Reconocimiento de Dios – Señal del cambio de voluntad.... Exceder la autoridad....

Reconoced vuestro origen en Mí, vuestro Creador y Padre desde la eternidad. Entonces ya sois lo que debéis ser en la Tierra.... hijos que anhelan regresar al Padre. Porque tan pronto como tomáis conciencia de que habéis emanado de Mí, también despierta en vosotros el principio divino, el amor, pues os reconocéis como emanaciones del Amor eterno y lo anheláis a cambio. Vosotros Me reconocéis y ya no estáis esencialmente separados de Mí, aunque todavía no hayáis alcanzado el grado de vuestra perfección, sino que en función de vuestra voluntad sois Míos.

Una voluntad apartada de Mí impide al ser humano reconocer su origen; Entonces el ser humano no cree ni en un Poder del Cual proviene, ni en la conexión entre un poder creado y él mismo, si reconoce un poder creador. Por eso, el sentimiento de haber emanado de Dios es ya señal del cambio de voluntad que el ser humano ha realizado, pues sólo Me reconoce cuando se separa de su adversario.

Por lo tanto, “creencia” significa al mismo tiempo un esfuerzo hacia arriba, pero por esto debe entenderse solamente la fe viva, porque una creencia muerta no tiene efecto, porque una creencia muerta sólo expresa con la boca lo que el corazón aún no reconoce. Por eso, el ser humano probablemente puede reconocerme con palabras como Dios, Padre y Creador, pero su corazón no sabe nada al respecto, y entonces no establece Conmigo la relación del niño Conmigo que lleva consigo el reconocimiento correcto. Entonces es difícil lograr el objetivo en la Tierra.

El reconocimiento de Mi Mismo y al mismo tiempo de vosotros mismos es ya un certificado de madurez para vosotros, porque significa un estado de luz que sólo se de en un cierto grado de madurez. Y nuevamente hay que decir que sólo la voluntad del ser humano es decisiva en cuanto así se hace luz dentro de él o permanece en la oscuridad, que por tanto cada ser humano pueda reconocerme como el punto de partida si así lo quiere. Porque nunca dejaré de acercarme a cada uno y revelarme a él, pero no lo obligaré a aceptar estas revelaciones, sino que continuamente le daré la oportunidad de aprender a conocerme. Sólo aquellos que se oponen abiertamente a Mí permanecen envueltos en tinieblas espirituales, no progresan durante su vida terrenal y están sujetos al poder de Mi adversario, pero por su propia y libre voluntad.

La fuerza de Mi presencia que irradia de cada revelación de Mí Mismo puede ser suficiente para encender el corazón del ser humano e irradiar una luz brillante, pero si encuentra incluso la más mínima resistencia en la voluntad del ser humano, permanece ineficaz, porque es un resplandor divino que no tolera ninguna resistencia, pero tampoco irrumpe victoriosamente, para no ejercer ninguna compulsión sobre la voluntad del ser humano. Pero si la voluntad del humano está preparada, Mi poder de amor enciende un fuego insospechado, que llega a la conciencia del humano como amor ardiendo por Mí. Y una vez que se enciende el amor por Mí, la fuerza y el poder del adversario se rompen.

Yo quiero ser reconocido por Mis criaturas como Padre y por eso también Me revelo a ellas; Yo tengo que ser reconocido por ellas si quieren sentirme presente.... Sólo entonces comienza el proceso de desarrollo, la transformación del ser que todavía está en los lazos de Mi adversario, hasta que Me ha reconocido, y ahora también se esfuerza hacia Mí. Siempre que a los humanos todavía se les transmite el conocimiento de que hay un Dios Que creó el Cielo y la Tierra, también es posible todavía alcanzar una fe viva en esto y alcanzar el objetivo en la Tierra.

Pero si este conocimiento se oculta a los humanos, de modo que el ser humano permanece completamente ignorante acerca de su origen, de Mí como su Creador y Padre, entonces el adversario usa su poder sin justificación y cae en el juico más severo, entonces excede su autoridad e impide la prueba de la voluntad del ser humano que ha de decidir en la Tierra entre él y Yo, para lo cual, sin embargo, es necesario el conocimiento de Mí y de él para poder decidirse. Yo quiero ser reconocido, pero él no, y por eso también impediría que los humanos Me reconocieran, si Yo le concediera esta libertad. Pero tan pronto como excede su poder, también se pronuncia su juicio; Será atado nuevamente, como se ha proclamado en Palabra y Escrito....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.