Un día todos tendréis que dejar el cuerpo terrenal atrás, y a vuestra alma tocará otro paradero. Nadie de vosotros escapará de su suerte pues cada uno tiene que contar con certitud con su fin corporal. De modo que esto ya lo sabéis, que vuestra existencia en la Tierra está limitada y que cuando haya llegado la hora nadie puede defenderse contra la muerte del cuerpo. Pero a pesar de esta certeza lleváis una vida en esta Tierra como si nunca iba a terminar. Siempre planificáis y obráis para tiempos posteriores sin saber si los vais a vivir. No contáis con lo que es cierto... sólo obráis y hacéis efecto para vuestra corta vida en la Tierra que no es duradera... pero vosotros mismos no pereceréis porque vuestra alma perdura aun después de la muerte del cuerpo, ¡y vuestra alma es vuestro auténtico yo! De modo que en realidad para vosotros no existe un proceso de morir, sino únicamente un cambio de vuestro paradero.
Si tomáis esto seriamente en consideración, entonces actuáis sabiamente si hacéis todo lo posible para que precisamente aquel paradero posterior os pueda complacer. Entonces vuestra preocupación estará dedicada a aquel tiempo en que ya no os encontráis en esta Tierra - a aquel tiempo en que continuáis vuestra vida en el Reino del Más Allá cuyas características son una consecuencia de vuestra conducta que llevasteis en la Tierra.
Si tuvierais fe en esto, todos seríais más aplicados... Pero cuanto más os preocupáis por el bien de vuestro cuerpo, menos alimentáis la fe en que vuestra vida continuará - lo que no os puede ser demostrado porque de ninguna manera el miedo debe intervenir en vuestra conducta en la Tierra... pero consta que toda certeza de la continuación de la vida en el Más Allá suscitaría en vosotros el miedo - en los que no aspiráis voluntariamente a las Alturas.
Por supuesto, los que aspiran voluntariamente alimentan en sí la certeza... pues tienen fe... y eso precisamente porque aspiran a lo Alto; mientras que una aspiración hacia lo Alto producida por el miedo nunca llevará a su realización. Por eso no puede ser que a vosotros los hombres os sea demostrado que después de la muerte hay una continuación de la vida. Pero cada uno que reflexiona profundamente y que quiere hacer lo correcto puede despertar en sí la fe.
Por eso, cada vez con más claridad, a los hombres está llamada la atención sobre la fugacidad de todo aquello a lo que ellos atribuyen demasiada importancia. Hay seres humanos que en plena vida de repente la pierden, de lo que cada uno podría aprender a considerar también su vida como un regalo que en cada momento le podría ser quitado.
Sólo necesitaría observar los pensamientos que le vienen con ocasión de la muerte repentina de un semejante... Pues sólo tendría que seguir al difunto a la infinitud... Sólo tendría que dedicarse frecuentemente a él - el que no ha perecido sino que únicamente ha cambiado el paradero... En verdad, muchas manos se le extenderían desde el Reino espiritual - manos que le quisieran atraer...
Aunque el hombre no tenga la certeza de una continuación de la vida, aun así debería contar con la posibilidad; y con ocasión de la muerte de semejantes debería imaginarse esta posibilidad en su visión y preguntarse cómo pues iba a ser su destino - caso que de repente fuera reclamado... Porque mientras el hombre no pueda probar que no haya una vida después de la muerte –lo que nunca le resultará posible– siempre le convendrá tomar las precauciones. Nunca se arrepentirá si en la Tierra no se habrá acordado solamente del cuerpo sino también de su alma... y si en la Tierra ha acumulado un pequeño bien espiritual que luego en el Reino espiritual le ayuda para alcanzar las Alturas. Entonces el alma cosechará lo que el hombre ha sembrado en la Tierra. Y bendecida será el alma que en la Tierra ya ha tomado las precauciones para la eternidad.
Amén.
TraductorUm dia todos vocês terão que descartar o corpo terreno e a vossa alma receberá outra morada.... Nenhum de vós escapará ao seu destino, cada um de vós terá certamente de esperar o seu fim físico. Assim você sabe que sua existência na terra é limitada e que ninguém pode se defender da morte corporal quando chega a sua hora.... No entanto, apesar dessa certeza, você vive uma vida nesta terra como se ela nunca devesse terminar. Você só planeja e cria para tempos posteriores sem saber se vai viver para ver esses tempos. Você não conta com isso, mas com o que é certo para você; você só cria e trabalha para a curta vida na Terra, que não tem duração. Mas vós próprios não perecereis, a vossa alma permanecerá viva mesmo depois da morte do vosso corpo, e a vossa alma é o vosso verdadeiro eu.... Portanto, não há realmente morte para você, apenas uma mudança do seu paradeiro..... Se você pensar muito seriamente sobre isso, então você vai agir sabiamente se você se certificar de que essa mesma morada o faz feliz depois. Então estenderás os teus cuidados até ao tempo em que não mais viveres nesta terra, mas continuares a tua vida no reino do além, mas que agora está de acordo com a tua mudança terrena. Vocês todos seriam mais ambiciosos se acreditassem nisto. Quanto mais você se preocupa com a preservação do seu corpo, menos acredita que vai continuar a viver. E nenhuma prova vos pode ser dada para isso, porque a vossa mudança terrena não deve ser determinada pelo medo, mas que toda certeza de uma continuação da vida após a morte desencadearia em vós que não se esforçam voluntariamente para cima. Aqueles que se esforçam voluntariamente certamente têm a certeza dentro de si, mas eles acreditam.... mas pela mesma razão que eles lutam para cima. A luta que nasce do medo não leva à perfeição. É por isso que não pode ser provado a vocês, humanos, que há vida após a morte. Mas todos que pensam seriamente sobre isso e querem fazer a coisa certa, podem despertar a crença em si mesmos. As pessoas ficarão, portanto, cada vez mais conscientes da rápida transição daquilo que elas valorizam demais. As pessoas serão arrancadas do meio da vida, e todos poderão aprender com isso a considerar também a sua vida como um dom que lhe pode ser retirado todos os dias.... E ele só teve que seguir os pensamentos que o assolaram por ocasião da morte súbita de um ser humano.... Ele só precisava de seguir a partida para o infinito.... Ele só tinha de lidar frequentemente com ele que não faleceu, mas apenas mudou de morada.... E na verdade, as mãos iriam alcançá-lo desde o reino espiritual, querendo puxá-lo. Mas mesmo que o ser humano não tenha a certeza da continuação da vida, ele deveria contar com a possibilidade e, uma e outra vez, por ocasião da morte de outros seres humanos, deixar que essa possibilidade surja diante dos seus olhos e perguntar a si mesmo qual seria o seu destino se de repente fosse chamado para longe. Enquanto o homem não puder provar.... que nunca será possível.... que não há sobrevivência após a morte, ele deve sempre tomar precauções. E nunca se arrependerá se na Terra pensar não apenas no seu corpo, mas também na sua alma, se reunir uma pequena riqueza espiritual na Terra, que então o ajude a ascender no reino espiritual. Então a alma colherá o que o ser humano semeou na terra, e bendita é a alma que fez provisões na terra para a eternidade...._>Amém
Traductor