Yo os doy a conocer Mi voluntad, pero no os obligo a cumplirla. Pero quiero que viváis según Mi voluntad por amor a Mí, de modo que sea vuestro libre albedrío de cómo viváis vuestra vida, y que por tanto también seáis responsables de vuestra alma, la que determina vuestra voluntad. Pero para que conozcáis Mi voluntad, cuido constantemente de que os sea presentada, y así recibáis Mi Palabra.... Cómo os es transmitida ahora depende nuevamente de vuestra actitud hacia Mí.
Es traído desde afuera a aquellos que aún no han encontrado la actitud correcta hacia Mí, para que puedan establecer la relación correcta para poder escuchar Mi Palabra también interiormente. Está dirigida intelectualmente a aquellos que buscan y envían sus pensamientos al infinito.... Mi Palabra está dirigida a ellos en forma de pensamientos que ellos consideran como de su propio origen, pero que siempre están en conformidad con la proclamación de Mi voluntad a través de la Palabra escrita. Otros desean escucharme, son creyentes y mantienen un diálogo silencioso Conmigo, y Yo puedo revelarme a ellos a través de la voz interior. Mi Palabra, pues, llega a ellos en la forma más pura; es Mi voluntad expresada, que se da a conocer a quienes quieren trabajar como obreros en Mi viña, quienes por tanto deben transmitir Mi Palabra, que les ha sido comunicada, a sus semejantes en Mi nombre.
Así que Yo Me encargo de que el Evangelio sea llevado al mundo, de que todos los seres humanos tomen conciencia de Mi voluntad, que deben cumplir si quieren salvarse. Pero Yo dejo a cada uno su libre albedrío.... Y es por eso que Mi Palabra siempre debe ser presentada en una forma que no necesariamente influya en los humanos, y por lo tanto pueda ser reconocida fácilmente como Mi Palabra, pero nunca debe ser concluyente, es decir, nunca debe obligar a los humanos a aceptarla como siendo de origen divino incondicional.
Y por eso siempre debo dejaros entrar en dudas una y otra vez, para que tengáis que usar vuestra propia voluntad, que debe decidirse libremente para aceptar o rechazar lo que se os ofrece desde lo alto como pura verdad. Porque Mi Palabra no debe haceros no libres; no debe determinaros a creer si vuestra fe es todavía demasiado débil. La Palabra misma debe fortalecer vuestra fe; en vuestro libre albedrío debéis esforzaros por una fe fuerte y sacar la fuerza para hacerlo de Mi Palabra. Pero mientras tengáis todavía una fe débil, no puedo llevaros a una fe fuerte mediante pruebas evidentes, porque debéis creer, pero no saber, es decir, debéis llegar al conocimiento mediante la fe, pero no eliminar la fe mediante un conocimiento demostrado, porque entonces ya no se puede hablar de una libre decisión.
Cumplid mi voluntad.... vivid en el amor, y también podréis creer y no necesitaréis ninguna prueba.... Estableced la relación correcta Conmigo.... Orad por una fe fuerte, pedidme que os ayude, entonces probaréis la fe correcta a través de vuestra oración, experimentaréis un fortalecimiento que hará desaparecer toda duda en vosotros.... podréis creer porque tenéis la voluntad de hacerlo y Yo ayudo a todo aquel que se esfuerza hacia Mí por su propia y libre voluntad....
amén