Todos los pecados os serán perdonados, pero no el pecado contra el Espíritu, Cualquier cosa que cometéis, por amor a Jesucristo seréis perdonados, incluso vuestros pecados más graves. Pero si pecáis contra el Espíritu, pecáis contra Jesucristo, Quien murió por vosotros en la cruz para que Él podía enviaros Su Espíritu. Murió por vosotros para que vuestra conexión con el Padre fuera posible. Y solo esta conexión hace posible que el Espíritu de Dios venga sobre vosotros. Recibir el Espíritu divino, por lo tanto, significa el testimonio del vínculo entre Dios y el ser humano, porque Su Espíritu es la irradiación directa de Dios. El derramamiento de Su Espíritu fluye en un vaso abierto. Es prueba de la presencia de Dios en el corazón humano....
Cuando ahora se habla del “pecado contra el espíritu”, este sólo puede entenderse como como un alejamiento consciente.... una recaída en las profundidades en contra del mejor juicio.... una rebelión contra Aquel que obra en nosotros.... a pesar del grado de madurez que nos ha traído este conocimiento.... Este pecado es imperdonable precisamente porque el ser humano está ya en la cognición, porque ya ha recibida la gracia de la obra de la Redención y, por lo tanto, ha sido levantado desde las profundidades a través de Jesucristo.... porque él mismo ya había establecido el vínculo con Dios, por lo tanto, ya no era débil, y el alejamiento actual de Dios es un pecado tan monstruoso que no puede ser borrado por el perdón, sino que conlleva una caída en las profundidades más profundas, que resulta en el destierro a través de los tiempos eternos.
Porque Jesucristo ha ejecutado Su obra en este ser humano, fue aceptada y luego rechazado por él de nuevo.... Donde el Espíritu de Dios trajo una vez la aclaración, la iluminación del pensamiento y una guía segura hacia las alturas, allí una caída a las profundidades es casi imposible.... Y, sin embargo, la obra de Satanás, aunque poco frecuente, tiene éxito. Pero el ser humano tiene la fuerza para resistirle a él, y tiene conocimiento.... pero también tiene un libre albedrío.
Y abusa de esta voluntad de manera imperdonable cuando desea en la Tierra lo que sólo se le puede conceder en el reino espiritual: la dicha de ver el otro mundo.... un deseo que ya no está arraigado en su cognición profunda, sino que es colocado en su corazón por Satanás como un deseo injustificado.... que también podría superar muy fácilmente porque lo reconoce como prematuro mientras permanezca en la Tierra, y que también es vencido mayoritariamente por seres humanos en los que el Espíritu de Dios está activo.
Pero donde Satán triunfa, también se puede hablar del mayor pecado, porque no es ninguna debilidad cuando un ser humano se somete a su voluntad, sino un deseo excesivo por conocimiento y el mal uso de un poder que le es inherente como don espiritual divino y que debe aprovechar en un sentido redentor, para la actividad redentora.... Muy pocos humanos saben qué significa un pecado contra el Espíritu, e incluso para ellos es claramente reconocible por qué este pecado no puede ser perdonado. Sin embargo, Satanás rara vez logra hacer caer a alguien que ya está cerca de alcanzar su objetivo.... Porque Dios respeta el libre albedrío del ser humano, pero lo apoya y le advierte claramente.... No escatima esfuerzos para evitar que vuelva a caer, porque Su amor es infinito....
amén
TraductorVi vengono perdonati tutti i peccati, ma non il peccato contro lo Spirito. Qualunque cosa vorrete anche commettere, per via di Gesù Cristo avrete il Perdono, anche la vostra colpa più grande. Ma se peccate contro lo Spirito, allora commettete il peccato su Gesù Cristo, il Quale E’ morto per voi sulla Croce, affinché potesse mandarvi il Suo Spirito. Egli E’ morto per voi, affinché diventasse possibile il collegamento da voi al Padre. E questo collegamento soltanto rende possibile, che lo Spirito di Dio possa venire su di voi. Ricevere lo Spirito divino significa quindi la testimonianza del legame fra Dio e l’uomo, perché il Suo Spirito è la diretta Irradiazione di Dio. L’Effusione del Suo Spirito è l’influire in un vaso aperto, è una dimostrazione della Presenza di Dio nel cuore dell’uomo.
Se ora si parla del “peccato contro lo Spirito”, allora con ciò può essere inteso solamente un cosciente allontanamento, una ricaduta nell’abisso contro la miglior conoscenza, un ribellarsi contro Colui, il Quale opera in lui, malgrado un grado di maturità, che gli ha portato questa conoscenza. Questo peccato è appunto imperdonabile, perché l’uomo ha la conoscenza, perché ha già ricevuto le Grazie dell’Opera di Redenzione e quindi attraverso Gesù Cristo è stato levato in Alto dall’abisso., perché lui stesso aveva già stabilito il legame con Dio, quindi non era debole ed un rinnovato allontanamento da Dio è un peccato così immenso (mostruoso), che non può essere estinto attraverso il Perdono, ma ha per conseguenza la caduta nell’abisso più profondo, che ha per conseguenza la Relegazione attraverso tempi eterni. Perché Gesù Cristo ha compiuto la Sua Opera su questo uomo, è stata accettata e da lui di nuovo rigettata. Dove lo Spirito da Dio ha portato una volta il chiarimento, l’illuminazione del pensare ed una sicura Guida verso l’Alto, là un precipitare nell’abisso è quasi impossibile. E malgrado ciò, l’agire di Lucifero ha successo, anche se rare volte. Ma l’uomo ha la Forza di resistergli, ed ha la conoscenza, ma anche la libera volontà.
E lui abusa di questa volontà in modo imperdonabile, se già sulla Terra desidera ciò che avrà solamente nel Regno spirituale: la Beatitudine della contemplazione nell’altro mondo, un desiderio, che non è più radicato nella sua profonda conoscenza, ma gli viene messo nel cuore da Lucifero come desiderio ingiustificato, che potrebbe anche superare molto facilmente, perché lo riconosce come anticipato, finché dimora sulla Terra e che viene anche quasi sempre superato dagli uomini, nei quali opera lo Spirito di Dio. Ma dove vince Lucifero, là si può anche parlare del peccato più grande, perché non è nessuna debolezza, quando l’uomo è della sua volontà, ma una ultragrande brama per il sapere e dell’abuso di una Forza, che dimora in lui come Dono spirituale divino e che deve usare nel senso salvifico, per l’attività salvifica.
Quello che è da intendere sotto peccato contro lo Spirito, lo sanno solo pochissimi uomini, e per questi è anche chiaramente riconoscibile, perché questo peccato non può essere perdonato. Ma solo raramente a Lucifero riesce a far cadere un uomo, che si trova già poco davanti al raggiungimento della sua meta, perché Dio rispetta bensì la libera volontà dell’uomo, ma lo assiste, ed Egli lo avverte con evidenza. Non lascia nulla di intentato, per impedire la sua rinnovata caduta, perché il Suo Amore E’ infinito.
Amen
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