Todos los esfuerzos en esta Tierra para penetrar en las profundidades de la sabiduría divina sólo pueden tener éxito si el espíritu en el ser humano despierta a la vida y, por lo tanto, puede recibir las transmisiones espirituales del más allá.... si el alma a través de la obra del amor será capaz de escuchar la voz del espíritu dentro de sí mismo que ahora quiere transmitir los mensajes recibidos al alma. Sólo así la verdad pura podrá llegar al hombre, porque el espíritu en el hombre no puede errar ya que es parte del Espíritu divino. Escuchar la voz interior es ahora un acto de total libertad de voluntad.
El hombre debe tener la voluntad de escuchar silenciosamente dentro de sí mismo, debe esforzarse por mantener alejadas todas las impresiones externas, pero en un estado de plena conciencia prestar oído al espíritu dentro de sí mismo; Debe tratar de evitar debilitarse y caer en un estado en el que una voluntad ajena pueda tomar control de él, aunque esto no excluye el hecho de que la voluntad ajena sea buena y pertenezca a un ser que también quiere transmitir la verdad a los humanos. En algunos casos esos seres espirituales están bajo control, de modo que no se puede transmitir nada más que la pura verdad.
Pero el hombre como tal no es capaz de examinar mientras no sea capaz de oír en sí mismo la voz del espíritu, que también se da a conocer mentalmente a los hombres. Pero uno siempre debe aspirar al estado de escuchar la voz del espíritu dentro de uno mismo de tal manera que pueda reproducirse palabra por palabra, que pueda escucharse en un estado completamente despierto y también pueda transmitirse a otros seres humanos. Esta es la obra del Espíritu que Dios ha prometido a los que son Suyos.... Les ha prometido permanecer con ellos en la Palabra, y la Palabra tiene que emanar de Él Mismo, tiene que tener a Él Mismo como origen, aunque sea guiada a la Tierra por Sus mensajeros.
Entonces albergará profundad sabidurías en sí, será la verdad pura que nunca podrá ser tocada, que nunca podrá ser refutada, porque la voz del espíritu, que puede oírse en el interior, no puede ahogarse de ninguna manera. Recibir la Palabra interior en estado consciente utilizando la propia voluntad es la única garantía de la verdad pura no deformada.... Y quien escucha esta Palabra está en íntima unión con Dios, Que es la Verdad Misma y por tanto también tiene que ser el Dador de la verdad.
Y en consecuencia todos los resultados espirituales tienen que concordar con esta Palabra divina, que es la expresión evidente del espíritu que actúa en y a través del ser humano y también se da a conocer a los semejantes a través de este humano. Y éste a su vez, puede probar la verdad de los dones espirituales si él mismo ha despertado su chispa espiritual a través de una vida de amor al prójimo desinteresado y ahora reconoce como verdaderos los dones que se le ofrecen. La sabiduría y la verdad sólo pueden existir donde el Espíritu de Dios obra en las personas, y por eso a tales anuncios también se les tiene que dar el valor que sólo las misiones divinas pueden reclamar.... Dios Mismo habla a los humanos, y Su Palabra es verdad....
Amén
TraductorTodos os esforços deste lado para penetrar nas profundezas da sabedoria divina só podem ter êxito se o espírito no ser humano for despertado para a vida e, assim, puder aceitar as transmissões espirituais do além.... se, através de uma atividade de amor, a alma do ser humano se tornar capaz de ouvir a voz do espírito dentro de si, que agora quer transmitir as mensagens recebidas para a alma. Pois só então a pura verdade pode alcançar o ser humano, porque o espírito no ser humano não pode errar, porque é parte do espírito divino. Ouvir a voz interior é agora um ato de completa liberdade de vontade. O ser humano deve reunir a vontade de escutar silenciosamente dentro de si mesmo, deve esforçar-se por manter à distância todas as impressões externas, mas, num estado de plena consciência, deve prestar o seu ouvido ao espírito dentro de si mesmo; deve tentar evitar tornar-se fraco e cair num estado em que uma vontade externa possa apoderar-se dele, embora isso não exclua o fato de que a vontade externa é boa e pertence a um ser que também gostaria de transmitir a verdade ao ser humano. Em alguns casos esses seres espirituais estão de fato sob controle para que nada além da pura verdade possa ser transmitido. Mas o ser humano enquanto tal não é capaz de examinar tão logo não seja capaz de ouvir a voz do espírito dentro de si mesmo, que também se anuncia mentalmente às pessoas. Mas o estado deve ser sempre esforçado para ouvir a voz do espírito dentro de si, de tal modo que possa ser reproduzida literalmente, que possa ser ouvida em estado de plena vigília e também transmitida aos semelhantes. Este é o funcionamento do espírito que Deus prometeu à Sua Própria..... Ele lhes prometeu habitar com eles na Palavra, e a Palavra deve ter origem nEle, deve tê-Lo como sua origem, mesmo que seja guiado à Terra por Seus mensageiros. Então conterá sabedoria profunda, será a pura verdade que nunca poderá ser tocada, que nunca poderá ser refutada, porque a voz do espírito, que pode ser ouvida interiormente, não pode ser afogada de nenhuma outra forma. Receber a Palavra interior num estado consciente usando a sua própria vontade é a única garantia de uma verdade pura e perfeita.... E qualquer um que ouve esta Palavra está em íntima união com Deus, que é a Verdade em si mesmo e, portanto, também deve ser o Doador da verdade. E, conseqüentemente, todos os resultados espirituais devem concordar com essa Palavra divina, que é a manifestação óbvia do espírito que trabalha no e através do ser humano e que também se faz conhecer aos semelhantes através desse ser humano. E essa pessoa, por sua vez, é capaz de testar a verdade dos dons espirituais se ela própria despertou sua centelha espiritual através de uma vida de amor altruísta ao próximo e agora reconhece como verdadeiros os dons oferecidos a ela. A sabedoria e a verdade só podem estar onde o espírito de Deus é ativo no ser humano, e por isso a tais proclamações também deve ser atribuído o valor que só as transmissões divinas podem reivindicar.... O próprio Deus fala às pessoas e a Sua Palavra é a verdade...._>Amém
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