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La obra redentora de Jesús fue el comienzo de una nueva etapa en la obra de retorno....

Cuando el hombre Jesús sufrió la muerte en la cruz, comenzó una nueva etapa en la obra de retorno de Mis creaciones vivientes, pues hasta ese momento todas los seres humanos seguían caminando en la oscuridad espiritual que Mi adversario había extendido sobre todos los espíritus caídos.... Todas las personas estaban todavía afligidas por el pecado original y ningún ser humano podía acercarse a Mí porque Mi justicia no lo permitía hasta que el pecado original hubiera sido expiado. Sin embargo, un sinnúmero de personas ya había caminado por la tierra, y entre ellas también había aquellas que eran de buena voluntad, pero que no tenían fuerza propia para liberarse de Mi adversario, ya que todos ellos eran incapaces de establecer una conexión correcta Conmigo porque carecían de amor.... El amor al yo los dominaba como signo de su afiliación a Mi adversario.... Y también desconocían la razón de su existencia terrenal, de su apostasía de Mí.... Estaban afectados por una ceguera total, pero mundanamente muy activos, por lo que buscaban constantemente obtener ventajas a costa de sus semejantes.... Les faltaba el amor desinteresado, mediante el cual podrían haber alcanzado un estado de madurez superior. Y las pocas excepciones ciertamente sintieron su penuria espiritual, también reconocieron a un Dios y Creador por encima de ellos, pero no Me reconocieron como un Dios de amor, sino sólo como un Dios de venganza e ira. Y las personas nunca habrían podido progresar en su desarrollo espiritual, siempre y para siempre habrían seguido siendo la misma generación amante del yo que no pudo alcanzar un entendimiento superior mientras la carga del pecado original la mantuvo abajo.... Mi adversario siempre habría mantenido abajo a los seres humanos si no hubiera venido un Salvador por el bien de los pocos que se sentían miserables y clamaban por un Salvador en su adversidad. Y una vez también debía crearse la posibilidad de establecer una conexión Conmigo que, sin embargo, ahora debía estar destinada solo al Padre.... Los hombres debían poder llamar al Padre como hijos, mientras que antes sólo reconocían un poder en su Dios y Creador, pero ante el que no querían inclinarse porque esta rebelión contra Mí seguía existiendo en ellos como resultado del anterior pecado original.... Debía ser posible nuevamente una relación de amor entre las criaturas y Yo, pero que tenía que ser establecida por parte de los mismos seres humanos a través de su voluntad de amar, la cual, sin embargo, sólo fue poseída en raras ocasiones por una persona antes de la muerte de Jesús en la cruz y que entonces fue excesivamente atormentada por Mi adversario.... de tal manera que casi desespera de Mi existencia. Pero Yo estaba con ella y la apoyé porque sabía de su voluntad y la saqué de la tierra.... La obra redentora de Jesucristo puso fin a una época del mayor alejamiento de las personas de Mí.... Su crucifixión expió el pecado original de todos los seres caídos, y ahora pueden volver a establecer el vínculo correcto Conmigo en la etapa como ser humano si viven una vida de amor ellos mismos con el apoyo de Jesucristo, si se liberan de las amarras del adversario a través de Su sangre derramada en la cruz y así ven al Padre en Mí y el amor los impulsa hacia Mí.... al vínculo que una vez rompieron voluntariamente y por ello se convirtieron en desgraciados. La muerte de Jesús en la cruz puso fin a un estado sin esperanza de la humanidad.... Comenzó una nueva era en la que el ser humano sólo tenía que tomar su camino hacia Jesús para ser conducido por Él fuera del reino sin luz de Mi adversario.... era donde también se abrió nuevamente la puerta del Reino de la Luz.... Ahora nuevamente se hizo posible que el ser humano cambiara, que volviera a moldear su naturaleza en el amor, que volviera a ser lo que había sido antes de su apostasía de Mí.... Los primeros redimidos volvieron a Mí, pude recibirlos en Mi reino de luz y bienaventuranza, lo cual, sin embargo, nunca hubiera sido posible si Jesús no hubiera expiado el pecado original mediante Su muerte en la cruz.... porque como supremamente perfecto.... también Soy justo y, por lo tanto, no podía cancelar ninguna culpa por la que no se hubiera hecho expiación. Han pasado largos tiempos en los que la gente casi se derrumbaba bajo la carga del pecado, pero no reconocía su culpa y, por lo tanto, una y otra vez se rebelaba contra Mí, a quien no podía negar como "Poder", pero no se entregaba a Él en amor. Porque el amor antes lo habían rechazado y lo que aún poseían era sólo amor propio.... el amor mal dirigido que Mi adversario les había transferido. Por lo tanto, en su naturaleza seguían siendo plena y completamente su parte.... Y primero tuvo que cambiar su naturaleza , lo que sólo fue posible después de la muerte de Jesús en la cruz, Quien adquirió para ellos voluntad y fuerza para levantarse y abandonar el amor propio.... Todo esto solamente eran procesos espirituales, pues terrenalmente-humanamente vivían el día a día ciertamente en la alegría y el bienestar, pero nadie tomaba en consideración a su prójimo sino que cada quien sólo pensaba en sí mismo, y el fuerte oprimía al débil que no podía defenderse, porque Mi adversario se complacía en ver en la miseria todo lo que arrojaba al abismo, pues él mismo estaba desprovisto de amor pero lleno de odio y hostilidad.... Y su naturaleza también se reflejó en la naturaleza de los seres humanos.... El que era fuerte también oprimía a sus semejantes y no conocía la misericordia, porque no poseía amor, al igual que su señor.... el príncipe de las tinieblas.... no tenía amor. Sin embargo, Jesús trató de conducir a la gente por el camino correcto a través del amor. Jesús vivió y enseñó el amor y les dio la prueba de que el amor era un poder que incluso vencía al adversario y que sólo a través del amor las personas pueden liberarse de él. Así, el hombre Jesús vivió por primera vez como ejemplo a los seres humanos una vida de amor antes de que Él mismo realizara el mayor acto de amor y misericordia al entregarse en la cruz por los pecados de las personas para que éstas se liberaran y alcanzaran de nuevo la fuerza y la luz a través de una vida justa para recorrer el camino final de vuelta a su verdadero hogar, al que Jesús les había precedido con su muerte en la cruz.... A quien ahora sólo tenían que seguir para poder entrar en Mi reino como redimidos, para unirse a Mí en la casa del Padre, de vuelta al Padre de cuyo amor habían surgido y en cuyo amor ahora también permanecerán eternamente....

Amén

Traductor
Traducido por: J. Gründinger

L’Opera di Redenzione di Gesù era l’ inizio di un nuovo tratto dell’Opera di Rimpatrio

Quando l’Uomo Gesù ha subito la morte sulla Croce, è iniziato un nuovo tratto dell’Opera di Rimpatrio delle creature, perché fino a quel tempo tutti gli uomini camminavano ancora nell’oscurità spirituale, che il Mio avversario aveva steso su tutto lo spirituale caduto. Tutti gli uomini erano ancora attaccati dal peccato Ur, e nessun uomo poteva avvicinarsi a ME, perché la Mia Giustizia non lo permetteva, prima che il peccato Ur non fosse espiato. Ma innumerevoli uomini erano già passati sulla T erra, e tra di loro c’erano anche quelli che erano di una buona volontà, ma che da sé non avevano la forza, di liberarsi dal Mio avversario, perché nessuno riusciva più a stabilire il giusto contatto con Me, perché a loro mancava l’amore. Li dominava l’amore dell’io come segno della loro appartenenza al Mio avversario. E non sapevano nemmeno della causa della loro esistenza terrena, della loro caduta da Me. Erano colpiti da totale cecità, ma mondanamente ultra attivi e perciò cercavano continuamente di conquistare dei vantaggi a costo dei prossimi. A loro mancava l’amore disinteressato, con il quale sarebbero potuti arrivare ad uno stato di maturità più elevato. E le poche eccezioni sentivano bensì la loro miseria spirituale, riconoscevano anche sopra di loro un Dio e Creatore, non Mi riconoscevano come un Dio dell’Amore, ma soltanto come un Dio della vendetta e dell’ira. E gli uomini non avrebbero mai potuto progredire nel loro sviluppo spirituale, sarebbe sempre ed eternamente rimasta la stessa razza amante dell’io che non poteva arrivare ad una conoscenza più alta, finché il peso del peccato Ur li schiacciava. Il Mio avversario avrebbe tenuto gli uomini sempre al suolo, se non fosse venuto un Salvatore per via dei pochi, che si sentivano infelici ed invocavano un Salvatore nella loro miseria. Ed una volta doveva di nuovo essere creata una possibilità, di stabilire un contatto con Me, che però ora doveva essere con il Padre. Gli uomini dovevano poter chiamare come figli il loro Padre, mentre dapprima riconoscevano nel loro Dio e Creatore soltanto un Potere, al quale però non volevano piegarsi, perché in loro c’era ancora questa ribellione contro di Me come conseguenza del peccato Ur di una volta. Doveva di nuovo essere possibile un rapporto d’amore fra le creature e Me, che però doveva essere stabilito da parte degli uomini stessi mediante la volontà d’amore di questi, che però prima della morte sulla Croce di Gesù un uomo possedeva raramente, e questo veniva poi oltremodo tormentato dal Mio avversario, che quasi si disperava della Mia Esistenza. Ma lo assistevo, perché sapevo della sua volontà e lo presi dalla Terra. L’Opera di Redenzione di Gesù Cristo chiudeva ora un’epoca della più grande distanza degli uomini da Me. La Sua morte sulla Croce ha espiato la colpa primordiale di tutti gli esseri caduti, ed ora nello stadio come uomo possono di nuovo stabilire il giusto legame con Me, quando loro stessi con il Sostegno di Gesù Cristo conducono una vita d’amore, quando diventano liberi dalle catene dell’avversario attraverso il Suo Sangue versato sulla Croce e quindi vedono in Me il Padre, e l’amore li spinge verso di Me, al legame, che loro una volta hanno sciolto volontariamente e perciò sono diventati infelici. La morte di Gesù sulla Croce ha terminato uno stato senza speranza dell’umanità. Cominciava una nuova epoca, in cui l’uomo doveva soltanto prendere la sua via verso Gesù, per essere guidato da Lui fuori dal territorio senza Luce del Mio avversario, dove era anche di nuovo aperta la Porta nel Regno di Luce. Ora era di nuovo possibile, che l’uomo cambiasse, che formasse il suo essere di nuovo nell’amore, che diventasse di nuovo ciò che era prima della sua caduta da Me. I primi redenti ritornarono da Me, potevo accoglierli nel Mio Regno della Luce e della Beatitudine, cosa che non sarebbe mai stato possibile, se Gesù non avesse espiato la colpa primordiale mediante la Sua morte sulla Croce, perché come Essere il più perfetto, Sono anche giusto e non potevo cancellare perciò nessuna colpa, per la quale non fosse stata prestata un’espiazione. Sono passati lunghi tempi, in cui gli uomini si spezzavano quasi sotto il peso del peccato, ma non riconoscevano la loro colpa e perciò si ribellavano di nuovo contro di Me, il Quale non potevano rinnegare come “Potere”, ma non Gli si davano nell’amore. Perché una volta avevano rifiutato l’Amore, e quello che possedevano ancora, era soltanto l’amore dell’io, l’amore orientato erroneamente, che il Mio avversario aveva trasmesso su di loro. Quindi erano ancora totalmente la sua parte nel loro essere, e prima doveva cambiare l’essere, cosa che era soltanto possibile dopo la morte di Gesù sulla Croce, il Quale ha conquistato per loro la volontà e la Forza di elevarsi e di rinunciare all’amore dell’io. Questi erano tutti soltanto dei procedimenti spirituali, perché nel terrenamente-umano vivevano bensì nelle gioie e benessere, ma nessuno aveva rispetto per il suo prossimo, ognuno pensava soltanto a sé stesso e così il forte opprimeva il debole, che non poteva difendersi, perché il Mio avversario aveva la sua gioia nel veder nella miseria tutto ciò che aveva precipitato nell’abisso, perché lui stesso era privo di ogni amore, ma pieni di odio e di animosità. Ed il suo essere si rispecchiava nell’essere degli uomini. Chi era forte, opprimeva quasi i prossimi e non conosceva nessuna pietà, perché non possedeva l’amore, come il suo padrone, il principe della tenebra, era senz’amore. Ma Gesù cercava di condurre gli uomini con l’Amore sulla giusta via. Gesù viveva ed insegnava l’amore e portava loro la dimostrazione, che l’Amore era una Forza, che vinceva persino l’avversario e che soltanto mediante l’amore gli uomini possono liberarsi da lui. Così dunque l’Uomo Gesù viveva la prima volta come esempio una vita d’amore per gli uomini, prima che Egli Stesso abbia compiuto la più grande Opera d’Amore e di Misericordia, di darSi sulla Croce per i peccati degli uomini, affinché questi diventassero liberi e giungessero ora mediante una giusta vita di nuovo alla Forza ed alla Luce, per passare ora l’ultima via verso la loro vera Patria, che Gesù aveva pre-percorso per loro mediante la Sua morte sulla Croce, il Quale dovevano soltanto seguire nel Mio Regno, da Me nella Casa del Padre, di ritorno al Padre, dal Cui Amore erano proceduti e nel Cui Amore ora rimangono anche eternamente.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich