El constante proceso de cambio se puede observar en todas las creaciones y, por lo tanto, tiene que producirse según la voluntad divina, porque ningún otro ser puede realizar su voluntad sobre las obras de la creación. Está en la voluntad de Dios que lo espiritual atado en las obras de la creación, cambié, y este cambio sólo puede tener lugar si la forma externa también sufre un cambio, y este cambio externo es, por lo tanto, la vida real de lo espiritual es, por así decirlo, el señal visible de un desarrollo ascendente de lo espiritual contenido en ello, porque mientras éste persevera en su resistencia a Dios, la forma exterior también se mantiene casi inalterada.
De esto se puede concluir que toda materia sólida permanece en su naturaleza y constitución por mucho tiempo contiene algo espiritual contrario a Dios y que esta materia no debería ser buscada por el hombre si no es necesaria para un fin útil. Si la materia se utiliza para formar cosas que son útiles para los humanos, entonces los propios humanos contribuyen a la transformación de tales formas externas.... pero si una forma externa y es deseado por los humanos por esa forma externa, entonces el humano corre el peligro de ser dominado por la materia y esto es una desventaja para su alma.
Hay innumerables cosas que podrían considerarse materia muerta y que son deseadas por el hombre sin cumplir un propósito útil.... Se trata de articulas de joyería de toda clase que simplemente provocan alegría como posesiones terrenas sin cumplir un propósito. Son sólo un señuelo del mundo mientras sirven para satisfacer los propios deseos y no cumplen su propósito de servir en amor al prójimo. Lo espiritual atado a esta materia cautiva los sentidos del ser humano, y esto significa una regresión espiritual para este último, ya que exige algo que hace tiempo ya había superado, y lo espiritual en la materia encuentra apoyo en el deseo del hombre, que se esfuerza por poseer lo que desea, y le da a lo espiritual en la forma la oportunidad de permanecer en ella durante mucho tiempo.
Pero lo que no se cambia en su forma exterior tampoco progresa en el desarrollo ascendente.... (27.06.1943) Desear una materia tan sólida como posesión es extremadamente desventajoso para el alma humana, porque se hace esclava de la materia, ella le vence a él, en lugar de que el hombre vence a la materia. Los objetos creados por manos humanos, que no tienen ningún propósito útil, también son adecuados para despertar el anhelo humano y permanecer en su forma durante mucho tiempo, y lo espiritual también permanece atado en ella por el mismo tiempo. No puede desarrollarse hacia la altura porque se lo impide servir, porque carece de voluntad para hacerlo, pero el hombre tampoco ayuda a este espiritual al proteger cuidadosamente la materia sólida de todo cambio y prologando así la coerción en torno a lo espiritual a través de su amor por la materia muerta.
De la misma manera, los objetos cotidianos cuyo propósito real es servir, pero que no son utilizados para su propósito real por amor a la materia, son una atadura tortuosa para lo espiritual que se alberga en ella, mientras que el humano permanezca en su amor por tales cosas.... si la forma externa no es cambiada por la voluntad divina, es decir, si tales objetos son destruidos por diversas causas contra la voluntad humana. Entonces lo espiritual en la forma está dispuesto a servir y la atadura se afloja o se destruye a pesar del amor humano por ella. Tiene que producirse un cambio de la forma externa, es decir, de todas las obras de creación, para que estas obras cumplan su propósito; lo espiritual en cada obra de la creación tiene que madurar a través del servicio y luego ser liberado nuevamente a la siguiente etapa de su desarrollo.
El amor del hombre por la materia prolonga en ella el estado forzado de lo espiritual; lo espiritual obstinado, que no ceja en su resistencia a Dios, ahora también influye en el pensamiento de los humanos para conectarse con ellos, por lo que conduce hacia el materialismo y causa una gran devastación psicológica entre la humanidad. Sin embargo, este espiritual siente la limitación que le causa la forma externa, y busca ilegalmente escapar de ella.... trata de confundir el pensamiento humano, es decir, fuerzas opuestas a Dios utilizan la debilidad del hombre por la materia muerta para incitar a los humanos a ser crueles unos con otros, a apropiarse ilegalmente del material de sus semejantes y, si es necesario, a lograrlo mediante la violencia, que también puede tener un efecto destructivo sobre la materia.
En su ignorancia, lo espiritual cree que es libre cuando su forma externa es destruida por el desamor de los humanos. Pero una destrucción violenta nunca es un progreso espiritual, sino más bien un curso de desarrollo ilegalmente interrumpido, por la liberación de una forma sólo depende de si esta forma cumple un propósito útil. Y de la misma manera, la destrucción de una forma externa debe ser causada por la voluntad de crear a partir de ella algo nuevo que cumpla nuevamente un propósito útil. Entonces el cambio en la forma es querido por Dios y para lo espiritual dentro de ella es un ascenso a las alturas....
amén
TraductorDer immerwährende Veränderungsprozeß ist an allen Schöpfungen zu beobachten und muß also nach göttlichem Willen vor sich gehen, weil kein anderes Wesen seinen Willen an den Schöpfungswerken zur Ausführung bringen kann. Es liegt im Willen Gottes, daß sich das Geistige, das in den Schöpfungswerken gebunden ist, wandle, und diese Wandlung kann nur vor sich gehen, wenn auch die Außenform eine Wandlung durchmacht, und diese äußere Wandlung ist sonach das eigentliche Leben des Geistigen, sie ist gewissermaßen das sichtbare Zeichen einer Aufwärtsentwicklung des darin sich bergenden Geistigen, denn solange dieses in seinem Widerstand gegen Gott verharrt, bleibt auch die Außenform fast unverändert bestehen. Daraus ist zu folgern, daß jegliche feste Materie, die durch lange Zeit hindurch in ihrer Art und Beschaffenheit verbleibt, Gott widersetzliches Geistiges in sich birgt und daß diese Materie vom Menschen nicht angestrebt werden sollte, wenn sie nicht für einen dienenden Zweck benötigt wird. Wird die Materie dazu verwandt, Dinge zu formen, die dem Menschen nützlich sind, dann trägt der Mensch selbst zur Umgestaltung solcher Außenformen bei.... bleibt aber eine Außenform bestehen und wird sie um dieser Außenform willen begehrt von den Menschen, dann ist der Mensch in Gefahr, von der Materie beherrscht zu werden, und es ist dies ein Nachteil für seine Seele. Es gibt zahllose Dinge, die zur sogenannten toten Materie gerechnet werden könnten und die vom Menschen begehrt werden, ohne daß sie einen dienenden Zweck erfüllen.... Es sind dies Schmuckgegenstände aller Arten, die lediglich Freude am irdischen Besitz auslösen, ohne einen Zweck zu erfüllen. Sie sind nur ein Lockmittel der Welt, solange sie zur Erfüllung eigener Begierden dienen und nicht in dienender Nächstenliebe ihren Zweck erfüllen Das in dieser Materie gebundene Geistige fesselt die Sinne des Menschen an sich, und es bedeutet dies für letzteren einen geistigen Rückschritt, da er etwas verlangt, was er längst überwunden hat, und das Geistige in der Materie findet durch die Begierde des Menschen Unterstützung, indem dieser den Besitz dessen anstrebt, was er begehrt, und er dem Geistigen in der Form Gelegenheit gibt, lange in der Form zu verharren. Was aber sich in seiner Außenform nicht verändert, schreitet auch nicht in der Aufwärtsentwicklung fort.... (27.6.1943) Die solcherart feste Materie als Besitz zu begehren ist von äußerstem Nachteil für die Seele des Menschen, denn es macht sich dieser zum Sklaven der Materie, sie besiegt ihn, anstatt daß der Mensch die Materie besiegt. Gegenstände, die geschaffen werden von menschlichen Händen, denen aber kein dienender Zweck obliegt, sind gleichfalls dazu geeignet, menschliche Begierde zu erwecken, und verharren nun lange Zeiten in ihrer Form, und es ist das Geistige darin auf ebensolange Zeit gebunden. Es kann sich nicht zur Höhe entwickeln, weil es gehindert ist am Dienen, weil ihm zwar der Wille dazu mangelt, aber der Mensch diesem Geistigen auch nicht hilft, indem er die feste Materie sorgsam vor jeder Veränderung schützt und so den Zwang um das Geistige verlängert durch seine Liebe zur toten Materie. Ebenso sind auch Gebrauchsgegenstände, deren eigentliche Bestimmung eine dienende ist, die aber ihrem eigentlichen Zweck nicht zugeführt werden wieder aus Liebe zur Materie, für das darin sich bergende Geistige eine qualvolle Fessel, so lange, wie der Mensch in seiner Liebe zu solchen Dingen verharrt.... wenn nicht durch göttlichen Willen die Außenform verändert wird, d.h., wenn wider den menschlichen Willen solche Gegenstände zerstört werden durch vielerlei Ursachen. Dann ist das Geistige in der Form gewillt zum Dienen, und die Außenfessel wird trotz menschlicher Liebe zu ihr gelockert oder zerstört. Eine Veränderung der Außenform, also jeglicher Schöpfungswerke, muß vor sich gehen, sollen diese Werke ihren Zweck erfüllen, es muß das Geistige in jedem Schöpfungswerk reifen durch Dienen und dann wieder freigegeben werden zur nächsten Stufe seiner Entwicklung. Die Liebe des Menschen zur Materie verlängert den Zwangszustand des Geistigen darin, das hartnäckige Geistige, das in seinem Widerstand gegen Gott nicht nachläßt, beeinflußt nun auch das Denken der Menschen, sich mit ihm zu verbinden, es treibt also zum Materialismus und richtet große seelische Verheerungen an unter der Menschheit. Dennoch empfindet dieses Geistige den Zwang, den die Außenform ihm bereitet, und es sucht widerrechtlich ihm zu entfliehen.... es sucht das menschliche Denken zu verwirren, d.h., Gott-gegnerische Kräfte benützen die Schwäche des Menschen für die tote Materie, um sie zur Lieblosigkeit gegeneinander aufzuhetzen, sich widerrechtlich die Materie des Mitmenschen anzueignen und dies nötigenfalls durch Gewalt zu erreichen, die auch zerstörend auf die Materie sich auswirken kann. Es glaubt das Geistige in seiner Unkenntnis, dann frei zu sein, wenn seine Außenform durch die Lieblosigkeit der Menschen zerstört wird. Ein gewaltsames Zerstören also ist niemals geistiger Fortschritt, sondern widerrechtlich unterbrochener Entwicklungsgang, denn das Freiwerden aus einer Form hängt nur davon ab, ob diese Form einen dienenden Zweck erfüllt. Und ebenso muß das Zerstören einer Außenform den Willen zur Ursache haben, aus dieser etwas Neues herzustellen, das wieder einen dienenden Zweck erfüllt. Dann ist die Veränderung der Außenform gottgewollt und für das Geistige darin ein Aufstieg zu Höhe....
Amen
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