Mientras más cercano esté el fin, más violenta será la lucha entre la Luz y la oscuridad. Vosotros sufriréis todo el horror de la lucha sólo cuando se dirijan contra mis seguidores; cuando traten de eliminar la fe en Mí y en Jesucristo; cuando la Obra de Redención sea el objetivo del ataque de mi oponente; cuando la gente sea llamada a declarar abiertamente su fe, y forzada a abjurar de ella por los medios más brutales.
Solamente entonces comenzarán la miseria y aflicción, tiempo que Yo he prometido acortar a causa de los Míos. Entonces se manifestará el furor de mi adversario. Pues la humanidad ya no se inhibirá en absoluto y nada será respetado porque la gente estará instigada por Satanás y se habrá sometido enteramente a su voluntad.
Debe decirse que no falta mucho tiempo para que comience la lucha por la fe. Pero antes caerá sobre la Tierra, por mi Voluntad, una miseria aún mayor, cuya causa es distinta, que herirá al hombre para que su fe pueda ser probada y fortalecida en esa miseria. Mucha gente aprovechará ciertamente esta miseria, que golpeará duramente a los hombres mediante una catástrofe natural, para atacar la fe. Se dudará, ahora con razón, de un Dios y Creador que destruye lo que Él mismo ha creado.
Pero aquel que esté instruido en la Verdad, tendrá la explicación correcta de todo, y cuando lleve esa Verdad a su prójimo, será posible que esta venidera «lucha por la fe» pueda producir también entre ellos una fe aún más fuerte, capaz de resistir firmemente todas las persecuciones a las que estarán expuestos los creyentes. El hecho de que la gran mayoría de la humanidad haya perdido la fe viva es obra de mi adversario, quien no cesará de trabajar contra Mí y contra la Verdad, teniendo más éxito con los hombres que con los representantes de la Verdad pura, con los verdaderos representantes de la enseñanza de Cristo, de los cuales sólo le creerán unos cuantos. Pero mi oponente ofrecerá a la humanidad todo lo que quiera y el mundo lo aceptará. Por esta razón, antes habrá una aclaración, en la que cada cual se declarará abierta y libremente a mi favor o en contra Mía.
Durante el tiempo de miseria que vendrá sobre la Tierra por mi Voluntad, aunque Yo la exprese a través de las fuerzas naturales, cada cual tendrá que decidir por sí mismo llamarme para que le socorra, o aislarse enteramente de Mí, lo que equivale a volverse hacia mi adversario. Pero tendrá que decirlo públicamente cuando durante la última batalla por la fe en esta Tierra se les requiera para que den testimonio de Mí en Jesucristo, o para que me nieguen. Entonces sabrán que fueron aleccionados por Mí en la Verdad, que el fin llegó, que Yo acortaré los días por el bien de los Míos, que Yo mismo vendré a auxiliarlos y redimirlos de su miseria, y que los recogeré de la Tierra y los llevaré a un lugar de paz antes de iniciar la destrucción del planeta, lo cual significa el fin de todo lo creado en él.
Yo deseo que creáis lo que os he vaticinado una y otra vez. Las condiciones en la Tierra muestran ya que mi adversario está furioso porque sabe que le queda poco tiempo, y que el mundo está poblado por seres que son como él. Esto tiene que ser aceptado por todos vosotros y sería bueno que meditéis sobre ello. Todavía cada día es una Gracia para la humanidad, porque incluso el más depravado tiene aún oportunidad de cambiar y ganar la fe en Mí antes del fin. Yo trataré por todos los medios de arrebatar almas a mi oponente antes del fin; quien tenga fe en Mí será bendecido, pero el incrédulo deberá compartir el destino de aquel a quien ha seguido voluntariamente.
Vosotros, hijos Míos, no temáis pues no padeceréis en el tiempo terrible que se acerca, aunque estéis extremadamente privados de las cosas terrenales que necesitáis para vivir. Sabed que Yo mismo cuidaré de vosotros cuando seáis perseguidos por mi nombre, y no temáis las medidas de mi adversario. Porque lo que él os quite, lo volveréis a recibir de Mí, aunque en otra forma; pero no estaréis hambrientos, porque Yo mismo satisfaré vuestra hambre. Como está escrito: «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros y vuestro Padre celestial las alimenta».
¡Pensad en estas palabras! Pensad que Él, quien todo lo Creó, también mantendrá lo que ha creado y dará a los suyos lo necesario cuando lo necesiten. Pero tiempos vendrán en que la gente tratará de forzaros a abandonar vuestra fe por medios brutales, y aquel que sea débil en ella no será capaz de enfrentar esa situación. A vuestra fe le serán impuestas pruebas severas, pero Yo os prepararé especialmente para ese tiempo, y así seréis un ejemplo luminoso para vuestro prójimo y podréis demostrarle lo que se puede lograr con una fe firme: vivir aun cuando lo necesario para la vida os haya sido quitado. Por lo tanto, «buscad siempre primero el Reino de Dios y su Justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura». Esta profecía ser cumplirá plenamente en los Míos, en aquellos que me defiendan ante el mundo, que no temen la fuerza terrena porque se sienten seguros bajo mi protección. Y sólo entonces se conocerá a quienes tengan una fe viva, aunque serán muy pocos.
También entonces se derrumbarán los edificios que han sido construidos sobre la arena y no sobre la roca de la fe en la que Yo he construido: mi Iglesia. Será un tiempo difícil, en el que nadie podría sobrevivir si Yo no hubiera traído al mundo la Verdad, que todo lo explica, única con la cual se puede alcanzar una fe firme. Pero si la Verdad no es aceptada, ningún hombre tendrá fuerzas para preservar en la fe. Sólo podréis encontrar el poder de la fe donde exista el amor.
Un hombre extraordinario se ofrecerá a mi adversario como envoltura visible. Y este hombre también empezará la última batalla en esta Tierra. Fijaros en ello y sabréis que la hora del fin ya está cercana.
Pero prestad atención también a mis mensajeros de lo Alto, que aparecerán al mismo tiempo y pasarán delante de vosotros, hombres, con una Luz que debéis seguir. Atended a todos aquellos que predican mi palabra viviente y uniros a ellos para que pueda formarse un pequeño rebaño que busque continuamente la Luz y la fe, las cuales aumentarán siempre.
Y a todos os prometo mi protección, mi cuidado paternal y mi bendición. Y no habréis de temer ser víctimas de este poder brutal, porque Yo mismo vendré y os buscaré tan pronto como la medida de Mi adversario esté colmada y mi gente se enfrente al mayor peligro. Yo acortaré también estos días para que los Míos puedan preservar y no flaqueen a causa de la persecución.
Si Yo veo aún la posibilidad de rescatar algunas almas, extenderé mi mano protectora sobre ellas, que me defenderán también ante el mundo. Con su fe firme podrán levantar a otros y podrá ser reconocido un Poder más fuerte que todo poder terrenal. Yo cuidaré a mis hijos en medida suma y ellos resistirán en alma y cuerpo pese a las condiciones adversas.
Todo esto sucederá en breve. Lo que hoy todavía no podéis imaginaros, entonces será consumado. Yo os llamo ahora la atención sobre ello, y así vosotros, instruidos por Mí, también sabréis por qué sucederá todo ello. En los signos de los tiempos podréis ver la miseria espiritual en la Tierra y también reconocer el estado del reloj del mundo. Pero cuando comience esta batalla por la fe, sólo quedará ya muy poco, pues todo se desarrollará con especial premura.
El hombre elegido por mi adversario como tapadera humana no tendrá larga vida y su gobierno en esta Tierra durará poco. Sus cualidades sobrenaturales serán ciertamente muy notables porque estará dotado de manera especial por mi adversario y, por lo tanto, trabajará para él y sus planes.
Y aunque el mundo entero le rinda homenaje, vosotros le conoceréis y miraréis más allá de él. Habréis de tener especial cuidado en no exponeros imprudentemente al peligro. Debéis ser «astutos como serpientes y mansos como palomas». Pero cuando os pidan que os decidáis, deberéis hacerlo y confiar firmemente en Mí y en mi auxilio. No importa cuán poderosa pueda ser la humanidad, no podrá triunfar contra mi Poder: un aliento Mío basta para destruirla. Yo diré alto cuando la hora haya llegado. Traeré a Mí a aquellos que están en la opresión terrenal más grande. A los opresores Yo los encadenaré, porque su final ha llegado; habrá terminado un periodo de Redención y empezará una nueva época que permita continuar la Redención de todos los espíritus.
Amén.
TraductorPiù si avvicina la fine, più veemente s’infiammerà la lotta tra la Luce e la tenebra. Ma voi vivrete tutti gli spaventi della lotta soltanto quando si rivolge contro i Miei seguaci, quando la fede in ME in Gesù Cristo deve essere respinta, quando l’Opera di Redenzione diventerà meta d’attacco del Mio avversario, quando gli uomini vengono esortati all’aperta confessione della loro fede, e un abiurare della fede verrà obbligato con i mezzi più brutali. Soltanto allora irromperanno la miseria e l’afflizione, il tempo che IO abbrevierò che ho promesso ai Miei. Ed allora l’infuriare del Mio avversario sarà evidente, perché gli uomini non conoscono più ostacoli, non temono niente, perché vengono sospinti da Satana, e loro si sottomettono totalmente alla sua volontà. Lasciatevelo dire, che non passa più molto tempo fino a questa lotta di fede, ma che prima viene ancora una grande miseria sulla Terra, che però ha un’altra causa, che colpirà gli uomini per Volontà Mia, affinché anche in questa miseria si dimostri oppure anche si rafforzi la loro fede. Certo, molti uomini useranno questa grande miseria per motivi propri, che colpirà gli uomini tramite una catastrofe naturale della massima dimensione, per procedere $$contro$$ $$la$$ $$fede$$, perché solo ora metteranno maggiormente in dubbio un Dio e Creatore, il Quale Lui Stesso distrugge ciò che ha creato. Ma chi è istruito nella Verità, ha anche per tutto una giusta spiegazione, e se ora porta anche questa Verità agli uomini, allora può anche produrre tra di loro piuttosto una forte fede nella lotta di fede che seguirà, per poi perseverare anche in tutte le oppressioni, a cui i credenti sono esposti. Ma che la maggioranza degli uomini non ha più una viva fede, è l’opera del Mio avversario, che perciò non cede di lavorare contro di Me e la Verità ed avrà più successo presso gli uomini che i rappresentanti della pura Verità, i veri rappresentanti della Dottrina di Cristo. Perché a loro si crede solo poco. Ma l’avversario può offrire agli uomini ciò che vuole e quello viene accettato e perciò deve venire già prima un chiarimento, ognuno deve riconoscersi liberamente $$per$$ $$o$$ $$contro$$ $$di$$ $$Me$$. Ognuno deve trovare questa decisione per sé stesso nel tempo di miseria che verrà, che passa sulla Terra per Mia Volontà, perché quando parlo attraverso la potenza della natura, allora ognuno si trova davanti alla decisione: d’invocarMi per Aiuto, oppure di isolarsi totalmente da Me, che è uguale al rivolgersi all’avversario. Ma poi verrà ancora la decisione, che deve essere fatta pubblicamente: quando nell’ultima lotta di fede verrà pretesa da voi uomini di rendere testimonianza per Me in Gesù Cristo, oppure di rinnegare Me. Ma allora sappiate, voi che siete stati istruiti nella Verità da Me Stesso, che è venuta la fine. Allora sappiate, che abbrevierò i giorni per via dei Miei, che Io Stesso verrò per assisterli e per liberarli dalla loro miseria, che IO verrò a prenderli da questa Terra per trasferirli, in un luogo di Pace, prima che poi esegua l’Opera di distruzione, che significa una fine di tutto ciò che è creato su questa Terra. Vogliate soltanto credere, ciò che annuncio sempre di nuovo. Lo stato della Terra dovrebbe già dimostrarvi, che il Mio avversario infuria, perché sa che non ha più molto tempo. E che il Mio avversario infuria, e che la Terra è popolata dai suoi simili, è riconoscibile da tutti voi e deve farvi ancora riflettere. Ogni giorno però è ancora una Grazia per gli uomini, perché l’uomo più depravato ha ancora la possibilità di cambiare, e di conquistare ancora la fede in Me prima della fine, perché tento tutto per strappare al Mio avversario le anime ancora prima della fine. E chi crede in Me, sarà beato, ma i miscredenti devono condividere il destino con colui che hanno seguito liberamente. Ma voi, figli Miei, non temete, perché nel tempo di miseria che verrà non vi mancherà nulla, anche se in modo terreno vi verrà sottratto ciò che vi necessita per vivere. Come voi credete che IO Stesso MI prenderò cura di voi, che siete perseguitati per via del Mio Nome, non devono spaventare i provvedimenti del vostro avversario. Perché ciò che vi prendono, lo ricevete di nuovo da Me, anche se in altra forma, ma non avete bisogno di languire in modo terreno, perché Stesso calmerò la vostra fame. Perché “guardate gli uccelli sotto il cielo, loro non seminano, non raccolgono, e non depongono nei granai, ed il vostro Padre Celeste li nutre comunque.” Pensate a queste Parole, ricordatevi, che Egli il Quale ha creato tutto, potrà veramente conservare anche ciò che Lui ha creato. E che Egli lo fa certamente, quando i Suoi sono nella miseria. Ma verrà il tempo, in cui vi vorranno costringere mediante dei provvedimenti brutali a cadere dalla vostra fede, e chi è di fede debole, non resisterà a questi provvedimenti. Sono delle forti prove di fede, che verranno messe su di voi, ma proprio a questo tempo vi voglio preparare, allora potrete essere anche un luminoso esempio ai vostri prossimi, potrete dimostrare loro, che cosa è capace una forte fede. Che voi vivete, benché vi sia stato sottratto il necessario che vi serve per vivere. Perciò cercate sempre soltanto il Regno di Dio e la Sua Giustizia, tutto il resto vi verrà dato in sovrappiù. Anche questa Promessa si adempirà poi pubblicamente nei Miei, in coloro, che garantiscono per Me ed il Mio Nome davanti al mondo, che non temono la violenza terrena, perché si sentono protetti sotto la Mia Protezione. E soltanto si dimostrerà, chi crede vivamente, e di loro ce ne saranno soltanto pochi. Allora crolleranno anche gli edifici, che sono costruiti sulla sabbia, che non stanno sulla roccia della fede, sulla quale ho costruito la Mia Chiesa. Sarà un tempo difficile, che nessun uomo potrebbe sostenere, se non guidassi prima la Verità sulla Terra, che è la Spiegazione per tutto e che da sola può produrre una forte fede. Ma l’errore non darà a nessun uomo la forza di resistere, e soltanto dov’è l’amore, si trova anche la Forza della fede. Un uomo straordinario si offrirà al Mio avversario in un involucro visibile, e quest’uomo conduce poi anche l’ultima lotta su questa Terra. Badate a questo, e saprete, che ora è anche molto vicina l’ora della fine. Ma bada anche ai Miei messaggeri dall’Alto, che compaiono nello stesso tempo, per precedere voi uomini con una Luce, la quale dovete seguire. Badate a tutti coloro che annunciano vivamente la Mia Parola, ed aggregatevi a loro, affinché la piccola schiera si raduni, affinché possano sempre di nuovo attingere alla Luce, e la loro fede accresca sempre, ed a tutti questi prometto la Mia Protezione, la Mia Cura Paterna, e la Mia Benedizione. E non devono temere, di diventare vittime di quella brutale violenza, perché Io Stesso verrò e li prenderò, quando la misura del Mio avversario sarà piena, quando i Miei sono minacciati dal peggiore dei pericoli. Per questo abbrevierò anche questi giorni, affinché i Miei possano perseverare e non diventino deboli in vista dei provvedimenti di persecuzione. Ma dato che prevedo ancora una ultima possibilità di salvezza per delle singole anime, per questo tengo la Mia Mano su coloro che Mi rappresentano anche davanti al mondo, affinché si possano alzare nella forte fede di questi, che può essere riconosciuta in una Potenza, che è più forte che ogni potenza mondana. Ed anche per questo provvederò in modo insolito per i Miei, e malgrado i provvedimenti avversi potranno resistere, nel corpo e nello spirito. Tutto questo si svolgerà in breve tempo. Ciò che voi oggi non presumete ancora, poi si svolgerà, e per questo già oggi ve lo faccio notare, e voi, che venite istruiti da Me, sapete poi anche, perché tutto questo avverrà. E’ visibile anche la miseria sulla Terra, e nei segni del tempo potete anche riconoscere lo stato dell’orologio del mondo. Ma quando s’infiammerà questa lotta di fede, dovete contare soltanto più con un breve tempo, perché allora tutto si svolgerà in una particolare velocità. Perché quell’uomo, che il Mio avversario si è scelto come involucro, non ha una lunga durata di vita, ed il suo reggimento non dura a lungo su questa Terra. E le sue facoltà sopranaturali lo faranno anche riconoscere, perché viene provveduto insolitamente dal Mio avversario, e perciò lavora per lui ed i suoi piani. Ed anche se tutto il mondo lo adula, voi lo riconoscete e lo penetrate con lo sguardo. Ma allora dovete anche far regnare grande prudenza, e non dovete mettervi volontariamente in pericolo nel l’ultrafervore. Allora dovete essere prudenti come i serpenti, e miti come le colombe. Ma quando verrà pretesa da voi la decisione, allora dovete perseverare, e confidare solidamente su di Me ed il Mio Aiuto, perché per quanto gli uomini possano essere potenti, non possono fare niente contro il Mio Potere, ed un Mio Soffio è sufficiente per distruggerli. E così imporrò anche un Alt, quando giungerà l’ora. Io verrò a prendere da Me coloro che si trovano nella più grande oppressione terrena; ma metterò gli oppressori stessi in catene, perché il tempo è trascorso, un tratto di Redenzione è terminato, ed inizia una nuova epoca, affinché la salvezza di tutto lo spirituale proceda.
Amen
Traductor