B.D.-Nr. 5867
No os sorprendéis que no seáis escuchados, que no encontréis fe entre los humanos cuando les lleváis Mi Palabra, sino recordad que Yo Mismo también encontré poco reconocimiento en la Tierra, que les prediqué Mi Evangelio directamente, que confirmé Mi Palabra a través de milagros, que les explique todo para que pudieran entenderlo y les ayudé a llegar al entendimiento correcto, y que sin embargo Me vieron como su enemigo porque enseñé y representé algo diferente que ellos, y porque su forma de vida sin amor les robó todo conocimiento.
Descendí a la Tierra para que Mi Palabra tenga un efecto en los humanos. Les hablé, como también lo hago hoy en día a través de Mi Palabra revelada. Les mostré el camino hacia Mi Reino, pero los humanos no reconocieron Mis Palabras como las Palabras de Dios, así como creen hoy que vosotros mismos os formáis en palabras lo que vuestros pensamientos os inspiran.... Y, por lo tanto, tampoco dan valor a estas Palabras y pasan por alto lo más precioso.... al pan del cielo que les ofrezco a través de vosotros.... así como también Me tenían a Mí Mismo entre ellos y podrían haber recibido los dones divinos en toda su abundancia, si tan sólo hubieran sido de buena voluntad. Y así hoy en día también sólo aquel de buena voluntad es el beneficiario de Mi don de gracia. Sólo aquel que no os rechaza puedo Yo Mismo hablarle y proveerle con un don precioso.... Y sólo él que os escucha, Me escucha hablar a Mí Mismo, es conmovido por Mi Palabra....
Cuando anduve por la Tierra, Me esforcé al máximo por llegar a los corazones de los humanos. Les mostré un amor abundante, sané a sus enfermos, los ayudé en sus necesidades terrenales y espirituales, demostré Mi poder y Mi Divinidad a través de milagros, y les enseñe que podían lograr lo mismo si vivían según Mi Enseñanza.... La Palabra misma habitó entre los humanos, pero no la reconocieron.... Y así vosotros también encontraréis poca fe, pues la humanidad se ha hundido tan profundamente y porque considerase encuentra en tales tinieblas espirituales que apenas puede reconocer si una enseñanza es buena y verdadera o mala y errónea.... Vive en el error y no lo reconoce. Se le ofrece la verdad, e incluso ésta no puede ser reconocida como tal, e incluso los milagros ya no la impresionan porque considera que todo es naturalmente posible.
Y, sin embargo, debéis estar activos como Mis discípulos y predicar incansablemente Mi Evangelio, debéis tratar de construir un puente entre los humanos de mentalidad completamente terrenal y el reino espiritual, debéis difundir repetidamente mensajes espirituales.... Mi Palabra, que ha sido transmitida a vosotros desde arriba.... difundir entre los humanos, debéis hablar, incluso si la gente os escucha con mala gana.... Porque Yo Mismo quiero influir todavía en la gente a través de vosotros, y el poder de Mi Palabra todavía puede ser efectivo en unos pocos.... así como durante Mi tiempo en la Tierra sólo hubo unos pocos que Me escucharon voluntariamente y entonces Me reconocieron como viniendo desde arriba....
Mi obra directa sobre los humanos de esta Tierra antes del fin definitivo es un acto de gracia equivalente a Mi descenso en aquel tiempo, y siempre debéis mencionar que sois Mis representantes en la Tierra, que habláis en nombre de Jesús y que reafirmáis nuevamente a Él y Su misión divina, Su obra de Redención, siempre debéis enfatizar que no queréis llevar nada más a los humanos que Su Palabra divina, que Él Mismo proclamó en la Tierra, que sólo predicáis la Enseñanza del amor para indicar reiterado a vuestros semejantes el camino que conduce hacia arriba.... Y siempre debéis recordarme a Mí, Que prediqué lo mismo en la Tierra y fui incansablemente activo para llevar ayuda a los humanos en su necesidad espiritual.
El tiempo se acerca a su fin, y por lo tanto, vuestra tarea es importante y bendecida por Mí, pues aún podéis ayudar a todos los de buena voluntad. Y por el bien de estos pocos, os envío al mundo, y ellos también os reconocerán como Mis mensajeros. Me reconocerán en la Palabra que les ofrecéis y la recibirán en sus corazones.... Creerán en Mí y, por lo tanto, se salvarán de la muerte espiritual....
amén