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La humanización de Dios en Jesús....

Y la Salvación vino de arriba.... porque la tierra estaba en las tinieblas más profundas. La tierra y el reino de la luz estaban infranqueablemente separados el uno del otro, y por eso se tuvo que construir un puente desde arriba hacia la tierra, al que la gente podría y debería entrar, porque Uno les iba por delante y quiso conducirlos de regreso a su Padre.... Porque el Padre añoraba a sus hijos .... pero no podía levantarlos en virtud de Su fuerza, sino que primero había que pagar la deuda, la cual había provocado una gran brecha entre las criaturas y el Creador.

Sin expiación por esta culpa, era imposible de regresar al Padre, pero nuevamente las criaturas culpables no pudieron hacer expiación por sí mismas. Y es por eso que la brecha era insuperable hasta que un Salvador descendió de arriba, Quien realizó la Obra de expiación.... El Amor eterno Mismo bajó a la tierra y trajo la Salvación a los hombres.... El Eterno Amor Mismo pagó la deuda y hizo satisfacción por el gran pecado encarnándose en un caparazón humano y ahora como hombre hizo un sacrificio que fue único.... porque este hombre Jesús, por amor, tomó una medida de sufrimiento y agonía sobre Sí Mismo y se fue cargado con la culpa del pecado el camino a la cruz....

Sufrió y murió en la cruz para hacer expiación a Dios por sus hermanos caídos. Porque este hombre Jesús reconoció la enorme culpa del pecado de la humanidad porque su alma vino del reino de la luz, porque un alma de la luz, un espíritu angelical creado originalmente, se ofreció voluntariamente para hacer satisfacción por sus hermanos caídos como hombre. Esta alma de luz, por tanto, avivó el cuerpo del niño Jesús y como tal inició el camino sobre la tierra, con la misma tarea que se encomienda a todas las criaturas de Dios: espiritualizarse a través de una vida amorosa y reunirse con el amor eterno, como lo fue desde el principio....

Y Jesús les ejemplificó una vida de amor por los hombres, les enseño el camino hacia al Padre, el mostró en Sí Mismo el efecto de un estilo de vida en el amor desinteresado al prójimo, y concluyó su camino terrenal con la Obra de Redención, con la redención de aquella gran culpa, que una vez hizo, que los seres llegaron a ser infelices....

Pero no fue lo “humano” lo que realizó este acto de expiación, sino el “Amor” en Él.... Porque a través de Su vida amorosa provocó que el Amor Eterno se manifestara en Él, que el Amor Le llenó por completo. Y Jesús ahora extrajo la fuerza de Ella para realizar la Obra de Redención.

Un hombre nunca podría haber llevado a cabo tal acto sin Amor, por lo que fue el Amor que expió los pecados de la humanidad.... fue Dios Mismo, cuya sustancia original es el Amor y que estaba en toda plenitud en el hombre Jesús, por lo que Este se divinizó en la tierra a través del Amor, que se hizo Uno con el Amor Eterno.... Se convirtió Dios en “hombre”.... y fue Jesús “Dios”....

Sólo quien se ha transformado en amor él mismo podrá comprender este misterio, y también podrá comprender que desde la hora de la Redención hubo un puente que conduce al Padre, que cada una de Sus criaturas puede pisar, que quiere llegar al Padre, y que Jesús, el divino Redentor, construyó este puente a través de Su sufrimiento y la muerte en la cruz.

El Amor Mismo ideó una manera de permitir que los caídos regresarán a casa del Padre, y el Amor Mismo allanó el camino.... Y así vino la Salvación de arriba a la tierra, que en las más profundas tinieblas fue cortada y ya no tenía ninguna conexión con el reino de la luz. La Luz eterna se dejó caer, atravesó las tinieblas, el Señor de la luz y la bienaventuranza tomó la lucha contra el príncipe de las tinieblas.... Y lo ha derrotado, ha pagado la deuda en la cruz con Su muerte y rescató las almas del aquel que las mantenía atadas.

Pero esta Obra de redención la ejecutó Dios en un hombre porque Dios no podía sufrir y morir y porque un sacrificio que debía compensar esta gran culpa solo podía estar conectado con un inmenso sufrimiento y angustia y amarga muerte, que el hombre Jesús querría soportar por amor a la humanidad, para devolver al Padre los hijos que Él deseaba. Esta Obra de Redención fue única, porque se unieron el amor más profundo y la más alta sabiduría, que el hombre Jesús poseía y, por lo tanto, sacó toda la fuerza de voluntad para sufrir y morir por sus semejantes.

Y así, la Salvación vino a la tierra en aquella noche cuando nació el niño Jesús .... Dios Mismo envió a Su hijo a la tierra, quien ahora preparó una morada para el Padre en Si Mismo, para que el Padre y el Hijo.... Dios y Hombre.... se unieron y realizaron la Obra de Misericordia para que la deuda original fuese rescatada y para que el camino hacia arriba fuese libre para cada persona, hacia al Padre, hacia el reino de la luz y felicidad....

Amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

La Divenuta Uomo di Dio in Gesù

La Salvezza è venuta dall’Alto, perché la Terra giaceva nella più profonda oscurità, la Terra ed il Regno di Luce erano separati reciprocamente senza possibilità di pontificare, e perciò dapprima doveva essere fatto un ponte dall’Alto sulla Terra, che gli uomini dovevano usare e lo potevano anche, perché Uno precedeva loro, il Quale li voleva ricondurre al Padre, perché il Padre aveva nostalgia dei Suoi figli. Ma non li poteva elevare grazie al Suo Amore, dapprima doveva essere pareggiata la colpa, che ha fatto sorgere un ampio crepaccio fra le creature ed il Creatore. Senza Espiazione di questa colpa non era possibile ritornare al Padre; ma nuovamente le creature cariche di colpa non erano nemmeno in grado di prestare l’espiazione loro stesse. Perciò il crepaccio senza ponte era così lungo, finché un Salvatore discese dall’Alto, il Quale ha compiuto l’Opera dell’Espiazione. L’Eterno Amore Stesso E’ disceso sulla Terra ed ha portato la Salvezza agli uomini, L’Eterno Amore Stesso ha estinto la colpa ed ha prestato la Soddisfazione per il grande peccato, incorporandoSi in un involucro umano ed ho ha portato un Sacrificio come Uomo che era unico, perché quest’Uomo Gesù ha preso su di Sè una misura di sofferenze e tormenti per amore ed ha percorso la via verso la Croce aggravato della colpa di peccato degli uomini. Lui ha sofferto ed è morto sulla Croce, per portare a Dio il Sacrificio dell’Espiazione per i Suoi fratelli caduti, perché questo Uomo Gesù ha riconosciuto la gigantesca colpa di peccato dell’umanità, perché la Sua Anima proveniva dal Regno di Luce, perché un’Anima di Luce, uno Spirito di Angelo creato Ur Si è offerto liberamente, di prestare la Soddisfazione come Uomo per i Suoi fratelli caduti. Quest’Anima di Luce quindi vivificava il corpo del Bambinello Gesù ed ha iniziato come Tale il percorso sulla Terra, con lo stesso compito, che è posto a tutte le creature di Dio: di spiritualizzarsi tramite una vita nell’amore e di riunirsi di nuovo con l’Eterno Amore, come era in principio. Gesù ha vissuto una Vita d’esempio per gli uomini, Egli mostrava loro la via verso il Padre, ha dimostrato su Sé Stesso l’effetto di un cammino di vita nell’amore disinteressato per il prossimo ed ha concluso il Suo Percorso terreno con l’Opera della Redenzione, con l’estinzione di quella grande colpa, che ha fatto diventare una volta infelici gli esseri. Ma non “l’umano” ha compiuto quest’Azione dell’Espiazione, ma “l’Amore” in Lui, perché attraverso la sua vita d’Amore ha indotto l’Eterno Amore, affinché Si manifestasse in Lui, che Lo colmava totalmente. Un uomo non avrebbe mai potuto eseguire una tale azione senza l’Amore, il Quale ha espiato i peccati dell’umanità, Era Dio Stesso, la Cui Sostanza Ur E’ Amore e Che Era nell’Uomo Gesù in tutta la Pienezza, in modo che Si divinizzava sulla Terra tramite l’Amore, che Egli diventava Uno con l’Eterno Amore. Dio diventava “Uomo”, Gesù Era “Dio”. Solo chi ha cambiato sé stesso nell’amore, potrà comprendere questo Mistero, potrà anche comprendere, che sin dall’Ora della Redenzione esisteva un Ponte che conduce al Padre, che ogni essere può usare se vuole giungere al Padre e che Gesù, il divino Redentore, ha edificato questo Ponte tramite il Suo soffrire e morire sulla Croce. L’Amore Stesso ha inventato una via, per rendere possibile allo spirituale caduto il rimpatrio al Padre, e l’Amore Stesso ha iniziato questa via. Così la Salvezza è venuta dall’Alto sulla Terra, che era tagliata fuori nella più profonda oscurità e non aveva più nessun contatto con il Regno della Luce. L’Eterna Luce Stessa Si E’ calata giù, ha spezzato l’oscurità, il Signore della Luce e della Beatitudine ha combattuto contro il principe della tenebra. Ed Egli lo ha vinto, sulla Croce Egli ha pagato la colpa e riscattato le anime da colui, che le teneva legate. Ma Dio ha eseguito quest’Opera di Redenzione in un Uomo, perché Dio non poteva soffrire e morire e perché un Sacrificio, che doveva pareggiare quella ultragrande colpa, poteva essere collegato soltanto con incommensurabili sofferenze e tormenti e la morte più amara, che l’Uomo Gesù voleva sopportare per Amore per l’umanità, per riportare al Padre i Suoi figli dei quali Egli aveva nostalgia. Quest’Opera di Redenzione era unica, perché si univano il più profondo Amore e la più sublime Sapienza, che l’Uomo Gesù possedeva e perciò ha avuto tutta la Forza di Volontà, di soffrire e morire per i Suoi prossimi. Così è venuta la Salvezza sulla Terra in quella Notte, in cui era nato il Bambinello Gesù. Dio Stesso mandava sulla Terra il suo Figlio, il Quale ora preparava in Sé una dimora al Padre, affinché Padre e Figlio, Dio e l’Uomo, Si univano e compivano l’Opera della Misericordia, che veniva estinta la colpa ur ed ora per ogni uomo la via verso l’Alto era libera, verso il Padre, nel Regno di Luce e della Beatitudine.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich