• Volver

La fe correcta puede hacer mucho....

La fe correcta puede hacer mucho. Todos los pensamientos deben dirigirse hacia el hecho de que el amor divino no deja nada sin cumplir de lo que el creyente pide, porque Dios es omnipotente, y cuando un humano ha hecho suyo esta fuerte fe, se entrega completamente a la voluntad divina, y ahora su voluntad ya no se desvía de la voluntad de Dios.... Y Dios ahora puede realizar todo a través de este humano. El humano ahora no querrá nada más que lo que Dios quiere, y por eso su fuerza ahora también se divina, es decir, está impregnado de la voluntad de Dios y al mismo tiempo de Su fuerza, y todo lo es posible para él. La verdadera fe no tiene reservas, actúa según lo impulsa su corazón. Y en consecuencia no puede querer ni hacer nada que contradiga la voluntad de Dios, porque su espíritu dentro de él nunca le diría que haga algo que sea contrario a la voluntad divina.

El humano de ningún modo está obligado a actuar y pensar, porque si es incrédulo, sus pensamientos se mueven en áreas completamente diferentes y nunca pensará en Dios y, por lo tanto, no querrá hacer cosas que están más allá de la fuerza natural. Pero si es creyente, los pensamientos le son dados y entonces también corresponden a la voluntad de Dios. Y así, la voluntad divina misma impulsa al hombre a realizar lo que le viene a la cabeza.

Pero Dios necesita humanos con una fe tan fuerte para poder obrar a través de ellos. Deben entregarse a la irradiación de la fuerza de Dios sin dudarlo y ahora voluntariamente se dejan utilizar como Sus herramientas, deben sacrificar sus pensamientos y razonamiento a Él y ahora entregarse a Sus pensamientos más íntimos, lo que le exigen de él. Porque esta es la voz de Dios que le dice a un humano que está dispuesto a creer y servir lo que debe hacer para traer la salvación espiritual al mundo que lo rodea. Y el creyente cumplirá la voluntad de Dios sin dudarlo porque la percibe como divina. Y así podrá realizar cosas que están más allá de lo posible, porque no es él quien las hace, sino Dios Mismo a través de él....

amén

The right faith can do a lot....

True faith is capable of much. All thoughts must be focussed on the fact that divine love leaves nothing unfulfilled that a believing person asks for because God is omnipotent, and once a person has adopted this strong faith he completely surrenders to the divine will and now his will no longer deviates from God's will.... And God can now accomplish everything through this person. The human being will now also want nothing other than what God wants, and therefore his strength is now also divine, i.e. he is permeated by God's will and therefore also by His strength at the same time, and everything is possible for him. True faith knows no doubts, it acts as its heart dictates. Consequently, he cannot want and carry out something that contradicts God's will, because the spirit within him would never ever tell him to do something that runs counter to divine will. The human being is in no way compelled to act and think, for if he is unbelieving his thoughts move in completely different areas and he will never think of God and therefore also not want to accomplish things that go beyond natural strength. But if he is a believer, his thoughts will be inspired and then they will also correspond to God's will. And thus the divine will itself drives the human being to carry out what enters his thoughts. But God needs people with such strong faith that He can work through them. They should surrender to God's emanation of strength without hesitation and now willingly allow themselves to be used as His instruments, they should sacrifice their thoughts and senses to Him and now surrender to their innermost thoughts what they demand of Him. For this is the voice of God, which calls such a believing and willing servant to do what is to bring spiritual salvation to the world. And the believing human being will fulfil God's will without hesitation because he perceives it as divine. And thus he will be able to accomplish things which are beyond the realm of possibility, for he is not the performer but God Himself through him....

Amen