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El poder de Dios es indispensable para ascender....

Ningún alma puede elevarse desde la profundidad por su propia fuerza. Pues está completamente sin fuerza y solo puede hacerlo con la ayuda de Dios. Dios le concedió su primer auxilio permitiéndole caminar a través de la creación.... disolviéndola en incontables partículas, a cada una de las cuales asignó un propósito. Y así, el ser caído, en su estado de necesidad se abre camino hacia las alturas.... Pero una vez que haya superado este período de desarrollo, de modo que el alma, ahora un ser consciente de sí mismo, ha de progresar aún más hacia las alturas en la fase como ser humano, requiere nuevamente una transmisión de fuerza, ya que su propia fuerza aún es demasiado débil para llevar a cabo el último, corto pero ascendente camino.

Pero ahora el ser ya no está determinado por la voluntad de Dios, sino que depende de él mismo de pedir fuerza, recibirla y usarla correctamente. Es cierto que cada ser humano en la Tierra dispone de suficiente fuerza vital, y si esta se utiliza ahora según la voluntad de Dios, entonces inevitablemente también aportará al alma la fuerza necesaria para recorrer ese ascenso hacia lo alto, y sin duda también llegará entonces a la meta. Sin embargo, el uso correcto de la fuerza vital es sinónimo de actuar con amor.... Vosotros, los seres humanos no sabéis cuánta fuerza podéis adquirir cuando usáis vuestra fuerza vital de acuerdo con la voluntad de Dios para realizar obras de amor desinteresado al prójimo....

Entonces, vuestra impotencia, causada por el pecado original, desaparecerá. Pero lo podréis comprender cuando se os explica en qué consistió este pecado: vosotros rechazasteis la fuerza amorosa de Dios y, por tanto, os debilitasteis, volviéndoos completamente impotentes. En cuanto, volváis a actuar con amor, os dejáis irradiar de nuevo por la fuerza amorosa de Dios y, así, recuperáis las capacidades que originalmente poseíais. Incluso la mera voluntad de estar conectados con la Divinidad a la que debéis vuestra existencia hace que la fuerza fluya hacia vosotros desde Dios, porque esta voluntad hace posible la irradiación del amor de Dios.

Sin embargo, no podréis lograr nada sin la transmisión de fuerza de Dios.... Porque entonces estáis todavía en la misma resistencia como en vuestra apostasía de Él, vosotros resistís, lo que solo significa fuerza para vosotros. Todavía estáis en la esfera de la muerte, a la que entrasteis al renunciar la fuerza y la luz.... Y si la fuerza vital que está disponible para cada ser humano en la Tierra se usa equivocadamente, de modo que solo se beneficie al cuerpo y el alma no puede obtener ningún provecho al respecto, entonces permanecerá en el mismo estado en que se encontraba al comienzo de su encarnación como ser humano.

El alma no ha avanzado ni un paso y corre el grave peligro de perder incluso el grado madurez alcanzado en el estado de necesidad. Pues el alma no puede elevarse sin fuerza; ella está cautiva del adversario de Dios y ella misma no ofrece resistencia alguna porque es demasiado débil al respecto. Esta debilidad, por lo tanto, es consecuencia del pecado original, y si el ser humano quiere vencerla, entonces tiene que pedir la fuerza una y otra vez.... tiene que llamar a Aquel, Quien murió por eso en la cruz, que adquirió fuerza para los débiles humanos....

Tiene que encomendarse a Jesucristo en su debilidad y pedirle que le conceda fuerza, la cual sin duda le será dada por gracia y misericordia, para que pueda completar con éxito el camino hacia las alturas. Entonces el adversario de Dios ya no tendrá poder sobre él y le tiene que liberar, y entonces el alma también buscará de nuevo la unificación con Dios y tampoco quiere volver a resolver la unificación....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Kraft Gottes unentbehrlich zum Aufstieg....

Keine Seele vermag sich aus eigener Kraft aus der Tiefe zu erheben, denn sie ist völlig kraftlos und kann es nur mit Hilfe Gottes. Die erste Hilfe nun hat Gott ihr gewährt, indem Er sie den Gang durch die Schöpfung gehen ließ.... indem Er sie auflöste in unzählige Partikelchen, denen er jedem eine Bestimmung zugewiesen hat. Und so geht das gefallene Wesen im Mußzustand also den Weg zur Höhe.... Hat sie aber diese Entwicklungsperiode überwunden, daß nun die Seele wieder als selbstbewußtes Wesen weiterschreiten soll zur Höhe im Stadium als Mensch, dann benötigt es wieder Kraftzufuhr, denn die eigene Kraft ist noch zu gering, um den letzten kurzen, aber aufsteigenden Weg zu bewältigen. Aber nun wird das Wesen nicht mehr durch den Willen Gottes bestimmt, sondern es bleibt ihm selbst überlassen, Kraft anzufordern, sie entgegenzunehmen und sie recht auszuwerten. Zwar steht jedem Menschen auf der Erde genügend Lebenskraft zur Verfügung, und wird diese nun im Willen Gottes verwendet, dann trägt sie unweigerlich auch der Seele die Kraft ein, jenen Höhenaufstieg zurückzulegen, und sicher gelangt sie dann auch zum Ziel. Rechtes Nützen der Lebenskraft aber ist gleichbedeutend mit Liebewirken.... Ihr Menschen wisset es nicht, welches Maß von Kraft ihr euch erwerben könnet, wenn ihr dem Willen Gottes gemäß eure Lebenskraft verwendet, um Werke uneigennütziger Nächstenliebe zu verrichten.... Dann wird eure Kraftlosigkeit schwinden, die euch der einstige Sündenfall eingetragen hat. Ihr werdet es aber verstehen können, wenn euch gesagt wird, worin dieser Sündenfall bestand: Ihr wieset die Liebekraft Gottes zurück und wurdet dadurch schwach, also völlig kraftlos.... Sowie ihr nun wieder in Liebe wirket, lasset ihr euch von der Liebekraft Gottes wieder anstrahlen, und ihr gewinnet so auch wieder die Fähigkeiten zurück, die ihr uranfänglich besaßet. Doch schon der Wille, mit der Gottheit, Der ihr euer Dasein verdankt, verbunden zu sein, hat zur Folge, daß euch Kraft aus Gott zuströmt, weil dieser Wille die Liebeanstrahlung Gottes möglich macht. Jedoch nichts werdet ihr erreichen können ohne die Kraftzuwendung aus Gott.... Denn ihr seid dann noch im gleichen Widerstand wie bei eurem einstigen Abfall von Ihm, ihr wehret ab, was allein für euch Kraft bedeutet. Ihr seid immer noch in der Sphäre des Todes, die ihr betreten habt mit der Hingabe von Kraft und Licht.... Und wird die Lebenskraft, die jedem Menschen auf Erden zur Verfügung steht, falsch genützet, daß sie also nur zum Wohl des Körpers verwandt wird und die Seele keinerlei Nutzen davon ziehen kann, dann verharrt sie auch im gleichen Zustand, in dem sie sich befand zu Beginn ihrer Verkörperung als Mensch. Sie ist keinen Schritt vorwärts gekommen und in größter Gefahr, selbst den im Mußzustand erreichten Reifegrad zu verlieren. Denn die Seele kann sich nicht erheben ohne Kraft, sie wird festgehalten vom Gegner Gottes und leistet selbst keinen Widerstand, weil sie dazu (zu = d. Hg.) schwach ist. Diese Schwäche also ist Folge der Ursünde, und will der Mensch ihrer Herr werden, dann muß er immer wieder die Kraft anfordern.... er muß Den anrufen, Der dafür am Kreuz gestorben ist, daß Er den schwachen Menschen Kraft erwarb.... Er muß sich Jesus Christus in seiner Schwäche anvertrauen und Ihn bitten, ihm zu Kraft zu verhelfen, die ihm auch sicher geschenkt wird aus Gnade und Erbarmung, damit der Mensch nun den Weg zur Höhe erfolgreich zurücklegen kann. Dann hat der Gegner Gottes keine Gewalt mehr über ihn, dann muß er ihn freigeben, und dann wird die Seele auch wieder den Zusammenschluß suchen und finden mit Gott und ihn nun auch ewiglich nicht mehr lösen wollen....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde