Si a los tuyos quieres facilitarles los caminos, frecuentemente sólo hace falta una alusión al Amor y Cuidado del Señor, y reconocerán que nada sucede sin tener una utilidad sabia. Porque cada vez de nuevo la Ternura del Padre celestial produce horas de alegría, en que el corazón debe recuperarse de las penas y dirigirse a Él. Pero frecuentemente acontecimientos como estos quedan ignorados, porque el hombre sólo piensa en un Ser más sublime cuando se encuentra en apuros - pero no en días desahogados... Y por eso cada vez de nuevo hay que consentir en que los hombres tengan que pasar apuros, porque el cuidado del Señor no vale solamente por el tiempo en la Tierra sino por toda la eternidad.
Por eso no os dejéis afectar por las cosas. Si supierais el valor que tales sufrimientos tienen para vuestras almas, con gusto os cargaríais con ellos, porque son ínfimos en comparación con la magnificencia que os está esperando. Bendecida está la hora que os trae este reconocimiento... y bendecido está el día en que en vuestro corazón lleguéis al Padre celestial.
Infinitamente lejos está el camino que teníais que migrar hasta que llegasteis a esta época. Y ahora, tan cerca a la meta, ¿acaso queréis vacilar? ¿Acaso queréis que haya sido en vano que habéis migrado por ese camino1, y queréis repetirlo?
No reconocéis vuestro cuerpo como lo que es... como una Gracia que vosotros mismos habíais solicitado y que os fue concedido... Por eso, mientras estéis en la Tierra, nunca comprenderéis la época de Gracia extraordinaria que os está concedida... en la que podéis acumular tesoros y más tesoros para el Más Allá - para la Vida eterna... si tan sólo lo queréis, y os entregáis plenamente al Señor. Hay increíblemente muchas advertencias y avisos que os llegan... Continuamente el Señor se esfuerza por dirigir los sentidos del hombre hacia la eternidad...
Pero si el hombre, obstinado, rechaza todo y sólo va detrás de lo mundano donde encuentra la satisfacción de sus deseos, ¿cómo, entonces, su mente puede doblegar y orientarse correctamente? - ¡Sólo por el sufrimiento, y eso tanto más, cuanto más obstinada el alma persiste en el rechazo! Incluso habrá que llegar al extremo que los hombres estén preparados a perder su fe en Dios del todo; porque frecuentemente el hombre sólo puede animarse para formar una voluntad firme, cuando ya ha sufrido la caída más profunda... donde ya no hay un “más abajo”... Entonces es cuando las ganas por las Alturas se producen doble fuertes... y es entonces cuando el hombre empieza a agarrarse a algo que está fuera de su comprensión... Empieza a estar en contacto con aquella Fuerza cuya existencia supone, y no quedará sin ayuda.
Aun así tenía que pasar por este camino, porque sin fuerza propia, sin fe y sin Gracia no podía evolucionarse hacia las Alturas; pues encontrándose en extremos apuros, tenía que solicitar y obtenerlos en su interior.
De esta manera tal hombre experimenta un cambio total de su forma de pensar, la que le trae suma bendición... mientras que donde el hombre sólo se dedica superficialmente a pensamientos en un Más Allá, allí estos nunca echarán raíces profundas en el corazón.
Un hombre cuya forma de pensar es tibia e indiferente, se encuentra en condiciones mucho peores, porque toda Gracia del Señor pasa ante él sin dejar huella alguna. También en este caso harán falta penas, para llevar a tal ser humano hacia una orientación seria.
De modo que para incontables seres humanos los sufrimientos siempre seguirán siendo donadores de bendición, porque no hay nada más perjudicial para el alma que un estado de inactividad que dura muchos años, con lo que la temporada de Gracia de la encarnación queda considerablemente reducida; pues el tiempo en que vegeta indolentemente sin trabajo en el alma, para el hombre en cuestión está totalmente perdido.
Y si queréis escapar de los sufrimientos, entonces también vuestro tiempo en la Tierra ha sido vivido desperdiciadamente, a no ser que por muy propia iniciativa os unáis con el Padre celestial, y mediante la oración y conexión íntima con Él os deleitéis en el Manantial, llegando de esta manera a las Alturas que debéis alcanzar.
A aquel que asimila esto con todo el corazón, los sufrimientos ya no le agobiarán, porque las porta voluntario para el Señor y Salvador, el Redentor divino de la humanidad.
Amén.
TraductorSo du den Deinigen die Wege erleichtern willst, genügt oft nur ein Hinweis auf des Herrn Liebe und Fürsorge, und sie werden erkennen, daß alles Geschehen nicht ohne weisen Zweck ist.... Denn die Milde des himmlischen Vaters gibt immer wieder frohe Stunden, wo sich das Herz von den Mühsalen erholen und Ihm zuwenden soll. Doch werden solche Geschehnisse oft ungeachtet gelassen.... Der Mensch denkt an ein höheres Wesen, solange er in Not ist, nicht aber an sorgenlosen Tagen, und deshalb muß immer wieder Leid über die Menschen zugelassen werden, denn des Herrn Fürsorge gilt nicht für die Erdenzeit, sondern für die ganze Ewigkeit.... Daher lasset euch nimmermehr niederdrücken. Wüßtet ihr den Wert solcher Leiden für eure Seelen.... ihr nähmet sie gern auf euch, denn sie sind nur winzig im Vergleich zu der Herrlichkeit, die euch erwartet. Gesegnet die Stunde, die euch das Erkennen bringt.... und gesegnet der Tag, da ihr völlig im Herzen zum himmlischen Vater findet.... Endlos weit ist der Weg, den ihr gehen mußtet, bis ihr diese Zeit erreichtet.... doch wollt ihr so nahe vor dem Ziel wankend werden.... wollt ihr, daß ihr umsonst euch bis hierher durchgerungen habt, wollt ihr diesen endlos langen Weg noch einmal zurücklegen.... Den Leib, den ihr tragt, erkennet ihr nicht als das, was er ist.... als eine Gnade, die ihr selbst euch erbeten habt und die euch gewährt wurde.... So werdet ihr auch nie erfassen können auf Erden, welch beispiellose Gnadenzeit euch beschieden ist.... wo ihr sammeln könnt Schätze über Schätze für das Jenseits, für das ewige Leben.... wenn ihr nur wollt und dem Herrn euch voll zuwendet. Es gehen euch Menschen so unglaublich viele Mahnungen und Warnungen zu.... unaufhörlich ist der Herr bemüht, den Sinn des Menschen der Ewigkeit zuzuwenden.... wenn aber dieser beharrlich alles abweist.... wenn er beharrlich nur der Welt nachläuft und in dieser die Erfüllung seiner Wünsche findet, wie soll dann der Sinn des Menschen gebeugt und recht gerichtet werden.... Es ist dies nicht anders möglich als durch Leid, und das immer schwerer, je hartnäckiger die Seele in Abwehr verharrt. Ja, es muß sogar so weit gehen, daß die Menschen geneigt sind, den Glauben an Gott völlig zu verlieren. Denn oft kann der Mensch sich erst dann zu festem Willen aufraffen, wenn er den tiefsten Sturz getan hat.... Wenn er nicht mehr weiter nach unten kann, dann kommt das Verlangen nach der Höhe doppelt stark, und dann klammert sich der Mensch wieder an etwas außerhalb des ihm Verständlichen.... Er sucht Fühlung zu bekommen mit dieser Kraft, Die er vermutet und ahnt.... Er wird nicht ohne Hilfe gelassen werden.... mußte aber erst diesen Weg zurücklegen, da er sich aus eigener Kraft, ohne Glauben und Gnade, nicht zur Höhe entwickeln konnte.... er mußte erst in tiefer Not diese Kraft innerlich erringen und erbitten.... So erlebt ein solcher Mensch eine totale Umwandlung seines ganzen Denkens, und diese bringt ihm den größten Segen; wo sich hingegen der Mensch nur oberflächlich mit den Gedanken an ein Jenseits befaßt, dort werden diese auch niemals tief im Herzen Wurzeln fassen können.... und es ist ein Mensch, dessen Denken lau und gleichgültig ist, weit schlimmer daran, an ihm gehen die Gnaden des Herrn spurlos vorüber.... auch dann ist das Leid wieder vonnöten, um ein solches Menschenkind einer ernsten Gedankenrichtung zuzuwenden.... Und so wird das Leid immer der Segenspender bleiben für zahllose Erdenkinder, denn nichts ist der Seele unzuträglicher als ein untätiger Zustand, der sich über viele Jahre erstreckt und so die Gnadenzeit der Verkörperung erheblich verkürzt ist, weil die Zeit des trägen Dahinlebens ohne Arbeit an der Seele für diesen Menschen völlig verloren ist. Und wollet ihr dem Leid entgehen, so ist auch eure Zeit auf Erden nutzlos gelebt, so ihr nicht euch aus innerstem Antrieb mit dem himmlischen Vater vereinigt und durch Gebet und innige Verbindung mit Ihm am Gnadenquell euch labet und so die Höhe erreichet, die ihr anstreben sollt.... Wer dieses erfaßt hat mit ganzem Herzen, den wird das Leid nicht mehr drücken, denn er trägt dieses dann willig für den Herrn und Heiland, den göttlichen Erlöser der Menschheit....
Amen
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