Non vi può essere inviato nessun altro Aiuto dall’Alto che la Mia Parola, che vi avverte ed ammonisce e vi indica la giusta via Colui, dal Quale procede la Salvezza, il Quale vuole liberarvi dalla miseria e sofferenza, ma per questo necessita la vostra volontà. Io posso sempre soltanto chiamarvi, che veniate a Me, a Gesù Cristo, vostro Guaritore e Salvatore da ogni miseria. Io ascolterò sempre la vostra chiamata, quando pregate Me in Gesù Cristo, perché la Mia Promessa è: quello che chiedete al Padre nel Mio Nome, vi sarà dato. E per questo Io lascio pervenire a voi la Mia Parola, affinché attraverso la Parola giungiate alla conoscenza, affinché diventi facile per voi credere in Me come Redentore del mondo, il Quale Si E’ incorporato in Gesù Cristo, per poter entrare in contatto visivo con voi, per compiere per voi l’Opera di Redenzione sulla Terra. Non posso aiutarvi diversamente che attraverso la Mia Parola, e voi stabilite liberamente il contatto con Me, quando ricevete o ascoltate la Mia Parola, ed allora vi posso aiutare anche nella miseria terrena, come Io ve l’ho promesso.
Ma finché gli uomini stanno totalmente lontani da Me, finché non credono ed hanno soltanto degli interessi terreni, fino ad allora Io non posso venire loro vicino nella Parola e fino ad allora devo negare anche il Mio Aiuto, perché non Me lo chiedono. E perciò c’è molta miseria e bisogno sulla Terra, perché è un manifesto effetto che il mondo è dominato dall’avversario. E’ visibile, che gli uomini non possono essere indotti alla riflessione se non attraverso la miseria e così non può essere loro risparmiata, finché non si collegano con Me, finché non accettano la Mia Parola e così arrivano alla conoscenza del perché devono soffrire sulla Terra.
Io posso e voglio sempre aiutare, ma voi Me lo dovete chiedere e dimostrarMi con la vostra chiamata, che credete in Me e Mi riconoscete come il vostro Signore. Allora Sono anche sempre pronto ad aiutare, allora la miseria terrena e spirituale sarà eliminata, perché l’ultima è la causa della miseria terrena, che voi percepite dolorosamente, mentre non potete misurare la miseria spirituale, nella quale l’umanità si trova nell’ultimo tempo prima della fine. E perciò non meravigliatevi, se dovete ancora sopportare molta sofferenza, non meravigliatevi, ma cercate di alleviarla, mentre seguite intimamente Me e chiedete Forza ed Aiuto nel Nome di Gesù, che poi vi viene anche concesso, perché Io ve l’ho promesso.
Amen
TraduttoreNinguna otra ayuda se os puede envíar de arriba más que Mi Palabra, la cual os avisa y exhorta, y os indica al buen camino y a aquel de quien viene la salvación, El que os quiere liberar de la desgracia y del sufrimiento, pero para ello se requiere vuestra voluntad. Yo sólo puedo llamaros siempre de que vengáis a Mí, a Jesucristo vuestro Salvador y Liberador de todo apuro y necesidad. Yo siempre escucharé vuestra llamada, vuestra invocación, si me suplicáis a Mí en Jesucristo. Pues Mi promesa reza: "Lo que pidáis al Padre en Mi Nombre, os lo concederá". Y por eso dejo que os llegue Mi Palabra para que por medio de la Palabra lleguéis al reconocimiento, para que os sea fácil creer en Mí como Redentor del mundo, quien se encarnó en Jesucristo para que pudiera entrar en relación visible con vosotros y consumar por vosotros en la tierra la Obra de Redención.
Yo no puedo ayudaros más que con Mi Palabra. Y la comunicación voluntaria Conmigo la establecéis vosotros, si recibís Mi Palabra o la escucháis, y entonces puedo ayudaros también en las necesidades terrenales. Como os he prometido. Pero mientras los hombres estén apartados por completo de Mí, mientras no crean y tengan sólo intereses terrenos, tanto tiempo no puedo tampoco acercarme a ellos en la Palabra, y tanto tiempo tengo también que rehusarles Mi ayuda, porque no me la píden a Mí.
Y por eso hay mucha necesidad y miseria en el mundo, pues repercute visiblemente de que el mundo está dominado por el adversario. Es evidente, que los hombres, de ninguna otra manera más que a través de desgracias pueden ser llevados a la reflexión, y de ese modo no se les pueden evitar tanto tiempo, hasta que se unan a Mí, hasta que acepten Mi Palabra, y por medío de ella lleguen al conocimiento de por qué tienen que padecer en la tierra.
Siempre puedo y quiero Yo ayudar, pero vosotros tenéis que pedírmelo a Mí, y por medio de vuestra invocación a Mí demostrarme que creéis en Mí y me reconocéis como a vuestro Señor. Entonces estoy siempre dispuesto también a la ayuda, estonces la necesidad terrenal y espiritual será remediada, porque esta última es el motivo del apuro terrenal, que lo sentís dolorosamente, mientras que la espiritual no la podéis juzgar ni apreciar, en la que se encuentra la humanidad en el último tiempo antes del fin. Por eso no os extrañéis, sí aún tenéis que soportar mucha pena y aflicción. No os extrañéis, sino tradad de elíminarlas, uniéndoos entrañablemente a Mí, pidiéndome fuerza y ayuda en Nombre de Jesús, la que también os llegará, como Yo lo he prometido.
Amén
Traduttore