El mundo con sus demandas estará mayormente satisfecho, y hay tantas ocasiones en la que el hombre está mucho más preocupado por lo que es perecedero y absolutamente inútil al final de los días.
Y, sin embargo, la actividad de las personas debería continuar enfocándose solo en la salvación del alma y la lucha por las necesidades diarias solo se oprime en la medida más pequeña, pero no debe ser visto como lo más importante en la vida terrenal. Porque es mucho más fácil satisfacer las necesidades del cuerpo en la tierra que las del alma para la eternidad. El mayor problema de la vida terrenal está por resolver, se trata de la liberación del alma de la materia que la ha mantenido cautiva durante miles de años, se trata del retorno final a Dios, del Portador de toda luz, mientras que el cuerpo solo exige su mantenimiento externo por un corto tiempo y satisfacer este deseo con facilidad, con reconocimiento correcto y la actitud correcta hacia Dios.
Si el hombre completa la escuela del espíritu de la manera correcta, se le da la garantía de que está bien preparado para la eternidad para poder esperar la separación del alma del cuerpo, porque entonces ha usado el tiempo terrenal de tal manera como era su tarea, y ha trabajado en la perfección de su alma por propia iniciativa.
Sin embargo, el cuerpo que Dios le ha dado para su tarea terrenal también recibe la bondad y el amor del Padre celestial y le proporciona todo lo necesario para la vida. Y por eso la preocupación por esto es completamente infundada, la vida en la tierra también será mucho más fácil de soportar considerando constantemente el estado del alma. Pero este sólo se puede considerar extensamente si se presta poca atención a todos los intereses mundanos.... Ambos problemas opuestos no pueden resolverse al mismo tiempo.... El mundo con todas su demandas no puede satisfacerse al mismo tiempo si el trabajo en el alma para alcanzar el estado de perfección debe progresar.... Solo una cosa es completamente posible y, por lo tanto, el hombre debe tomar una solución y solo puede estar completamente activo en un lado.
La gente piensa tan poco que tienen que entregar todo lo terrenal cuando se les acerca la hora de la muerte.... Que pueden, sin embargo recolectarse otro tesoro en el tiempo terrenal, que es imperecedero.... que no se les puede quitar ante la muerte, y que puede dar forma a la muerte.... la separación del mundo hacia una entrada libre y sin dolor hacia la eternidad. Esto por si solo ya debería ser un incentivo para que se dediquen a la actividad real durante su vida física para entregarse más diligentemente y sofocar todos los deseos terrenales, el pensamiento de la provisión terrenal debería estar tan lejos de ellos, pero cada hora les debería parecer importante para la liberación del alma de su caparazón.
Quien se preocupa demasiado por su bienestar físico solo puede esperar que sea disminuido por un poder invisible.... que tanto la condición física como la posesión de bienes terrenales se expongan a serios choques.... tiene que esperar que tanto uno como lo otro le son quitados para señalarle la tarea real de la vida terrenal y mostrarle la fugacidad de todo lo terrenal. Por lo contrario, mientras que un niño terrenal que está preocupado por la salvación del alma recibirá las necesidades de la vida diaria en cualquier momento, así como el Padre Mismo lo ofrece a los niños para que se liberen de la preocupación por ello y puedan continuar con su trabajo espiritual con tranquilidad.
Lo que el hombre da voluntariamente le irá en abundancia, porque el Señor lo sabe todo.... Él también conoce las necesidades del niño terrenal y quiere hacerle la vida soportable sí sólo se esfuerza por lo importante.... Pero todos los esfuerzos encaminados a mejorar la vida terrenal son inútiles y, por lo tanto, no pueden encontrar la aprobación del Padre celestial.... al contrario, impiden que las personas cumplan con la tarea que es el propósito real de su encarnación en la tierra....
Amén
TraductorDer Welt mit ihren Anforderungen wird zumeist Genüge getan, und es ergeben sich so viele Gelegenheiten, in denen der Mensch weitaus mehr besorgt ist um das, was vergänglich ist und völlig wertlos am Ende der Tage. Und doch sollte fortgesetzt die Tätigkeit der Menschen nur dem Seelenheil gelten und der Kampf um die täglichen Bedürfnisse nur in kleinstem Maße ihn bedrücken, nicht aber als Wichtigstes im Erdenleben angesehen werden. Denn es ist viel einfacher, den Anforderungen des Körpers auf Erden gerecht zu werden als denen der Seele für die Ewigkeit. Es gilt im Erdenleben doch das größte Problem zu lösen, es geht um die Befreiung der Seele von der sie Jahrtausende hindurch gefangenhaltenden Materie, es geht um die endgültige Rückkehr zu Gott, dem Träger alles Lichtes, während der Körper nur für kurze Zeit seine äußerliche Aufrechterhaltung fordert und diesem Begehren mit Leichtigkeit nachzukommen ist bei richtiger Erkenntnis und der rechten Einstellung Gott gegenüber. Wenn der Mensch die Schule des Geistes in rechter Weise absolviert, so ist ihm die Gewähr gegeben, wohlvorbereitet für die Ewigkeit die Trennung der Seele vom Körper erwarten zu können, denn er hat dann die Erdenzeit so genützet, wie es seine Aufgabe war, und aus eigenem Antrieb an der Vervollkommnung seiner Seele gearbeitet. Den Körper jedoch, den ihm Gott für seine Erdenaufgabe gegeben hat, erhält auch die Güte und Liebe des himmlischen Vaters und versorgt ihn mit allem für das Leben Erforderliche. Und so ist die Sorge um diesen völlig unbegründet, es wird das Leben auf Erden auch weit leichter zu ertragen sein in ständiger Berücksichtigung des Seelenzustandes. Dieser aber kann nur dann ausgiebig bedacht werden, wenn allen weltlichen Interessen wenig Aufmerksamkeit gilt.... Es lassen sich nicht beide so entgegengesetzt liegende Probleme gleichzeitig lösen.... Es kann nicht gleichzeitig der Welt mit allen ihren Anforderungen genügt werden, wenn die Arbeit an der Seele um Erreichung des Vollkommenheitszustandes fortschreiten soll.... Nur eins ist restlos möglich, und deshalb muß sich der Mensch entscheiden und kann nur immer nach einer Seite vollauf tätig sein. Es bedenken die Menschen so wenig, daß sie doch alles Irdische hingeben müssen, wenn die Stunde des Todes an sie herantritt.... daß sie jedoch einen anderen Schatz sich sammeln können in der Erdenzeit, der unvergänglich ist.... der ihnen angesichts des Todes nicht genommen werden kann und der den Tod.... das Scheiden von der Welt, zu einem schmerzlosen, befreiten Eingehen in die Ewigkeit gestalten kann.... Dies allein schon müßte ihnen Anreiz sein, sich der eigentlichen Betätigung während ihres Leibeslebens emsiger hinzugeben und alles irdische Verlangen zu ersticken, es müßte ihnen der Gedanke an irdische Versorgung so fernliegen, doch jede Stunde ihnen wichtig erscheinen zur Erlösung der Seele von ihrer Hülle. Wer sich in der Sorge um sein leibliches Wohl allzusehr betätigt, hat nur zu erwarten, daß dieses von unsichtbarer Macht verringert wird.... daß sowohl der Leibeszustand als auch der Besitz irdischer Güter bedenklichen Erschütterungen ausgesetzt ist.... er hat zu erwarten, daß ihm sowohl das eine als auch das andere genommen wird, um auch ihn auf die eigentliche Aufgabe des Erdenlebens hinzuweisen und ihm die Vergänglichkeit alles Irdischen vor Augen zu führen. Während umgekehrt einem um das Seelenheil besorgten rührigen Erdenkind die Bedürfnisse des täglichen Lebens jederzeit zugehen werden, gleichwie vom Vater Selbst den Kindern geboten, auf daß sie der Sorge um diese enthoben sind und ihrer geistigen Arbeit ungestörter nachgehen können. Was der Mensch willig aufgibt, das wird ihm zugehen in reichem Maß, denn der Herr weiß um alles.... Er kennt auch die Bedürfnisse des Erdenkindes und will ihm das Leben erträglich machen, so es nur das erstrebt, was allein von Wichtigkeit ist.... Alle Bemühungen aber, die der Verbesserung des irdischen Lebens gelten, sind unnütz und können daher auch nicht die Zustimmung des himmlischen Vater finden.... im Gegenteil, sie hindern den Menschen an der Erfüllung der Aufgabe, die der eigentliche Zweck seiner Verkörperung auf Erden ist....
Amen
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