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El anhelo por la Palabra divina es el derramamiento del amor de Dios....

Rodeado del amor divino permanecerás en el Espíritu del Señor, porque nunca jamás podrá separarse de Él, que ha tomado un contacto tan íntimo hacia Él. Y cuanto más íntimo imploras a Él y a Su gracia, tanto más poderosamente obra Su amor en ti y te atrae hacia Su cercanía, por así decirlo. Y Su Palabra es el derramamiento de Su amor que te ha agarrado y ya no quiere soltarte. Y este amor es poder y se te comunica.... Cuanto más ahora deseas este poder, tanto más se derrama en ti, porque su plenitud se expresa en un anhelo cada vez mayor por la Palabra divina.... en un anhelo ardiente por la gracia divina y profunda fuerza de la fe.

El niño terrenal deseará la Palabra de Dios desde el fondo de su corazón, porque no puede hacer otra cosa, porque el amor divino lo penetra.... pensará en el Señor en todo tiempo y en todos los lugares y sentir añoranza de poder alegrase de Su presencia a través de la Palabra.... Escuchará esta palabra con la mayor devoción y no se cansará de recibirla; y este deseo anhelante es de nuevo el amor del Señor, Que dirige todos los sentimientos del ser humanos hacia Sí Mismo y lo hace infinitamente feliz en el dar.

Esto es incomprensible para el mundo, ya que no comprende ni remotamente la posibilidad de una conexión entre Dios y los hombres en la tierra, que tiene un efecto tan obvio, y una vez más, solo se hace sentir espiritualmente, porque todos los sentimientos relacionados también solo se pueden sentir espiritualmente. Y mucho menos aún capta el mundo el amor infinitamente profundo del Creador por Sus criaturas.... Lo que se entrega a Él está inseparablemente unido a Él por el amor, y quien lo desea recibe algo incomparablemente precioso y no debe temer una disminución de la gracia divina y una disminución de Sus dones desde lo alto.

Desear y escuchar hacia adentro lleva a resultados increíblemente sabios, y en la Palabra divina el Señor revela a aquellos que lo desean.... ¿Hay algo más hermoso y valioso en esta tierra que permanecer en el espíritu donde está el Padre?.... ¿Y sentir una y otra vez el amor del Padre y recibir Su gracia?.... Cualquiera que sea honrado por la Palabra divina en la tierra puede ser llamado inconmensurablemente rico, y todo el poder fluye hacia él. Y así el Señor debe educar a Sus hijos en la tierra para amar, si quiere obrar a través de ellos y hacer que sus corazones sean receptivos a Su Palabra....

Tiene que tener un efecto mental constante sobre ellos, pero si la voluntad se confiesa claramente hacia Él, y el hijo de la tierra ha sentido la gracia divina en sí mismo, Le permanece fiel hasta toda la eternidad porque el Señor protege a los que se encomiendan devotamente a Él, les da la verdad divina una y otra vez, y el corazón humano arde con un amor siempre encendido por Él y ya no puede vivir sin el amor visible del Señor. la vida no valdría nada para él si tuviera que renunciar a esta preciosa conexión con el Señor. Cuanto más desea al Señor, tanto más inseparablemente se une al Padre celestial y permanece Suyo por toda la eternidad....

amén

Desire for the divine word is an outflow of God's love....

Surrounded by divine love, you will remain in the spirit of the lord, for it can never be separated from Him who has taken such intimate contact with Him. And the more intimately you implore Him and His grace, the more powerfully His love works in you and draws you close to Him, as it were. And His word is the outflow of His love, which has taken hold of you and no longer wants to leave you. And this love is strength and shares itself with you.... The more you desire this strength, the more noticeably it flows into you, for its fullness expresses itself in a constantly increasing longing for the divine word.... in a fervent desire for divine grace and deep strength of faith. The earthly child will desire the word of God from the bottom of its heart, for it cannot do otherwise because divine love permeates it.... it will remember the lord at all times and in all places and long to enjoy His presence through the word.... It will listen to this word with the greatest devotion and never tire of receiving it; and this longing desire is, after all, the love of the lord, Who directs all of man's feelings to Himself and makes him immensely happy in giving. This is incomprehensible to the world, for it does not even remotely grasp the possibility of a connection between God and man on earth, which has such an obvious effect and yet again only makes itself felt spiritually, because all feelings in this respect can also only be felt spiritually. And the world grasps the creator's infinitely deep love for His living creations even less.... What devotes itself to Him is inseparably connected to Him through love, and whoever desires Him receives incomparably precious things and does not have to fear a decrease of divine grace and a diminishing of His gifts from above. Desiring and listening within produces incredibly wise results, and in the divine word the lord reveals Himself to those who desire Him.... Is there anything more beautiful and valuable on this earth than to dwell in spirit where the father is?.... And to feel the love of the father over and over again and to receive His grace?.... He who is honoured on earth with the divine word is to be called immeasurably rich, and all power flows to him. And thus the lord must educate His little children on earth to love if He wants to work through them and make their hearts receptive to His word.... He must incessantly influence them mentally, yet if the will professes Him undividedly and the earthly child has felt the divine grace in itself it will remain faithful to Him for all eternity, for the lord protects those who devotedly entrust themselves to Him, He continues to give them divine truth and the human heart is inflamed with ever more ardent love for Him and is no longer able to live without the lord's visible love. Life would be of no value to him if he had to give up this most precious union with the lord. The more he longs for the lord, the more inseparably he unites himself with the heavenly father and remains His for all eternity....

Amen