Para recorrer el camino correcto en la Tierra se requiere el cumplimiento de los mandamientos divinos que, sin embargo, son fáciles de cumplir si el humano vive en el amor, es decir, que tiene el impulso interior de ser bueno y de hacer el bien.... Entonces él no percibe los mandamientos de Dios como una presión o influencia que lo inhibe, sino que se esfuerza por lograr los mismo que Dios exige de él, y entonces también camina por el camino correcto. Entonces no necesita ningún mandamiento porque su ser se cambia por propio impulso al amor y porque su voluntad se dirige hacia Dios, y lo espiritual en él ya está en el reconocimiento de la Deidad Eterna, incluso si el humano no es consciente de esto o no tiene un conocimiento correspondiente o no dispone del saber al respecto.
Probablemente el conocimiento ya duerme dentro de él, pero aún no ha salido a la luz, y sin embargo su alma reconoce a Dios, de lo contrario no se esforzaría por el bien. El humano también buscará la perfección, porque su corazón, dispuesto y capaz de amar, lo impulsa a una actividad constante en el amor. Sus acciones y pensamientos no contradicen los mandamientos de amor que Dios dio para hacer posible que los humanos cambien según Su voluntad.
Porque en muchos humanos la cognición del bien y del mal no está tan desarrollada porque su voluntad interior todavía está dirigida hacia el oponente de Dios. Éste nubla en el humano el claro sentido del bien y del mal; le presenta el mal bajo una luz que le parece tentadora. Y así, un humano que ha caído bajo su influencia, que deja que todos los malos impulsos surtan efecto en él, no obstante puede estar convencido en su corazón de que actúa correctamente, porque sólo ve su propio beneficio y considera que todo es bueno lo que le da una ventaja. Cuanto más se hunde, es decir, cae en el poder del oponente de Dios, más desaparece su cognición del bien y del mal.
Y los mandamientos divinos deben ser ahora una guía para él mientras hace un esfuerzo serio por vivir correctamente en la Tierra. Porque su estilo equivocado de vida tiene que ser reprochado a él una y otra vez, y los mandamientos divinos deben servirle como punto de referencia por el cual sus acciones son evaluadas y juzgadas. El mandamiento del amor siempre dejará de lado el propio beneficio y protegerá el beneficio del prójimo, y sólo cuando un humano tenga en cuenta esto comienza a someterse a estos mandamientos. Al ser humano bajo la influencia del oponente se le debían dar mandamientos individuales, a través de los cuales pudiera reconocer la maldad de sus pensamientos y acciones. El ser humano que está en el amor, en cambio, no necesita estos mandamientos; no le es posible violar los mandamientos individuales porque el amor le impide hacer lo que un humano sin amor hace sin dudarlo.
Las fuerzas del bien están activas en un ser humano que está activo en el amor, y éstas le impiden cometer cualquier acto malo, mientras que el humano que está alejado de Dios y desprovisto de todo amor permite el acceso a las fuerzas del mal y éstas le impulsan repetidamente a cometer acciones sin amor. Sin embargo, si se le reprocha cada uno de los mandamientos, entonces se puede despertar en él el sentimiento de responsabilidad por sus acciones y entonces comete una mala acción sin inhibiciones, lo que puede incluso provocar un cambio en su forma de pensar, siempre que se decide a un cambio de su estilo de vida en la premonición de una vida después de la muerte, que le parece perdida....
Entonces dirige su atención a la salvación de su alma, entonces aprovecha cada oportunidad para lograr aclaración acerca de la voluntad de Dios, se arrepiente sinceramente de su vida fallida y entonces busca a cambiarse a sí mismo.... Se aborrece a sí mismo y sus acciones anteriores, reconoce los mandamientos divinos y se esfuerza por vivir de acuerdo con ellos de ahora en adelante.... Y sólo entonces se le concede el éxito espiritual, es decir, su alma puede desarrollarse hacia arriba poco antes de su muerte, y aunque su grado de madurez es todavía baja, entra en el reino espiritual con la cognición de la Deidad Eterna y ya no está completamente apartado de Dios.
Tan pronto como reconoce a Dios y Sus mandamientos, se salva, está en camino hacia la altura, ha comenzado su desarrollo ascendente y el alma también alcanzará su objetivo, si no en la Tierra, al menos algún día en el reino espiritual. Pero mientras el humano ignore los mandamientos divinos o vincule las ventajas terrenales al cumplimiento de estos, el alma permanecerá en el grado espiritual más bajo, y entonces permanecerá también en la noche oscura espiritual.... No reconoce a Dios y tampoco puede amarle a Él, no se esforzará por Él, sino dirigirse al oponente de Dios que, sin embargo, nunca puede hacer que el alma sea conocedora y, por tanto, tampoco puede transmitirla conocimiento acerca de Dios.
Y es este conocimiento de la que carece la humanidad, el conocimiento de un Dios de amor, Que es omnipotente y sabio y Que quiere ganar a los humanos para Sí.... Tan pronto como el humano tiene conocimiento, tan pronto como cree en Dios como un Ser sumamente perfecto, también prestará atención a lo que este Ser supremo exige del humano.... y lo hará por su impulso más íntimo, porque en él despierta el amor a Dios y busca unificarse al Ser más supremo y perfecto.... Y entonces ya no necesitará mandamientos, porque desde dentro está lleno de amor por Dios y el prójimo....
amén
TraductorCaminhar pelo caminho certo na Terra requer o cumprimento dos mandamentos divinos que, no entanto, são extremamente fáceis de cumprir se o ser humano vive no amor, ou seja, se ele tem o instinto de dentro para ser bom e fazer o bem..... Então ele não sentirá os mandamentos de Deus como pressão ou influência que o inibe, mas se esforçará por sua própria vontade para fazer o mesmo que Deus lhe exige, e então ele também seguirá o caminho certo. Então ele não precisa de nenhum mandamento porque sua natureza muda para amar por si mesmo e porque sua vontade se esforça para Deus, assim o espiritual nele já está no reconhecimento da Deidade eterna, mesmo que o ser humano não esteja consciente disso ou tenha o conhecimento correspondente. O conhecimento já está certamente adormecido nele, mas ainda não veio à luz, e ainda assim a sua alma reconhece Deus, caso contrário não lutaria pelo bem. O ser humano também lutará pela perfeição, pois o seu coração, que está disposto e capaz de amar, o impele a uma atividade constante no amor. Assim, suas ações e pensamentos não contradizem os mandamentos de amor que Deus deu a fim de tornar possível às pessoas mudarem de acordo com a Sua vontade. Para muitas pessoas, o conhecimento do bem e do mal não está tão bem desenvolvido porque a sua vontade interior ainda está voltada para o adversário de Deus. Este último nubla a percepção clara do bem e do mal do ser humano, ele apresenta o mal sob uma luz tal que lhe parece tentador. E assim uma pessoa que caiu sob a sua influência, que permite que todos os maus instintos tenham efeito nele, pode, no entanto, convencer-se dentro de si de que está agindo corretamente, pois só vê o seu próprio benefício e considera que tudo o que lhe traz vantagem é bom. Quanto mais profundo ele afunda, ou seja, cai no poder do adversário de Deus, mais seu conhecimento do bem e do mal se desvanece. E os mandamentos divinos serão agora uma diretriz para ele, assim que se esforçar seriamente para viver bem na Terra. Porque o seu modo de vida errado tem de ser sempre mantido à sua altura e os mandamentos divinos têm de ser o seu padrão pelo qual os seus actos são avaliados e julgados. O mandamento do amor colocará sempre de lado a própria vantagem e protegerá a vantagem do próximo, e só quando o ser humano o observar é que começará a submeter-se a estes mandamentos. Os mandamentos individuais tinham que ser emitidos para a pessoa sob a influência do adversário, através dos quais ele pode reconhecer a injustiça de seus pensamentos e ações. A pessoa que está apaixonada, por outro lado, não precisa destes mandamentos, não lhe é possível transgredir os mandamentos individuais, porque o amor a impede de fazer o que uma pessoa sem amor faz sem hesitar. Em uma pessoa amorosa, as forças boas são ativas e estas o afastam de toda má ação irrefletida, enquanto que a pessoa que é movida por Deus, que é desprovida de todo amor, concede acesso às forças do mal e estas repetidamente o impulsionam a realizar ações não amorosas. Mas se todos os mandamentos lhe são impostos, o sentimento de responsabilidade pelas suas acções também pode ser despertado nele e ele então realizará uma má acção com inibições que podem até resultar numa mudança de pensamento, desde que ele decida mudar o seu modo de vida em antecipação a uma vida após a morte que lhe pareça perdida....
Então ele dirige sua atenção para a salvação de sua alma, então ele aproveita todas as oportunidades para obter informações sobre a vontade de Deus, e ele se arrepende seriamente de sua vida fracassada, e então ele procura mudar.... Ele se detesta e suas ações anteriores, ele reconhece os mandamentos divinos e doravante se esforça para viver de acordo com eles.... E só então ele terá sucesso espiritual, ou seja, a sua alma ainda pode desenvolver-se para cima pouco antes da sua morte e, embora o seu grau de maturidade ainda seja baixo, ele entra no reino espiritual com a realização da Deidade eterna, e não está mais completamente afastado de Deus. Assim que reconhece Deus e Seus mandamentos é salvo, está no caminho da ascensão, seu desenvolvimento ascendente já começou e a alma também alcançará sua meta, se não na Terra, então um dia, porém, no reino espiritual. Contudo, enquanto o ser humano ignorar os mandamentos divinos ou associar o cumprimento destes com vantagens terrestres, a alma permanecerá no nível espiritual mais baixo, e então também permanecerá na noite espiritual escura.... Ela não reconhece Deus e também não pode amá-Lo, não lutará por Ele, mas se voltará para o adversário de Deus que, no entanto, nunca poderá tornar a alma conhecedora, portanto também não lhe poderá transmitir o conhecimento de Deus.... E é esse conhecimento que falta à humanidade, o conhecimento de um Deus de amor que é onipotente e sábio e quer conquistar as pessoas para si mesmo.... Assim que o ser humano for iluminado, assim que acreditar em Deus como um Ser supremamente perfeito, ele também perceberá o que esse Ser supremo requer do ser humano.... e o fará por impulso íntimo, porque o amor a Deus desperta nele e ele procura unir-se ao Ser supremo e mais perfeito.... E então ele não precisará de nenhum mandamento, mas estará cheio de amor por Deus e pelo seu próximo de dentro...._>Amém
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