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Zustand der Seele im Jenseits, die noch an der Materie hängt....

Alles Irdische findet seinen Abschluß mit dem leiblichen Tode des Menschen. Es gibt nichts, was der Mensch hinübernehmen könnte davon ins Jenseits. Nur was seine Gedanken begehren, wird er drüben vorfinden, und sind diese Gedanken noch sehr mit der Materie, mit irdischen Gütern, verbunden, so wird ihm seine Phantasie diese Güter auch im Jenseits vorgaukeln, entsprechend seiner Begierde, jedoch werden diese nicht mehr irdisch greifbar existieren. Also es lebt dann der Mensch außerhalb der Erde, jedoch innerhalb dessen, was er sich selbst in seiner Gedankenwelt aufbaut. Und so muß der Mensch, der sich noch nicht völlig trennen kann von der Materie, den gleichen Kampf dagegen aufnehmen wie auf Erden; er kann nicht eher in das Reich des Geistes eingehen, bis er seine Begierden überwunden und sich davon frei gemacht hat. So kann das Erdenleben wohl beendet sein, nicht aber sein irdischer Zustand, soweit er von dem Wesen selbst empfunden wird. Es ist dies ein bedauernswerter Zustand, ein Zustand unerfüllter Begierden, qualvollen Verlangens und ständiger Enttäuschung, ein Zustand ständiger Unzufriedenheit und peinigender Selbstvorwürfe, oder.... was noch schlimmer ist.... ein apathisches Versinken in tiefster Dunkelheit, wo das Wesen unzugänglich ist jeder Hilfeleistung und Belehrung und keinerlei Willen aufbringen kann, seine Lage zu bessern. Was sie auf Erden zurückgelassen hat, das sucht die Seele, nun immer wieder zu erringen, sie hält sich vorwiegend dort auf, wo sie auf Erden lebte, und sieht und verfolgt alles, was geschieht. Und es ist dies eine nutzlos verbrachte Zeit, die ihr keine Änderung der Lage einträgt und auch keine Änderung ihres Denkens bringt. Erst nach unsagbar langer Zeit erkennt sie ihren erbarmungswürdigen Zustand, sie erkennt, daß sie keine Verbindung mehr mit der Erde hat, und sieht das Hoffnungslose ihrer Bemühungen ein, irdische Güter zu erringen oder festzuhalten. Es folgt diesem Erkennen eine Zeit tiefster Verzweiflung, die so lange anhält, bis das Wesen dem Drängen hilfsbereiter Seelen nachgibt und sich zur Tätigkeit entschließt, die es aus seinem entsetzlichen Zustand befreit.... Es kann nun der Weg der Höherentwicklung unglaublich schnell zurückgelegt werden, so einmal das Wesen erkannt hat. Dann sucht es kraft seines Willens, den es noch immer sein eigen nennt, dem Dunkelheitszustand zu entfliehen, und ein solches Verlangen wird weitgehendst unterstützt. Es wird sich nun willig trennen von jeglichem Verlangen, das noch irdischen Gütern galt, es wird nichts anderes mehr begehren als Licht und Freiheit, und sein eigener qualvoller Zustand läßt es mitfühlend werden für das Los der anderen unerlösten Seelen. Und nun beginnt die Liebe in ihm tätig zu werden, indem es nun seine Hilfe den Wesen zuwendet, die noch tiefere Dunkelheit umhüllt. Und nun erlöst sich das Wesen durch die Liebe, die es seinen Leidensgefährten zuwendet, und es folgt willig der Führung der Lichtwesen, indem es sich von diesen belehren läßt und nun seinerseits wieder die Wesen aufklärt, denen es dadurch Hilfe bringen kann. Frei wird das Wesen erst, wenn es jegliches Verlangen nach der Materie in sich getötet, d.h. überwunden hat. Gelingt dies dem Wesen noch auf Erden, so kann es unbeschwert in das Jenseits eingehen, und sein Zustand wird ihm Licht und Wissen eintragen, doch unbeschreiblich mühselig ist der Weg zur Höhe für die Seele, die noch an die Güter dieser Welt gekettet ist, denn bevor sie diesen Hang nicht überwunden hat, kann sie nicht in Lichtsphären eingehen und muß also endlose Zeiten der Qualen auf sich nehmen, bis sie endlich erkennt.... um dann aber rastlos an sich zu arbeiten und nachzuholen, was sie auf Erden versäumt hat.... Liebe zu geben, um durch die Liebe sich und ihresgleichen zu erlösen....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

El estado de las almas en el más allá que todavía están adheridas a la materia....

Cualquier vida terrestre encuentra su final en la muerte corporal del hombre. No hay nada que el hombre pueda llevar al otro lado. Solo lo que anhelan, sus pensamientos puede encontrar en el más allá, y si son pensamientos que están muy enlazados todavía con la materia, con bienes terrestres, su fantasía se lo finge también en el más allá, según sus anhelos, pero no existirán para tocarlos. Entonces el hombre vive con lo que se monta por su propia mente. Entonces un hombre que no se ha soltado de su materia, tiene que vivir la misma lucha como en la tierra; no podrá entrar en el reino de lo espiritual antes de haber sido superado y liberado de la materia. Así su vida terrestre se ha terminado, pero no su estado terrestre si el ser lo siente así. Es un estado deplorable, un estado de deseos sin cumplir, anhelos tormentosos y decepciones continuas, un estado continuo de desagrado y de autoinculpación tormentosa, o.... lo que aun es pero.... la hundición apática en una oscuridad profunda, donde el alma está lejos de cualquier prestación de ayuda y apoyo y no puede levantar la voluntad de mejorar su situación. El alma busca lo que ha dejado atrás en la tierra, intenta recordarlo, se mueve por allí donde ha vivido en el mundo y ve y persigue todo lo que pasa. Y es un tiempo perdido que no le alivia su situación y que tampoco cambia su manera de pensar. Solo después de un tiempo muy largo reconoce su estado deplorable, reconoce que ya no tiene conexión con la tierra y se encuentra con la situación desesperada de sus esfuerzos lograr o agarrar a bienes terrestres. Del reconocimiento sigue un tiempo de profunda desesperación que dura hasta que ceda al empuje de almas ayudantes y se decida a activarse para liberarse de su estado horrible.... ahora se puede pasar el camino de ascenso muy rápidamente si el ser ha reconocido una vez. Ahora busca con la fuerza de su voluntad, que todavía lo mantiene, de huir del estado oscuro y un deseo de este tipo se apoya. Se separa con toda voluntad de cualquier deseo por la materia, solo anhela ahora la luz y libertad, y su propio estado tormentoso le hace sentir compasión por el destino de otras almas atadas. Y ahora el amor empieza a activarse en él, de manera que dirige su amor hacia los seres que están metidos todavía en una oscuridad profunda. Y ahora el ser se salva por amor que dirige hacia sus compañeros del sufrimiento, y sigue voluntariamente a los seres luminosos y su guión de manera que escucha a su enseñanza y empieza a enseñar a los seres que le puede traer ayuda con esto. Solo se libera cuando ha matado cualquier deseo por la materia en sí mismo, es decir, cuando lo ha superado. Si el ser lo consigue todavía en la tierra, puede entrar sin carga ninguna al más allá y su estado le traerá luz y conocimiento, pero el camino hacia lo alto cuesta mucho para el alma que todavía está adhesiva a los bienes de este mundo, porque no podrá entrar a la esfera de la luz antes de haber superado este deseo y tiene que soportar tiempos eternos de tortura hasta que reconozca finalmente a su estado.... para empezar entonces a trabajar en sí mismo sin parar y recuperar lo que no ha aprovechado en la tierra.... a dar amor para poder salvarse a sí mismo y a otros seres iguales donde el amor....

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Bea Gato