Sono assetato del vostro amore, e se pensate alle Parole che ho pronunciato sulla Croce: “Ho sete.... ”, allora sapete che non è stato soltanto un desiderio corporeo, ma che la Mia Anima aveva sete dell’amore delle Mie creature, che la “Divinità” nell’Uomo Gesù Si annunciava, dato che ora l’Opera era compiuta, quando sulla Croce aspettavo solo ancora la morte. Ho sete del vostro amore, che vi doveva di nuovo riportare a Me, dopo che avevo estinto per voi la colpa di peccato, perché dapprima dovevate far rivivere in voi l’amore, affinché conoscevate e riconoscevate Me Stesso in Gesù Cristo ed ora sapevate della motivazione dell’Opera di Redenzione, perché soltanto l’Amore vi poteva dischiudere questo sapere, solo nell’amore Mi potevate riconoscere. “L’Uomo” Gesù ha pronunciato queste Parole sulla Croce, ma Lui Era già unito con Me e quindi erano delle Parole di Dio, che sorgevano dal Corpo martoriato, e queste Parole erano da comprendere in modo come ve l’ho esposto, che la Divinità aveva Nostalgia dell’amore delle Sue creature. L’Uomo Gesù non sapeva che pronunciava queste Parole ed Io Stesso Mi esprimevo così, che gli uomini comprendevano soltanto il senso terreno delle Parole, perché non avrebbero capito che la Divinità poteva concedere questa sofferenza sovrumana, che era però l’estinzione della colpa primordiale, per via della quale Ero disceso sulla Terra. Perciò gli uomini si trovavano in una colpa così grande, perché una volta avevano rifiutato il Mio Amore e loro stessi sono diventato disamorevoli. Ed Io desideravo l’amore di quegli esseri, che ora la morte sulla Croce di Gesù Mi riportava, se gli esseri stessi erano disposti a questo. Ed appunto la disponibilità era la premessa dell’amore. Se possedevo l’amore degli uomini, allora ritornavano anche liberamente a Me e lo potevano, perché l’Opera di Redenzione era stata compiuta per l’umanità. E se considerate in questo modo le Parole di Gesù sulla Croce, allora l’amore vi deve spingere verso di Lui, di cui Egli aveva Nostalgia, ed allora quindi Mi portate l’amore, di cui ho Nostalgia sin dalla caduta da Me; perché “l’Amore” vi ha fatto sorgere, “l’Amore” vi ha posto dinanzi alla prova di volontà, perché dovevate diventare ancora di più di come Io potevo creare per Me, perché dovevate diventare “figli” Miei. Il Mio Amore vi ha inseguito nell’abisso, per aiutarvi a salire di nuovo in Alto, ed il Mio Amore ha compiuto per voi l’Opera di Redenzione. E per questa Mi dovevate solo donare il vostro amore, Mi dovevate amare con tutta l’intimità, che soltanto un figlio può sentire per il Padre. E quando ho dato per voi la Mia Vita sulla Croce, era estinta anche la vostra colpa ed è diventato possibile il ritorno a Me, il Mio Sacrificio d’Amore poteva accendere in voi l’amore, lo potevate riconoscere come tale, perché ora non eravate più legati nell’oscurità, perché vi ho portato la Luce: La Mia divina Dottrina dell’amore, che vi indicava la via verso di Me e che adempiendola significava anche per voi la ritrasformazione del vostro essere nell’amore, che ora vi procura di nuovo la definitiva unificazione con Me e quindi anche l’esaudimento della Mia Nostalgia del vostro amore.
Amen
TraduttoreTengo sed por vuestro amor... y cuando pensáis en las Palabras que pronuncié en la cruz: «Tengo sed», entonces sabed que no se trataba solamente de una necesidad corporal sino que mi Alma tenía sed por el amor de mis criaturas... pues sabed que –como ahora la Obra estaba llevada a cabo y Yo en la cruz sólo ya estaba esperando la muerte– en el Hombre Jesús ya se hizo sentir la Divinidad...
Yo tenía sed por vuestro amor que –después de que Yo había expiado para vosotros la culpa del pecado– debía volver a traeros a Mí. Porque antes de todo vosotros teníais que avivar en vosotros el Amor para que me reconozcáis a Mí mismo en Jesucristo, y ahora sepáis la argumentación de la Obra de Redención. Pues únicamente el Amor podía descubriros este saber... únicamente en el Amor podíais reconocerme a Mí...
El Hombre Jesús ha pronunciado estas Palabras en la cruz, pero Él estaba ya unido conmigo; de modo que eran Palabras de Dios que surgieron del cuerpo atormentado - Palabras que había que comprenderlas tal como Yo os he explicado: que la Divinidad añoraba el amor de sus criaturas...
El Hombre Jesús no sabía que Él pronunció estas Palabras, y Yo mismo me expliqué así para que los hombres sólo comprendiesen el sentido mundano de estas Palabras, dado que no habrían comprendido que la Divinidad haya podido consentir estos sufrimientos sobrehumanos, lo que, sin embargo, fue la expiación de la culpa del pecado original por cuya causa Yo descendí a la Tierra.
Los seres humanos se hallaban metidos en una culpa tan enorme porque en tiempos remotos habían rechazado mi Amor, y ellos mismos se habían quedado sin amor. Y Yo añoraba el amor de aquellos seres que hora la muerte en la cruz me devolvió - si los mismos seres estaban dispuestos para ello. Esta disposición requería amor... y si Yo poseía el amor de los seres humanos, entonces ellos también volvieron voluntarios a Mí... lo que también podían porque la Obra de Redención había sido llevada a cabo para la humanidad. Y si observáis las Palabras de Jesús en la cruz desde este ángulo, ¡que entonces el amor que Él añoraba también os empuje hacia Él!... De modo que entonces me aportáis el amor a Mí - el amor que Yo añoro desde vuestra apostasía de Mí...
El Amor hizo que vosotros surgierais... el Amor sometió a prueba vuestra voluntad porque debíais haceros más de lo que Yo podía crear para Mí... porque debíais llegar a ser hijos Míos... Mi Amor os siguió a las profundidades para ayudaros volver a subir... y mi Amor cumplió para vosotros con la Obra de Redención, y en cambio sólo deberíais regalarme vuestro amor... deberíais amarme con toda posible efusión que sólo un niño puede sentir para su padre.
Y cuando Yo en la cruz había sacrificado mi vida, también vuestra culpa quedó redimida, con lo que vuestro retorno a Mí se hizo posible porque mi Sacrificio de Amor podía encender en vosotros el Amor, lo que podíais reconocer ante el hecho que ya no estabais atados a las tinieblas porque Yo os había traído Luz: mi divina Doctrina de Amor, la que os señalaba el camino hacia Mí y cuya observación para vosotros resulta en la re-conversión de vuestro ser en Amor, la que por su parte acarrea la Unión definitiva conmigo... de modo que también el cumplirse mi Añoranza por vuestro amor...
Amén.
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