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Razón del declive espiritual es la adición a la materia....

Una razón para el declive espiritual de la humanidad es la creciente adición a la materia que es cada vez mayor. Es una enfermedad que ha invadido a los hombres que conduce a la muerte, es como un grillete cada vez más duro que amenaza la vida humana, porque no se trata de la vida terrenal sino de la vida espiritual, la vida del alma del alma que está en peligro. Porque el deseo excesivo de materia encuentra satisfacción, como también la voluntad del hombre siempre determina en qué estado se encuentra el alma. La dura materia un día será su destino, por la que el hombre lucha tan ansiosamente.

No es comprensible para el hombre que el deseo de la materia, de las posesiones terrenales, significa un paso atrás, porque se esfuerza por algo que ya había superado hace mucho tiempo, lo que significaba un cautiverio para su alma, lo que se sentía como una atadura y, por lo tanto, una tormenta para el alma y cada salvación de ella, cada progreso en el estado limitado trajo un alivio para lo espiritual. Y ahora el hombre lucha por aquello de lo que escapó su alma, porque era un grillete.

Todo lo material terrenal solo sirve al cuerpo, pero al alma solo cuando es superado, cuando estimula el amor del hombre a la actividad, para dar, por deshacerse, por amor al prójimo. Entonces la materia también puede ser una bendición para la vida del alma, pero siempre tiene que ser un desasimiento de ella, sin ningún deseo de interés propio. Mientras se deseen bienes terrenales, el deseo de bienes espirituales es inexistente o solo en un grado muy pequeño, pero el alma no puede llevar nada terrenal al reino espiritual, pero bien bienes espirituales, que solo le preparan un estado de felicidad.

Si los hombres solo considerasen que el día siguiente puede terminar con la vida terrenal y, por lo tanto, deberían tomar precauciones para la permanencia en el reino espiritual.... si considerasen que todas las propiedades terrenales no valen nada para ellos, y lo que va a seguir viviendo en el reino espiritual pasará allá en gran pobreza, de la cual el hombre mismo en la tierra fue el responsable, que podría haber evitado fácilmente al recoger tesoros espirituales en la tierra.... si quisiera considerar que la vida terrenal, incluso si dura mucho tiempo, es solo un momento, medido por la eternidad, pero que el alma tiene que sufrir lo que el hombre desaprovechó en la tierra.... pero solo puede ser avisado una y otra vez al ralentí de su vida, solo se le puede recordar una y otra vez que piense en el futuro y no desperdicie toda su energía vital terrenal en bienes que son y siguen siendo completamente inútiles.

Él dispone del libre albedrio y del entendimiento humano y, por lo tanto, solo puede ser instruido, pero no obligado de pasar la vida de tal manera que el alma sane y entre en el reino espiritual lleno de fuerza....

Es por eso que a los hombres se les quitará una y otra vez lo que desean tan ardientemente en la tierra, se les mostrará una y otra vez la fugacidad de los bienes terrenales, y bienaventurados, quienes reconocen que su propósito de la vida terrenal es diferente que la búsqueda de bienes terrenales, bienaventurados, quienes reflejan y acumulan tesoros espirituales, benditos que actúan y obran por la salvación del alma, porque serán ricos y felices en el reino espiritual y ahora pueden crear y actuar porque su riqueza es imperecedera....

Amén

Traductor
Traducido por: Meinhard Füssel

Grund des geistigen Niederganges Sucht nach der Materie....

Ein wesentlicher Anlaß zum geistigen Niedergang der Menschen ist die sich immer steigernde Sucht nach der Materie. Es ist wie eine Krankheit, welche die Menschen überfallen hat, die zu Tode führt, es ist wie eine immer härter werdende Fessel, die das Leben der Menschen bedroht, denn es handelt sich nicht um das irdische, sondern um das geistige Leben, das Leben der Seele, das in Gefahr ist. Denn das übergroße Verlangen nach der Materie findet Erfüllung, wie stets der Wille des Menschen selbst es bestimmt, in welchem Zustand sich die Seele befindet. Die harte Materie wird dereinst ihr Los sein, die der Mensch so eifrig anstrebt. Es ist dem Menschen nicht begreiflich zu machen, daß das Verlangen nach der Materie, nach irdischem Besitz, ein Rückschritt bedeutet, denn er strebt etwas an, was er längst überwunden hatte, was für seine Seele eine harte Gefangenschaft bedeutete, was als Unfreiheit und darum als Qual von der Seele empfunden wurde und jede Erlösung daraus, jeder Fortschritt im Mußzustand dem Geistigen Erleichterung brachte.

Und nun strebt der Mensch das an, dem seine Seele entflohen ist, weil es eine Fessel war. Alles irdisch Materielle dienet nur dem Körper, der Seele aber nur dann, wenn es überwunden wird, wenn es die Liebe des Menschen anregt zur Tätigkeit, zum Geben, zum Sich-Entäußern aus Liebe zum Nächsten. Dann kann auch die Materie für das Leben der Seele von Nutzen sein, doch immer muß es ein Lösen von ihr sein, kein Begehren derselben im Eigennutz. Solange irdische Güter begehrt werden, ist das Verlangen nach geistigem Gut nicht oder nur in ganz geringem Maße vorhanden, die Seele aber kann nichts Irdisches mitnehmen in das geistige Reich, wohl aber geistiges Gut, das allein ihr einen seligen Zustand bereitet. Wenn die Menschen doch nur bedenken möchten, daß schon der nächste Tag das Erdenleben beenden kann und sie darum Vorsorge treffen würden für den Aufenthalt im geistigen Reich.... wenn sie bedenken möchten, daß jeglicher irdische Besitz für sie wertlos ist und das, was weiterlebt im geistigen Reich, in größter Armut hinübergeht, die der Mensch auf Erden selbst verschuldet, die er leicht hätte abwenden können durch Sammeln geistiger Schätze auf Erden.... wenn er bedenken möchte, daß das Erdenleben, auch wenn es lange währet, nur ein Augenblick ist, gemessen an der Ewigkeit, daß aber die Seele darunter leiden muß, was der Mensch auf Erden versäumte.... Doch er kann nur immer und immer wieder hingewiesen werden auf den Leerlauf seines Lebens, er kann nur immer wieder ermahnt werden, vorauszudenken und nicht seine ganze Erdenlebenskraft zu verschwenden an Güter, die völlig wertlos sind und bleiben. Er ist im Besitz des freien Willens und des Verstandes und kann daher nur belehrt, nicht aber gezwungen werden, das Leben so zurückzulegen, daß die Seele gesundet und kraftvoll eingehet in das geistige Reich.... Darum wird den Menschen immer wieder genommen werden, was sie auf Erden so heiß begehren, es wird ihnen die Vergänglichkeit irdischen Besitzes immer wieder vor Augen geführt werden, und selig, die erkennen, daß ihr Erdenlebenszweck ein anderer ist als das Anstreben irdischer Güter; selig, die sich besinnen und geistige Schätze zusammentragen, selig, die schaffen und wirken für das Heil der Seele, denn sie werden reich und selig sein im geistigen Reich und nun schaffen und wirken können, weil ihr Reichtum unvergänglich ist....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde