Todo contacto con el mundo espiritual es beneficioso para el alma siempre que se realice en el más puro esfuerzo espiritual, es decir, el ser humano desea la verdad y el conocimiento si se esfuerza por obtener beneficios para su alma y no piensa en objetivos o deseos terrenales. Y por eso es sólo beneficioso para los humanos si buscan obtener una visión del reino espiritual, porque entonces se les da información desde el lado espiritual, dependiendo de su deseo. Su alma siempre encontrará alimento, es decir, su hambre de conocimiento espiritual será satisfecha, porque en esto consiste la actividad de los seres en el reino espiritual, en distribuir conocimiento.
Pero esta relación con el mundo espiritual sólo puede establecerse con una fe firme en este último. Si esta fe no está presente, entonces no habrá respuesta del reino de los que saben, sino que las fuerzas alejadas de Dios tratarán de ejercer su influencia sobre los humanos, confundiendo sus pensamientos, es decir, introduciéndolos conscientemente en el error para apartar la fe en un reino de luz. Pero siempre hay fuerzas espirituales obrando que quieren apoderarse del pensamiento de los seres humanos, porque la batalla entre la luz y las tinieblas nunca termina, y la voluntad del ser humano mismo dirige el resultado en beneficioso o en detrimento de su alma.
Si el ser humano quiere la verdad, si quiere aclaración acerca de la vida espiritual, entonces las fuerzas del reino de la luz son poderosas y desplazan a las fuerzas de las tinieblas.... porque su busca la verdad, está buscando a Dios.... Pero si el ser humano persigue objetivos terrenales, si intenta utilizar sus conocimientos terrenales, será atrapado por fuerzas que quieren alejarlo cada vez más del reino espiritual. Y entonces el conocimiento que desea se le ofrece de una manera que no le satisface o no le permite reconocer el error en el que cae. Por eso el deseo de la verdad es crucial y por eso el ser humano es siempre responsable de lo que se le ofrece, porque él mismo invoca a las fuerzas que quieren comunicarse con él a través de su deseo.
Pero la voluntad de Dios nunca impedirá el contacto con el mundo espiritual, porque cada pensamiento es una iniciación de este contacto, cada pensamiento es un establecimiento de conexión con las fuerzas espirituales que siempre están listas para responder a las preguntas de los humanos. Pero así como en la Tierra los humanos pueden mantener conversaciones valiosas o superficiales y así enriquecer su conocimiento en consecuencia, así también en el mundo espiritual las ideas que los humanos desean se transmiten a la Tierra.... el conocimiento valioso se da a aquellos que buscan, los que anhelan la verdad, y los bienes espirituales que carecen de verdad o son inútiles, que también llegan a los humanos en forma de pensamientos que sólo tienen una mentalidad terrenal o no se esfuerzan espiritualmente. Porque la voluntad del ser humano mismo determina los bienes espirituales que le llegan.
Esto puede traer una bendición inimaginable, pero también puede tener efectos igualmente perjudiciales y desventajosos para las almas. Y es por eso que el contacto consciente con el mundo espiritual sólo es deseable cuando el deseo de la verdad penetra a los humanos; Sin embargo, para el ser humano de mentalidad terrenal puede ser un peligro y por eso es aconsejable evitarlo para ponérselo más difícil a las fuerzas de las tinieblas que intentan oscurecer completamente su espíritu. Porque el estado de madurez del alma determina qué fuerzas se acercan al humano y con qué conocimiento espiritual le consideran.
Pero el ser humano también entra en contacto inconscientemente con el mundo espiritual tan pronto como reflexiona y plantea preguntas que ahora le son respondidas mentalmente. Pero está relación inconsciente es menos peligrosa porque el ser humano cree que él mismo es el autor de sus pensamientos y por eso no les da mucho valor, mientras que se da más crédito a las comunicaciones del ámbito espiritual, lo que siempre significa un peligro para los humanos a los que las fuerzas oscuras tienen acceso. Pero el ser humano que se esfuerza por Dios y desea seriamente la verdad, está protegido de esas fuerzas por su deseo.... Puede escuchar, puede preguntar y exigir una respuesta, y siempre podrá estar seguro de que sólo será enseñado por las fuerzas cognoscentes.... que Dios Mismo le proporciona la verdad a través de ellas, porque él desea seriamente la verdad y por tanto también a Dios, Que es la Verdad Misma....
amén
TraductorJeglicher Verkehr mit der geistigen Welt ist nutzbringend für die Seele, sowie er in reinstem, geistigen Streben stattfindet, also der Mensch nach Wahrheit und Wissen verlangt, so er für seine Seele Vorteil zu erringen trachtet und nicht irdischer Ziele oder Begierden gedenkt. Und darum ist es für den Menschen nur förderlich, so er in das geistige Reich Einblick zu nehmen sucht, denn ihm wird dann von geistiger Seite Aufschluß gegeben, je nach seinem Verlangen. Seine Seele wird stets Nahrung finden, d.h., ihr Hunger nach geistigem Wissen wird gestillt werden, weil dies die Tätigkeit der Wesen im geistigen Reich ist, Wissen auszuteilen. Es kann aber dieser Verkehr mit der geistigen Welt nur hergestellt werden im festen Glauben an letztere. Ist dieser Glaube nicht vorhanden, dann wird keine Antwort ertönen aus dem Reich der Wissenden, sondern es suchen Gott abgewandte Kräfte, ihren Einfluß auf die Menschen geltend zu machen, indem sie das Denken derer verwirren, sie also bewußt mit Irrtum bedenken, um den Glauben an ein Lichtreich zu verdrängen. Doch geistige Kräfte sind stets am Werk, die sich des Denkens der Menschen bemächtigen wollen, denn der Kampf zwischen Licht und Finsternis höret nie auf, und der Wille des Menschen selbst lenkt den Ausgang zum Vorteil oder zum Nachteil für seine Seele. Will der Mensch die Wahrheit, will er Aufklärung über das geistige Leben, dann sind die Kräfte des Lichtreiches mächtig, und sie verdrängen die Kräfte der Finsternis.... denn so er die Wahrheit sucht, sucht er Gott.... Verfolgt der Mensch aber irdische Ziele, sucht er sein Wissen irdisch zu verwerten, so wird er von den Kräften mit Beschlag belegt, die ihn dem geistigen Reich immer mehr entfremden wollen. Und es wird ihm also das verlangte Wissen in einer Form geboten, daß es ihn nicht befriedigt oder ihn den Irrtum nicht erkennen läßt, dem er verfällt. Und so ist das Verlangen nach Wahrheit ausschlaggebend, darum auch immer der Mensch selbst verantwortlich für das, was ihm geboten wird, weil er selbst die sich ihm mitteilen-wollenden Kräfte heranruft durch sein Begehren. Doch Gottes Wille wird niemals den Verkehr mit der geistigen Welt verhindern, denn jeder Gedanke ist ein Anbahnen dieses Verkehrs, jeder Gedanke ist ein Herstellen der Verbindung mit geistigen Kräften, die immer bereit sind, zu antworten auf die Fragen der Menschen. Doch wie auf Erden die Menschen wertvolle oder seichte Gespräche führen und ihr Wissen also entsprechend bereichern können, so wird auch in der geistigen Welt das Gedankengut zur Erde geleitet, das die Menschen begehren.... wertvolles geistiges Wissen den Suchenden, Wahrheitsverlangenden, und der Wahrheit entbehrendes oder nutzloses Geistesgut, das in Form von Gedanken gleichfalls den Menschen zugeht, die nur irdisch eingestellt sind und nicht geistig streben. Denn der Wille des Menschen selbst bestimmt das ihm zugehende Geistesgut. Es kann dieses unvorstellbaren Segen bringen, wie es aber auch ebenso schädlich und nachteilig für die Seelen sich auswirken kann. Und darum ist der bewußte Verkehr mit der geistigen Welt nur dann erstrebenswert, wenn das Verlangen nach der Wahrheit den Menschen durchdringt; für den irdisch gesinnten Menschen jedoch kann er eine Gefahr sein, und es ist darum ratsamer, ihn zu unterlassen, um den Kräften der Finsternis, die seinen Geist völlig zu verdunkeln suchen, den Einfluß zu erschweren. Denn der Reifezustand der Seele ist maßgebend, welche Kräfte sich dem Menschen nahen und mit welchem Geistesgut sie ihn bedenken. Doch es tritt der Mensch auch unbewußt in den Verkehr mit der geistigen Welt, sowie er nachdenklich ist und Fragen aufwirft, die ihm nun gedanklich beantwortet werden. Doch dieser unbewußte Verkehr ist insofern ungefährlicher, weil der Mensch glaubt, selbst der Urheber seiner Gedanken zu sein, und ihnen also nicht viel Wert beilegt, während den Kundgebungen aus dem geistigen Reich mehr Glauben geschenkt wird, was immer eine Gefahr bedeutet für die Menschen, zu denen die finsteren Kräfte Zugang haben. Der Gott zustrebende, ernstlich nach der Wahrheit verlangende Mensch aber ist durch sein Verlangen vor jenen Kräften geschützt.... Er kann lauschen, er kann fragen und Antwort begehren, und er wird stets gewiß sein können, daß er nur von wissenden Kräften belehrt wird.... daß Gott Selbst ihm die Wahrheit zuführt durch jene, weil er ernstlich nach der Wahrheit verlangt und somit auch nach Gott, Der die Wahrheit Selbst ist....
Amen
Traductor