B.D.-Nr. 6811

Resurrección de lo muerto a la vida....

La humanidad yacía encadenada.... y jamás habría sido liberada si no Me hubiera sacrificado para redimir las almas de los seres humanos de aquel, que las mantenía atadas. Y Mi amor sobremanera grande Me impulsó a hacer el sacrificio, a pagar un precio que Me dio el derecho de arrebatar a las almas de Mi adversario si ellas mismas querían separarse de él y seguirme a Mí. El sacrificio que ofreció a través de Mi muerte en la cruz fue para todos los seres espirituales que alguna vez cayeron; fue para los seres humanos del pasado, del presente y del futuro, fue ofrecido para lo espiritual, que una vez recorrió como ser humano por la Tierra o todavía tiene que hacerlo.

He comprado y pagado con Mi sangre la libertad de cada ser, que una vez fue arrastrada a las profundidades por Mi adversario y está retenida allí en cadenas. Ningún ser necesita permanecer en las profundidades por más tiempo, como es su propia voluntad. Pero tiene que anhelar salir de las profundidades él mismo, tiene que desear hacia arriba, tiene que desear regresar a Mí, de Quien una vez se apartó voluntariamente. Y así, por su antiguo alejamiento de Mí, llegó a la muerte, pues las profundidades significan completa falta de luz y fuerza para el ser, el estado de muerte....

Para que pudiera resucitar de la muerte a la vida, para que el ser pudiera salir de su tumba y pasar a una nueva vida compré la vida de los muertos a través de Mi muerte, y ningún ser necesita estar sujeto a la muerte para siempre; todo ser puede resucitar de nuevo, tal como Yo resucite al tercer día.... Pero Mi adversario querrá impedir que los seres escapen de su reino, y por eso hay que ayudarlos, porque no pueden resucitar por sí solos y porque Mi adversario mantiene firmemente cerrada la tumba que rodea a los seres de las tinieblas.

Pero una llamada a Mí penetra incluso por las tumbas más densas; una llamada a Mí en Jesucristo Me permite a Mí Mismo correr en ayuda del alma débil y atormentada, y Mi adversario verdaderamente no puede resistirme a Mí, tiene que ceder, porque Yo he pagado el rescate y por tanto ya no tiene ningún derecho sobre el alma que quiere surgir de la tumba de las tinieblas, de la tumba del pecado y de la perdición....

¿Comprendéis ahora el significado de Mi obre de Redención, de Mi sacrificio en la cruz, que se realizó para salvar a lo espiritual que una vez cayó? ¿Entendéis por qué solo vuestra propia voluntad puede lograr esta Redención, por qué vosotros mismos tenéis que querer salir de esta tumba, antes de que Yo pueda remover la lápida? Mi adversario tiene derecho sobre vosotros mientras le concedáis este derecho, mientras no os resistáis a las ataduras que os ha impuesto, mientras no invoquéis a Aquel, Que es el Único capaz de romper estas cadenas. Solo se necesita vuestra voluntad, y seréis libres.... Porque la fuerza para libraros os llega en cuanto Me reconocéis en Jesucristo, en cuanto deseáis ser redimidos por Él y pidiendo Su ayuda.

Entonces Mi adversario ya no puede reteneros, entonces él tiene que liberaros, entonces tiene que tolerar que Yo retire la lápida y os ayude a resucitar, porque Yo he ganado el derecho de hacerlo a través de Mi muerte en la cruz.... Yo he pagado el rescate por vosotros, y por eso no es debe ser indiferente, si vosotros, los seres humanos en la Tierra, reconocéis o no al divino Redentor Jesucristo.... porque sois infelices mientras yacéis en el sepulcro.... y así llegará el día de la resurrección una vez para cada alma, así como Yo Mismo resucité al tercer día y viviréis y nunca más perderéis la vida....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.