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Jesús enseñó el Amor en la Tierra

El Alma de Jesús también trajo al Amor a la Tierra, por lo que Él era capaz de cargarse con un exceso de sufrimientos porque el Amor le dio la Fuerza para ello. Y Él sabía que a los hombres les faltaba precisamente el amor, y que por eso eran muy débiles. Aun así llevaron en ellos la Chispa de Amor... de modo que eran capaces de actuar en el amor, pero carecían de la disposición a amar porque mi adversario la sofocaba... pues este siempre estimulaba más bien el amor egoísta y evitaba que se manifestara el amor altruista.

Por eso Jesús vivía una Vida de Amor ante los hombres, una Vida ejemplar. A todos sus semejantes les hacía únicamente el bien, les curaba sus achaques, los consolaba y les ayudaba donde les hacía falta. Era altruista y siempre estaba dispuesto a aliviar a los seres humanos su suerte en la Tierra. Explicaba a los hombres por qué debían llevar una Vida en amor... Los prevenía contra las consecuencias de una vida terrenal insensible, pero también cada vez de nuevo les llamaba la atención sobre los resultados de una Vida llevada en amor, dando el ejemplo de sí mismo: que era capaz de prestaciones de una Fuerza extraordinaria, que curaba enfermos y que realizaba Milagros en virtud de su Amor que continuamente aumentaba en Él... Porque Él estaba en íntima Unión con Dios que es el eterno Amor mismo...

Y por eso Jesús enseñaba también a los hombres que realicen la unión con Dios –su Padre desde la eternidad– lo que, otra vez, sólo era posible mediante el amor y la oración íntima a Él... A los hombres todo esto les había quedado cosa ajena y solamente pocos llevaban una Vida de amor. Pero estos pronto reconocieron a Jesús como el Mesías prometido, pues reconocieron en Él el Padre.

Mediante el amor en ellos se había encendido una pequeña Luz, la que ahora estaba alimentada por la Enseñanza de Jesús; de modo que las tinieblas se apartaron de los hombres. Y esta Doctrina había que divulgarla entre los seres humanos, por lo que Él mismo enseñó a sus discípulos... a los que Él mandó al mundo con el encargo de hablar de Él mismo, de su Obra de Redención y del Evangelio del Amor, porque había que señalar a los hombres el camino correcto que lleva a la Vida que dura eternamente...

Jesús nunca habría sido capaz de llevar a cabo esta Obra de Redención si Él no hubiera estado colmado de Amor... pues simplemente como hombre habría sido imposible aguantar semejante escala de sufrimientos y tormentos que le tocaban sufrir... como le estaban impuestos... Pero el Amor es capaz de todo... para el Amor no hay límites... y no hay nada que para el Amor sería imposible, nada que el Amor no podría vencer... Pero la Fuerza del Amor le ayudó a ganar... en virtud del Amor Él ha soportado los sufrimientos más amargos y la Muerte más cruel en la cruz, y sólo rindió el Alma cuando la Obra estaba llevada a cabo...

Y sólo ahora al hombre resultaba posible el liberarse del adversario que le mantenía atado mientras la culpa del pecado original no estaba redimida... Sólo después de la Muerte de Jesús en la cruz los hombres podían invocar a Jesucristo por Fuerza y Fortalecimiento, en El que Dios mismo como eterno Amor se ha muerto para la humanidad.

Los hombres ya no están expuestos al adversario de Dios y su arbitrariedad, porque pueden separarse de él si ruegan a Jesús por ayuda; y mediante una Vida en el amor pueden lograr la fuerza necesaria para cumplir con la Voluntad de Dios. Por eso lo más importante en la vida terrenal es que a los seres humanos esté comunicado el Evangelio del Amor, lo que quita de los hombres las densas tinieblas, lo que les permite establecer una fe en Jesucristo como Hijo de Dios y Redentor del mundo, y que siempre regalará la fuerza necesaria para recorrer el valle de la Tierra con éxito.

El amor es fuerza, de modo que sin amor el hombre es débil y no puede lograr la finalidad por la que vive en la Tierra. Y sin Amor tampoco puede haber Luz en esta Tierra, porque se trata del reino del adversario de Dios... por eso el adversario dispersa tinieblas densas para que Dios no sea reconocido, porque de lo contrario el enemigo arriesgaría a perder su séquito que en la Luz sería reconocible como tal...

Por eso, donde se predica el Amor, allí también se podrá despertar la fe en Jesucristo - si los hombres tan sólo tienen la voluntad de cumplir con los Mandamientos de Amor. Por eso los colaboradores en la Viña del Señor deben estar muy activos y divulgar diligentemente la Palabra de Dios –que siempre contiene los divinos Mandamientos de Amor– porque los seres humanos deben estar al tanto que únicamente el amor les puede producir un progreso espiritual... que únicamente el amor les regala la fuerza para trabajar en sí mismos... y que el amor también regala la Luz e imparte a los hombres un amplio saber, de modo que ahora van su camino por la Tierra conscientemente - conscientes de su tarea y de la finalidad de su camino por la Tierra... una finalidad a la cual ahora también aspiran con todas sus fuerzas...

Tan pronto como reconocen a Jesucristo... como saben que Dios mismo en Jesús ha llevado a cabo la Obra de Redención, y ahora se entregan conscientemente a Él, también quedarán liberados de su culpa del pecado original, y lograrán su objetivo en la Tierra y la unión definitiva con su Dios y Padre desde la eternidad...

Amén.

Traductor
Traducido por: Ion Chincea

Gesù ha insegnato l’Amore sulla Terra

L’Anima di Gesù ha portato con Sé l’Amore sulla Terra, e perciò Era capace di prendere su di Sé un’ultramisura di sofferenza, perché l’Amore Gli dava per questo la Forza. Egli sapeva che agli uomini mancava proprio l’amore e che perciò erano deboli e senza Forza. Anche loro avevano bensì in sé una piccola scintilla d’amore, quindi erano capaci d’amare, ma a loro mancava la volontà d’amare, perché questa la soffocava il Mio avversario, perché attizzava sempre di più l’amor proprio ed impediva ogni amore disinteressato a fare breccia. E perciò Gesù viveva per gli uomini una vita d’esempio nell’amore. Gesù ha fatto solo del bene ai Suoi prossimi, guariva le loro infermità, li consolava ed aiutava loro ovunque c’era bisogno d’Aiuto. Egli Era altruista e sempre pronto a rendere leggera la sorte terrena degli uomini. Egli insegnava loro del perché dovevano condurre una vita nell’amore, li avvertiva dalle conseguenze di un cammino terreno disamorevole, perché metteva loro anche sempre davanti agli occhi l’effetto di una vita nell’amore e dava loro la dimostrazione di Sé Stesso, il Quale Era capace delle più alte prestazioni di Forza, il Quale guariva i malati ed operava Miracoli grazie al Suo Amore che in Lui aumentava costantemente. Perché Egli Era in intimo contatto con Dio, il Quale E’ l’Eterno Amore Stesso.

E perciò Gesù insegnava anche agli uomini di stabilire il legame con Dio, loro Padre dall’Eternità, cosa che poteva avvenire di nuovo solo tramite l’amore e l’intima preghiera rivolta a Lui. Tutto questo era diventato estraneo agli uomini e solo pochi conducevano una vita d’amore, e costoro riconoscevano anche presto Gesù come il Messia promesso, riconoscevano in Lui il Padre. Tramite l’amore era stata accesa in loro una piccola Luce, che ora venne nutrita tramite gli Insegnamenti di Gesù e l’oscurità scomparve dagli uomini. E quest’Insegnamento doveva essere diffuso fra l’umanità, e perciò Egli Stesso istruì i Suoi discepoli, che Egli inviò fuori nel mondo con l’Incarico di annunciare Lui Stesso, la Sua Opera di Redenzione ed il Vangelo dell’amore, perché agli uomini doveva essere indicata la retta via che conduce alla Vita che dura in eterno.

Ma Gesù non avrebbe mai potuto compiere quest’Opera di Redenzione, se non Fosse Stato colmo d’Amore, ma l’Amore può tutto, per l’Amore non esistono limiti, non vi è nulla di impossibile, non esiste nulla che non possa essere vinto dall’Amore, perché come Uomo sarebbe stato impossibile sopportare fino alla fine una tal misura di sofferenze e tormenti, come veniva caricata su di Lui. Ma la Forza dell’Amore Lo aiutava alla Vittoria, grazie all’Amore Egli ha sopportato le sofferenze più amare e la morte più atroce sulla Croce, e Lui diede il Suo Spirito solamente, quando l’Opera fu compiuta. E solo ora per gli uomini era reso possibile diventare liberi dall’avversario, che li teneva catturati finché la colpa di peccato non era estinta. Solo dopo la morte sulla Croce di Gesù gli uomini potevano richiedere la Forza e la fortificazione da Gesù Cristo, nel Quale Dio Stesso come l’Eterno Amore E’ morto per l’umanità. Gli uomini non sono più in balìa dell’avversario di Dio ed il suo arbitrio, si possono staccare da lui, quando chiedono l’Aiuto a Gesù e si conquistano la Forza solo attraverso una vita d’amore per compiere la Volontà di Dio.

E perciò la cosa più importante nella vita terrena è che agli uomini venga annunciato il Vangelo dell’amore, che toglie da loro la fitta oscurità, che li fa trovare la fede in Gesù Cristo come il Figlio di Dio e Redentore del mondo e che donerà sempre la Forza di percorrere con successo la via terrena; perché l’amore è la Forza, e senza amore l’uomo rimane inerme, non può raggiungere la sua meta per il qual scopo vive sulla Terra. Senza amore non può nemmeno esistere nessuna Luce su questa Terra, perché è il regno dell’avversario di Dio, che diffonde la fitta oscurità, affinché Dio non venga riconosciuto e lui non perda il suo seguito, ma che nella Luce viene riconosciuto come nemico. Perciò dove viene predicato l’amore, là potrà anche venir risvegliata la fede in Gesù Cristo, quando gli uomini soltanto vogliono adempiere i Comandamenti dell’amore.

E perciò gli operai nella Vigna del Signore devono essere attivi con fervore e diffondere la Parola di Dio, che ha sempre per contenuto soltanto i Comandamenti dell’amore, perché gli uomini devono sapere che soltanto l’amore può procurare loro un progresso spirituale, che soltanto l’amore dona loro la Forza di lavorare su sé stessi, e che l’amore dona anche la Luce e dischiude agli uomini un sapere voluminoso in modo che ora percorrono consapevolmente la loro via terrena, coscienti del loro compito e della loro meta, ed ora vi tendono anche con tutte le forze. Ed appena riconoscono Gesù Cristo, appena sanno che Dio Stesso ha compiuto in Gesù l’Opera di Redenzione e si danno ora a Lui coscientemente, diventeranno anche liberi dalla loro colpa primordiale e raggiungeranno la meta sulla Terra e la definitiva unificazione con il loro Dio e Padre dall’Eternità.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich