corazón; no creáis que un Dios vengador os castigará por vuestros pecados, que no conocerá Misericordia, que os condenará para siempre. Yo soy un Dios del Amor y de la Misericordia, y siempre os ayudo a levantaros de la profundidad en la que vosotros mismos os habéis precipitado por libre albedrío. Por vuestro pecado, vosotros mismos os habéis metido en un estado infeliz; vosotros mismos os habéis creado el estado de sufrimiento en el que os encontráis.
Pero Yo siempre os voy a socorrer a encontrar la salida de la profundidad, siempre de nuevo voy a ayudaros a volver a ser felices, como lo fuisteis al principio. El mal, lo habéis querido vosotros mismos y lo habéis atraído, y el resultado de ello nunca puede ser la bendición, sino un estado infeliz es la consecuencia de lo que habéis buscado y de lo que habéis hecho. Pero vuestro Padre y Dios os ama, porque habéis salido de Su Amor, y este Amor nunca se acaba.
Por lo tanto, siempre se esforzará por reconquistaros y hará todo lo posible para traeros de nuevo una buena suerte, lo que, sin embargo, requiere vuestro libre albedrío. Porque así como una vez voluntariamente os fuisteis de Mí, así como una vez voluntariamente cargasteis sobre vosotros un grave pecado, también debéis volver voluntariamente a Mí, debéis reconocer vuestra culpa, arrepentiros y pedir perdón por la culpa, y todo será como al principio, seréis sumamente bienaventurados en la unión conMigo. Así que siempre podéis creer en un Dios del Amor y de la Misericordia, porque aunque soy un Dios justo, no obstante no os abandono al destino que vosotros mismos elegisteis, ni os castigo.
Y por eso es falso decir que Yo os condeno por vuestros pecados, sino opongo a esta opinión la Obra de Mi Amor y Misericordia: Mi Sacrificio de la muerte en la Cruz por vuestros pecados. Si quisiera condenaros eternamente por vuestra antigua culpa de pecado, mi Obra de Redención de veras no habría sido necesaria, pero así os di una prueba de mi Amor y Misericordia: Me sacrifiqué, morí por vosotros, di mi Vida en la Cruz por la culpa de vuestro pecado. Ya por esto podréis reconocer que la doctrina de la condenación eterna es una falsa doctrina, porque Mi Obra de Redención os demuestra lo contrario, os demuestra un Dios del Amor y de la Misericordia, Que se entrega Él mismo para expiar vuestra culpa, Que, por lo tanto, jamás os condenará eternamente.
Un Dios castigador no es una imagen correcta de Mí y de Mi Ser, Que soy el Amor y nunca hundiré a Mis criaturas en una miseria aún mayor que la que ya han experimentado por su apostasía de Mí. Quiero recuperarlos, y por eso he tomado su culpa sobre Mí para cancelarla, porque tengo Piedad de la suerte de todo lo caído y quiero ayudarlo a alcanzar la Altura. Pero la criatura, el hombre en el último estadio en la Tierra, también puede negarse a aceptar Mi Piedad, de tal manera moviéndose obstinadamente en gran distancia de Mí; entonces también es infeliz, entonces se crea él mismo la suerte de la condenación, que, sin embargo, puede terminar en cualquier momento si solamente se dirige a Mí, si reconoce Mi Obra de Redención y la reclama por sí mismo.
Siempre encontrará en Mí al Padre amoroso, Que quiere ayudar a su hijo, que Él Mismo suspira por Su hijo y que constantemente está a su lado ayudándolo. Solo que respeta la libre voluntad del hijo, que no lo fuerza a regresar. Pero entonces también su suerte es desventurada hasta que haya sucedido el retorno a Mí por libre albedrío. Yo soy un Dios del Amor y de la Misericordia. Pero la Justicia, que también pertenece a Mi Ser perfecto, lo prohíbe que os prepare una suerte bienaventurada a vosotros, que os habéis vuelto pecaminosos por culpa propia. Debéis aceptar antes la expiación de vuestra culpa por medio de Mi Redención, debéis confesaros a Mí en Jesucristo y querer pertenecer a aquellos por los que derramé Mi Sangre en la Cruz.
Y de veras, ya no hablaréis de un Dios de la Ira que os condena sin Piedad. Experimentaréis Mi Amor en vosotros mismos, porque Él que ha tomado vuestra antigua culpa de pecado y la ha expiado, se unirá de nuevo a vosotros y os irradiará con Su Fuerza de Amor, y seréis bienaventurados y lo permaneceréis por toda la Eternidad.
Amén
TraductorNão tenha medo de perecer se Me levar no seu coração.... não acreditem que um Deus vingador vos castigará pelos vossos pecados, que Ele não conhece misericórdia, que vos condenará eternamente.... Eu sou um Deus de amor e misericórdia, e só vos ajudo a subir da profundidade em que mergulhastes no livre arbítrio. Através do vosso pecado colocastes-vos num estado miserável; criastes para vós próprios o estado de sofrimento em que vos encontrais.... Mas ajudar-vos-ei sempre a encontrar o caminho para sair do abismo, ajudar-vos-ei sempre a tornarem-se novamente felizes, como no início. Vocês próprios queriam o mal e trouxeram-no sobre vós, e o resultado disto nunca pode ser felicidade, mas um estado infeliz é a consequência daquilo por que lutaram voluntariamente e fizeram.... Mas o vosso Deus e Pai ama-vos, pois viestes do Seu amor.... e este amor nunca cessa. Assim, tentará sempre conquistá-lo de novo, e fará tudo para criar de novo um destino feliz para si, o que, no entanto, requer o seu livre arbítrio. Pois tal como uma vez se afastaram de Mim voluntariamente, tal como uma vez se sobrecarregaram voluntariamente com um pecado grave, também devem voltar a Mim voluntariamente, devem reconhecer a vossa culpa, arrepender-se e pedir perdão da culpa.... e tudo será como era no início, será extremamente feliz na união com Me.... Portanto, podeis sempre acreditar num Deus de amor e misericórdia.... pois mesmo que eu seja um Deus justo, não vos deixarei à vossa sorte ou impor-vos-ei castigos.... e por isso é errado dizer que o condeno pelos seus pecados.... mas oponho-me a esta visão com o trabalho do Meu amor e misericórdia: A minha morte sacrificial na cruz pelos vossos pecados. Se eu quisesse condená-lo eternamente pela sua culpa passada do pecado, então o Meu acto de Salvação não teria sido verdadeiramente necessário. Mas assim eu dei-vos uma prova do Meu amor e misericórdia.... Sacrifiquei-me, morri por ti, dei a minha vida na cruz pela tua culpa de pecado.... só disto se pode ver que a doutrina da condenação eterna é uma falsa doutrina, pois o Meu acto de Salvação prova o oposto a si.... prova-vos um Deus de amor e misericórdia, que se entrega para redimir a vossa culpa, que por isso nunca vos condenará para sempre.... Um Deus castigador não é uma verdadeira imagem de Mim e do Meu Ser, que é amor e nunca mergulhará as Minhas criações vivas numa miséria ainda maior do que aquela que já experimentaram através da sua apostasia de Mim.... Quero reconquistá-los de novo, e por isso tomei a sua culpa sobre Mim mesmo para os redimir, porque o destino de todos os seres caídos teve piedade de Mim e quero ajudá-los a subir. Mas a criatura.... o ser humano na última fase da Terra.... pode também recusar-se a aceitar a Minha misericórdia e assim afastar-se de Mim com vontade própria, depois é também infeliz, depois cria o destino da condenação para si próprio que, no entanto, também pode acabar a qualquer momento se apenas se voltar para Mim, se reconhecer o Meu acto de Salvação e também o reivindicar para si próprio.... Ele encontrará sempre o Pai amoroso em Mim que quer ajudar o Seu filho, que Ele próprio anseia pelo Seu filho e está constantemente ao seu lado para o ajudar.... Apenas que Ele respeita o livre arbítrio da criança, que Ele não a obriga a regressar. Mas então o seu destino também será miserável até se ter voltado voluntariamente para Mim.... Eu sou um Deus de amor e misericórdia.... Mas a justiça, que também pertence à Minha natureza perfeita, proíbe a preparação de um lote feliz para vós que se tornaram pecadores por vossa própria culpa.... Tendes primeiro de aceitar a expiação da vossa culpa através da Minha redenção, de Me confessar em Jesus Cristo e de querer pertencer àqueles por quem derramo o Meu sangue na cruz.... e deixarás de falar verdadeiramente de um Deus da ira que te condena impiedosamente.... Experimentareis o Meu amor em vós próprios, pois Aquele que tomou sobre si a vossa antiga culpa do pecado e a expiou, unir-se-á novamente a vós e irradiará a Sua força de amor através de vós, e sereis e permanecereis felizes por toda a eternidade...._>Ámen
Traductor