B.D.-Nr. 5869
Yo os he hablado a vosotros, los humanos, en todo momento, y por eso os hablo hoy, dondequiera que Me deis la oportunidad, para que abráis vuestras corazones y oídos, para que escuchéis Mi voz. Cada uno podrá oírme, porque si se conecta Conmigo mediante la oración, si simplemente dirige sus pensamientos hacia Mí, ondas de pensamientos le rodearán y captará las ondas correctas enviadas de Mí.... pensará lo que Yo Mismo le inspire....
Sin embargo, en un tiempo de la más grande necesidad espiritual, también Me doy a conocer obviamente a los humanos, porque sé cómo aún se los puede traer la Salvación. En tiempos de la más grande necesidad espiritual, Me expreso directamente, hablándoles por la boca de un ser humano devoto a Mí, para que presten atención y dirijan sus pensamientos hacia el reino espiritual, hacia arriba, de donde viene esta declaración obvia. Pero siempre habrá sólo unos pocos que presten atención a lo que se les dice desde arriba; sólo unos pocos reconocerán Mi voz en ella, porque la oscuridad espiritual ya es demasiado profunda y porque la voluntad de los humanos ya es demasiado débil para penetrar por la oscuridad hacia la luz. Quien reconoce Mis revelaciones como lux también les presta atención; sigue la luz y se deja iluminar por ella.
Pero cada ser humano es dueño de sí mismo.... Tiene libre albedrío y jamás será obligado a cambiar su voluntad a través de un acontecimiento extraordinario, incluso si Yo estoy a su lado, ofreciéndole una luz brillante y resplandeciente.... Esta luz no le obligará a acercarse a Mí no a la cognición, sino que sólo podrá tocarle beneficiosamente si se expone voluntariamente a su irradiación y entonces abre su corazón y sus oídos cada vez más.... Sin embargo, no tiene poder luminoso para quien tiene la mente completamente oscurecida y se cierra a cualquier influjo de Mi poder amoroso.... Porque es la expresión de Mi amor cuando os hablo a vosotros, los humanos. Sólo quiero ayudaros a salir de las densas tinieblas. Sólo quiero daros algo, pero no quitaros nada....
Y por eso no puedo permitir que ocurra nada inusual que apunte a Mis revelaciones; no puedo rodear a Mis portadores de luz con un halo destinado a influir en sus semejantes.... Todo tiene que permanecer dentro de los límites de lo natural, y los humanos deben tener plena libertad para decidir cómo desean responder a Mis Palabras desde lo alto.... Sin embargo, daré continuamente, y quienes aceptan Mi Palabra como expresión amorosa del Padre, Que desea hacer felices a sus hijos, podrán extraer fuerza y gracia en abundancia de la fuente de la vida eterna. Quien desee escucharme también escuchará Mi Palabra, y la reconocerá como la voz del Padre, como una muestra de amor y como el medio más eficaz para salvarse de la noche eterna....
amén