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Der Wunder größtes aber ist die Liebe....

Der Wunder größtes aber ist die Liebe.... Und ihre Kraft gehet weit hinaus über die Grenzen des menschlichen Denkens. Das, was euch mangelt, wird euch die alles umfassende Liebe Gottes stets zuwenden. Davon zeuget das Wort Gottes, das euch geoffenbaret wird aus lichten Höhen, euch zum Trost und zur Erbauung in lebendiger Neugestaltung.... Denn alles das tut der Herr aus übergroßer Liebe zu den Kindern, denen Er ein ewiges Reich in himmlischer Glückseligkeit bieten möchte, und doch achtet die Menschheit der Beweise Seiner Liebe so wenig. Der Lebenswille des Menschen ist so stark, daß er nur mit Unbehagen der Stunde des Todes gedenkt.... und wo wiederum die leibliche Not oder Sorge den Menschen schwer belastet, dort sehnt der Mensch die Stunde des Todes herbei in der stillen Hoffnung, damit allem Leid entgehen zu können.... das Leben beendet zu haben.... Wo nun die göttliche Liebe nicht so langmütig besorgt wäre, die Menschen immer wieder auf die Ewigkeit hinzuweisen, wo wäre dann eines solchen Menschen Leben von irgendwelchem Zweck.... und der sein Leben nicht gern hingibt, dem würde gleichfalls das Leben nutzlos verstreichen, ließe ihm der Herr nicht immer wieder Liebesbeweise zugehen. Doch erfassen kann die Welt nicht in ihrer ganzen Größe des Himmels Liebe.... Der Erdenmensch weiß wohl, daß die Liebe alles belebt, doch in seinem irdischen Zustand ist das Erfassen der göttlichen Liebe nur begrenzt.... Alles, was er zu erkennen vermag, so er den Willen dazu aufbringt, ist, daß die Erdenkinder ununterbrochen betreut werden vom himmlischen Vater und daß sie zu Ihm bitten können und stets erhört werden, wenn diese Bitten ihrem Seelenheil gelten. Doch nur wenige vermögen, zu erfassen die unsagbar große Liebe, die den Herrn bewog, Sich für die Menschheit und deren Sünden Selbst zu opfern. Um dieses gewaltige Geschehen in seiner ganzen Größe würdigen zu können, muß dem Erdenkind schon ein helles Licht der Erkenntnis leuchten. (27.3.1938) Erfassen muß es, daß allen Erdenwesen des Himmels Herrlichkeit dereinst beschieden sein soll und daß Gottes Weisheit in endlos langer Zeit alle Mittel und Wege anwendet, um diesen Wesen diese Herrlichkeit erschließen zu können, denn was eingehet in das Reich Gottes, muß vollkommen und Gott-ähnlich sein, und es gehöret wiederum viel Geduld und Liebe dazu, den oft sich widersetzenden Geschöpfen den Weg zu weisen, der allein nur dorthin führen kann, wo die ewige Glückseligkeit sie erwartet. In Zeiten der Not glaubt oft der Mensch, verlassen zu sein vom himmlischen Vater, und doch ist Er ihm dann näher denn je. Es ist jede tiefe Not ein Zeichen von Gottes Barmherzigkeit und Liebe, wenngleich ihr das nicht als solche ansehen könnt oder wollt.... Denn wendet ihr euch, gezwungen durch diese Not des Herzens, der Ewigkeit entgegen, so ist die Liebe des himmlischen Vaters an eurem Herzen nicht spurlos vorübergegangen.... ihr habt den Ruf der Liebe vernommen und seid ihm gefolgt.... Und so wirket die Liebe des Herrn und Seine unendliche Geduld seit Ewigkeiten und wird nie aufhören, die Wesen zu Sich zu ziehen kraft dieser Liebe.... In Seiner qualvollsten Stunde, als der Herr am Kreuz gelitten und gestorben ist für die Menschheit, senkte sich die göttliche Liebe über das ganze Weltall.... Sie umfaßte ein jegliches Wesen und ließ den göttlichen Funken in allen Seelen entstehen, um so die Möglichkeit einer Vereinigung mit Gott, der ewigen Liebe, zu geben einer jeden Seele, die guten Willens ist und aus der Liebe wiedergeboren ward im Geiste....

Amen

Übersetzer
Dies ist eine Originalkundgabe von Bertha Dudde

Pero el mayor milagro es el amor....

Pero el mayor milagro es el amor.... Y su fuerza va más allá de los límites del pensamiento humano. Esto, de lo que estáis careciendo, el amor de Dios que todo lo abarca siempre se volverá hacia vosotros. La Palabra de Dios, que se os revela desde las alturas, da testimonio de esto, por consuelo vuestro y para la edificación espiritual en un viviente rediseño.... Porque el Señor hace todo esto por Su gran amor a los niños, a quienes quiere ofrecer un reino eterno en la bienaventuranza celestial y, sin embargo, la humanidad presta poca atención a la evidencia de Su amor.

La voluntad del hombre de vivir es tan fuerte que piensa en la hora de la muerte con incomodidad.... y donde de nuevo la necesidad física o la preocupación pesa mucho sobre el hombre, allí el hombre anhela la hora de la muerte en la tranquilla esperanza de poder escapar de todo sufrimiento.... de haber terminado con la vida.... Pero ahora el amor de Dios es seriamente preocupado constantemente de señalar a la gente a la eternidad, ¿cuál sería entonces la vida de una persona así para cualquier propósito?.... y aquel a quien no le gusta renunciar a su vida, su vida también pasaría inútilmente si el Señor no le mandaría repetidamente muestras de amor. Pero el mundo no puede captarlas en toda su grandeza el amor del cielo....

El hombre terrenal sabe bien que el amor lo vivifica todo, pero en su estado terrenal la comprensión del amor divino solamente es limitada.... Todo lo que es capaz de reconocer, si tiene de voluntad de hacerlo, es que los niños de la tierra son cuidados continuamente del Padre celestial y que pueden pedirle y siempre serán escuchados, si estas peticiones son para la salvación de sus almas. Pero solo unos pocos son capaces de captar el amor inexplicablemente grande que movió al Señor a sacrificarse Él Mismo por la humanidad y sus pecados. Para poder apreciar este gran acontecimiento en toda su magnitud, una brillante luz de reconocimiento ya debe iluminar al niño de la tierra.

(27.03.1939) Debe comprender que a todos los seres terrenales un día se les concederá la gloria del cielo y que la sabiduría de Dios utilizará todos los medios y formas en un tiempo infinitamente largo para poder abrir esta gloria a estos seres, porque lo que entra en el reino de Dios, debe ser perfecto y semejante a Dios, y nuevamente se necesita mucha paciencia y amor, para mostrarles a las criaturas que a menudo se resisten el camino que solo puede llevar a donde les espera la felicidad eterna.

En tiempos de necesidad, el hombre a menudo cree que ha sido abandonado por el Padre celestial y, sin embargo, está más cerca de él que nunca. Toda necesidad profunda es un señal de la misericordia y del amor de Dios, aunque no podáis o no queráis verlo como tal.... Porque entonces, forzados por esta necesidad del corazón, os volvéis hacia la eternidad, y entonces así el amor del Padre celestial no pasó por vuestro corazón sin dejar rastro.... Escuchasteis la llamada del amor y la seguisteis....

Y así, el amor del Señor y su infinita paciencia están obrando desde eternidades y nunca dejarán de atraer a los seres hacia Él en virtud de Su amor.... En Su hora más agonizante, cuando el señor sufrió y murió en la cruz por la humanidad, se bajó el amor divino y descendió sobre todo el universo.... Abrazó a todos los seres y dejó que la chispa divina surgiera en todas las almas para dar a cada alma la posibilidad de una unificación con Dios, el amor eterno, que es de buena voluntad, y a través del amor poder renacer de nuevo en espíritu....

Amén

Übersetzer
Übersetzt durch: Hans-Dieter Heise