Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

El camino del regreso a Dios

Siempre que os pongáis en camino a Mí, Yo vengo a vuestro encuentro. Creedme que a Mí mismo vuestra distancia de Mí me da poca gracia - aunque ahí no debéis tener la impresión como si Yo sufriera por eso; sino sí, añoro vuestro amor... y mientras todavía os mantengáis alejados de Mí, lo echo de menos. Por eso también comprenderéis que sigo a todos vuestros pasos... que veo cuando los dirigís a Mí... y que entonces también vengo a vuestro encuentro para acortar para vosotros el camino del regreso... para que lleguéis más pronto a vuestra meta.

Aun así cuando se paran vuestros pasos también Yo tengo que pararme... cuando vosotros cambiáis de parecer o cuando echáis una mirada al dominio que queréis dejar atrás. De ninguna manera quiero interferir en vuestra libre voluntad. Aunque, sí, puedo seduciros –lo que también hago– pero no puedo obligaros porque vuestro regreso a Mí siempre debe ser un acto de vuestra propia voluntad absolutamente libre.

Pero que sepáis que ni un solo pensamiento que habéis dirigido a Mí se esfuma o no llega a su meta. Cada uno de tales pensamientos está valorado como un gesto de libre voluntad y lo recompenso correspondientemente, manteniéndome siempre en vuestra cercanía y haciendo todo para que cada vez de nuevo dirijáis vuestras miradas hacia Mí.

No tenéis idea de lo infinitamente profundo que es mi Amor a vosotros, criaturas Mías... pues no sabéis la nostalgia que este Amor tiene de vosotros... y que por este Amor Yo no descarto ni una sola de mis criaturas, aunque esta se mantenga distanciada de Mí - llevada por su libre voluntad. Aun entonces dedico mi Amor a todas ellas, buscando acceso, y más aún tratándose de un “niño” que es Mío y que quiere seguir siéndolo - un niño que sólo cada vez de nuevo dirige sus miradas hacia los lados porque desde allí lo inducen. Yo sé el curso de pensamientos de su corazón, sé que su amor está dirigido a Mí y que sólo es demasiado débil para defenderse contra toda clase de tentaciones. Pero siempre de nuevo, con toda seguridad, reencuentra el camino a Mí, queda en él y ya no se apartará porque el deseo de su corazón está dirigido únicamente a Mí.

El camino hacia Mí es muy inclinado y pesado, porque no puede ser que Yo lo hiciera fácil y lo combinara con atracciones, dado que hay que seguirlo por puro amor a Mí, y no por otras ventajas... pues cualquier “ventaja” siempre es una empresa enemiga para seducir a los hombres para que vayan por otros caminos que los alejan mucho de Mí. Por eso en vuestra senda hacia las Alturas frecuentemente os cansaréis y echaréis una mirada apenada al mundo al que queréis abandonar. Y Yo os lo consiento, pero únicamente por vuestra propia causa, porque cada subida que lográis tras vuestra libre voluntad os producirá éxitos maravillosos.

Yo me acerco cada vez más al hombre, y él se acerca cada vez más a Mí; y mi presencia causa al hombre una bienaventuranza que le recompensa por todo lo que había renunciado por Mí. Y esta presencia debe ser el objetivo que perseguís con toda fuerza de vuestra voluntad, ¡y que no os paréis antes de haber llegado a Mí! Además, os acorto el camino, dado que vengo a vuestro encuentro.

Si tan sólo anheláis mi presencia y con firmeza continuáis el camino que habéis tomado –aunque a veces os cueste porque no veis un éxito palpable y por eso creéis aún no haber hecho paso alguno hacia lo Alto– entonces ya no estaréis mucho tiempo separados de Mí. Si pudierais considerar las profundidades del pasado, abarcaríais de una ojeada las grandes distancias que ya habéis recorrido y, encantados, os lanzaríais al último trayecto que todavía os separa de Mí.

Pero podéis estar seguros que Yo evito todo que podría causar una recaída de vosotros a las profundidades. Os sujeto invisiblemente, pero os atraigo continuamente hacia las Alturas, dado que mi Corazón goza del regreso de un “niño” a la Casa paternal... Pues consta que en este trayecto corto que le queda, le ayudo para llegar allí, y lo acompañaré invisiblemente hasta que llegue a la meta.

Una vez allí, el “niño” me verá y mis Brazos podrán abrazarlo... pues ha regresado al Padre, del Cual cierta vez había tomado su origen.

Amén.

Traductor
Traducido por: Meinhard Füssel

La via del ritorno a Dio

Vi vengo sempre incontro, quando prendete la via verso di Me, CredeteMi, che Io Stesso sento come poco beatificante la vostra distanza da Me, anche se voi uomini non dovete con ciò farvi un’idea di sofferenza da Parte Mia, ma ho Nostalgia del vostro amore, e finché vi tenete separati da Me, Mi manca anche questo amore. Perciò vi sarà anche comprensibile, che seguo tutti i vostri passi, che vedo quando li rivolgete a Me e che vi vengo poi anche incontro, per abbreviare per voi la via del ritorno, affinché raggiungiate più rapidamente la vostra meta. Ciononostante devo fermare i Miei Passi, quando anche i vostro si arrestano, quando cambiate di nuovo idea oppure guardate indietro nel campo che volete abbandonare. Non voglio determinare in nessun modo la vostra libera volontà, posso ben allettarvi, cosa che faccio sempre, ma non vi costringo, perché il vostro ritorno a Me dev’essere e rimanere un atto della totale libera volontà. Ma questo lo dovete sapere e credere, che nessun vostro pensiero che è per Me, svanisca oppure non raggiunga la sua meta. Ed ogni tal pensiero rivolto a Me viene anche valutato come libera volontà e rispettivamente ricompensato da Me mentre sosto costantemente vicino a voi e faccio di tutto per rivolgere i vostri sguardi sempre di nuovo a Me. Non sapete quanto infinitamente profondo sia il Mio Amore per voi, le Mie creature, non sapete che per questo amore c’è sempre soltanto la Nostalgia di voi e che perciò non abbandono nessuna delle Mie creature, per quanto si tenga ancora lontano da Me nella libera volontà. Anche allora il Mio Amore lo corteggia e cerca di raggiungerlo, ma quanto più per un figlio che è Mio e lo vuole rimanere, che rivolge soltanto sempre di nuovo gli sguardi dall’altra parte, perché viene agitato e sedotto da tutte le parti. Ma Io conosco il corso dei pensieri del cuore, Io so che il suo amore è per Me ed è soltanto troppo debole per difendersi contro le seduzione di ogni genere. Esso ritrova anche sempre di nuovo la via del ritorno a Me, rimane sulla via verso di Me e non devierà nemmeno dalla via, perché ha soltanto il desiderio del cuore per Me. La via verso di Me sale ripidamente verso l’Alto, è difficile, non va bene che Io la renda facile, ma che la collego con delle seduzioni, perché questa via dev’essere percorsa per puro amore per Me, non per qualsiasi vantaggio, cosa che è sempre in intento animoso, per attirare gli uomini su altre vie che conducono lontano da Me. Perciò vi stancherete sovente del cammino verso l’Alto e proprio allora guarderete indietro con nostalgia al mondo che volete abbandonare. Ed Io lo permetto, ma soltanto per via di voi stessi, perché ogni risalita, che viene eseguita liberamente, ha i più magnifici successi. Io Mi avvicino sempre di più a lui, lui si avvicina sempre di più a Me, e con la Mia Presenza l’uomo sente poi la Beatitudine che lo risarcisce per tutto ciò a cui aveva rinunciato per via di Me. E questa Presenza dev’’essere la Meta che perseguite con tutta la forza della volontà, non dovete riposare prima che non siete arrivati a Me, perché vi abbrevierò certamente la via mentre vi vengo incontro. Quindi non siete più a lungo separati da Me appena avete nostalgia della Mia Presenza e proseguite imperturbati per la via che avete intrapresa, anche se a volte vi è difficile perché non vedete nessun successo visibile, perché credete di non essere risaliti d’un solo passo verso l’Alto. Se poteste guardare indietro nell’abisso, potreste anche abbracciare con lo sguardo tutte le grandi distanze che avete già superate e pieni con felicità prendereste anche l’ultimo breve tratto di via che vi separa ancora da Me. Ma potete essere certi che impedisco che ricadiate nell’abisso. Io vi tengo in modo invisibile, ma vi attiro continuamente verso l’Alto, dato che il Mio Cuore gioisce che un figlio ritorni nella Casa del Padre ed abbrevierò davvero questa ultima breve via per aiutarlo e camminerò in modo invisibile accanto a lui, finché lui stesso vedrà Me Stesso alla meta e le Mie Braccia possano afferrare il figlio che è ritornato a Casa dal Padre dal Quale una volta è proceduto.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich