Ein unnennbares Glück ist die Vereinigung mit Gott, denn es schließt das vollkommen-gewordene Wesen sich wieder mit der höchsten Vollkommenheit zusammen, und die Vollkommenheit ist der Inbegriff der Seligkeit, weil das vollkommene Wesen pur Liebe ist und Liebe immer nur Seligkeit sein kann im Geben wie im Empfangen. Mit der göttlichen Liebe vereint zu sein ist die höchste Glückseligkeit, weil das Wesen nun von Kraft und Licht durchflutet ist und in aller Weisheit schaffen und gestalten kann nach seinem Willen, der gleichzeitig auch der Wille Gottes ist. Das Wesen, das in seiner Kraftfülle unentwegt tätig sein kann, muß auch überaus glücklich sein, ist doch die Tätigkeit des urgeschaffenen Geistigen Bestimmung gewesen, die es unbeschränkt ausführen konnte zu seiner Seligkeit. Es hat sich wohl diese Seligkeit verscherzt durch eigene Schuld, doch sein Streben bleibt der Zustand der unbeschränkten Tätigkeit, d.h., solange es gehindert wird darin, fühlt es sich nicht glücklich und frei.... Und darum verhilft Gott allem Wesenhaften wieder dazu, den Urzustand zu erreichen, wenngleich der Wille des Wesenhaften lange Zeit Widerstand leistet. Der Urzustand aber bedeutet immer Zusammenschluß mit Gott.... weil Kraft und Licht dem Wesenhaften erst dann in aller Fülle zuströmen kann, so es innig mit Gott vereinigt ist. Dann fällt von dem Wesen jegliche Schwäche ab, nichts ist ihm dunkel, d.h., es mangelt ihm nicht an Weisheit, es steht im höchsten Licht, in der vollsten Erkenntnis, die immer für das Wesenhafte beglückend ist. Und alles, was es besitzt, will es nun austeilen, weil es selbst zur Liebe geworden ist und diese Liebe das Wesen unaufhörlich antreibt, andere Wesen zu beglücken, die noch nicht den gleichen Reifegrad erreicht haben. Ständig austeilen trägt ihm selbst aber auch ständiges Empfangen ein, und beides bedeutet für das Wesen Seligkeit. Nun kann es auch nimmermehr abfallen von Gott, es hat Gott als Ausgang erkannt, es hat Seine Kraft gespürt und als Seligkeit empfunden, und nimmermehr kann der Gegner Gottes das Wesenhafte zurückgewinnen, das Gott als seinen Vater erkannt, also zu Ihm zurückgefunden hat. Gott aber betreut Seine Kinder mit übergroßer Liebe, Er lässet sie unentwegt tätig sein, d.h. nach eigenem Ermessen Schöpfungen beleben und wieder dem Wesenhaften beistehen, das noch unreif ist und in Gott seinen Vater nicht erkennt. Die Fürsorge um das unreife Geistige beglückt das vollkommene Geistige unsagbar, denn nun kann es wieder seine Liebe zum Ausdruck bringen und die ihm ständig zuströmende Kraft wirksam werden lassen. Und es ist ein immerwährendes Wirken in Liebe im geistigen Reich, das auch auf der Erde spürbar ist. Denn das Vollkommene ruhet nicht, bis auch das Unvollkommene seinem Ziel zustrebt, sich mit Gott zu vereinigen und also zurückzukehren zu Dem, von Dem es ausgegangen ist, um unaussprechlich selig zu werden bis in alle Ewigkeit....
Amen
ÜbersetzerUna felicidad indescriptible es la unificación con Dios, porque el ser que se ha vuelto perfecto se une nuevamente a la perfección suprema, y la perfección es el epítome de la bienaventuranza porque el ser perfecto es amor puro y el amor sólo puede ser bienaventuranza en el dar como en el recibir. Estar unido al Amor divino es la dicha más elevada, porque el ser ahora está inundado de poder y luz y puede crear y formar con toda sabiduría según su voluntad, que es también la voluntad de Dios.
El ser que puede estar constantemente activo en su plenitud de poder también tiene que ser sumamente feliz, ya que la actividad del ser espiritual originalmente creado era la determinación que podía llevar a cabo sin limitación para su felicidad. Puede que haya perdido esta felicidad por su propia culpa, pero su esfuerzo sigue siendo el estado de la actividad irrestricta, es decir, mientras se le impide hacerlo, no se siente feliz y libre.... Y por eso Dios ayuda a todo ser a lograr nuevamente el estado original, aunque la voluntad del ser resista por mucho tiempo. Pero el estado original siempre significa unificación con Dios.... porque el poder y la luz sólo pueden fluir al ser en toda su plenitud cuando está íntimamente unido con Dios.
Entonces toda debilidad desaparece del ser, nada le resulta oscuro, es decir, no le falta sabiduría, se encuentra en la luz más elevada, en la cognición más plena, que siempre es un estado de felicidad para el ser. Y ahora quiere distribuir todo lo que posee porque él mismo se ha convertido en amor y este amor le impulsa constantemente a hacer felices a otros seres que aún no han alcanzado el mismo grado de madurez. Dar constantemente también le trae consigo recibir constantemente, y ambos significan dicha para el ser. Ahora ya no podrá alejarse jamás de Dios, ha reconocido a Dios como el punto de partida, ha sentido Su poder y lo ha percibido como bienaventuranza, y el oponente de Dios nunca podrá recuperar la esencia que reconoció a Dios como su Padre y así encontró su camino de regreso a Él.
Pero Dios cuida a Sus hijos con excesivo amor, les permite estar constantemente activos, es decir, vivificar creaciones a su discreción y apoyar a la esencia que aún es inmadura y no reconoce su Padre en Dios. El cuidado por lo espiritual inmaduro hace a lo espiritual perfecto indeciblemente feliz, porque ahora puede expresar su amor una vez más y dejar que el poder que fluye constantemente hacia él se haga efectivo. Y es una obra constante de amor en el ámbito espiritual, que también se puede sentir en la Tierra. Porque lo perfecto no descansa hasta que lo imperfecto se esfuerza también hacia su objetivo de unificarse con Dios y así regresar a Aquel de Quien surgió, para volverse inexpresablemente feliz por toda la eternidad....
amén
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