Dejadme hablaros a cualquier hora, lo que hasta un pensamiento sincero hacia Mí ya puede provocar, porque Yo responderé al respecto y os responderé, aunque muchas veces sólo el espíritu en vosotros lo acepta, mientras no estéis Conmigo en vuestros pensamientos por mucho tiempo. Pero Mi respuesta también puede tocar vuestro corazón en cualquier momento, porque lo único que hace falta es que os conectéis íntimamente Conmigo y esperéis en este vínculo hasta escuchar Mi respuesta. Creed esto, que sólo es necesario un vínculo íntimo Conmigo para escuchar Mi voz, que vosotros mismos provocáis Mi presencia en vosotros a través de vuestra voluntad, que Me busca y permanece Conmigo en el pensamiento. Y una vez que estoy presente para vosotros, también cumpliré vuestras peticiones porque Me las presentáis en confianza infantil y, por lo tanto, también puedo actuar sobre vosotros como un padre amoroso actúa sobre su hijo.
No podéis aspirar a nada mejor que Mi presencia constante en vosotros, porque entonces ya lo habéis ganado todo. Mi presencia es garantía de que os habéis convertido en Mío, de que el hijo ha encontrado el camino de regreso al Padre, porque dondequiera que Yo pueda permanecer, el oponente es desplazado, y donde Yo estoy, por tanto, también debe haber bienaventuranza. Pero sois libres en cualquier momento de aseguraros Mi presencia, porque esto sólo se logra por vuestra voluntad.... Si Me llamáis, entonces Yo estoy con vosotros; si no Me soltáis en vuestros pensamientos, entonces también Me atáis a vosotros, entonces tengo que estar presentes para vosotros, y Mi presencia nunca quedará sin impacto....
Siempre obtendréis bendiciones de ello al recibir la fuerza que continuamente fluye hacia vosotros desde Mi mismo cuando puedo estar presente ante vosotros. Y todo aquel que lo anhela puede estar seguro de Mi presencia, porque Yo cumplo tal anhelo de corazón. El hecho de que ahora Me dirija a vosotros es la consecuencia más natural de Mi presencia, y es por eso que siempre debéis escuchar interiormente lo que tengo que deciros. Yo os advertiré y os amonestaré, os consolaré y os levantaré, os enseñaré y os animaré continuamente a amar, os hablaré como un Padre Que quiere proteger a Sus hijos de la adversidad, Que los ama y también quiere hacerlos felices en Su amor....
Y es por eso que también plantaré exigencias al niño para hacer posible la felicidad, que sólo puede tener lugar bajo ciertas condiciones. Pero Mi amor es tan grande que trata de hacéroslo todo fácil y por eso también se dirige a vosotros y os instruye, para que vosotros igualmente sólo debáis practicar el amor, para entones recibir también fuerzas para un caminar sobre la tierra según Mi voluntad. A quien ahora puedo dirigirme no debe temer equivocarse, porque ahora puedo hablarle si su voluntad es buena y está dirigida a Mí, y porque entonces no pecará conscientemente contra Mí y contra Mi amor.
No querrá hacerlo, y todas sus debilidades y angustias son expresiones de las sustancias aún inmaduras de su cuerpo, que se acentúan cuanto más se les declara la guerra a través de la voluntad del alma de entregarse completamente a Mí. El cuerpo aún no ha alanzado este grado de madurez y está tratando de defenderse, pero no logrará entrar en Mi voluntad si la voluntad del alma es fuerte. Y tan pronto como el ser humano Me deja a Mi mismo estar presente, tan pronto como intenta mentalmente establecer un vínculo Conmigo una y otra vez, la resistencia en él se vuelve cada vez más débil, porque el alma constantemente recibe fuerza y su voluntad se afirma.
Dejadme dirigirme a vosotros a menudo, venid a Mí una y otra vez cuando estés en necesidad y angustia, dejad que vuestros pensamientos tomen el camino hacia Mí y, a menudo, retiraos al silencio para escuchar en vuestro interior.... Y Mi discurso os sonará cada vez más claramente, porque Mi amor aprovecha cada oportunidad para darse a conocer a vosotros.... El padre aprovecha cada oportunidad para hablar con Su hijo, que se entrega a Él con amor, y que quiere escuchar Su discurso....
amén
TraductorLasciatevi interpellare da me in ogni ora, cosa che opera già un intimo pensiero rivolto a Me, perché lo accoglierò e vi risponderò, benché lo riceve sovente soltanto lo spirito in voi, appena non vi soffermate a lungo in pensieri con Me. Ma la Mia Risposta può anche toccare in ogni momento il vostro cuore, perché per questo è necessario solamente che vi uniate intimamente con Me e rimaniate in questo legame, finché sentite la Mia Risposta. Credetelo, che è necessario soltanto un intimo legame per sentire la Mia Voce, che voi stessi provocate la Mia Presenza in voi attraverso la vostra volontà che Mi cerca e rimane con Me in pensieri. E se vi Sono una volta presente, allora vi adempio anche le vostre richieste, perché le presentate a Me nell’infantile confidenza e perciò posso anche agire su di voi come un padre amorevole agisce su suo figlio. Non potete aspirare a nulla di meglio che alla Mia costante Presenza in voi, perché allora avete già conquistato tutto. La Mia Presenza è garanzia che siete diventati Miei, che il figlio ha ritrovato la via del ritorno al Padre, perché dove posso dimorare Io, là è stato respinto l’avversario, e dove Sono Io, dev’essere perciò anche la Beatitudine. Ma siete sempre liberi di assicurarvi la Mia Presenza, perché questo lo produce solamente la vostra volontà. Se Mi invocate, allora Mi legate anche a voi, allora vi devo Essere presente, e la Mia Presenza non sarà mai senza effetto. Ne trarrete sempre la Benedizione, mentre ricevete la Forza, che fluisce inarrestabilmente da Me Stesso in voi, quando vi posso Essere presente. E può essere sicuro della Mia Presenza ogni uomo che ne ha nostalgia, perché esaudisco un tale desiderio del cuore. Che ora vi parli anche, è la conseguenza più naturale della Mia Presenza, e perciò dovreste sempre ascoltare nell’interiore che cosa vi ho da dire. Vi avvertirò e vi ammonirò, vi consolerò e vi edificherò, vi istruirò e vi stimolerò sempre e continuamente all’amore, parlerò a voi come un Padre, il Quale vuole salvare i Suoi figli da ogni disagio, il Quale li ama e nel Suo Amore li vuole anche rendere felici. E perciò porrò anche delle Pretese al figlio, per rendere possibile di farlo felice, che può aver luogo soltanto sotto certe premesse. Ma il Mio Amore è così grande, che cerca di rendervi tutto facile e perciò vi parla e vi istruisce, che anche voi dovete soltanto esercitare l’amore, per ricevere poi anche la Forza per un cammino terreno secondo la Mia Volontà. A chi Io posso parlare, costui non deve nemmeno temere di sbagliare, perché posso parlare a lui quando la sua volontà è buona e rivolta a Me, e perché allora non pecca nemmeno coscientemente contro di Me ed il Mio Amore. Non lo vorrà e tutte le sue debolezze ed oppressioni sono espressioni delle sostanze ancora immature del suo corpo, che si manifestano più forti, più viene loro dichiarata la lotta attraverso la volontà dell’anima di darsi totalmente a Me. Il corpo non ha ancora raggiunto questo grado di maturità e cerca di difendersi, ma non gli riuscirà con la forte volontà dell’anima di entrare nella Mia Volontà. Ed appena l’uomo fa in modo da lasciare Me Stesso presente, appena cerca sempre di nuovo a stabilire il legame con Me, la resistenza in lui diventa sempre più debole, perché l’anima riceve inarrestabilmente la Forza e la sua volontà si impone. LasciateMi parlare sovente a voi, venite sempre di nuovo a Me, quando siete in miseria ed oppressione, lasciate che i vostri pensieri prendano la via verso di Me, e ritiratevi sovente nel silenzio per ascoltare nell’interiore. Il Mio Discorso risuonerà sempre più chiaro, perché il Mio Amore sfrutta ogni occasione per annunciarSi a voi. Il Padre utilizzerà ogni occasione di parlare a Suo figlio, che si dà soltanto a Lui nell’amore e vuole sentire il suo Discorso.
Amen
Traductor