B.D.-Nr. 5512
La transmisión de la Palabra divina es un acto de gracia de suma importancia, pues los seres humanos están tan alejados de Dios, que ellos mismos hacen imposible que les llegue un rayo de luz y de amor de Dios, Y, sin embargo, esta luz de amor de Dios penetra para iluminar las almas y detener su alejamiento de Dios, para disminuir su resistencia y para provocar su regreso a Dios. Es un acto de gracia de Dios que da testimonio de Su amor infinito.
La raza humana está madura para el juicio, o más bien, ha fracasado en su prueba terrenal y por lo tanto ha perdido el derecho a permanecer en esta Tierra porque no usa la vida terrenal conforme a su propósito. Pero la misericordia de Dios es para Sus criaturas que se han alejado de Él, y Él no deja nada sin intentar que pueda ayudar incluso a una sola alma a salvarse.... Y por eso Él Mismo viene al encuentro de estas criaturas que se han alejado en la Palabra.... Dios Mismo es la Palabra.... Así Dios Mismo desciende a la Tierra cuando Su Palabra es traída a la Tierra.... Entra en contacto con los humanos, y les da los medios más eficaces que llevan al objetivo, a la unión con Él.
Tan pronto como la criatura se aleja de Dios por su propia voluntad, se priva de su fuerza de amor y es incapaz de hacer nada para su desarrollo superior. El libre albedrío impide un retorno forzado a Dios, porque a través de la distancia de Dios la criatura establece una barrera para sí misma.... Y esta barrera rompe el gran amor y la misericordia de Dios.... Él persigue a quienes se alejan de Él. Esta es una gracia de importancia indescriptible, porque los humanos rechazan el amor de Dios, pero Dios aún así los toca con su corriente de amor....
Él habla a los humanos, quiero conquistarlos con Palabras de amor y misericordia, con Enseñanzas útiles y pistas del fin.... Él no paga mal por mal, porque ve la necesidad de sus criaturas, que en su ceguera no reconocen, y trata de protegerlas como un Padre fiel de la destrucción. (21.10.1952) Él ofrece Su ayuda a los humanos de manera tan obvia que ellos también reconocen Su amor y que tendrían que dirigirse a Él voluntariamente, pero el poder de Su amor no puede hacerse plenamente efectivo porque la voluntad de los humanos se resiste.... Y siempre sólo habrá unos pocos que se beneficien y utilicen adecuadamente el grandísimo don de la gracia.
Y estos pocos podrán trabajar todavía entre los humanos hasta el final como despertadores y confesores de la fe; Podrán hablar con convicción y trabajar para Dios y Su Reino con una fuerza que pueden sacar de ese don inmerecido de la gracia; Tendrán un efecto beneficioso sobre sus semejantes y cobrarán especial importancia cuando todo amenace con desmoronarse, cuando reine el caos terrenal y espiritual y el final sea claramente visible. Entonces sólo serán escuchados aquellos humanos que se mantienen en la fe viva y representan la Palabra viva de Dios, que han recibido del tesoro de la gracia y, por tanto, pueden distribuirla también allí donde la mayor necesidad espiritual lo exige. El amor de Dios sigue a los humanos, y en los momentos de necesidad se dejan atrapar por Él y entonces serán salvados para toda la eternidad....
amén