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Stadium der Unkenntnis.... Erkenntnis....

In den Stadien der Vorentwicklung des Menschen ist der Wille des Geistigen noch gebunden, und darum ist seine Aufwärtsentwicklung sicher, weil der gebundene Wille ein in göttlicher Ordnung sich erfüllendes Naturgesetz bedeutet, also der Wille des Geistigen sich dem göttlichen Willen unterordnet, wenn auch in einem gewissen Mußzustand. Es ist diese Vorentwicklung also ein Übergangsstadium zwischen der völligen Unreife, also Gottferne, und dem Stadium, wo das Geistige so weit entwickelt ist, daß es sich selbst als Gott-fern erkennen und Gott nun bewußt anstreben kann. Und diesen Grad des Erkennen-Könnens muß das Wesenhafte erreicht haben, bevor es sich als Mensch verkörpern kann zur Ablegung der letzten Willensprobe auf Erden. Die völlige Unkenntnis des gefallenen Geistigen würde ein bewußtes Aufwärtsstreben ausschalten, denn die Finsternis, die es gefangenhält in äußerster Gottferne, ist Unkenntnis über das höchste Wesen, aus Dem es einst in Vollkommenheit hervorgegangen ist. Aus dieser totalen Finsternis muß das Wesen herausgeführt werden in einen Zustand, wo es Licht erkennen kann, wenn es willig ist. Und also ist das Stadium als Mensch gleichzeitig ein Stadium des Lichtes, das vom schwächsten Dämmerlicht zur hellsten Leuchtkraft sich entfalten kann, wenn es der Mensch selbst will.... d.h., die Fähigkeit zu erkennen hat der Mensch, und er kann den Zustand der Unkenntnis wandeln in einen Zustand tiefsten Wissens und sonach aus dem Dunkel der Geistesnacht in das hellste Licht des Tages treten. Nur muß sein Wille selbst tätig werden. Die Geistesnacht ist bei Beginn seiner Verkörperung als Mensch nicht mehr undurchdringlich, sie ist einem überaus schwachen Dämmerlicht gewichen.... der Erfolg des endlos langen Erdenganges zuvor, wo das Geistige durch tiefstes Dunkel hindurchgehen mußte unter der Führung Gottes, die es aber nicht erkannte. Es wäre für das Geistige unmöglich, diesen langen Gang zurückzulegen ohne Gottes Beistand, und so es also nicht im Mußzustand den bestimmten Reifegrad erreichte, würde es ewig in äußerster Gottferne verweilen, in äußerster Kraftlosigkeit, und die Kluft wäre unüberbrückbar. Gott Selbst also hat die Brücke geschaffen durch Sein Schöpfungswerk, das nur dazu dient, das Wesenhafte zwangsmäßig einen Weg gehen zu lassen, den es aus eigener Kraft und eigenem Willen niemals zurücklegen könnte und würde. Dennoch ist auch im Stadium als Mensch das Geistige noch in Gefahr, den Abstand von Gott zu vergrößern, anstatt ihn zu verringern, weil nun der freie Wille in Aktion tritt, der Mensch also sich dem Gesetz der göttlichen Ordnung, dem göttlichen Willen, widersetzen kann und er dann in völliger Unkenntnis bleibt über das Wesen Gottes, was gleich ist dem Zustand der Finsternis zuvor. Und nun gibt Gott ihm wieder außergewöhnliche Hilfe durch Jesus Christus, den göttlichen Erlöser.... Wo der Wille des Menschen zu schwach ist, er aber von Gott in seiner Freiheit nicht beschnitten wird, kann er gestärkt werden durch Gottes Hilfe, doch auch dazu ist der freie Wille des Menschen erforderlich, denn es gilt die letzte Erlösung aus der Form, die nur im freien Willen stattfinden kann. Das Geistige ist von sich aus so schwach, daß ihm in seiner ganzen Entwicklungszeit Hilfe gewährt werden muß, wozu die Liebe Gottes auch immer bereit ist. Doch im letzten Stadium muß das Wesen mithelfen, es muß selbst wollen, daß ihm geholfen werde, dann kann es leicht die letzte Erdenlebensprobe bestehen, es kann zur Erkenntnis kommen und bewußt Gott zustreben, es kann mit Hilfe des göttlichen Erlösers einen überaus starken Willen aufbringen und in kurzer Zeit sein Ziel erreichen.... sich völlig zu lösen aus dem Bereich der Finsternis, die Kluft zu Gott zu überbrücken, und wieder in den Zustand der Kraft und Freiheit zurückkehren, der sein Urzustand war.... wieder mit Gott innig verbunden zu sein und in Seligkeit zu leben bis in alle Ewigkeit....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

Etapa de ignorancia.... Conocimiento....

En las etapas de pre-desarrollo del ser humano, la voluntad de lo espiritual todavía está atado y, por lo tanto, su desarrollo ascendente es seguro, porque la voluntad atada significa una ley natural cumpliéndose en el orden divino, es decir, la voluntad de lo espiritual está subordinada a la voluntad divina, aunque sea en cierto estado obligatorio. Este pre-desarrollo es una etapa de transición entre la inmadurez total, es decir, la distancia de Dios, y en el estado en que lo espiritual está tan desarrollado que puede reconocerse a sí mismo como alejado de Dios y ahora puede esforzarse conscientemente hacia Dios. Y el ser debe haber alcanzado este grado de capacidad de reconocimiento antes de poder encarnarse como ser humano para pasar la prueba final de la voluntad en la Tierra.

La completa ignorancia de lo espiritual caído impediría cualquier esfuerzo consciente hacia arriba, porque las tinieblas que lo mantienen cautivo en la máxima distancia de Dios es la ignorancia acerca del Ser Supremo del que una vez surgió en perfección. El ser debe ser sacado de esta oscuridad total a un estado en el que pueda reconocer la luz si así lo desea. Y así el estado de ser humano es al mismo tiempo un estado de luz, que puede desarrollarse desde el más débil crepúsculo hasta la más brillante luminosidad si el ser humano mismo así lo desea.... es decir, el ser humano tiene la capacidad de reconocimiento y puede cambiar el estado de ignorancia en un estado de más profundo conocimiento y así salir de la oscuridad de la noche espiritual a la luz más brillante del día. Sólo su voluntad misma debe volverse activa.

Al comienzo de su encarnación como ser humano, la noche espiritual ya no es impenetrable, ya ha dado paso a un crepúsculo extremadamente débil.... el éxito del largo viaje interminable por la Tierra, donde lo espiritual tuvo que pasar por las tinieblas más profundas bajo la guía de Dios, pero que no reconoció. Para lo espiritual sería imposible recorrer este largo camino sin el apoyo de Dios, y si no alcanzara cierto grado de madurez en el estado obligatorio, permanecería para siempre en la máxima distancia de Dios, en la máxima impotencia, y la brecha sería insalvable. Dios Mismo creó el puente a través de Su obra de creación, que sólo sirve para obligar al ser a tomar un camino que nunca podría y recorrería por su propia fuerza y voluntad.

Sin embargo, incluso en la etapa humana, lo espiritual todavía corre peligro de aumentar la distancia con Dios en vez de reducirla, porque ahorra entra en acción el libre albedrío, y el ser humano entonces pueda resistir la ley del orden divino, la voluntad divina y entonces permanece en completa ignorancia acerca del Ser de Dios, que es similar al estado de oscuridad anterior. Y ahora Dios le vuelve a prestar una ayuda extraordinaria por medio de Jesucristo, el divino Redentor.... Donde la voluntad del ser humano es demasiado débil, pero su libertad no está restringida por Dios, puede ser fortalecida por la ayuda de Dios, pero para eso también se requiere el libre albedrío del ser humano, porque lo que cuenta es la liberación definitiva de la forma, que sólo puede tener lugar en el libre albedrío.

Lo espiritual por sí mismo es tan débil que se le debe brindar ayuda durante todo su desarrollo, sea lo que sea que el amor de Dios esté dispuesto a hacer. Pero en la etapa final el ser debe cooperar, él mismo debe querer ser ayudado, entonces podrá superar fácilmente la pruebe final de la vida en la Tierra, podrá llegar al conocimiento y esforzarse conscientemente hacia Dios, podrá reunir una voluntad extremadamente fuerte con la ayuda del divino Redentor y alcanzar su objetivo en poco tiempo.... romper completamente con el reino de las tinieblas, cerrar la brecha hacia Dios y regresar al estado de fuerza y libertad que era su estado original.... estar nuevamente conectado íntimamente con Dios y vivir en la dicha hasta la eternidad....

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise