B.D.-Nr. 6563

Dios quiere dar vida a lo muerto....

Mi aliento de amor os tocará una y otra vez, infundiéndoos vida para que despertéis y os levantéis del entumecimiento de la muerte.... para podáis mirar a vuestro alrededor y ver vida en todas partes. Porque soy un adversario de la muerte y no permitiré que vosotros, criaturas Mías, sucumbáis a ella. Quiero envolver lo entumecido con el calor de Mi amor y así devolverlo la vida. Porque lo entumecido debe poder calentarse en Mí y ahora ser llevado al estado de vida palpitante, para que pueda volver a ser dichoso, como lo fue en el principio.

Mi plan de Salvación.... el plan de la repatriación de lo muerto a la vida.... algún día también Me habrá traído este ansiado éxito, porque Mi amor nunca se afloja, y mientras el amor sea eficaz, dará constantemente nueva vida, y porque cada chispa de vida es lo espiritual despertado de la muerte.... Sin embargo, la eficacia del amor es condicional, pues permanece en silencio cuando encuentra resistencia. La resistencia, sin embargo, es una influencia opuesta, obra de Mi polo opuesto, que quiere la muerte con la misma insistencia con la que Yo deseo conceder la vida....

Y entre nosotros está el ser creado por Mi fuerza de amor y su voluntad, que decide por sí mismo sobre la vida y la muerte, en la medida en que debe abrirse por voluntad propia a Mí y a Mi irradiación de amor para despertar a la vida. Entonces Mi amor puede hacerse efectivo; algo muerto vuelve a la vida, y Mi polo opuesto ha perdido ese espiritual para siempre a Mí....

Este proceso de desarrollo se desarrolla ininterrumpidamente en todo el Universo, pues mientras existan creaciones terrenales y materiales, tampoco ha terminado.... Y aún pasarán eternidades hasta que se haya logrado el objetivo final, que ya no haya nada muerto en todo el infinito, que todo sea luz y vida.... Pero sólo unos pocos seres humanos saben algo acerca de este proceso de desarrollo, acerca de Mi plan eterno de Salvación.... El conocimiento al respecto tampoco es necesario mientras los seres humanos aún muestren un esfuerzo espiritual, mientras inconscientemente se adapten a Mi ley de orden y así se encuentran, por así decirlo, en medio de este proceso de desarrollo.... es decir, cobren vida lentamente....

Pero este esfuerzo disminuye cada vez más y antes de que finalice un periodo de desarrollo, se ha reducido al mínimo.... Y entonces, también se les dará conocimiento de seres humanos espiritualmente despertados, de modo que algunos aún pueden comprender por medio de la razón Mi plan de Salvación y ahora se integran conscientemente en este proceso. Porque hay individuos aislados que no pueden ignorar la lógica de este conocimiento, que encuentran en ello la explicación que han buscado intelectualmente durante mucho tiempo, pero que aún no han podido encontrar. Para estos individuos, el conocimiento del plan eterno de Salvación puede llevarles ahora a un cambio de mentalidad y voluntad, porque ahora toman consciencia de la gran responsabilidad que una decisión equivocada significa para sus almas. Para ellos, el conocimiento de Mi plan de Salvación ahora se ha convertido en una bendición.

Pero muchos más humanos lo rechazan, muchos más humanos dudan de la credibilidad de tal conocimiento, y éstos siguen completamente bajo la influencia de Mi polo opuesto, y por lo tanto también invalidan Mi irradiación de amor. Mi aliento no puede tocarlos, carecen del calor del amor que los despierta de la muerte a la vida.... y pasarán tiempos infinitos hasta que se liberen de Mi adversario, hasta que se dirijan a Mí por voluntad propia y se abran a Mi toque amoroso....

Pero como Mi amor nunca cesa, jamás abandono a ninguna de Mis criaturas. Y una y ora vez lo hago saber a los humanos a través de Mi Palabra, pues Mi Palabra es tal rayo de amor que quiere tocar los corazones humanos. Mi Palabra resuena por los siglos de los siglos, y no se le negará a nadie, pero debe ser recibida en el corazón por voluntad propia para que obre como un rayo de amor y devuelva la vida a los muertos....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.