Los mandamientos del amor a Dios y al prójimo son lo primario en la existencia. Pues cuando se cumplen, entonces se cumple el sentido y el propósito de la vida terrenal, y entonces el orden divino, que una vez fue trastocado, está restablecido. El plan de Salvación de Dios aspira únicamente a la restauración de este orden divino, y todas Sus acciones y gobierno solo se dirigen a este fin, porque el estado de orden es uno divino y porque todo lo divino es incomparablemente bendito.
Dios, como Amor Eterno, siempre querrá sólo traer felicidad, pero según Su Ser perfecto, traer felicidad a Sus seres jamás puede tener lugar fuera de la justicia. Por lo tanto, solo algo divino y perfecto puede ser bendecido por Él como corresponde a Su amor, porque lo imperfecto es culpable de su naturaleza porque renunció libremente a la perfección y, por lo tanto, también rechazó voluntariamente la felicidad. Éste fue un pecado al que Dios, en Su amor benévolo, puso un límite, pero no un límite que el poder de Dios no pudiera romper, aunque pondría en duda Su Ser supremamente perfecto si Dios, a pesar de este rechazo, quisiera conceder algo al ser imperfecto, lo que, sin embargo, presupone la perfección.
La deuda tiene que saldarse primero; el ser tiene que reconocer su culpa y buscar restaurar el estado en el que se encontraba originalmente. Pues la justicia no puede ser abolida. Por lo tanto, la felicidad de la criatura solo puede darse en un estado de orden divino, y la felicidad significa “irradiación con la fuerza del amor divino”, significa que la fuerza del amor divina afluye en el ser, que ahora también es capaz de participar en actividades creativas y de diseño para su propia felicidad.
Sin embargo, es inconmensurablemente difícil para el ser que una vez rechazó la fuerza amorosa de Dios volver al estado del orden divino, porque en la falta de fuerza que se produjo a través de la rebelión contra Dios, también carece de la fuerza para transformarse de nuevo. Por lo tanto, tendría que permanecer eternamente en el estado miserable que buscó voluntariamente si dependiera del ser mismo para regresar al estado del orden divino. Pero sin ayuda, ya no es capaz de hacerlo, pues la culpa fue demasiado grande y el abismo en el que cayó por esta culpa, profundamente hondo.
El amor y la misericordia de Dios fueron tan grandes una vez más que quiso ofrecer esta ayuda a los seres que se habían alejado de Él.... Pero Su amor no podía simplemente cancelar una deuda, porque Su justicia no lo permitía. Tenía que exigir expiación, y la deuda debía ser pagada.... Y como la deuda era inconmensurablemente grande, y los propios seres jamás podrían haberla pagado en su debilidad y oscuridad, un ser supremo de luz se ofreció a expiar la deuda en Su nombre, para que Dios fuera justo y Su amor podía darse nuevamente con libertad....
El ser de luz deseaba ofrecer a Dios un sacrificio que también reflejara esa gran culpa. Deseaba recurrir a la fuerza amorosa de Dios para realizar, como “ser humano”, un acto de misericordia que redimiera a todos los seres caídos. Deseaba renunciar a su propia fuerza y luz, asumir una forma humana y ahora, como un ser débil, recorrer un camino terrenal terriblemente difícil con el objetivo de sacrificarse a sí mismo y dar su vida por sus hermanos caídos.
Y quiso usar solamente la fuerza amorosa de Dios para este propósito, quiso llevar el amor dentro de sí a su máxima expresión y así demostrar a la humanos una vida de amor, que le trajo la fuerza amorosa de Dios, lo cual tuvo como consecuencia que el “Amor Eterno” le lleno por completo, tomando posesión del cuerpo del hombre Jesús, y haciendo así posible que él sufriera la muerte más terrible en la cruz y expiara la culpa a través de su sufrimiento y muerte....
Y Dios aceptó el sacrificio, Su amor estuvo dispuesto a crear el equilibrio que exigía la justicia divina. Así la culpa fue expiada por Jesús, en quien Dios Mismo se encarnó, porque el Amor.... Que es Dios.... llenó plena y completamente al hombre Jesús, y, en consecuencia el hombre Jesús se deificó, es decir, se unificó con Dios, es decir, él llegó a ser Uno con Él.
Todo ser caído una vez tiene que esforzarse por esta deificación y ponerse como objetivo, y dado que la deificación solo puede lograrse a través del influjo del amor divino, entonces el ser caído, en su etapa humana, tiene que llevar una vida de amor, mediante la cual entra en una unión íntima con Dios, y así también se restablece el orden divino. (23.09.1957) Y como los seres humanos permanecen en la ignorancia hasta que la luz divina los ilumina, y se les han dado los mandamientos del amor a Dios y al prójimo, cuyo cumplimiento les trae esa luz de amor. Y también deben saber por qué este mandamiento es el más importante, y también deben saber que solo el amor puede llevar a la unificación con Dios y que la unión con Dios también significa deificación, el restablecimiento del estado original, donde todo se mueve dentro del la ley del orden eterno, y ahora también puede usar la fuerza que fluye de Dios en amor y sabiduría, en la voluntad de Dios, que ahora es también la voluntad del ser.
El amor, por tanto, es la ley fundamental.... Pero el ser humano permanece débil y oscurecido de espíritu mientras se mantiene fuera del orden divino, mientras aún vive bajo el peso del pecado original. Y mientras esto sea así, difícilmente realizará obras de caridad. Pero el conocimiento al respecto, que la obra de Redención de Jesucristo también se ha realizado para él puede impulsarlo a invocarlo a Él; puede conectar con Él en sus pensamientos, incluso si no está plenamente convencido de Su misión espiritual.... Y cada pensamiento sobre Él en buena voluntad ya es una conexión que tiene un efecto beneficioso. Pues el divino Redentor mismo adquiere así influencia sobre el alma humana. Y todo lo demás depende únicamente de si el ser humano se deja guiar por esta influencia o no.
La influencia, sin embargo consiste en inspirar en los seres humanos a actuar con amor, pues Jesucristo hará lo mismo que hizo como el hombre Jesús en la Tierra: siempre solo apuntando al amor, porque este es el principio del orden divino, por lo tanto, el amor debe practicarse para alcanzar primero un grado de iluminación que entonces impulse al ser humano a buscar seriamente la unificación con Dios. Y así, incluso quienes desconocen a Jesucristo y Su obra de Redención pueden lograr este grado de iluminación si simplemente viven en el amor. Porque una chispa de amor está puesto en el corazón de cada ser humano. Así que un ser humano solo tiene que estar dispuesto a amar, porque la capacidad de amar está presente como un don divino de la gracia.
El ser humano puede superar la debilidad que conlleva el pecado original mediante obras de amor, porque Jesucristo murió por todos los seres humanos, porque realizó la obra de Redención para todos. Estos seres humanos han entrado en el orden divino mediante su disposición a amar, y al recibir el conocimiento acerca de Jesucristo, lo comprenderán y se conectarán conscientemente con Aquel con Quien ya se habían unidos inconscientemente por amor. Pero esta comprensión les llegará con la velocidad de un rayo cuando dejan la vida terrenal, y por lo tanto, pueden consideraros redimidos porque sus almas son empujadas a Jesucristo en virtud de su amor.
Practicar es posible para todo ser humano.... porque Dios no deja a nadie completamente a su adversario, y porque la voluntad del ser humano está influenciada por parte de la buena fuerza espiritual.... Pero la debilidad de la voluntad suele ser tan grande que se necesita ayuda, la cual sin duda se le proporciona mediante el llamado a Jesucristo. Pero donde aún no se ha transmitido el conocimiento de Jesucristo a un ser humano, las fuerzas de la luz se esfuerzan constantemente por inspirarlo a una vida de amor, e incluso allí puede llegar el conocimiento a través de la iluminación interior, independientemente de la forma en que se presente. Pero aprenderán a creer en un Dios, Que se inclina hacia ellos con amor y misericordia.... Y si se entregan conscientemente a Él, entonces también serán redimidos de su antigua culpa; se liberarán del poder que los mantenía atados, porque el Amor Eterno Mismo afloja las cadenas del ser que practica el amor y, por lo tanto, se vuelve a unirse a Él en el libre albedrío....
amén
TraductorDie Gebote der Gottes- und der Nächstenliebe sind das Primäre im menschlichen Dasein. Denn werden sie erfüllt, dann ist Sinn und Zweck des Erdenlebens erfüllt, und dann ist auch die göttliche Ordnung wiederhergestellt, die einstmals umgestoßen wurde. Der Heilsplan Gottes nun geht nur auf die Herstellung der göttlichen Ordnung hinaus, und all Sein Wirken und Walten ist nur darauf gerichtet, weil der Zustand der Ordnung ein göttlicher ist und weil alles Göttliche auch unvergleichlich selig ist. Gott als Ewige Liebe wird immer nur beglücken wollen, aber Seinem vollkommenen Wesen entsprechend kann ein Beglücken Seiner Geschöpfe niemals außerhalb der Gerechtigkeit stattfinden.... Also kann nur etwas Göttliches und Vollkommenes von Ihm so beglückt werden, wie es Seiner Liebe entspricht, weil das Unvollkommene schuldig ist an seiner Beschaffenheit, weil es im freien Willen sich der Vollkommenheit begab, also auch die Glückseligkeit freiwillig verschmähte. Es war dies eine Schuld, die Gott in Seiner beglückenwollenden Liebe eine Schranke setzte, zwar keine Schranke, die Gottes Macht nicht durchbrechen könnte, die aber Sein höchst vollkommenes Wesen in Frage stellen würde, wenn Gott trotz jener Zurückweisung dem unvollkommenen Wesen schenken möchte, was Vollkommenheit voraussetzt. Die Schuld muß zuvor beglichen sein, es muß das Wesen seine Schuld erkennen und den Zustand wiederherzustellen suchen, in dem es uranfänglich sich befand. Denn die Gerechtigkeit kann nicht ausgeschaltet werden. Das Beglücken des Geschöpfes kann also nur stattfinden in dem Zustand göttlicher Ordnung, und Beglückung bedeutet "Durchstrahlung mit göttlicher Liebekraft", es bedeutet, daß göttliche Liebekraft einströmt in das Wesen, das nun auch fähig ist, sich schaffend und gestaltend zu betätigen zur eigenen Beglückung.... Es ist aber für das Wesen, das einstmals die Liebekraft Gottes zurückgewiesen hat, maßlos schwer, wieder in den Zustand der göttlichen Ordnung einzutreten, weil ihm in der durch die Auflehnung gegen Gott entstandenen Kraftlosigkeit auch die Kraft mangelt, sich wieder zu wandeln, und es darum ewig in dem freiwillig angestrebten elenden Zustand verbleiben müßte, wenn es von dem Wesen selbst abhängig wäre, in den Zustand der göttlichen Ordnung zurückzukehren. Allein, ohne Hilfe, ist es nicht mehr dazu fähig, denn die Schuld war zu groß und die Tiefe abgrundlos, in die es durch diese Schuld gefallen ist.... Die Liebe und Erbarmung Gottes nun war wiederum so groß, daß Er diese Hilfe den von Ihm abgefallenen Wesen leisten wollte.... Aber Seine Liebe konnte nicht eine Schuld einfach streichen, weil dies Seine Gerechtigkeit nicht zuließ. Er mußte eine Sühne fordern, und es mußte die Schuld bezahlt werden.... Und weil die Schuld unermeßlich groß war und die Wesen selbst sie niemals hätten abtragen können in ihrer Schwäche und Finsternis, erbot Sich ein höchstes Lichtwesen, vertretungsweise die Schuld zu tilgen, auf daß Gott Gerechtigkeit wurde und Seine Liebe sich nun wieder verschenken konnte.... Das Lichtwesen wollte Gott ein Opfer bringen, das aber auch jener großen Schuld entsprach. Es wollte dazu die Liebekraft Gottes in Anspruch nehmen, um als "Mensch" ein Barmherzigkeitswerk ausführen zu können, das allem gefallenen Wesenhaften Erlösung bringen sollte.... Es wollte Sich Selbst Seiner Kraft und Seines Lichtes entäußern, eine menschliche Form beziehen und nun als selbst-schwaches Wesen einen entsetzlich schweren Erdengang gehen mit dem Ziel, Sich Selbst zu opfern, Sein Leben hinzugeben für Seine gefallenen Brüder.... Und Es wollte Sich nur der Liebekraft Gottes dafür bedienen, Es wollte die Liebe in Sich zur höchsten Entfaltung bringen und den Menschen also ein Liebeleben vorleben, das Ihm die Liebekraft Gottes eintrug, das zur Folge hatte, daß Ihn die "Ewige Liebe" ganz erfüllte, daß Sie Besitz nahm von dem Körper des Menschen Jesus und also es Ihm nun auch möglich war, den entsetzlichsten Tod am Kreuz zu erleiden und durch Sein Leiden und Sterben die Schuld zu entsühnen.... Und Gott nahm das Opfer an, Seine Liebe war bereit, Selbst den Ausgleich zu schaffen, den die Gerechtigkeit Gottes forderte.... Die Schuld also ist getilgt worden von Jesus, in Dem Gott Selbst Sich verkörperte, weil die Liebe.... Die da ist Gott.... den Menschen Jesus voll und ganz erfüllte und sonach der "Mensch" Sich vergöttlichte, d.h. Sich mit Gott zusammenschloß, also eins wurde mit Ihm. Diese Vergöttlichung nun muß jedes einst gefallene Wesen anstreben und sich zum Ziel setzen, und da die Vergöttlichung nur durch die Einstrahlung der göttlichen Liebekraft erreicht werden kann, so muß also das gefallene Wesen im Stadium als Mensch ein Liebeleben führen, wodurch es nun in innigen Verband tritt mit Gott und somit auch die göttliche Ordnung wiederhergestellt ist.... (23.9.1957) Und weil die Menschen so lange erkenntnislos sind, bis sie das göttliche Liebelicht erleuchtet, sind ihnen die Gebote der Gottes- und Nächstenliebe gegeben worden, deren Erfüllen ihnen jenes Liebelicht einträgt.... Und sie sollen auch wissen, warum dieses Gebot das vornehmlichste Gebot ist, sie sollen wissen, daß nur die Liebe zur Vereinigung mit Gott führen kann und daß Vereinigung mit Gott auch Vergöttlichung bedeutet, das Herstellen des Urzustandes, wo alles sich in dem Gesetz ewiger Ordnung bewegt und die ihm von Gott zuströmende Kraft nun auch gebrauchen kann in Liebe und Weisheit.... im Willen Gottes, der nun auch der Wille des Wesens ist. Liebe also ist Grundgesetz.... Der Mensch aber ist so lange noch schwach und verfinsterten Geistes, wie er außerhalb göttlicher Ordnung steht, wie er noch unter der Last der Ursünde dahingeht. Und so lange wird er auch schwerlich Werke der Nächstenliebe verrichten. Aber das Wissen darum, daß das Erlösungswerk Jesu Christi auch für ihn vollbracht worden ist, kann ihn veranlassen, Ihn anzurufen, er kann gedanklich sich mit Ihm befassen, selbst wenn er nicht voll überzeugt ist von Dessen geistiger Mission.... Und jeder Gedanke an Ihn im guten Willen ist schon eine Bindung, die sich segensreich auswirkt. Denn der göttliche Erlöser Selbst gewinnt dadurch schon Einfluß auf des Menschen Seele. Und alles Weitere hängt lediglich davon ab, ob sich der Mensch nun von diesem Einfluß bestimmen läßt oder nicht. Der Einfluß aber besteht darin, den Menschen zum Liebewirken anzuregen, denn Jesus Christus wird das gleiche tun, was Er als Mensch Jesus auf Erden getan hat: immer nur auf die Liebe hinweisen, weil diese das Prinzip göttlicher Ordnung ist, also die Liebe unbedingt geübt werden muß, um vorerst zu einem Grad der Erleuchtung zu kommen, der den Menschen dann bestimmt, ernstlich den Zusammenschluß zu suchen mit Gott.... Und so können also diesen Grad der Erleuchtung auch Menschen erlangen, die nichts von Jesus Christus und Seinem Erlösungswerk wissen, wenn sie nur in der Liebe leben. Denn ein Liebefunke ist in eines jeden Menschen Herz gelegt.... Also es braucht nur ein Mensch liebewillig zu sein, weil die Liebefähigkeit vorhanden ist als göttliches Gnadengeschenk. Es kann der Mensch die durch die Ursünde ihn belastende Schwäche durch Liebewirken beheben, weil Jesus Christus für alle Menschen gestorben ist, weil Er das Erlösungswerk für alle Menschen vollbracht hat. Es sind diese Menschen durch ihre Liebewilligkeit in die göttliche Ordnung eingetreten, und so ihnen das Wissen um Jesus Christus zugeführt wird, werden sie es auch erfassen und in bewußte Verbindung treten mit Dem, Dem sie unbewußt sich schon verbunden hatten durch die Liebe.... Aber die Erkenntnis wird ihnen blitzschnell kommen, wenn sie das Erdenleben verlassen, und sie können deshalb als erlöst gelten, weil die Seele zu Jesus Christus hindrängt kraft ihrer Liebe.... Die Liebe zu üben ist jedem Menschen möglich.... weil Gott keinen Menschen Seinem Gegner gänzlich überlässet und weil auf den Willen des Menschen auch von guter geistiger Seite eingewirkt wird.... Aber die Willensschwäche ist oft so groß, daß er Hilfe benötigt, die ihm durch den Anruf Jesu Christi sicher geleistet wird. Wo aber das Wissen um Jesus Christus noch nicht dem Menschen zugeleitet wurde, dort sind die Kräfte des Lichtes unentwegt bemüht, die Menschen zu einem Liebeleben anzuregen, und auch dorthin kann durch innere Erleuchtung das Wissen gelangen, ganz gleich, in welcher Form es ihnen geboten wird. Aber sie werden glauben lernen an einen Sich ihnen in Liebe und Barmherzigkeit zuneigenden Gott.... Und geben sie sich bewußt Ihm hin, dann wird auch ihnen Erlösung werden von ihrer einstigen Schuld, sie werden frei werden von der Macht, die sie gebundenhielt, weil die Ewige Liebe Selbst die Ketten löset dem Wesen, das Liebe übet und dadurch sich Ihr wieder anschließet im freien Willen....
Amen
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