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Recibir la Palabra de Dios es una gracia extraordinaria....

Es una gracia extraordinaria poder recibir la Palabra del Señor, ya que también da al hombre en la tierra una fuerza extraordinaria para esforzarse hacia arriba. La más mínima sugerencia, si se sigue, promueve el alma en su desarrollo y se ahorran tantas horas de dudas y debilidades de fe que un hombre que no encuentra realmente la conexión interior con Dios tiene que superar. Porque recibir la Palabra es siempre la consecuencia de la conexión más íntima con el Padre celestial. Y el Padre siempre da la debida consideración a los hijos que acuden al Él en completa intimidad y que sienten la necesidad de interactuar con Él de manera más infantil.

La fuerza del deseo por Dios es siempre la medida con la cual también se le mide la fuerza de Dios para él. Y el hombre puede lograr cosas increíbles cuanto más íntimamente se pone en contacto con Dios, porque también adquiere una fuerza increíble. La plena “entrega al Señor” resultará en un “ser plenamente imbuido por el poder divino”, y entonces el niño terrenal podrá hacer lo que es incomprensible para los semejantes. Todo lo que se requiere es solamente la voluntad de servir a Dios y ayudar a los demás seres humanos para hacerse merecedor de la extraordinaria gracia de recibir las Palabras divinas. Porque esta voluntad testifica que el hombre se esfuerza por cumplir los mandamientos de Dios.... por amar a Dios sobre todo y por amar al prójimo como a sí mismo. Él desea, por así decirlo, la Palabra para la salvación de las almas de sus semejantes, él reconoce la necesidad espiritual y quiere remediarla, al querer influir en otras personas de manera esclarecedora.

Y esta voluntad le otorga el don divino de la gracia, porque todo lo que quiere servir a Dios es bienvenido al Señor en la tierra y en el más allá. Sólo el servicio en amor trae la salvación, aunque la lucha en la tierra para salvar a las almas descarriadas es a menudo difícil y la buena voluntad del hombre suele encontrar una fuerte resistencia. El amor de Dios se dirige constantemente a estas personas descarriadas, y si el hombre permanece en el amor y sólo se pone a disposición del Señor como mediador, el amor de Dios puede obrar a través de este hombre sin que parezca como una compulsión de creer para la persona. Porque sería fácil para Dios hacer conocer Su voluntad a los hombres audiblemente, pero la consecuencia de esto no serían hombres que Lo deseen voluntariamente, sino criaturas que cumplan Sus mandamientos con temor y obediencia ciega que nunca podrían alcanzar la filiación de Dios como seres atados, no libres.

Pero si Dios Se sirva de un mediador a quien revela Su voluntad.... así que estas revelaciones por un lado, harán que el hombre sospeche, pero por otro lado, no le obligarán a aceptarlas como revelaciones divinas, y esto significa que la libertad de voluntad queda al hombre, ninguna coerción priva al hombre de su libertad, y esto es de suma importancia. Todo ser humano debe venir al Padre por su propia voluntad.... tiene que buscar a Dios, para Dios también se deje encontrar, y se ofrecen al ser humano suficientes referencias a la gloria eterna de Dios para que pueda enviar sus pensamientos al Creador y también puede desearle a Él.... Es la conciencia de poder recibir fuerza de Dios, algo sumamente glorioso, eleva a las persona más allá por encima de la gravedad terrenal, y su vida terrenal es verdaderamente más fácil, que sin el uso de esta fuerza de Dios. Entonces hay muchos que son llamados....

Cada uno tiene la oportunidad de utilizar la fuerza de Dios, de entrar en contacto con Él y por tanto ser portador de la fuerza divina.... Pero sólo unos pocos son elegidos.... sólo unos pocos aprovechan la oferta divina y reciben la fuerza voluntariamente a través de su deseo por el Señor. Por eso Dios sólo puede considerar a unos pocos que se conectan íntimamente con Él y, por así decirlo, declaran su consentimiento de querer trabajar con Él y para Él. Servir.... a Dios y al prójimo.... esta es la tarea de vuestra vida, que podéis cumplir fácilmente y sin esfuerzo si utilizáis la fuerza de Dios. Y Dios la transmite a todo aquel que quiera recibirla....

No podéis medir la gracia a la que todos vosotros tenéis derecho, que sólo necesitáis utilizar y que os trae bendiciones increíbles.... que asegura vuestro desarrollo superior y puede convertiros en un ser de luz mientras aún estéis en la tierra, si reconocéis ella como tal y la deseáis.... Y cuando recibís la Palabra que os informa de la voluntad divina, recibís también la fuerza de cumplir esa voluntad al mismo tiempo. No debéis preocuparos de no poder hacer lo que Dios os pide, porque Él Mismo está con vosotros en La Palabra, Él os nutre, os fortalece y os hace capaz de hacer todo lo que corresponde a Su voluntad. Y por eso debéis someteros a todo lo que Él os exige sin dudarlo. Porque si sólo queréis, triunfaréis en todo lo que corresponde a la voluntad divina.

Una persona es capaz de lograr cosas increíbles cuya voluntad es sólo para Dios.... quien sólo se esfuerza hacia Él, porque la sabiduría y el amor de Dios reconoce su voluntad y le da fuerzas para sus planes. Y la Palabra recibida será siempre el mayor dador de fuerza.... Quien tome Ésta en sí mismo sentirá la fuerza en sí mismo; Su fe se fortalecerá, su energía se volverá más activa y su voluntad se subordinará siempre y constantemente a la voluntad divina, y por tanto el hombre podrá tener un efecto redentor sobre sí mismo y sobre sus semejantes en la tierra....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Empfangen des göttlichen Wortes ungewöhnliche Gnade....

Es ist eine ungewöhnliche Gnade, das Wort des Herrn empfangen zu dürfen, gibt es doch dem Menschen auf Erden auch außergewöhnliche Kraft zum Streben nach oben. Der geringste Hinweis, so er befolgt wird, fördert die Seele in ihrer Entwicklung, und es bleiben ihr so viele Stunden der Zweifel und Glaubensschwäche erspart, die ein Mensch überwinden muß, der die innerliche Verbindung mit Gott nicht recht findet. Denn es ist das Empfangen des Wortes immer erst die Auswirkung der innigsten Verbundenheit mit dem himmlischen Vater. Und es wird der Vater stets die Kinder dementsprechend bedenken, die zu Ihm kommen in aller Vertrautheit und denen es Bedürfnis ist, in kindlichster Weise mit Ihm zu verkehren. Es ist immer die Stärke des Verlangens nach Gott der Maßstab, mit dem auch die Kraft aus Gott ihm zugemessen wird. Und es kann der Mensch Unglaubliches leisten, je inniger er mit Gott in Verbindung tritt, denn ihm geht auch unglaubliche Kraft zu. Das völlig "Sich-dem-Herrn-Überlassen" wird ein völlig-mit-göttlicher Kraft-Durchdrungensein nach sich ziehen, und dann ist dem Erdenkind möglich, was unfaßbar ist für die Mitmenschen. Es gehört nur der Wille dazu, Gott zu dienen und den Mitmenschen zu helfen, um der außerordentlichen Gnade des Empfangens göttlicher Worte gewürdigt zu werden. Denn es bezeugt dieser Wille, daß der Mensch die Gebote Gottes zu erfüllen bestrebt ist.... Gott den Herrn, zu lieben über alles und den Nächsten wie sich selbst. Er begehrt gleichsam das Wort zur Errettung der Seelen seiner Mitmenschen, er erkennt die geistige Not und will sie beheben, indem er aufklärend die Mitmenschen beeinflussen möchte. Und dieser Wille trägt ihm das göttliche Gnadengeschenk ein, denn alles, was Gott dienen will, ist dem Herrn willkommen auf Erden wie im Jenseits. Nur das Dienen in Liebe bringt Erlösung, obzwar der Kampf auf Erden um die Errettung irrender Seelen oft ein schwerer ist und der gute Wille des Menschen zumeist auf harten Widerstand stößt. Gottes Liebe gilt unausgesetzt diesen Irrenden, und so der Mensch gleichfalls in der Liebe steht und sich nur dem Herrn als Mittler zur Verfügung stellt, kann die Liebe Gottes durch diesen Menschen wirken, ohne für den Menschen als Glaubenszwang in Erscheinung zu treten. Denn es wäre Gott wohl ein leichtes, Seinen Willen den Menschen hörbar kundzutun, doch die Folge davon wären nicht freiwillig zu Ihm Verlangende, sondern in Furcht und blindem Gehorsam Seine Gebote erfüllende Geschöpfe, die niemals als gerichtete Wesen die Kindschaft Gottes erlangen könnten. So aber Gott Sich eines Mittlers bedient, dem Er Seinen Willen offenbart.... diese Offenbarungen nun einesteils den Mitmenschen stutzig machen, andererseits ihn aber nicht zwingen, sie als göttliche Offenbarungen anzunehmen, so ist dadurch dem Menschen die Willensfreiheit belassen; es macht kein Zwang den Menschen unfrei, und dies ist von größter Wichtigkeit. Es muß ein jeder Mensch aus eigenem Willen zum Vater kommen.... er muß Gott suchen, so wird Sich Gott auch finden lassen, und Hinweise auf Gottes ewige Herrlichkeit werden dem Menschen genug geboten, so daß er seine Gedanken zu dem Schöpfer senden und Ihn auch begehren kann.... Es ist das Bewußtsein, Kraft aus Gott empfangen zu können, etwas überaus Herrliches, es hebt den Menschen über die Erdenschwere hinaus, und sein Erdenleben ist wahrlich ein leichteres als ohne die Inanspruchnahme dieser göttlichen Kraft. Es sind also viele berufen.... Einem jeden steht die Möglichkeit zu, die Kraft aus Gott zu nützen, sich in Verbindung zu setzen mit Ihm und also Träger der göttlichen Kraft zu sein.... Doch nur wenige sind auserwählt.... wenige nur nützen das göttliche Angebot und nehmen die Kraft bereitwillig in Empfang durch ihr Verlangen nach dem Herrn. Und also kann Gott nur wenige bedenken, die sich Ihm innig verbinden und gleichsam ihr Einverständnis dadurch erklären, mit Ihm und für Ihn wirken zu wollen. Dienen.... Gott und dem Nächsten.... das ist eure Lebensaufgabe, die ihr leicht und mühelos bewältigen könnt, so ihr euch der Kraft aus Gott bedienet. Und Gott teilet sie einem jeden mit, der sie in Empfang nehmen will.... Ihr könnet die Gnade nicht ermessen, die euch allen zusteht, die ihr nur zu nützen brauchet und die euch unglaublichen Segen einträgt.... die eure Höherentwicklung gewährleistet und euch noch auf Erden zu einem Lichtwesen gestalten kann, so ihr sie als solche erkennet und begehret.... Und so euch das Wort zugeht, das euch in Kenntnis setzt vom göttlichen Willen, geht euch auch gleichzeitig damit die Kraft zu, diesen Willen zu erfüllen. Ihr dürfet nicht Sorge haben, daß ihr nicht ausführen könnt, was Gott von euch verlangt, denn Er Selbst ist bei euch im Wort, Er stärkt und kräftigt euch und macht euch fähig, alles zu tun, was Seinem Willen entspricht. Und darum sollt ihr ohne Bedenken euch allem unterwerfen, was Er von euch fordert. Denn so ihr nur wollt, gelingt euch alles, was göttlichem Willen entspricht. Unglaubliches vermag der Mensch zu leisten, dessen Wille nur Gott gilt.... der Ihm nur entgegenstrebt, denn Gottes Weisheit und Liebe erkennt seinen Willen und gibt ihm Kraft zu seinem Vorhaben. Und es wird das empfangene Wort stets der größte Kraftspender sein.... Wer dieses in sich aufnimmt, wird fühlbar der Kraft innewerden; es wird sein Glaube erstarken, seine Tatkraft rege werden und sein Wille stets und ständig sich dem göttlichen Willen unterstellen, und also wird der Mensch fähig sein, auf Erden schon erlösend zu wirken an sich und seinen Mitmenschen....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde