En el ajetreo del mundo el ser humano pierde muy fácilmente la conexión con el mundo espiritual si interiormente aún no está tan fortalecido como para dejarse cautivar por el mundo y sus encantos. Las fuerzas que luchan por él están limitadas o favorecidas en su actividad por su voluntad y, por lo tanto, las fuerzas espirituales no pueden ejercer ninguna coerción, sólo puede tener lugar una influencia a través de los pensamientos, lo que a menudo es muy difícil para las fuerzas del bien cuando el humano vive en medio del mundo y se toma poco tiempo para contemplaciones interiores.
El mundo es un peligro para el alma y, sin embargo, necesario para su libre desarrollo, porque sin resistencias y luchas no madura. Sólo en un cierto estado de madurez ya no necesita la tentación tan pronto como se ha resistido contra ella y se ha unificado a Dios o se esfuerza hacia Él con todos sus sentidos. Entonces el mundo espiritual se acerca a ella y la conexión consciente con ello le asegura al humano el ascenso a la altura.
Pero el ser humano no se libera de las luchas interiores del alma porque las fuerzas de la oscuridad no cejan en sus intentos de arrastrarlo a su área. Pero el alma también fortalecerse gracias a esto, porque aunque no sucumbe a las fuerzas inferiores, cuanto más se siente presionada, más fuerte se vuelve su deseo y su lucha por Dios. Y esto también tiene como consecuencia una mayor provisión de gracia, que siempre aumenta la madurez del alma. Incluso la tentación es permitida por Dios porque puede beneficiar al alma para que no se vuelva tibia y perezosa en su lucha por alcanzar las alturas. El humano cuya vida transcurre uniformemente generalmente permanece en el mismo nivel de desarrollo a menos que sea excepcionalmente amoroso y cumpla por sí mismo su propósito en la Tierra y ya no necesite el incentivo para el esfuerzo espiritual.
Pero es innegable que un estado de lucha es más beneficioso para el alma, porque el tiempo en la tierra es corto y se debe aprovechar cada oportunidad para alcanzar el mayor grado de madurez posible. Y es por eso que el ser humano no debe dejarse deprimir si está afligido por luchas del alma.... debe acercarse al Padre celestial con todo lo que le pesa y encomendarse a Él y a Su gracia.... debe esperar pacientemente Su ayuda y estar seguro de Su amoroso cuidado con plena fe y confianza.... no debe preocuparse, porque el Padre Que está en el cielo no deja a Sus hijos en la angustia de sus almas. Y no hay nada que Su omnipotencia no podría desterrar y Su amor no quiera desterrar. Sólo la creencia firme en Él, en Su omnipotencia y en Su amor, debe inspirar al niño terrenal, porque el Padre considera a Sus hijos según la fe. Y el ser humano debe orar siempre: “Padre, hágase tu voluntad....”, y su alma será librada de toda angustia....
amén
TraductorIn dem Weltgetriebe verliert der Mensch sehr leicht die Verbindung mit der geistigen Welt, so er noch nicht innerlich genug ist und sich von der Welt und ihren Reizen gefangennehmen läßt. Die Kräfte, die um ihn ringen, sind durch seinen Willen in ihrer Tätigkeit beschränkt oder begünstigt, und darum kann von seiten der geistigen Kräfte kein Zwang ausgeübt werden, nur ein gedankliches Beeinflussen kann stattfinden, was oft sehr schwer ist für die guten Kräfte, wenn der Mensch inmitten der Welt lebt und sich wenig Zeit nimmt zu inneren Betrachtungen. Die Welt ist eine Gefahr für die Seele und doch nötig zu ihrer freien Entwicklung, denn ohne Widerstand und Kämpfe reifet sie nicht. Erst in einem gewissen Reifezustand bedarf sie nicht mehr der Versuchung, sowie sie sich gegen diese behauptet und sich Gott angeschlossen hat bzw. Ihn anstrebt mit allen ihren Sinnen. Dann tritt die geistige Welt desto näher an ihn heran, und die bewußte Verbindung mit ihr sichert dem Menschen den Aufstieg zur Höhe. Doch innere Seelenkämpfe bleiben dem Menschen nicht erspart, denn die Kräfte der Finsternis geben ihre Versuche nicht auf, ihn hinabzuziehen in ihr Bereich. Doch auch daran kann die Seele erstarken, denn wenngleich sie auch nicht den niederen Kräften verfällt, wird ihr Verlangen und Ringen nach Gott desto stärker, je mehr sie sich bedrängt fühlt. Und dies hat auch vermehrte Gnadenzufuhr zur Folge, die immer die Seelenreife erhöht. Selbst die Versuchung ist zugelassen von Gott, weil sie der Seele Vorteil eintragen kann, auf daß die Seele nicht lau und träge wird in ihrem Streben zur Höhe. Der Mensch, dessen Leben in Gleichförmigkeit dahingeht, bleibt auch zumeist auf immer gleicher Entwicklungsstufe, so er nicht außergewöhnlich liebetätig ist, also er seinen Erdenlebenszweck von selbst erfüllt und den Ansporn zu geistigem Streben nicht mehr benötigt. Unstreitbar aber ist ein Kampfzustand der Seele zuträglicher, denn die Erdenzeit ist kurz, und jede Gelegenheit soll ausgenützt werden, um zu möglichst hoher Reife zu gelangen. Und darum soll der Mensch sich nicht niederdrücken lassen, so er von Seelenkämpfen heimgesucht wird.... er soll mit allem, was ihn drückt, hintreten vor den himmlischen Vater und sich Ihm und Seiner Gnade empfehlen.... er soll in Geduld Seiner Hilfe harren, vollgläubig und vertrauend Seiner liebenden Fürsorge gewiß sein.... er soll unbesorgt sein, denn der Vater im Himmel lässet Seine Kinder nicht in der Not der Seele. Und es gibt nichts, was Seine Allmacht nicht bannen könnte und Seine Liebe nicht bannen will. Nur der feste Glaube an Ihn, an Seine Allmacht und Liebe, soll das Erdenkind beseelen, denn dem Glauben entsprechend bedenket der Vater Seine Kinder. Und immer soll der Mensch beten: "Vater, Dein Wille geschehe....", und seine Seele wird erlöst werden aus jeder Not....
Amen
Traductor