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Perseverar en ideologías erróneas, ansiar la Verdad

Es una empresa imposible, llevar la Verdad a los hombres, quienes se creen que ya la poseen, pues estos se cierran y no aceptan nada, por muy seductora que se les ofrezca. Ellos persisten obstinados en las enseñanzas que poseen, sin relfexionar si tienen derecho de ser verídicas. Y cuanto más tiempo se ha conservado tal ideología entre la humanidad, tanto más difícil es exterminarla, la tiniebla es tan grande, que ningún rayo de luz puede penetrarla. Ya, puesto que los hombres se imagínan erroneamente estar en posesión de la Verdad tampoco me pedirán a Mí por la Verdad, y por eso no es posible llevarles un saber verídico. Y si entre estos hombres se inicía un debate sobre la Verdad y mentira, dejan sólo que esté activo su intelecto y por eso no llegan jamás a la meta, al verdadero reconocimiento del error y de la Verdad. La nocion "del obrar del Espíritu" en el hombre, es también incomprensible para ellos. Ellos insisten siempre, y se atienen a un saber que de forma educativa recibieron una vez, del cual se creen que es la Verdad, y no se dejan sacudir de esa creencia. Y sin embargo están en profundo error y no lo reconocen, porque su espíritu está oscurecido.

Llevar la Verdad a estos hombres, será sin resultado tanto tiempo, hasta que un anunciador de Mi Palabra logre sacudir su firme convicción, hasta que él logre despertar dudas en esos hombres al presentarles la concisa Verdad, de tal modo que esos reflexionen y entonces existe una posibilidad de que su mente se aclare. Y esto sólo será posible, si el hombre lleva una vida de amor. Puesto que precisamente en los hombres que caminan en el error ponen en primer plano los preceptos promulgados por el hombre, preceptos que no tienen importancia, pero los Preceptos del amor los posponen atrás o sólo como algo secundario son apuntados, les falta por eso a los hombres el amor, el cual les daría la claridad del espíritu. Y así es siempre sólo lo decisivo el grado de amor en un hombre, si está abierto y hasta que punto, si se le lleva la pura Verdad. Sólo un hombre solícito en el amor se sentirá conmovido por la Verdad y dispuesto a admitirla, y sólo aceptará un hombre que está dispuesto a amar Mis Revelaciones directas y examinará su forma de pensar que tiene hasta ahora. Entonces en verdad que se puede hablar de una gran ganancia, pues uno así abogará por la Verdad donde sea siempre posible.

Pero generalmente son todos los esfuerzos en vano, de liberar a los hombres de su mente equivocada, no estarán dispuestos de cambiarla a cambio de la pura Verdad, se defenderán contra la luz y se sentirán satisfechos con una luz que los ciega, la cual sólo debilita sus ojos, de tal modo que no pueden ya reconocer más una luz auténtica. La Verdad no se abre paso a la fuerza, sin embargo, todo se hará para hacerla accesible a los hombres; pero donde no se puede reprimir la resistencia, allí permanecerá oscuro, porque los hombres mismos oponen resistencia, la que no puede ser rota a la fuerza. Tampoco grande acciones logran un cambio del pensamiento, pues cada hombre de por sí es responsable de sí mismo, y lo que intente un espíritu despierto de aclarar, sólo encontará acogída favorable donde el suelo esté ya preparado por una vida de amor, donde las condiciones previas están dadas para un pensar claro, justo, para un reconocimiento de la Verdad. Por eso tampoco se deja exterminar el error metódicamente, cada uno de los hombres tiene que arreglárselas con él mismo queriendo con agrado estar en la Verdad. Mientras esa voluntad no exista, el ansía de la Verdad, es también inútil toda clase de esfuerzo de enseñar otra cosa a los hombres.

Sólo una cosa se puede intentar siempre, incitar a los hombres a una vida en el amor, de ponerles en claro la importancia del amor, que el amor es la única posibilidad para llegar a la bienaventuranza, y todos los demás actos y acciones tradicionales no le aportan al alma ni la más mínima ventaja, si el amor no está encendido en un hombre. Y ya se consigue mucho, si un hombre deja que le llegue al corazón tal sermón de amor y se esfuerza por estar en el amor caritativo desinteresado. Entonces hay esperanza de que su mente se clarifique, porque el amor enciende una luz en él, el amor despierta a la vida la chispa espiritual y ésta influye con éxito al hombre por dentro. El recibirá también la respuesta al dudar y preguntarse, tan pronto como él lo desee seriamente. Será siempre un despertar en pequeña dimensión la que tenga lugar, porque la noche envuelve ya epesamente al hombre y les falta la voluntad de querer llegar a la luz.

La convicción de estar en la Verdad, es el veneno más efectivo que podía dar el enemigo a los hombres. Y no obstante, los hombres no están perdidos sin remedio los que quieren escaparse de su ínfluencia. Mas la voluntad es libre, y por eso se les puede predicar siempre sólo el amor, y según cumplan los Preceptos divinos por su parte se irá cambiando también su estado espiritual. Podrán salir de la noche a la luz del día, reconcerán la Verdad y si quieren se desharán del error, y Mi Fuerza y Gracia les ayudarán siempre a que acepten la Verdad.

Amén

Traductor
Traducido por: Pilar Coors

Festhalten an irrigem Geistesgut.... Begehren der Wahrheit....

Es bleibt ein unmögliches Beginnen, den Menschen die Wahrheit zuzuführen, die solche schon zu besitzen glauben, denn diese verschließen sich und nehmen nichts an, und ob es ihnen auch noch so verlockend dargeboten wird.... Sie halten hartnäckig an dem Geistesgut fest, das sie besitzen, ohne darüber nachzudenken, ob es Anspruch hat auf Wahrhaftigkeit. Und je länger sich ein solches Geistesgut unter der Menschheit erhalten hat, desto schwerer ist es auszurotten, die Finsternis ist so groß, daß kein Lichtstrahl sie zu durchdringen vermag.... Da nun die Menschen sich im Besitz der Wahrheit wähnen, werden sie auch nicht Mich Selbst um Wahrheit bitten, und es ist darum nicht möglich, ihnen ein wahrheitsgemäßes Wissen zuzuführen. Und werden unter diesen Menschen selbst einmal Debatten geführt über Wahrheit und Unwahrheit, so lassen sie auch immer nur ihren Verstand tätig werden und kommen daher auch niemals zum Ziel, zu rechtem Erkennen von Irrtum und Wahrheit.... Ihnen ist auch der Begriff vom "Wirken des Geistes" im Menschen unverständlich. Sie halten sich immer nur an das Wissen, das sie erziehungsmäßig übernommen haben, von dem sie glauben, daß es Wahrheit ist, und sich nicht in diesem Glauben erschüttern lassen.... Und doch stehen sie im tiefsten Irrtum und erkennen dies nicht, weil ihr Geist verfinstert ist.... Solchen Menschen nun die reine Wahrheit zuführen zu wollen wird so lange erfolglos sein, bis es einem Verkünder Meines Wortes gelingt, seine feste Überzeugung zu erschüttern, bis es ihm gelingt, eine Wahrheit klar herauszuschälen und Zweifel in jenem Menschen zu erwecken, so daß dieser nachdenkt und dann eine Möglichkeit besteht, daß sein Denken erhellt wird. Und dieses wird auch nur dann möglich sein, wenn der Mensch ein Liebeleben führt.... Da aber gerade bei jenen im Irrtum dahinwandelnden Menschen unwichtige, menschlich erlassene Gebote in den Vordergrund gerückt werden, die Liebegebote aber oft zurückgestellt oder nur am Rande vermerkt werden, fehlt den Menschen die Liebe, die ihnen Helligkeit des Geistes schenken würde.... Und so ist immer nur der Liebegrad eines Menschen bestimmend, ob und wieweit er aufgeschlossen ist, wenn ihm reinste Wahrheit zugeführt wird.... Nur ein liebewilliger Mensch wird sich daher von der Wahrheit berührt fühlen und annahmebereit sein, und es wird auch nur ein liebewilliger Mensch Meine direkten Offenbarungen annehmen und sein bisheriges Denken revidieren. Dann ist wahrlich ein großer Gewinn zu verzeichnen, denn auch jener wird eintreten für die Wahrheit, wo es nur möglich ist. Doch zumeist sind alle Bemühungen vergeblich, die Menschen von irrigem Denken zu befreien, sie werden nicht bereit sein, es gegen die reine Wahrheit einzutauschen, sie werden sich wehren gegen das Licht und sich an einem Blendlicht genügen lassen, das nur ihre Augen schwächt, so daß sie ein rechtes Licht nicht mehr erkennen können. Die Wahrheit bricht sich aber nicht gewaltsam Bahn, doch alles wird getan, sie den Menschen zugänglich zu machen; wo aber der Widerstand nicht zu brechen ist, dort wird es dunkel bleiben, weil die Menschen selbst Widerstand entgegensetzen, der nicht gewaltsam gebrochen werden kann. Es wird auch nicht gelingen, durch große Aktionen eine Änderung des Denkens zuwege zu bringen, denn es ist ein jeder einzelne Mensch für sich selbst verantwortlich, und was auch ein erweckter Geist zu klären versucht, er wird immer nur dort Anklang finden, wo durch ein Liebeleben der Boden vorbereitet ist, wo die Vorbedingungen für ein klares, rechtes Denken, für ein Erkennen der Wahrheit, gegeben sind. Darum läßt sich auch der Irrtum nicht planmäßig ausrotten, ein jeder einzelne Mensch muß sich mit ihm auseinandersetzen im Willen, in der Wahrheit zu stehen. Solange dieser Wille, das Verlangen nach der Wahrheit, nicht vorhanden ist, ist auch jedes Bemühen nutzlos, den Menschen eines anderen zu belehren.... Es ist nur eines immer wieder zu versuchen, die Menschen zu einem Liebeleben anzuregen, ihnen die Bedeutung der Liebe klarzumachen, daß die Liebe die einzige Möglichkeit ist, zur Seligkeit zu gelangen, und daß alle anderen Handlungen und Gebräuche der Seele nicht den geringsten Vorteil eintragen, wenn nicht die Liebe in einem Menschen entzündet ist.... Und es wird schon viel erreicht, wenn sich ein Mensch eine solche Liebepredigt zu Herzen gehen läßt und sich bemüht, uneigennützig liebetätig zu sein. Dann aber ist es auch nicht mehr hoffnungslos, daß sich sein Denken klärt, denn Liebe entzündet in ihm ein Licht, sie erweckt den Geistesfunken zum Leben, und dieser wird nun auch erfolgreich von innen auf den Menschen einwirken.... Dieser wird zweifeln, fragen und auch Antwort erhalten, sowie er diese nur ernstlich begehrt. Es wird jedoch immer nur eine Erweckung in kleinem Maße stattfinden, weil die Nacht schon zu dicht die Menschen einhüllt und ihnen der Wille fehlt, zum Licht zu gelangen. Die Überzeugung, in der Wahrheit zu stehen, ist das wirksamste Gift, das der Gegner den Menschen verabreichen konnte.... Und dennoch sind die Menschen nicht rettungslos verloren, die seinem Einfluß entrinnen wollen.... Der Wille aber ist frei, und darum kann ihnen immer nur die Liebe gepredigt werden, und je nach dem Erfüllen der göttlichen Liebegebote von ihrer Seite wird auch ihr Geisteszustand sich wandeln.... Sie werden aus der Nacht heraustreten können in das Licht des Tages, sie werden die Wahrheit erkennen und sich auch vom Irrtum lösen wollen, und Meine Kraft und Gnade wird ihnen stets verhelfen, daß sie die Wahrheit annehmen....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde