En el más allá ocurre lo mismo que en la Tierra.... la voluntad de actuar en amor tiene que estar presente si se quiere ascender desde la profundidades, pues incluso la voluntad del ser no es forzada, sino que puede decidir por sí mismo, sin embargo, su condición también es correspondiente. Las almas del más allá permanecen en el mismo grado de madurez en el que entraron en el reino espiritual hasta que ellas mismas tienen el deseo de ascender y cambiar su estado actual.
Y como en la Tierra es necesario que despierte el amor en ellos, que quieran ayudar ante la necesidad que ven a su alrededor. Sólo esta voluntad de ayudar les da la fuerza suficiente para poder llevarlo a cabo. La actividad de ayuda puede consistir en estímulos amables, consejos o advertencias, pero siempre debe ser motivada por el amor a los hermanos que sufren; El deseo de ayudar se hará entonces más fuerte y la transmisión de fuerza aumentará en consecuencia.
Entonces, sin embargo, la propia condición se hará más soportable, el entorno parecerá más brillante y claro ante los ojos, y la oscuridad opresiva dará paso a una luz que al principio es tenue y luego se vuelve cada vez más brillante, y las almas entonces se esforzarán inquebrantablemente hacia arriba. Su pensamiento se vuelve más claro y también aceptan con entusiasmo las enseñanzas que se les ofrecen los seres de luz, aunque de forma velada. A medida que aumenta la actividad del amor, también aumenta el conocimiento de estas almas, y ahora ellas mismas son capaces de darlo a los seres que todavía están debajo de ellas y que sufren en la oscuridad al igual que aquellas antes de ellos.
Una vez que la compasión por las almas que sufren se despierta en ellas, se salvan de hundirse en las profundidades, pero esta compasión primero tiene que volverse viva en ellas, porque de lo contrario el ascenso es imposible. Porque entonces el amor también guía correctamente la voluntad.... Y para que el amor pueda encenderse en las almas desdichadas es necesario mucha intercesión, que les haga sentir en sí misma el poder del amor y despierte a su vez en ellas el amor. Sólo el amor puede salvar a las pobres almas, porque incluso una oración enviada a ellas con amor tiene el efecto de hacer que el amor se encienda en ellas, mientras que las oraciones sin amor son completamente inútiles y sólo enfurecen a las almas, porque aumentan su disgusto por la pseudo-piedad e incluso pueden fácilmente sofocar la fe en Dios, si aún no la han perdido por completo.
Todo lo que sucede sin amor no tiene efecto, tanto en la Tierra como en el ámbito espiritual; El amor, en cambio, afloja el grillete más duro. Y es por eso que la Salvación está asegurada para cada alma en el más allá, si un ser humano en la Tierra se apiada de estas almas con verdadero amor y, en la voluntad de ayudar, también les transfiere la voluntad de ayudar, porque un alma no puede resistirse a una intercesión amorosa, la percibe como una bendición, y en este sentimiento también quiere ayudar y hacer buenas obras. Entonces su ascenso está asegurado y ella sale de la oscuridad que la retenía hacia la luz....
amén
TraductorO mesmo se aplica no reino do além como na terra.... a vontade de amar a actividade deve estar presente para que se possa realizar uma ascensão do abismo, pois a vontade do ser também não é ali compelida, mas pode determinar-se a si mesma, mas o seu estado também é correspondente. As almas no além permanecem no nível em que entraram no reino espiritual até terem o desejo dentro de si mesmas de ascender e mudar o seu estado actual. E como na terra, o amor deve despertar neles, devem querer ajudar, tendo em conta as dificuldades que vêem à sua volta. Só esta vontade de ajudar lhes dará tanta força que poderão levá-la a cabo. A actividade de ajuda já pode consistir em bondosos encorajamentos, conselhos ou avisos, só o amor pelos irmãos e irmãs que sofrem deve sempre determiná-los a fazê-lo; o desejo de ajudar tornar-se-á então cada vez mais forte e a oferta de força aumentará em conformidade. Depois, no entanto, a sua própria condição também se tornará mais suportável, o ambiente parecerá mais brilhante e claro perante os seus olhos, e a escuridão opressiva dará lugar a uma primeira luz maçante, depois cada vez mais luminosa, e as almas esforçar-se-ão então com firmeza para cima. O seu pensamento torna-se mais claro e cheio de desejo, aceitam também instruções que lhes são oferecidas por seres de luz, embora de forma velada. Com a crescente actividade de amor, o conhecimento destas almas também aumenta e agora elas próprias são capazes de entregar aos seres que ainda estão abaixo delas e sofrem na escuridão, tal como os anteriores. Uma vez que a compaixão pelas almas sofredoras tenha despertado nelas, elas também são salvas de se afundarem no abismo, mas esta compaixão deve primeiro ganhar vida nelas porque, caso contrário, uma ascensão é impossível. Para o amor então também dirige a vontade direita.... E, para que o amor se exalte nas almas infelizes, é necessária muita intercessão que lhes permita sentir a força do próprio amor e desperte nelas o contra-amor. Só o amor pode salvar as pobres almas, porque só uma oração enviada depois delas no amor tem nelas o efeito de amor amável, enquanto que as orações sem amor são completamente inúteis e só põem as almas em arreios, porque aumentam o seu desgosto contra a pseudo-piedade e podem até abafar facilmente a sua fé em Deus, se ainda não a perderam completamente. Tudo o que acontece sem amor é sem efeito, tanto na terra como no reino espiritual; o amor, contudo, solta os grilhões mais difíceis. E, portanto, a redenção de cada alma no além está assegurada se uma pessoa na terra tem pena dessas almas com verdadeiro amor e, querendo ajudar, também transfere a vontade de as ajudar, pois uma alma não pode resistir a uma intercessão amorosa, sente-a como um benefício, e neste sentimento também quer ajudar e fazer boas acções. Depois é assegurada a sua ascensão, e sai da escuridão que a envolveu na luz...._>Ámen
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