No debéis dudar nunca de Mi amor, porque no solo soy vuestro Padre y Creador, sino también vuestro Padre, de Cuyo amor surgisteis. Y Mi ser original es el amor, que nunca puede cambiarse, que nunca se disminuirá y que, por lo tanto, solo necesita ser reconocido para poder ser respondido. Pero que no Me reconocéis en Mi amor, que estáis mucho más inclinados a considerarme como un Dios de “ira”, Quien condena injustamente y sin piedad cuando Sus criaturas se han vuelto pecadores contra Él, eso es una consecuencia de vuestro antiguo pecado y rebelión contra Mí.... Cuando os pervertisteis en vuestro ser, que era puro amor, ya no fuisteis capaz de reconocerme a Mí Mismo, porque todos vuestros pensamientos estaban mal dirigidos....
Se desviaron de la verdad y ya no podían captar nada correctamente, y Mi oponente se aseguró de que esta oscuridad se hiciera cada vez más profunda en vosotros al luchar contra toda verdad, porque entraba en su plan hacer que Me ignorasteis por completo para evitar vuestro regreso hacia Mí.... para destronarme, sobre Quien se había levantado y fue el primero en apartarse de Mí. Mientras aún no fuisteis redimidos de este pecado original, era imposible reconocerme correctamente a Mí y a Mi ser y por eso caísteis en pecados cada vez mayores como seres humanos y os levantasteis en contra de Mí, pecasteis contra vuestros semejantes, y a través de todos estos pecados, vosotros mismos habíais creado una condición, que erais cada vez más adictos a Mi oponente, que ahora os dominaba y os impulsó cada vez más al pecado.
Mi amor ahora ya no podía ayudaros, porque os habíais vueltos completamente inaccesible para ello, y solo os podían dar leyes de parte de la “Deidad Todopoderosa”, para que vuestra existencia en esta tierra estuviera asegurada después de todo, porque Mi oponente quería destruir porque creía poder arrebatarme Mi poder de este modo. Y estas leyes siempre exigieron de vosotros sólo el reconocimiento de un “poder” sobre vosotros, porque “amor“ ya no podíais conocerlo y reconocerlo como consecuencia de vuestro pecado.
Pero los hombres tampoco quisieron inclinarse ante esta violencia, cuyos corazones estaban particularmente endurecidos porque estaban influenciados por aquel a quien se habían sometido y a quien se reconocían como su “Señor”.... En todos estos hombres Mi voluntad estaba apagada, para ellos no existía la posibilidad que su Dios y Creador se hacía escuchar, porque pertenecían enteramente a Mi oponente.
Y eran solo los hijos de Israel, a quienes todavía se Me conocía como “Dios y Creador”, cuyo poder lo reconocían y temían.... Razón por la cual los saqué repetidamente cuando entraron en poder de otros y Me llamaron en su angustia.
Sin embargo, ellos tampoco Me reconocieron como un Dios de Amor, como su Padre, porque tenían el espíritu oscurecido como resultado del pecado de la apostasía anterior y primero esta gran culpa del pecado tuvo que ser pagado antes de que la luz podría ser traída a ellos, en la cual también Me reconocían como su “Padre”. Y entonces dejé levantar profetas entre esos pueblos, y estos fueron “impulsados” por Mi Espíritu.... Tenían que hablar lo que Yo quería decirles a los hombres a través de su boca, pero no era su propia luz que brillaba en ellos, pero si, podría provocar un cambio de actitud, de modo que la gente ahora buscara a su Dios y Creador y luego Yo también Me dejó encontrar de aquellos de buena voluntad.
Pero la gente sólo pudo reconocerme como “amor” después de Mi muerte en la cruz, después de la Obra Redentora de Jesucristo, que significó la redención de su culpa original, y entonces también la luz irrumpió en aquellos que vivieron en el amor. Porque la fuerza para ello les vino ahora de las gracias de la Obra de Redención.
Entonces también reconocieron Mi verdadero ser, que en sí es el Amor, la Sabiduría y el Poder.... Luego ellos mismos fueron resplandecientes con la luz del conocimiento.... Y luego les fue posible distinguir la verdad del error, que siempre se cuela en donde la oscuridad del espíritu era inconfundible....
Amén
TraductorAn Meiner Liebe dürfet ihr niemals zweifeln, denn Ich bin nicht nur euer Gott und Schöpfer, sondern euer Vater, aus Dessen Liebe ihr hervorgegangen seid. Und es ist Mein Urwesen Liebe, die sich niemals verändern kann, die sich niemals verringern wird und die deshalb nur erkannt zu werden braucht, um auch erwidert werden zu können. Daß ihr Mich aber in Meiner Liebe nicht erkennet, daß ihr weit eher geneigt seid, Mich als einen Gott des "Zornes" zu betrachten, Der ungerecht und unbarmherzig verurteilt, wenn Seine Geschöpfe Ihm gegenüber sündig geworden sind, das ist eine Folge eurer einstigen Sünde der Auflehnung wider Mich.... Als ihr euch selbst in eurem Wesen, das pur Liebe war, verkehrtet, vermochtet ihr auch nicht mehr Mich Selbst zu erkennen, denn alle eure Gedanken waren falsch gerichtet.... Sie wichen von der Wahrheit ab, sie konnten nichts mehr recht erfassen, und Mein Gegner sorgte dafür, daß diese Verfinsterung in euch immer tiefer wurde, indem er gegen jegliche Wahrheit ankämpfte, weil es in seinem Plan lag, euch in volle Unkenntnis über Mich zu stürzen, um eure Rückkehr zu Mir zu verhindern.... um Mich zu entthronen, über Den er sich selbst erhoben hatte und als erster von Mir abfiel. Solange ihr noch nicht von dieser Ursünde erlöst waret, ist es unmöglich gewesen, Mich und Mein Wesen recht zu erkennen, und darum fielet ihr auch als Mensch in immer größere Sünden, ihr warfet euch gegen Mich auf, ihr versündigtet euch gegen eure Mitmenschen, und durch alle diese Sünden hattet ihr selbst einen Zustand über euch heraufbeschworen, daß ihr Meinem Gegner immer stärker verfallen waret, der euch nun beherrschte und immer mehr zur Sünde antrieb. Meine Liebe konnte euch nun nicht mehr beistehen, denn für diese waret ihr gänzlich unzugänglich geworden, und es konnten euch nun nur Gesetze gegeben werden von seiten der "allmächtigen Gottheit", auf daß euer Bestehen auf dieser Erde überhaupt gesichert war; denn Mein Gegner wollte vernichten, weil er glaubte, Mir dadurch Meine Macht entreißen zu können. Und diese Gesetze forderten von euch Menschen immer nur das Anerkennen einer "Gewalt" über euch, denn die "Liebe" konntet ihr nicht mehr erkennen und anerkennen als Folge eurer Sünde. Aber auch dieser Gewalt wollten sich die Menschen nicht beugen, deren Herzen besonders verhärtet waren, weil jener sie beeinflußte, dem sie sich unterworfen hatten und den sie als ihren "Herrn" anerkannten.... In allen diesen Menschen war Mein Wille ausgeschaltet, für sie gab es keine Möglichkeit, daß ihr Gott und Schöpfer Sich zu Gehör brachte, denn sie gehörten voll und ganz Meinem Gegner. Und es waren nur noch die Kinder Israels, denen Ich als "Gott und Schöpfer" noch ein Begriff war, Dessen Macht sie anerkannten und Ihn fürchteten.... weshalb Ich sie immer wieder herausführte, wenn sie in die Gewalt der anderen gerieten und zu Mir riefen in ihrer Not. Dennoch erkannten auch sie Mich nicht als einen Gott der Liebe, als ihren Vater, weil sie verfinsterten Geistes waren als Folge der Sünde des einstigen Abfalles und erst diese große Sündenschuld getilgt sein mußte, bevor ihnen das Licht gebracht werden konnte, in dem sie Mich auch als ihren "Vater" erkannten. Und ließ Ich unter jenen Völkern Propheten erstehen, so waren diese von Meinem Geist "getrieben".... Sie mußten reden, was Ich durch ihren Mund zu den Menschen reden wollte, aber es war nicht eigenes Licht, das in ihnen aufleuchtete, doch es konnte eine Änderung der Gesinnung bewirken, so daß die Menschen nun ihren Gott und Schöpfer suchten und Ich Mich dann auch finden ließ von denen, die guten Willens waren. Als "Liebe" erkennen konnten Mich die Menschen aber erst nach Meinem Kreuzestode, nach dem Erlösungswerk Jesu Christi, das Tilgung ihrer Urschuld bedeutete und dann auch das Licht durchbrach in denen, die selbst die Liebe lebten. Denn die Kraft dazu ging ihnen nun aus den Gnaden des Erlösungswerkes zu. Dann aber erkannten sie auch Mein rechtes Wesen, das in sich Liebe, Weisheit und Macht ist.... Dann waren sie selbst von dem Licht der Erkenntnis durchstrahlt.... Und dann war es ihnen auch möglich, Wahrheit von Irrtum zu unterscheiden, der immer sich einschleichen wird, wo die Finsternis des Geistes unverkennbar war....
Amen
Traductor