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Divinización de los seres creados...

Recibe el mensaje del Señor:

Cuando Yo os di la vida, perseguía un fin... De manifestarme Yo Mismo en vosotros, es decir, dar formas a Mi poder y luz, que como seres estaban conectados entre sí y que todos Me llevaban a Mí Mismo como poder de amor dentro de sí mismos, para que Me formara a Mí Mismo, por así decirlo, en estos seres, para que fueran iguales a Mí Mismo, pero cada uno en pie de la conciencia del “yo”... ya que Yo quería crear dioses como Yo... Entonces puse a fuera lo más perfecto de Mí , que Me multiplique en estos seres creados por Mí, ya que fueron creados en la misma perfección, ya que de no pudo emanar nada que fuera deficiente. Yo Mismo estaba representado en todos estos seres, Yo los había llamado a la existencia como un imagen especular de Mí Mismo, aunque Yo Mismo no era visible para estos seres... Creé miniaturas de Mí Mismo... y disfruté de estas creaciones...

Pero todo lo perfectamente creado era Mi obra... Mi voluntad estaba en ello, estaba inundado de Mi amor y por lo tanto sólo se creó algo que no podía ser de otra manera de lo que era... Y eso no Me satisfacía, porque quería tener algo tan libre a Mi alrededor que pudiera moverse en toda libertad como Yo Mismo... Tuve que ponerlo independientemente a fuera de Mí con el mismo poder y la misma luz y ponerlo a prueba para que ahora use de la completa libertad que se le concedía de acuerdo con Mi voluntad... sin determinar el ser por Mi voluntad... Tuve que darle completa libertad de voluntad y, por así decirlo, aislarme de él... para que el ser ahora pudiera probar su divinidad y permanecer en la perfección en que Yo lo creé... aunque también podía hacer mal uso de su fuerza y voluntad...

Quería tener Dioses a Mi lado, con los pudiera obrar y crear en la mayor felicidad... Pero estos Dioses no podía crear para Mí, solo podía darles la capacidad de formarse ellos mismos en Dioses... Quería que la misma dicha que Me llenó a Mí también debiera ser concedida a los seres que Yo engendraba a la vida en un inconmensurable afán de felicidad e impulso de creatividad, que iba aumentando cuanto más creaba... (22.10.1953) No quería que siguieran siendo Mis criaturas para siempre, determinadas por Mi voluntad en su hacer y pensar... Yo quería estar seguro que cada ser actuase libremente por sí mismo, independiente de Mi voluntad, porque sabía que un ser perfecto siempre llevaba en sí Mi voluntad...

Un ser perfectamente creado por Mí, pues no habría sido capaz de una voluntad contraria a la Mía si no hubiera tendido al mismo tiempo un libre albedrío, que podía decidir sobre sí mismo. Y ese libre albedrío fue la clave. En virtud del libre albedrío, el ser podía permanecer en la perfección que Yo le di, pero también podía desviarse de ella... el ser que Yo había diseñado sumamente perfecto podía transformarse ello mismo, perder su perfección y convertirse en una criatura, que ya no era Mi imagen... pero era un ser libre que podía disponer de sí mismo y del mismo modo transformarse nuevamente a Mi imagen...

Pudo volver a ser perfecto, pero entonces ya no era Mi criatura, sino Mi hijo... Ha llegado a ser Mi semejanza por su libre albedrío, un ser divino parado fuera de Mí y sin embargo íntimamente fusionado Conmigo a través del mismo amor, la misma voluntad y la misma naturaleza... No Me era posible crear algo imperfecto que debía lograr la transformación a Mi semejanza, porque sólo lo más perfecto puede emanar de Mí, pero convertir lo creado en Dioses lo debe lograr el ser creado el mismo...porque el libre albedrío es una parte irrevocable de la más alta perfección...

Puesto que en Mí prevalece el principio del amor, puesto que Yo Mismo soy el Amor Eterno, sólo el amor fue siempre el factor determinante en el acto de la creación, y el amor también persigue un objetivo... un estado de bienaventuranza para Mis criaturas que es insuperable, pero sólo entonces, cuando las criaturas se hayan convertido en Mis hijos... Porque a pesar de toda perfección, Mis obras creadas no pueden llamarse infinitamente bienaventuradas mientras no tengan un libre albedrío. Sin embargo, el libre albedrío debe demostrar su perfección... debe valorar y querer conservar lo que le es dado al ser, a pesar de la posibilidad de poder renunciar a ello... Y esta decisión le fue exigida de lo perfectamente creado por Mí, y le será exigida hasta que el ser haya alcanzado su objetivo, hasta que se esfuerce por la perfección, la unificación Conmigo, por su propia voluntad... hasta que se haya convertido en Mi semejanza...

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Vergöttlichung der geschaffenen Wesen....

Nimm die Botschaft des Herrn entgegen:

Als Ich euch das Leben gab, verfolgte Ich einen Zweck.... Mich Selbst in euch zu manifestieren, d.h., Meiner Kraft und Meinem Licht Formen zu geben, die als Wesen miteinander in Verbindung standen und die alle Mich Selbst als Liebekraft in sich trugen.... so daß Ich Mich gleichsam in diesen Wesen Selbst formte, daß sie das gleiche waren wie Ich Selbst, doch jegliches im Ichbewußtsein stehend.... daß Ich sonach Götter schaffen wollte gleich Mir.... Ich stellte also Vollkommenstes aus Mir heraus, Ich vervielfältigte Mich Selbst in diesen von Mir geschaffenen Wesen, da sie in gleicher Vollkommenheit geschaffen waren und da aus Mir heraus nichts entstehen konnte, was mangelhaft war. Ich Selbst war in allen diesen Wesen vertreten, Ich hatte sie als Spiegelbild Meiner Selbst ins Dasein gerufen, wenngleich Ich Selbst diesen Wesen nicht schaubar war. Ich schuf Miniaturen Meiner Selbst.... und erfreute Mich dieser Schöpfungen....

Doch alles Vollkommen-Erschaffene war Mein Werk.... es war Mein Wille in ihm, es war von Meiner Liebe durchflutet und demnach nur etwas Erschaffenes, das nicht anders sein konnte, als es war.... Und das befriedigte Mich nicht, denn Ich wollte etwas ebenso Freies um Mich haben, das wie Ich Selbst sich in aller Freiheit bewegen konnte.... Ich mußte es unabhängig von Mir in gleicher Kraft und gleichem Licht hinausstellen und auf die Probe ankommen lassen, daß es nun die ihm gewährte völlige Freiheit so ausnützte, wie es Meinem Willen entsprach.... ohne jedoch durch Meinen Willen das Wesen zu bestimmen.... Ich mußte ihm völlige Willensfreiheit geben und Mich gleichsam isolieren von ihm.... auf daß nun das Wesen seine Göttlichkeit unter Beweis stellen konnte und in der Vollkommenheit verbleiben, in der Ich es geschaffen habe.... obgleich es auch von seiner Kraft und seinem Willen einen falschen Gebrauch machen konnte.... Ich wollte Götter neben Mir haben, mit denen Ich wirken und schaffen konnte in höchster Seligkeit.... Diese Götter aber konnte Ich Mir nicht schaffen, Ich konnte ihnen nur die Fähigkeit dazu geben, sich selbst zu Göttern zu gestalten.... Ich wollte, daß die gleiche Seligkeit, die Mich erfüllte, auch den Wesen beschieden sein sollte, die Ich ins Leben rief in einem unermeßlichen Beglückungs- und Gestaltungsdrang, der sich stets mehr erhöhte, je mehr Ich schuf.... (22.10.1953) Ich wollte nicht, daß sie ewig nur Meine Geschöpfe blieben, von Meinem Willen bestimmt zu ihrem Tun und Denken.... Ich wollte ein jedes Wesen für sich frei schaffend wissen, unabhängig von Meinem Willen, weil Ich wußte, daß ein vollkommenes Wesen stets Meinen Willen in sich trug.... Ein vollkommen von Mir erschaffenes Wesen also wäre nicht fähig gewesen zu einem Mir entgegenstehenden Willen, wenn es nicht auch gleichzeitig einen freien Willen gehabt hätte, der über sich selbst bestimmen könnte. Und dieser freie Wille war das Entscheidende. Kraft des freien Willens konnte das Wesen in seiner von Mir ihm geschenkten Vollkommenheit verbleiben, es konnte aber auch davon abgehen.... es konnte das Wesen, das Ich höchst vollkommen gestaltet hatte, sich selbst umgestalten, seine Vollkommenheit einbüßen und zu einem Geschöpf werden, das nicht mehr Mein Ebenbild war.... aber es war ein freies Wesen, das über sich selbst verfügen konnte und ebenso auch wieder sich umformen nach Meinem Ebenbild.... Es konnte wieder vollkommen werden, war aber dann nicht mehr Mein Geschöpf, sondern Mein Kind.... Mein im freien Willen gewordenes Ebenbild, ein göttliches Wesen, das außerhalb stehend war von Mir und doch mit Mir innigst verschmolzen durch gleiche Liebe, gleichen Willen und gleiche Wesensart.... Etwas Unvollkommenes zu schaffen, das die Umwandlung zu Meinem Ebenbild erreichen sollte, war Mir nicht möglich, denn aus Mir kann nur höchst Vollkommenes hervorgehen, doch das Erschaffene zu Göttern zu wandeln muß der Wille des erschaffenen Wesens selbst vollbringen.... weil zur höchsten Vollkommenheit unwiderruflich der freie Wille gehört....

Da in Mir das Liebeprinzip vorherrscht, da Ich Selbst die ewige Liebe bin, ist immer nur die Liebe bestimmend gewesen bei dem Erschaffungsakt, und die Liebe verfolgt auch ein Ziel.... einen Seligkeitszustand Meiner Geschöpfe, der unübertrefflich ist, jedoch erst dann, wenn die Geschöpfe zu Meinen Kindern geworden sind.... Denn Meine geschaffenen Werke sind trotz aller Vollkommenheit nicht unbegrenzt selig zu nennen, solange sie keinen freien Willen besitzen. Der freie Wille jedoch muß die Vollkommenheit unter Beweis stellen.... das, was dem Wesen gegeben ist, muß es wertschätzen und behalten wollen, trotz der Möglichkeit, es aufgeben zu können.... Und diese Entscheidung ist von dem vollkommen von Mir Erschaffenen gefordert worden und wird so lange von ihm gefordert werden, bis das Wesen sein Ziel erreicht hat, bis es aus freiem Willen die Vollkommenheit, die Vereinigung mit Mir, anstrebt.... bis es zu Meinem Ebenbild geworden ist....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde