La fuerza motriz más fuerte en la Tierra debe ser el amor.... pero si la codicia que surge del amor propio es mayor que el amor, entonces el ser humano pierde su propósito en la vida en la Tierra, y su encarnación en la Tierra no le trae ningún éxito espiritual. Y por eso no se puede predicar con suficiente seriedad el amor a los seres humanos, que es el único objetivo de su vida en la Tierra, porque la existencia humana es sólo una breve fase del desarrollo ascendente de lo espiritual, que también puede destruir el interminable y largo periodo de desarrollo de antemano, si el ser humano, en su libre albedrío, no hace de la ley divina del amor el principio básico de su vida en la Tierra.
El mandamiento del amor tiene que presentarse a los seres humanos como un mandamiento divino para que lo observen y vivan según ello, y si no se presta atención al respecto, es ser humano actúa en contra del orden divino, y esto siempre tiene un efecto claramente reconocible. Todo se sale del equilibrio del orden, en detrimento de los seres humanos mismos, que viven sin amor. Porque incluso un orden aparente de las condiciones externas de vida sólo se mantiene mediante un mayor desamor, lo que siempre causará daños para el semejante, a él mismo o a su propiedad.
Todo pensar, hablar y actuar sin amor tendrá consecuencias perjudiciales para el alma y el cuerpo de quien vive sin amor.... Pero al mismo tiempo, al ir dirigido contra el prójimo, también dañará al prójimo y, por tanto, mata el amor, pero no despierta al amor.... Pero todo desamor es una fuerza motriz que tiene un efecto destructivo, opuesto al amor, que en sí mismo es una fuerza que construye y mantiene.... Porque es divino, y todo lo Divino es una fuerza vivificante, es decir, el desamor, como todo lo contrario, una fuerza que conduce a la muerta....
Por lo tanto, el ser inicialmente ignorante, el ser humano al comienzo de su curso terrenal, tiene que ser informado de la bendición del amor, así como del desamor que trae la ruina.... Hay que enseñarle y presentarle el amor como la cosa más deseable en la Tierra. Y si viola el mandamiento del amor, debe sentir los efectos del desamor en sí mismo.
Y es por eso que Dios jamás intervendrá para impedir que los seres humanos realizan acciones carentes de todo amor que violen cualquier orden divino, porque el amor debe practicarse voluntariamente, y por lo tanto la voluntad del ser humano no puede ser cortada para que aprenda a reconocer los efectos de sus acciones, hablar y pensar sin amor, hasta qué punto se ha distanciado del orden eterno y para que él mismo se esfuerce para volver.... para que se transforme al amor en el libre albedrío.
Y es por eso que el efecto destructivo tampoco será debilitado por Dios, y por lo tanto sólo puede haber un estado de mayor necesidad y angustia física en la Tierra cuando el amor entre los seres humanos ha desaparecido.... así como la obra del amor también alivia el mayor sufrimiento y muestra a los seres humanos la manera correcta de crear condiciones de vida ordenadas si tan sólo están dispuestos a trabajar con amor. Porque los actos desinteresados de amor hacen maravillas....
Y donde el desamor ha causado destrucción en gran escala, allí la obra del amor puede crear un equilibrio completo, y vivirán en orden los seres humanos que hacen de la Ley eterna del amor su principio básico, como es la voluntad de Dios. Pero sólo el amor solo restablece este orden, porque el amor solo es la fuerza que crea, vivifica y mantiene, solo el amor es la fuerza que hace felices a los seres humanos y lo conduce hacia su objetivo final.... solo el amor los trae el éxito, por el cual el ser humano camina sobre la Tierra.... se desarrolla hacia arriba, se acerca a Dios, Quien es el Amor Eterno, y su alma se unifica con Él a través del amor....
amén
TraductorDie stärkste Triebkraft auf Erden soll sein die Liebe.... so aber die Habgier, die aus der Eigenliebe hervorgeht, größer ist als die Liebe, so verfehlt der Mensch seinen Erdenlebenszweck, und seine Verkörperung auf Erden trägt ihm keinen geistigen Erfolg ein. Und darum kann dem Menschen nicht ernst genug die Liebe gepredigt werden, die alleiniger Zweck seines Erdenlebens ist, denn das Dasein als Mensch ist nur eine kurze Phase in der Aufwärtsentwicklung des Geistigen, die aber auch die endlos lange Zeit der Entwicklung zuvor zunichte machen kann, so der Mensch in Freiheit des Willens sich nicht das göttliche Gesetz der Liebe zum Grundprinzip seines Erdenwandels macht. Das Gebot der Liebe muß immer wieder den Menschen als göttliches Gebot hingestellt werden, auf daß sie es beachten und danach leben. Und so es also mißachtet wird, handelt der Mensch der göttlichen Ordnung zuwider, und es wirkt sich das stets deutlich erkennbar aus. Es tritt alles aus dem Gleichmaß der Ordnung, zum Leidwesen der Menschen selbst, die ohne Liebe dahinleben. Denn selbst eine scheinbare Ordnung äußerer Lebensverhältnisse wird nur durch vermehrte Lieblosigkeit aufrechterhalten, die immer Schaden anrichten wird für den Mitmenschen, an ihm selbst oder an dessen Besitz. Alles Denken, Reden und Handeln, das die Liebe vermissen läßt, wird nachteilige Folgen haben für Seele und Körper dessen, der ohne Liebe dahinlebt.... Es wird aber gleichzeitig, als gegen den Nächsten gerichtet, auch diesem Schaden zufügen und also Liebe tötend, nicht aber Liebe-erweckend sein.... Denn jede Lieblosigkeit ist eine Triebkraft, die eine zerstörende Wirkung hat, entgegengesetzt der Liebe, die in sich eine Kraft ist, die aufbaut und erhält.... Denn sie ist göttlich, und alles Göttliche ist belebende Kraft, also die Lieblosigkeit, als völlig entgegengesetzt, eine Kraft, die dem Tode zuführt.... Das vorerst unwissende Wesen, der Mensch im Anfang seiner Erdenlaufbahn, muß daher in Kenntnis gesetzt werden von dem Segen der Liebe, wie auch von der Verderb-eintragenden Lieblosigkeit.... Er muß belehrt werden und die Liebe ihm als Erstrebenswertestes auf Erden vorgestellt werden. Und so er gegen das Gebot der Liebe verstößt, muß er an sich selbst die Auswirkung der Lieblosigkeit empfinden. Darum wird Gott nie und nimmer hindernd eingreifen, so die Menschen bar jeder Liebe Handlungen vollführen, die gegen jegliche göttliche Ordnung verstoßen, denn die Liebe muß freiwillig geübt werden, und also kann des Menschen Wille nicht beschnitten werden, auf daß er an den Auswirkungen seines lieblosen Handelns, Redens und Denkens erkennen lerne, wie weit er sich von der ewigen Ordnung entfernt hat, und von selbst zurückstrebe.... auf daß er sich im freien Willen wandle zur Liebe. Und darum wird auch die zerstörende Wirkung nicht abgeschwächt von Gott aus, und es kann daher nur ein Zustand größter Not und leiblicher Drangsal auf Erden sein, so die Liebe unter den Menschen geschwunden ist.... wie aber auch das Liebeswirken das größte Leid lindert und den Menschen den rechten Weg zeigt, auch geordnete Lebensverhältnisse herzustellen, so sie nur willig sind zum Liebeswirken. Denn uneigennützige Liebetätigkeit wirket Wunder.... Und wo die Lieblosigkeit Zerstörung im größten Ausmaß verursacht hat, dort kann Liebeswirken völligen Ausgleich schaffen, und es werden die Menschen in der Ordnung leben, die sich das ewige Gesetz der Liebe zum Grundprinzip machen, wie es Gottes Wille ist. Doch nur die Liebe stellt diese Ordnung wieder her, denn sie allein ist die Kraft, die schafft, belebt und erhält, sie allein ist die Kraft, die beglückt und die Menschen ihrem Endziel entgegenführt.... sie allein trägt ihnen Erfolg ein, um dessentwillen der Mensch auf Erden wandelt.... er entwickelt sich zur Höhe, er nähert sich Gott, Der die ewige Liebe ist, und seine Seele vereinigt sich mit Ihm durch die Liebe....
Amen
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