Kundgabe mit Übersetzung vergleichen

Weitere Übersetzungen:

Eintritt in das Jenseits.... Einfluß der Lichtwesen....

Das Tor zur Ewigkeit soll keinen Menschen schrecken, so ist es Gottes Wille.... Doch des Menschen Wille gehet nur zu oft einen anderen Weg und macht sich den Eintritt in das Jenseits anstatt zu einer Stunde seligster Freude zur Stunde tiefsten Bangens und Verlassenseins. Und die Güte Gottes hat ihm doch den rechten Weg gewiesen unzählige Male in seinem Erdenleben. Weil aber der Wille des Menschen nicht angetastet werden darf, beschränkt Sich der Vater im Himmel immer nur auf Hinweise aller Art, nicht aber, daß der Mensch zwangsweise einen Weg gehen muß, der sicher zum Ziel führt. Und so vermag der Mensch sich die Stunde der Trennung aus der Leibeshülle je nach eigenem Willen zur Freude oder zum Leid gestalten, und er wird ewiglich nicht in seinem Willen gehindert werden. Welche Mühe und Anstrengung es nun kostet von seiten der Lichtwesen, die einen jeden Menschen betreuen, das Erdenkind ständig auf den rechten Weg zu leiten.... so dieses nicht bewußt sein hohes Ziel verfolgt.... ist daraus zu ersehen, daß unentwegt diese Wesen die Erde umgeben und unentwegt ihre geistige Kraft den Erdenwesen zuströmen lassen. So die Menschen sich willig einer jeden Regung des Herzens überlassen möchten, wäre es für die sie betreuenden Wesen ein leichtes, die Menschen zu höchster Vollkommenheit zu gestalten; doch wie selten lebt ein Erdenkind in der klaren Erkenntnis, daß es auf Erden nur seiner Vervollkommnung leben soll, und wie selten ergibt sich daraus ein völliges Einfügen in den göttlichen Willen.... Weit eher liegen die Menschen im Kampf mit den sich ihnen aufdringen wollenden Gedanken, die den Menschen nach jener Richtung hin beeinflussen möchten.... Was sie tun sollen, um Gott-gefällig zu leben, sagt ihnen zumeist nicht zu; sie denken nicht an ihr Leibesende und den also unvollkommenen Zustand ihrer Seele, sondern nur an den Körper und dessen Wohlergehen, und es ist daher für die Lichtwesen unglaublich schwer, irgendwelchen Einfluß auszuüben auf solche Erdenkinder, und also die Hilfe sehr gering, die ihnen geboten werden kann, obgleich sie ihnen ungemessen zur Verfügung steht.... Aber es glaubt der Mensch, solcher Hilfe nicht zu bedürfen, weil er sich selbst stark genug wähnt, um sein Leben sich zu zimmern, und er an den eigentlichen Lebenszweck nicht recht denkt. Sehet, das ist der große Fehler der Menschheit, daß sie ihrer eigenen Kraft allzusehr vertraut.... und daher stolz und überheblich ist.... Der rechte Glaube muß bekundet werden durch demütiges Wesen. Je weniger der Mensch sich selbst vertraut, desto eher begehrt er Hilfe.... Und es ist wahrlich die rechte Hilfe von den im Licht stehenden Wesen zu erhoffen.... Es muß das Erdenkind unglaublich ringen, und seine Kraft würde vorzeitig erlahmen, wäre nicht geistige Hilfe jederzeit bereit für es.... Und diese geistige Hilfe warnet auch vor allzu schnellem Urteil, wenn es den Anschein hat, als wählet der Herr für Sein Wirken auf Erden geistig Vorgebildete, d.h. von vollkommenen Wesen wohlunterrichtete Menschen. Es könnte diese Auffassung die Menschen in ihrer Ansicht bestärken, daß der Wille Gottes dem Menschen dieses oder jenes Amt überweiset und es sonach belanglos sei, wie weit des Menschen geistiger Reifezustand ist.... O nein, es muß ein jeder Mensch ringen mit ganzer Kraft.... einmal um die Erkenntnis.... und dieses Ringen ist besonders schwer und daher hervorzuheben.... und dann um das Gefügigmachen seines Willens und widerstandsloses Einfügen in den göttlichen Willen. Nur wer seinen Willen dem Herrn aufopfert, wird erwählet zu einem Amt, das von ganz besonderer Wichtigkeit ist.... Eines jeden Menschen Ringen aber soll dahin führen, daß sich der Mensch seinen geistigen Hilfskräften überlasse und also sich von ihnen auf den rechten Weg führen lasse, der durch die Pforte zur Ewigkeit, also zu himmlischer Glückseligkeit mit vollster Sicherheit führt.... und ihr werdet nicht vor der Stunde des Todes zurückzuschrecken brauchen, sondern sie wird für euch nur eine Erlösung aus der körperlichen Hülle bedeuten....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

Entrada en el más allá.... Influencia de los seres de luz....

Es la voluntad de Dios, que la puerta de la eternidad no debe asustar a nadie.... pero la voluntad del hombre muy a menudo toma otro camino y hace que la entrada en el más allá en lugar de una dichosa alegría, sea una hora de profunda ansiedad y abandono. Y, sin embargo, la bondad de Dios le ha mostrado el camino correcto innumerables veces en la vida terrenal. Pero como la voluntad del ser humando no puede ser tocada, el Padre en el cielo siempre Se limita a todo tipo de avisos, pero no que el ser humano tenga que ir obligatoriamente por un camino que conduzca seguro a la meta. Y así el ser humano puede dar forma a la hora de la separación del caparazón corporal según su propia voluntad para la alegría o para el sufrimiento, y nunca se le impedirá hacer su voluntad.

Cuántos problemas y esfuerzos les cuesta a de los seres de luz que cuidan de cada ser humano, para guiar constantemente al niño terrenal por el camino correcto.... si éste no persigue su alto objetivo.... se puede ver en el hecho de que estos seres están contantemente rodeando la tierra y constantemente dejan que su poder espiritual fluya hacia los seres de la tierra. Si las personas se rindieran voluntariamente a cada movimiento del corazón, sería fácil para los seres que las cuidan, formar a las personas al más alto nivel de perfección, pero cuán raramente un niño terrenal vive con el claro conocimiento de que sólo debe vivir en la tierra para su propia perfección, y cuán raramente esto resulta en una completa integración de la voluntad divina....

Es mucho más probable que las personas luchen con los pensamientos que quieren imponerse a ellas, y que quisieran influir en las personas en esa dirección.... Lo que deberían hacer para vivir agradando a Dios en su mayoría no les atrae; ellas no piensan en el final de su cuerpo y el estado imperfecto de su alma, sino solo en el cuerpo y su bienestar, y por lo tanto, es increíblemente difícil para los seres de la luz ejercer alguna influencia sobre tales niños terrenales, y por lo tanto la ayuda que se les puede ofrecer es muy pequeña, aunque está a su disposición sin medida....

Pero las personas piensan que no necesitan esta ayuda porque creen que son lo suficientemente fuertes para construir su propia vida y realmente no piensan en el verdadero propósito de la vida. He aquí, el gran error de la humanidad que confía demasiado en su propia fuerza.... y por lo tanto es orgullosa y arrogante.... la fe correcta debe ser manifestada por un ser humilde. Cuanto menos confía una persona en si Misma, cuanto antes desee ayuda.... Y verdaderamente se puede esperar la ayuda adecuada de los seres que están en la luz....

El niño de la tierra tiene que luchar increíblemente y su fuerza caería prematuramente si la ayuda espiritual no estuviera siempre disponible para él.... Y esta ayuda espiritual también advierte contra el juicio demasiado precipitado, si parece que el Señor escogiera para Su obra en la tierra espiritualmente formados, es decir, hombres bien instruidos por seres perfectos. Este punto de vista podría reforzar la opinión de la gente de que la voluntad de Dios asigna este o aquel oficio a las personas y que, por lo tanto, es irrelevante cómo está el estado de madurez espiritual de la persona.

Oh no, todo ser humano tiene que luchar con todas sus fuerzas.... primero por el conocimiento (cognición).... y esta lucha es particularmente difícil y por eso debe ser enfatizada.... y luego por la docilidad de su voluntad y la integración en la voluntad divina sin resistencia. Solo aquel que sacrifica su voluntad al Señor será elegido para un oficio que es de una importancia muy especial.... Pero la lucha de todo ser humano debe llevar a que el ser humano se deje en manos de sus ayudantes espirituales y así se deje guiar por ellos en el camino correcto, que lleva a través de la puerta hacia la eternidad, es decir, a la dicha celestial con la mayor certeza.... y no necesitaréis rehuir la hora de la muerte, sino que solo significará la liberación del caparazón físico para vosotros....

amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise