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La Promessa dell’Aiuto di Dio - La forza della fede

Voi potete rifugiarvi in Me in ogni miseria spirituale e terrena e vi assisterò come l’ho promesso. Non dovete mai dubitare del Mio Amore o del Mio Potere, ma dovete sapere che il Mio Amore è sempre per voi e che impiegherò sempre il Mio Potere, dove non sorge soltanto nessun danno per la vostra anima. E se venite a Me, se Mi chiedete intimamente e pieni di fiducia, anche la vostra anima non è in pericolo, perché allora ho ottenuto ciò che Io volevo ottenere mediante la miseria, e cioé che veniate a Me, che Mi invochiate e così Mi riconosciate come vostro Dio e Padre dall’Eternità. La vostra anima può essersi già data totalmente a Me, e ciononostante il mondo agisce ancora su di voi e distoglie sempre di nuovo i vostri pensieri via da Me. Ed anche se non vi perdo, ma vi perdete temporaneamente in un pensare diverso, orientato al mondo, l’intimo desiderio per Me cede, il tendere spirituale diminuisce ed allora avete di nuovo bisogno di piccoli colpi del destino, di miserie o di sofferenze, che vi ricordiate di nuovo di voi stessi e che stabiliate di nuovo l’antica fiducia in Me. Il mondo è il vostro nemico. Ed Io devo a volte opporre dei mezzi a questo mondo, affinché non vi perdiate del tutto al mondo, voi che non siete ancora abbastanza radicati in Me. Perciò devo cercare d’incatenarvi sempre più saldi a Me, che siete già Miei, ma dovete ancora crescere nella forza della fede. Ed allora vi toccano anche miserie e sofferenze, che devono soltanto rinsaldare il vostro legame con Me e quindi anche la vostra fede sperimenta quella fermezza di cui avrete bisogno nel tempo a venire. Dovete venire a Me in ogni miseria spirituale e terrena. Sono sempre pronto ad aiutare. E non vi rifiuterò nessuna richiesta, se soltanto avete la giusta fiducia in Me, che come Padre so bene che cosa vi serve e provvederò a voi sempre in modo com’è per la vostra salvezza. Non conoscete i Miei Pensieri, non conoscete i Miei Piani, ma dovete pienamente confidare in Me, che per tutto ciò che succede ho il Mio Motivo e che soltanto l’Amore è alla base di tutto, anche se questo vi sembra incomprensibile. E se vi date in questa piena fiducia al Mio Amore ed al Mio Potere, quindi vi adeguate totalmente alla Mia Volontà, vi piegate e portate anche il vostro peso rassegnati, quando ve l’ho caricato, allora la vostra fiducia conviene davvero, e nel modo più meraviglioso sperimenterete, come il Mio Amore e Potere agiscono su di voi. Quello che nessun uomo può fare, è sempre possibile a Me come vostro Dio e Padre, perciò non c’è nulla che Mi sia impossibile eseguire, non c’è nulla, che debba farvi diventare senza speranza. Dovete donarMi soltanto la vostra piena fiducia e tutta la vostra resa nella Mia Volontà, ed allora inducete il Mio Amore ed il Mio Potere di diventare efficace su di voi. Dovete sempre ricordare, che ogni giorno è per voi una Grazia, perché potete aumentare la maturità della vostra anima, se utilizzate ogni giorno per lavorare su voi stessi e date anche il chiarimento ai vostri prossimi, che sono colpiti dalla sofferenza. La sofferenza deve compiere ciò che la propria volontà non ha ancora compiuto; la sofferenza deve condurre a Dio, a Me, Che posso anche eliminare ogni sofferenza tramite il Mio Potere. L’uomo non deve lamentarsi, quando è colpito dalla miseria e dalla sofferenza, ma rifugiarsi in Me, Che posso e voglio davvero aiutare, quando l’uomo crede in Me. Mi dovete affidare la miseria terrena e spirituale, ed in Verità, Io assisterò visibilmente coloro che si rivolgono pienamente credenti a Me nell’intima preghiera.

Amen

LA PROMESA DE LA AYUDA DE DIOS. FIRMEZA DE FE

En cada necesidad espiritual y terrenal podéis refugiaros en Mí, y os socorreré. Jamás debéis dudar de Mi amor o de Mi poder, sino saber que Mi amor va constantemente dirigido a vosotros y que emplearé mi poder allí sólo donde no resulten daños para el alma. Así que si venís a Mí y me pedís con una confianza íntima, ya no está vuestra alma en peligro, porque entonces he conseguido, lo que por medio de la necesidad quería conseguir; de que vengaís a Mí, de que me invoquéis y de esa manera me reconozcaís como a vuestro Dios y Padre eterno. Puede que vuestra alma se haya entregado a Mí ya completamente, y sin embargo el mundo actúa todavía en vosotros y aparta vuestro pensamiento siempre de nuevo de Mí, y aunque Yo no os pierda, vosotros os perdéis a ratos en otros pensamientos dirigidos al mundo, el íntimo anhelo hacia Mí se atenúa la aspiración espiritual disminuye y entonces necesitáis otra vez pequeños infortunios, penas o sufrimientos para que recobréis el sentido de sí mismos y restablezcáis como antes la confianza en Mí.

¡El mundo es vuestro enemigo! Y de vez en cuando tengo que oponer medios de resistencia para que Yo no os pierda del todo en el mundo, a vosotros los que todavía no estáis profundamente amarrados a Mí. También tengo que intentar de encadenaros cada vez más fuertemente conmigo, a vosotros que ya soís Mios, pero que todavía debéis crecer en la firmeza de la fe y por eso también os afectan las calamidades y sufrimientos que sólo son para reforzar vuestra atadura a Mí, por lo que vuestra fe experimenta esa consolidación que vaís a necesitar en el tiempo venidero. En cada apuro espiritual y terrenal debéis venir a Mí. ¡Siempre estoy dispuesto a ayudar! Ninguna súplica os negaré tan pronto como confiéis bien en Mí de que como Padre bien sé lo que os es provechoso, y siempre os agracio con lo que os sirva de salvación. Vosotros no conocéis mis pensamientos, no conocéis mis proyectos, pero tenéis que tener plena confianza en Mí, de que por todo lo que sucede, tengo Mi motivo y que en todo yace únicamente amor, también aunque os resulte incomprensible. Si en esa plena confianza en Mi amor y poder os entregáis y os acomodáis de esa manera completamente a Mi Voluntad, os doblegáis y también resignáis llevando vuestra carga si Yo os la he cargado, entonces vuestra confianza habrá valido la pena, y experimentaréis, con frecuencia, de la forma más maravillosa, como actúa en vosotros Mi amor y Mi poder. Lo que ninguno puede, a Mí, como a vuestro Dios y Padre, me es posible, por lo tanto no hay nada que para Mí fuera imposible ejecutar, Nada hay que necesite dejaros desanimados, Sólo vuestra plena confianza y completa entrega en Mi Voluntad tenéis que darme, entonces inducís a mi amor y poder a que sea eficaz en vosotros. Tenéis que tener siempre presente que cada día es para vosotros una gracia, porque podéis aumentar la madurez del alma, si es que aprovecháis cada día trabajando en vosotros mismos y dando también aclaración a vuestros semejantes que están afectados por la desgracia. La desgracia y el sufrimiento deben de llevar a cabo lo que la propia voluntad todavía no ha llevado a cabo; la pena debe conducir hacia Dios, hacia Mí, Yo, el Que por Mi poder puedo desterrar (cautivar) todo sufrimiento. Que no se queje el hombre si es víctima de la pena y el sufrimiento, sino que recurra a Mí, Quien en verdad puede y quiere ayudar si el hombre cree en Mí. Confiadme vuestras penas espirituales y terrenales, y en verdad que os socorreré visiblemente a aquellos que se dirijan en plena confianza a Mí en entrañable oración.

Amén.