Nicht das Wissen des Menschen macht seine Seligkeit aus, sondern das Verwerten des Wissens, weil dazu Liebe nötig ist und die Liebe allein beseligend wirkt. Und so kann der Mensch wohl ein Wissen besitzen, ohne in der Liebe zu leben. Dann aber ist es nur ein pures Verstandeswissen, gewonnen durch Studium, durch eifriges Nachdenken über Probleme, die wohl in geistiges Gebiet ragen, aber erst dann Geisteswissen genannt werden kann, wenn der Mensch durch ein Liebeleben vom Geist in sich darüber belehrt worden ist. Ein umfangreiches Wissen aufgenommen zu haben garantiert noch nicht den Besitz desselben, denn was durch Verstandestätigkeit gewonnen wurde, ist ebenso vergänglich wie jegliches irdische Wissen, selbst wenn es geistigen Inhalts ist. Es ist ein totes Wissen, das schon auf Erden keine belebende Wirkung hat und im Jenseits gänzlich verlorengeht. Erst die Liebe erwecket den Buchstaben zum Leben, erst die Liebe gibt Verständnis für geistiges Wissen, und erst die Liebe läßt dieses Wissen beglückend sein.... Die Liebe aber gibt ständig ab, was sie selbst beglückt, um auch den Mitmenschen zu beglücken. Das Wissen wird aber wieder erst dann beglücken, so es mit liebendem Herzen empfangen wird....
Daraus ersehet ihr Menschen, daß immer nur die Liebe den Wissensgrad bestimmt, in dem die Menschen stehen, denn wenngleich einem liebenden Menschen das Wissen noch mangelt, wird er aber sofort Verständnis dafür haben, so es ihm unterbreitet wird. Die Liebe erkennt die Wahrheit, und die Liebe verwertet sie auch.... Wer die rechte Wahrheit hat, kann nicht anders als sie weiterleiten, weil ihn die Liebe dazu treibt, er aber auch in der Liebe stehen muß, um sie als Wahrheit erkannt zu haben. Dennoch kann der Mensch auch für ein Wissen eintreten, das nicht der Wahrheit entspricht, dann aber soll er sich selbst schonungslos Antwort geben auf die Frage: In welchem Grade bin ich liebewillig?.... Und diese Antwort ist auch der Gradmesser für die Wahrheit dessen, was er vertritt. Ein liebetätiger Mensch ist voller Eifer, Gott zu dienen, weil er Ihn erkannt hat als Vater und Schöpfer von Ewigkeit, als das vollkommenste Wesen, von Dem er sich geliebt weiß. Und darum wird er Ihm dienen mit ganzem Herzen und ganzer Seele, auch wenn es nicht nach außen erkenntlich ist. Aber eines wird er nicht versäumen, die Mitmenschen hinzuweisen auf Ihn und sie zum Glauben an Ihn zu bewegen suchen.... Denn wer selbst glaubt, will auch den Mitmenschen dazu bringen, sich dem Vater als Kind hinzugeben. Und darum wird er stets, was er selbst weiß, dem Mitmenschen zuleiten. Dieses Wissen ist volle Wahrheit und steigert sich mit zunehmender Liebetätigkeit. Verstandeswissen dagegen wird berufsmäßig weitergegeben, und dies ist zumeist mit irdischen Interessen verbunden. Die Liebe gibt, ohne Entgelt zu fordern, wer aber solches fordert, steht nicht in der Liebe, sondern nur im Beruf.... Er schlägt aus seinem Verstandeswissen Nutzen und setzt die Liebe erst an zweite Stelle. Und dieses Wissen wird nicht viel Segen stiften, es regt nur wieder zur Verstandestätigkeit an, das Herz aber bleibt unberührt und lernt nicht die Seligkeit des Empfangens der Wahrheit kennen. Denn das Wissen kann die Wahrheit sein, wird aber ohne Liebe nicht als solche erkannt. Darum pfleget als erstes die Liebe, und was euch dann an Wissen geboten wird, das teilet in Liebe wieder aus.... Dann erst vermehrt sich euer Wissen und bleibt euer geistiges Eigentum, das unvergänglich ist und euch im jenseitigen Reich zu beglückender Tätigkeit befähigt und wieder Seligkeit bereitet.
Amen
ÜbersetzerNo es el conocimiento del ser humano lo que lo hace bienaventurado, sino la utilización del conocimiento, porque esto requiere amor y sólo el amor tiene un efecto bendito. Y así el ser humano puede poseer conocimiento sin vivir en el amor. Pero entonces es sólo conocimiento intelectual puro, adquirido a través del estudio, a través de una diligente reflexión acerca de problemas que probablemente pueden extenderse al reino espiritual, pero que sólo pueden llamarse conocimiento espiritual cuando el ser humano ha sido instruido acerca de ello por el espíritu dentro de sí mismo a través de una vida de amor.
Haber absorbido un conocimiento amplio todavía no garantiza la posesión del mismo, porque lo que ha sido adquirido a través de la actividad intelectual es tan transitorio como cualquier conocimiento terrenal, incluso si es contenido espiritual. Es un conocimiento muerto que no tiene ningún efecto vivificante en la Tierra, y se pierde completamente en el más allá. Sólo el amor da vida a la letra, sólo el amor da comprensión del conocimiento espiritual, y sólo el amor hace que este conocimiento sea dichoso.... Pero el amor regala constantemente, lo que le hace feliz a sí mismo para hacer feliz también a su semejante. Pero el conocimiento sólo traerá felicidad si se recibe con un corazón amoroso....
De esto podéis ver que sólo el amor determina el grado de conocimiento en el que se encuentran los humanos, pues incluso si a un ser humano amoroso todavía le falta conocimiento, lo comprenderá inmediatamente si se le presenta. El amor reconoce la verdad, y el amor también la utiliza.... Quien tiene la verdad correcta no puede hacer otra cosa que transmitirla, porque el amor le impulsa a hacerlo, pero también debe permanecer en el amor como para haberla reconocida como verdad. Sin embargo, un ser humano también puede defender un conocimiento que no corresponde a la verdad, pero entonces también debe darse una respuesta implacable a la pregunta: “Hasta qué punto estoy dispuesto a amar”.... Y esta respuesta es también la medida de la verdad de lo que representa.
Un ser humano activo en el amor está lleno de celo por servir a Dios porque Lo ha reconocido como Padre y Creador desde la eternidad, como el Ser más perfecto por Quien se sabe amado. Por eso Le servirá con todo su corazón y alma, aunque no sea evidente por fuera. Pero hay una cosa que no dejará de hacer; señalarle a Él a sus semejantes y tratar de moverlos para que crean en Él.... Porque quien cree en Él también quiere persuadir a sus semejantes para que se entreguen al Padre como hijos. Y por eso transmitirá a sus semejantes lo que él mismo sabe. Este conocimiento es plena verdad y aumentará con la creciente actividad del amor. El conocimiento intelectual, por lo contrario se transmite profesionalmente y suele estar relacionado con intereses terrenales.
El amor da sin pedir nada a cambio, pero quien pide tal cosa no está en el amor, sino solamente en la profesión.... Saca provecho de sus conocimientos y pone el amor en segundo plano. Y este conocimiento no traerá mucha bendición; Sólo estimulará la actividad intelectual, pero el corazón permanecerá sin tocar y no experimentará la dicha de recibir la verdad. Porque el conocimiento puede ser la verdad, pero sin amor no puede ser reconocido como tal. Por lo tanto, primero cultivad el amor, y entonces compartid con amor cualquier conocimiento que se os ofrezca.... Sólo entonces vuestro conocimiento aumentará y seguirá siendo vuestra propiedad espiritual, que es imperecedera y os permitirá participar en actividades dichosas en el reino del más allá y os preparará una vez más para la dicha....
amén
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