El principio divino tiene que predominar en vosotros.... vuestro ser debe convertirse en amor. Habéis surgido del amor de Dios, y por tanto también sois seres capaces de amar, que ahora también deben utilizar su capacidad, lo que no significa otra cosa que pueden utilizar un exceso de fuerza en el sentido que Dios quiere, porque a través de tal uso de fuerza el ser es creativamente activo, despertando así constantemente nueva vida y así la fuerza aumenta constantemente.
Pero un ser sin amor es impotente y, por así decirlo, muerto; ha abandonado la corriente del poder de amor de Dios, lo cual no es su destino. Porque todo lo que Dios ha creado, lo que ha surgido de Su amor, debe vivir, es decir, estar constantemente activo. Pero sólo el amor hace el ser capaz de vivir. Si vosotros queréis hablar de una vida verdadera, entonces el amor debe gobernaros, debe guiaros, todo vuestro ser debe llenarse de amor, entonces no habrá más muerte para vosotros, entonces viviréis para siempre. Porque no es vuestra existencia como ser humano lo que es vida, sino sólo una actividad regulada según la voluntad divina que da al ser humano la verdadera vida que dura para siempre.
A través del amor podéis llegáis a ser poderosos, pero esto no se refiere a la fuerza física, sino más bien es solamente el poder del amor lo que os hace poderosos, lo que puede lograr cosas más allá de la capacidad humana porque es divino. Pero como habéis surgido de Dios, Su poder también está escondido dentro de vosotros, y sólo necesita ser dirigida hacia afuera, es decir, puede aparecer a través de vuestra obra en el amor.... Entonces el poder de Dios se vuelve activo, fluye a través de vosotros, y lo que ahora realizáis es Su voluntad y nuevamente contribuye al aumento del poder.
(12.02.1952) Lo que una vez eráis, debéis llegar a serlo de nuevo.... aquello que se originó de Dios tiene que regresar a Él como lo mismo que Él lo envió al infinito, como Amor, la sustancia primordial de Dios, que comprensiblemente también era la sustancia primordial de cada ser creado por Dios, hasta que un principio impío quiso unirse a él, lo que hizo que el Amor eterno se retirara, hasta que lo impío en el ser sea eliminado a través de la voluntad del ser, hasta que el ser volvió a ser nuevamente tan puro que el Amor eterno pudo llenarlo nuevamente, que el Amor pudo tomar nuevamente posesión de lo que Le había pertenecido desde el principio mismo.
La verdadera vida tiene que entrar primero en el ser creado por Dios, que sin amor es sólo una criatura muerta, como una forma a la que le falta el con tenido adecuado.... El amor le permite despertar de nuevo a la vida, y la criatura se convierte en lo que está destinada a ser, un hijo de Dios, se convierte en Su imagen, un ser poderoso y lleno de luz que puede actuar sin restricciones según su propia voluntad, que es también la voluntad de Dios, porque a través del amor el ser está fusionado con Dios y no puede querer otra cosa que lo que Dios quiere, y por eso siempre y continuamente crea y obra según el plan divino en una dicha cada vez mayor. Las cualidades impregnan y llenan el ser, pues el amor todo lo deifica y no permite recaídas.
El hecho de que el ser al principio podía alejarse de Dios, que se renunció al amor sólo se produjo porque Dios le exigió una decisión libre, la cual sólo era posible si se aflojaban todas las capacidades y valores divinos que lo habrían obligado a tomar una decisión positiva.... Tenía que poder elegir, tanto positiva como negativamente, en un estado de completa libertad de voluntad. Esta decisión podía causarle una caída, pero más tarde también podía llevarlo a alturas inimaginables, ya que podía ascender de una criatura de Dios a un hijo de Dios.
Pero la caída le robó del amor, es decir, de la cognición, la luz y la fuerza. A través del amor, sin embargo, puede volver a ser lo que era, y este es el objetivo de todo lo espiritual, que en la creación recorre el camino hacia las alturas y, como seres humanos y a través de la educación hacia el amor, toma la decisión una vez requerida ante Dios, para entonces ser recibido como hijo de Dios en Su Reino, donde nuevamente le son concedidas la luz, la fuerza y la dicha inimaginable....
amén
TraductorIn voi deve predominare il Principio divino, il vostro essere deve diventare amore. Siete proceduti dall’Amore di Dio, di conseguenza quindi pure esseri capaci di amare, che ora devono anche impiegare la loro facoltà, che non significa altro che possono usare una ultramisura di Forza nel Senso voluto da Dio, perché con un tale utilizzo della Forza l’essere è attivo creativamente, quindi risveglia costantemente alla Vita e con ciò viene continuamente aumentata la Forza. Un essere senza amore però è inerme e come morto, è uscito dalla Corrente della Forza d’Amore di Dio, che non è la sua destinazione. Perché tutto ciò che Dio ha creato, che è proceduto dal Suo Amore, deve vivere, cioè essere ininterrottamente attivo. Ma solo l’amore rende l’essere capace di vivere. Se dunque voi uomini volete parlare di una vera Vita, allora vi deve dominare l’amore, vi deve spingere, tutto il vostro essere dev’essere colmato d’amore, allora per voi non esiste più nessuna morte, allora vivete eternamente. Perché non la vostra esistenza terrena come uomo è Vita, ma solo una regolata attività secondo la Volontà divina dà all’uomo la giusta Vita che dura in eterno. Attraverso l’amore potete diventare potenti, ma con ciò non vale di nuovo la forza corporea, ma è unicamente la Forza dell’amore che rende potenti, che può compiere delle cose oltre la facoltà umana, perché è divina. Ma dato che siete proceduti da Dio, anche la Sua Forza è celata in voi, che deve soltanto essere volta verso l’esterno, cioè, si può manifestare tramite il vostro agire nell’amore. Allora la Forza da Dio diventa attiva, fluisce attraverso voi e ciò che ora compiete, è la Mia Volontà e contribuisce ad aumentare la Forza. (12.02.1952) Quello che siete stati una volta, lo dovete di nuovo diventare, ciò che ha la sua Origine in Dio, deve di nuovo ritornare a Lui come lo stesso che Egli ha inviato fuori nell’Infinito, come amore, come Sostanza Ur di Dio che comprensibilmente era anche la sostanza ur di ogni essere creato da Dio, fino al momento che un principio antidivino ha voluto aggiungersi a lui, cosa che ha indotto l’Amore eterno di ritirarSi, finché l’antidivino nell’essere non viene espulso attraverso la volontà dell’essere, finché l’essere diventa di nuovo così puro che lo può di nuovo colmare l’eterno Amore, che può di nuovo prendere possesso di ciò che Gli apparteneva sin dall’inizio. La vera Vita deve di nuovo entrare nell’essenziale creato da Dio, che senza amore è solo una creatura morta, come una forma a cui manca il giusto contenuto. L’amore la risveglia di nuovo alla vita, la creatura diventa ciò che dev’essere, un figlio di Dio, diventa la Sua Immagine, un essere potente e colmo di Luce, che può agire illimitatamente secondo la propria volontà, che è però anche la Volontà di Dio. Perché tramite l’amore l’esser è fuso con Dio e non può volere altro che come vuole Dio, e crea ed agisce e perciò aumenta sempre e costantemente la Beatitudine in sé secondo il Piano di Dio. Le Caratteristiche divine compenetrano e colmano ora l’essere, perché l’Amore divinizza tutto e non permette nemmeno più nessuna ricaduta. Che l’essere inizialmente ha potuto cadere da Dio, che ha rinunciato all’Amore, è stato causato solo che Dio pretendeva da lui una decisione della libera volontà che era solo possibile, quando tutte le Facoltà e Valori divini venivano allentati, che lo avrebbero costretto ad una decisione positiva. Doveva poter scegliere positivamente e negativamente nella totale libertà della volontà. Questa decisione poteva portare alla caduta., ma dopo anche ad una insospettata Altura, mentre una creatura di Dio poteva salire ad essere figlio di Dio. La caduta lo ha derubato dell’Amore, quindi della conoscenza, della Luce e della Forza. Tramite l’amore però può di nuovo diventare ciò che era e questa è la meta di tutto lo spirituale che percorre nella Creazione la via verso l’Alto e come uomo attraverso il formare nell’amore emette di nuovo la decisione di una volta davanti a Dio, per poi essere accolto come figlio di Dio nel Suo Regno, dove gli è di nuovo destinata Luce e Forza ed una insospettata Beatitudine.
Amen
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