Sareste rimasti eternamente separati da Me se non avessi compiuto per voi l’Opera della Redenzione, prendendo Io Stesso su di Me la vostra colpa e l’ho espiata tramite il Sacrificio sulla Croce, che ho compiuto nell’Uomo Gesù sulla Terra. Fra il Regno della Luce e quello della tenebra esisteva un crepaccio non pontificabile. Voi stessi non avreste mai potuto superare questo crepaccio, il Mio Regno vi era chiuso in eterno, perché la Mia Giustizia non avrebbe mai potuto accogliere voi, che siete diventati empi a causa della vostra caduta, prima che non fosse stata espiata la grande colpa. E l’Uomo Gesù ha prestato questo Sacrificio d’Espiazione, nel Quale Io Stesso ho preso dimora, perché il Suo puro Involucro umano lo permetteva, perché in un uomo empio non avrei mai potuto incorporarMi. Quindi doveva discendere un’Anima di Luce sulla Terra, nella libera volontà, per prestare l’Espiazione per i fratelli caduti per via della Mia Giustizia, che non si poteva raggirare secondo la Legge dall’Eternità, perché Io Sono un Essere perfetto, il Quale E’ ben in Sé l’Amore, ma che non E’ nemmeno pensabile senza Giustizia, per poter Essere considerato sublimemente perfetto. L’Uomo Gesù ha dato Soddisfazione a questa Giustizia mediante il Sacrificio sulla Croce, per il quale un’Anima di Luce ha offerto Sé stessa, per riportarMi le creature cadute, per edificare loro un ponte dal regno dell’oscurità nel Regno di Luce. Ma Io Stesso Ero nell’Uomo Gesù, perché l’Amore ha compiuto l’Opera della Redenzione, il Quale colmava totalmente l’Uomo Gesù e Gli dava anche la Forza, per prendere su di Sé le sofferenze ed i tormenti più difficili, di percorrere la via verso la Croce con la colpa di peccato dell’intera umanità e per dare la Sua Vita per questa colpa. Se in Lui non ci fosse stato questo Amore, non avrebbe davvero potuto portare un tale Sacrificio e questo Amore Ero Io Stesso, ho assunto l’Involucro dell’Uomo Gesù, Io, il più grande Spirito dell’Infinità, Mi sono manifestato in Lui, ho colmato l’Uomo Gesù con l’Amore, che è la Mia Sostanza Ur; Lui era totalmente irradiato dal Mio Amore, soltanto l’Involucro umano ha frenato l’Agire della Mia forza d’Amore, quando percorse l’ultima via verso la Croce, dove l’Uomo Gesù ha sofferto indicibilmente ed ha subito la più amara morte sulla Croce, per prestare l’Espiazione per l’incommensurabile colpa di peccato degli esseri una volta caduti da Me. Io Ero in Lui e Lui ha compiuto l’Opera della Divinizzazione della Sua anima nella libera volontà, che è l’ultima meta di tutti gli esseri creati da Me. Lui era totalmente fuso con Me, Lui Era Me ed Io Ero Lui, Io Ero diventato Uomo, Lui Era Dio, perché Era totalmente irradiato d’Amore e l’Amore E’ la Mia Sostanza Ur, mediante la morte sulla Croce di Gesù è stata espiata la grande colpa ed ora per voi uomini la via nel Regno di Luce è libera. Ma non siete redenti di colpo, perché la vostra libera volontà ha causato la caduta da Me e così anche la vostra libera volontà dev’essere disposta a ritornare a Me; vi dovete rendere conto della vostra colpa di un tempo e chiedere Perdono a Me in Gesù, altrimenti rimanete gravati con la vostra colpa e vi è sbarrato l’ingresso nel Regno di Luce. A voi uomini viene sempre e sempre di nuovo indicato Gesù Cristo e la Sua Opera di Redenzione, e vi viene spiegata e motivata la Missione spirituale dell’Uomo Gesù, ma lo dovete credere, perché non vi può essere data nessun’altra dimostrazione se non che ne conquistiate piena conoscenza, quando avete trovato la Redenzione tramite Gesù Cristo, perché la conseguenza della Redenzione tramite Gesù Cristo sarà sempre che al Mio Spirito non viene impedito l’Agire, che poi vi guida in tutta la Verità e questa è una dimostrazione assolutamente sicura, che ora avete trovato la Redenzione dalla vostra colpa ur. Ma dapprima dovete percorrere nella libera volontà la via verso la Croce, voi stessi dovete essere disposti e voler appartenere alla cerchia dei redenti tramite il Sangue di Gesù ed allora accetterete e valuterete davvero le Grazie dell’Opera di Redenzione. Allora vi trovate sulla via del ritorno a Me, allora avete preso il Ponte che Gesù ha edificato, che troviate l’ingresso nel Regno della Luce e della Beatitudine, la cui Porta Gesù vi ha aperto tramite l’Opera di Redenzione, nel Quale Ero Io Stesso e nel Quale Io Sono anche diventato per voi il Dio visibile, affinché Mi possiate una volta vedere da Volto a volto.
Amen
TraduttoreSiempre habríais quedado separados de Mí si Yo no hubiera consumado para vosotros la Obra de la Redención... si no me hubiera cargado Yo mismo con vuestra culpa y si no la hubiera expiado mediante el sacrificio en la cruz que Yo os hice en el Hombre Jesús.
Entre el Reino de la Luz y el reino de las tinieblas existía una franja insalvable, la que vosotros mismos nunca habríais podido franquear. Para vosotros mi Reino habría sido cerrado eternamente, porque a los que por vuestra apostasía habíais caído en el pecado, mi Justicia no habría podido acogeros antes de que la gran culpa estuviera expiada. Fue el Hombre Jesucristo que ha llevado a cabo este Sacrificio de Expiación - en El que Yo mismo había tomado morada porque su envoltura humana lo permitió... porque en un hombre pecador Yo no habría podido encarnarme.
Por eso tenía que ser un Alma de Luz que descendía a la Tierra con la libre voluntad de expiar la carga de los hermanos caídos, para cumplir con mi Justicia que, conforme Ley desde eternidades, no podía ser eludida. Yo soy un Ser perfecto que, por supuesto, es Amor en Sí, pero aun así este Ser no es imaginable sin Justicia - para poder ser considerado absolutamente perfecto...
Y a esta Justicia el Hombre Jesucristo ha correspondido mediante el Sacrificio en la cruz, para lo que su Alma de Amor se ofreció a sí misma para recuperar las criaturas caídas... para construirles un puente desde el reino de las tinieblas al Reino de la Luz. Y Yo mismo me hallaba en el Hombre Jesús, porque el Amor llevó la Obra a cabo... porque el Amor colmaba al Hombre Jesús absolutamente del todo, y le dio la Fuerza para cargarse con los sufrimientos y tormentos más duros... para ir el camino del Calvario a la cruz, cargado con la culpa del pecado de toda la humanidad, y para sacrificar su vida a esta culpa.
Si en Jesús no hubiera morado este Amor, de ninguna manera habría podido realizar semejante sacrificio; y el Amor era Yo mismo pues Yo ocupé la envoltura del Hombre Jesús... Yo –el mayor Espíritu de la Infinitud– me manifestaba en Él... Yo colmé al Hombre Jesús con Amor, que es mi Esencia primaria. Él estaba totalmente penetrado de mi Amor, sólo cuando se puso en el último camino –él del Calvario en el que el Hombre Jesús había sufrido indeciblemente y había aguantado una muerte más amarga en la cruz para expiar la enorme culpa del pecado de los seres que en tiempos remotos habían apostatado de Mí– la envoltura humana refrenó el efecto de mi Fuerza de Amor.
Yo estaba en Él, y Él ha consumado la Divinización de su Alma con su Voluntad totalmente libre, lo que es el objetivo final de todos mis seres creados... Él estaba totalmente fusionado conmigo, Él era Yo y Yo era Él... Yo había llegado a ser Hombre; Él era Dios porque Él estaba totalmente penetrado de Amor, y Amor es mi Esencia primaria...
Mediante esta muerte de Jesús en la cruz la gran carga quedó expiada, de modo que para vosotros los seres humanos ahora el camino para entrar en el Reino de Luz está libre. Pero no quedasteis redimidos repentinamente porque fue vuestra libre voluntad que os indujo a la apostasía de Mí, por lo que ahora también vuestra libre voluntad tiene que estar dispuesta a regresar a Mí.
Vosotros debéis ser conscientes de vuestra culpa de antaño y, en Jesús, debéis pedir perdón, porque de lo contrario quedaréis cargados con vuestra culpa y la entrada en el Reino de la Luz os quedará negada.
Cada vez de nuevo a vosotros los seres humanos se os llama la atención sobre Jesucristo y su Obra de Redención, y se os explica y justifica la Misión espiritual del Hombre Jesús. Pero vosotros debéis tener fe en ello, porque no se os puede presentar un testimonio más allá de vuestro propio pleno conocimiento que vosotros mismos vais a obtener sobre ello - una vez que hayáis obtenido la redención gracias a Jesucristo... porque un resultado de la Redención por Jesucristo siempre será que a mi Espíritu la Actividad no esté negada - el que entonces os introduce en toda Verdad, lo que es una señal muy cierta que ahora habéis encontrado redención de vuestro pecado primario15...
Pero en primer lugar, por voluntad propia, debéis ir el camino de la cruz16. Vosotros mismos debéis estar dispuestos y desear formar parte de aquellos que pertenecen al círculo de los redimidos por la Sangre de Jesús... Entonces realmente vais a aceptar las Gracias de la Obra de Redención, y a serviros de ellas... entonces os encontráis en el camino del regreso a Mí... y entonces habéis puesto el pie sobre el puente que Jesús os ha erigido para que encontréis entrada en el Reini de la Luz y de la Bienaventuranza cuya Puerta Jesús os abrió mediante la Obra de Redención - Jesús en El que me hallaba Yo mismo, y en El que para vosotros me he hecho un Dios visible, para que un día venidero podáis verme frente a frente...
Amén.
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