Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

Explicación del inusual don de gracia...

Es una gracia inmerecida cuando Me dirijo a las personas directamente, porque rara vez una persona adquiere todavía en la tierra el grado de madurez que lo acerca tanto a Mí que una irradiación de amor directa por Mi parte es el resultado. Pero en el último tiempo antes del final Me dirijo a todos los hombres de tal manera que puedan escucharme a Mí Mismo, incluso si esto no sucede de inmediato. Y para esto necesito una forma que permita el obrar directo en sí mismo... que también tiene la voluntad de entregarse a Mí... y esta disposición uso de manera inusual porque es urgente que se le brinde una ayuda a la gente.

Solo puedo convertir esa forma en Mi herramienta, que ya ha alcanzado una cierta madurez de alma, pero esa madurez no sería suficiente para tal irradiación, que es parte de un verdadero Hijo de Dios... de una persona que deja la vida terrenal completamente espiritualizada para ser aceptada por Mí como Mi Hijo, que ahora es introducido en todos los derechos de un hijo y, por lo tanto, también puede interactuar Conmigo directamente, como un niño se asocia con su padre... Entendedlo, tal grado de madurez es solo el requisito previo que la fuerza de irradiación de Mi amor se desborde directamente sobre un ser, para ser transmitida a través de innumerables receptores de luz hacia donde se desea la luz.

Por eso Yo lo llamo una gracia inmerecida cuando uso una forma humana incluso con un grado de madurez no tan alto para transmitir esta fuerza de irradiación de amor directamente a las personas, porque en vista del final cercano la afluencia de gracia debe ser aumentada para poder ayudar a las personas... porque una afluencia de fuerza inusual aún puede lograr lo que de otro modo sería imposible... Por eso ya Me dejo contentar con la voluntad seria de una persona de servirme... siempre que haya cumplido la condición que permite que Mi Espíritu obre en él. Porque Mi promesa es. “Quiero enviaros el consolador, el Espíritu de la verdad, que os introducirá a la verdad y os recordará de todo lo que os he dicho...”

Mi Espíritu entonces obra en cada persona, que se ha hecho un receptáculo para Mi Espíritu a través del amor... Él lo guía al conocimiento correcto, Él ilumina su pensamiento, Él le da aclaración desde adentro, y entonces el hombre ahora estará en la verdad, habrá luz en él, y también podrá transmitir su conocimiento a sus semejantes... Se llenará de Mi Espíritu y podrá hablar justificadamente de Mi presencia en él. Y para esta obra de Mi Espíritu en el hombre se requiere un cierto grado de amor como requisito, que todos vosotros, los humanos, podéis lograr en la tierra con buena voluntad.

Pero este grado de amor puede aumentar constantemente, y puede llevar a una conexión tan íntima Conmigo que puedo abrazar a Mi hijo con todo Mi fervor de amor, que ahora oye Mi voz con una dicha indescriptible y que él ahora mismo está lleno de fuerza de amor, la cual le empuja a transmitirla... Pero tal grado de amor rara vez se logra en la tierra... Pero Mi discurso directo tiene un efecto tremendo... un efecto que incluso uno persona en la tierra no podría aguantar, y es por eso que solo puedo cuidar a personas con muy poca fuerza si quiero ayudarlas, pero que es nuevamente un efecto inusual para estas personas siempre y cuando estén todavía en un grado bajo de madurez...

Así que probablemente Me dirijo a ellos directamente cuando utilizo a una persona para hablarles... Pero la fuerza que obliga a uno a creer se debilita en la medida en que Mi discurso siempre funcionará como el lenguaje de la persona a través de la cual Me expreso... Ya sea que Me dirijo directamente a ellos a través de ése o que escuchen las palabras que esa persona ha recibido de Mí... la gente siempre será conmovida como por un bien espiritual “transmitido” a ella, siempre oirá primero a la persona que actúa como mediador, y dependiendo de su grado de amor sentirme a Mí y Mi amor... para que así se transmita a la gente algo increíblemente significativo, que puede ser una verdadera ayuda, pero que nunca la tocará en todo su efecto de fuerza, porque la gente no soportaría tal cosa...

Y el mediador también es... la forma, a través de la cual Yo Mismo puedo expresarme, y se ve afectado por él según su grado de amor, porque él también Me oye cuando puede mostrar un mayor grado de madurez, para que él pueda recibir una prueba muy clara de Mi presencia... pero sobre todo él sólo escuchará Mi discurso en el pensamiento, que por lo tanto Mi Espíritu está obrando en Él. Entonces probablemente Me servirá como mediador, y puedo anunciarme a todas las personas a través de él, pero él mismo está tan poco bajo el poderoso efecto de Mi corriente de fuerza de amor como las personas a las que Me dirijo a través de él... porque él también tiene que recorrer su camino terrenal con toda libertad de voluntad... lo que evitaría cualquier discurso insólito de Mi parte.

Sin embargo, de entre aquellas personas que quieren servirme como herramienta, solo puedo elegir a las que pueden mostrar prerrequisitos especiales... Porque es un regalo de gracia muy poderoso que ofrezco a las personas antes del final, y se requiere una fe fuerte y una voluntad fuerte para ponerse a disposición como mediador para este don de gracia que solo una vida amorosa permitió llegar a esta fuerza...

(11.07.1956) El amor y la fe son imprescindibles para una misión, que representa tanto un servicio para Mí como un servicio al prójimo, ser mediador entre yo y los seres humanos. El hombre tiene que creer con convicción que Yo Mismo puedo expresarme y también lo quiero, para ayudar a los hombres... y esta fe convencida debe haberse ganado a través de una vida de amor. Solo entonces me puedo preparar a esta persona como una herramienta y ahora permitir que Mi arroyo de gracia fluya hacia todas las personas... lo que probablemente ponga el alma de esa persona en un estado de bienaventuranza, pero esto no se siente inusualmente por la persona misma.

Pero si los sentidos del hombre fueran tocados por Mi fuerza de amor, entonces el hombre ya no estaría en esa calma que podría escuchar o escribir la expresión de Mi Espíritu, entonces sólo él mismo se vería afectado por Mi iluminación de amor, pero una transmisión hacia los semejantes sería imposible... pero quiero hablar a todas la personas a través de él, y eso requiere una herramienta que se doble completamente a Mi voluntad, que solo quiere ser un instrumento para Mí con el propósito de una misión... Y eso por eso que solo podrá recibir la recompensa en el reino espiritual, pero no puede registrar ningún beneficio especial durante la vida terrenal que los he prometido a todos Mis trabajadores de la viña: que Yo los cuidaré espiritual y físicamente, que están bajo Mi protección y que son constantemente dirigidos y guiados por Mi cuidado.

Un sentimiento inusual de bienaventuranza no debería inducirlos a entregarse a Mí, lo que sería lo mismo que una compulsión de voluntad, pero en su libre albedrío deberían estar dispuestos a servirme a Mí y al prójimo y solo creer incondicionalmente que a través de esta entrega Me pueden servir... Y bendigo tal fe y voluntad, y Mi bendición ayudará al alma a madurar. Y así, una gracia inmerecida, un arroyo de gracia de efecto inimaginable puede ser transmitido a la gente en el último tiempo, que, aprovechándolo correctamente, les puede ayudar a alcanzar la cima, pero sin ejercer ninguna compulsión espiritual sobre las personas.

Mi discurso directo puede ser escuchado de una manera que es soportable para las personas debido a que la iluminación de la luz de Mi amor se lleva a cabo en una ocultación que permite precisamente, esa misma forma humana... por lo que las personas reciben una medida de fuerza que es beneficiosa para la madurez de su alma, pero que se puede aumentar en cualquier momento, dependiendo del uso de Mi don de gracia... a través del cual todavía quiero llevar la salvación a las personas en el último tiempo antes del fin...

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Erklärung für das ungewöhnliche Gnadengeschenk....

Eine unverdiente Gnade ist es, wenn Ich die Menschen direkt anspreche, denn selten nur erwirbt sich ein Mensch noch auf Erden den Reifegrad, der ihn Mir schon so nahebringt, daß eine direkte Liebeanstrahlung Meinerseits die Folge ist. Ich aber rede in der letzten Zeit vor dem Ende alle Menschen an in einer Weise, daß sie Mich Selbst zu hören vermögen, auch wenn dies nicht unmittelbar geschieht. Und dazu benötige Ich eine Form, die das direkte Wirken an sich zuläßt.... also den Willen hat, sich Mir hinzugeben.... Und diese Willigkeit nütze Ich ungewöhnlich, weil es dringend ist, daß den Menschen eine Hilfeleistung erwiesen wird. Ich kann zwar auch nur eine solche Form zu Meinem Werkzeug machen, die auch schon eine gewisse Seelenreife erlangt hat, aber diese Reife würde nicht genügen zu einer solchen Anstrahlung, die Anteil ist eines rechten Gotteskindes.... eines Menschen, der völlig vergeistigt das Erdenleben verläßt, um von Mir als Mein Kind aufgenommen zu werden, das nun in alle Rechte eines Kindes eingesetzt wird und also auch unmittelbar mit Mir verkehren kann, wie ein Kind mit seinem Vater verkehrt.... Verstehet es, ein solcher Reifegrad erst ist Voraussetzung, daß Meine Liebekraftausstrahlung unmittelbar auf ein Wesen überströmt, um nun weitergeleitet zu werden über zahllose Lichtempfänger dorthin, wo Licht begehrt wird. Darum nenne Ich es eine unverdiente Gnade, wenn Ich auch bei einem nicht so hohen Reife-Grade eine menschliche Form nütze, um diese Liebekraftausstrahlung direkt den Menschen zuzuleiten, weil in Anbetracht des nahen Endes der Gnadenzustrom erhöht werden muß, um den Menschen zu Hilfe zu kommen.... weil eine ungewöhnliche Kraft-Zufuhr das noch erreichen kann, was sonst unmöglich wäre.... Darum lasse Ich Mir schon genügen an dem ernsten Willen eines Menschen, Mir zu dienen.... sofern er die Bedingung erfüllt hat, die ein Wirken Meines Geistes in ihm zuläßt. Denn Meine Verheißung lautet: "Ich will euch den Tröster senden, den Geist der Wahrheit, der wird euch einführen in die Wahrheit und euch erinnern alles dessen, was Ich euch gesagt habe...." Mein Geist also wirket in jedem Menschen, der sich selbst zu einem Aufnahmegefäß Meines Geistes gestaltet hat durch die Liebe.... Er leitet ihn zur rechten Erkenntnis, Er erleuchtet sein Denken, Er gibt ihm von innen heraus Aufklärung, und also wird der Mensch nun in der Wahrheit stehen, es wird Licht in ihm sein, und er wird auch seine Erkenntnis den Mitmenschen übermitteln können.... Er wird von Meinem Geist erfüllt sein und berechtigt sprechen können von Meiner Gegenwart in ihm. Und für dieses Wirken Meines Geistes im Menschen ist ein bestimmter Liebegrad Voraussetzung, den ihr Menschen alle auf Erden erreichen könnet bei gutem Willen. Doch dieser Liebegrad kann sich ständig steigern, und er kann zu einer so innigen Verbindung führen mit Mir, daß Ich mit Meiner ganzen Liebeglut Mein Kind erfassen kann, daß es in unbeschreiblicher Seligkeit nun Meine Stimme vernimmt und nun selbst von einer Liebekraft erfüllt ist, die es drängt, sie weiterzuleiten.... Doch ein solcher Liebegrad wird nur selten auf der Erde erreicht.... Meine direkte Ansprache aber ist von ungeheurer Wirkung.... eine Wirkung, die auf Erden auch ein Mensch nicht ertragen könnte, weshalb Ich nur in ganz geringer Kraft Mich der Menschen annehmen kann, wenn Ich ihnen helfen will, aber doch wieder für diese Menschen von ungewöhnlicher Wirkung, solange sie noch in einem niederen Reifegrad stehen.... Ich rede sie also an wohl auch direkt, wenn Ich Mich eines Menschen bediene, um zu ihnen zu sprechen.... Aber die zum Glauben zwingende Kraft wird abgeschwächt insofern, als daß Meine Anrede immer wirken wird als Sprache des Menschen, durch den Ich Mich äußere.... Ob Ich nun direkt durch jenen sie anspreche oder ob sie die Worte vernehmen, die jener von Mir Selbst empfangen hat.... die Menschen werden immer berührt werden wie von einem ihnen "vermittelten" Geistesgut, sie werden immer zuerst den Menschen sprechen hören, der als Vermittler tätig ist, und je nach ihrem Liebegrad Mich Selbst und Meine Liebe empfinden.... so daß wohl etwas unerhört Bedeutsames also den Menschen zugeleitet wird, das eine rechte Hilfe sein kann, jedoch niemals in seiner ganzen Kraftwirkung sie berühren wird, weil solches die Menschen nicht ertragen würden.... Und ebenso ist auch der Mittler.... die Form, durch die Ich Selbst Mich äußern kann.... entsprechend seines Liebegrades davon berührt, denn auch er hört Mich erst dann tönend, wenn er einen erhöhten Reifegrad aufweisen kann, so daß er einen ganz klaren Beweis Meiner Gegenwart empfängt.... Zumeist aber wird er Meine Ansprache auch nur gedanklich vernehmen, daß also Mein Geist in ihm wirksam ist. Er wird Mir dann wohl als Mittler dienen, Ich kann Mich Selbst allen Menschen durch ihn kundgeben, er selbst aber steht ebenso wenig unter der gewaltigen Wirkung Meines Liebekraftstromes wie die Menschen, die Ich durch ihn anrede.... weil auch er in völliger Willensfreiheit seinen Erdenweg zurücklegen muß.... was jede ungewöhnliche Ansprache Meinerseits aber hindern würde. Dennoch kann Ich auch unter jenen Menschen, die Mir als Werkzeug dienen wollen, nur die erwählen, die besondere Voraussetzungen aufweisen können.... Denn es ist ein gar gewaltiges Gnadengeschenk, das Ich noch vor dem Ende den Menschen anbiete, und es gehört ein starker Glaube und ein starker Wille dazu, als Mittler für dieses Gnadengeschenk sich zur Verfügung zu stellen, die auch nur ein Liebeleben zu jener Stärke kommen ließ.... (11.7.1956) Die Liebe und der Glaube sind unerläßlich für eine Mission, die einen Dienst für Mich sowie einen Dienst an den Mitmenschen darstellt, Mittler zu sein zwischen Mir und den Menschen. Es muß der Mensch überzeugt glauben, daß Ich Selbst Mich äußern kann und es auch will, um den Menschen zu helfen.... und es muß dieser überzeugte Glaube durch ein Liebeleben gewonnen worden sein. Dann erst kann Ich Mir diesen Menschen als Werkzeug herrichten und nun Meinen Gnadenstrom allen Menschen zufließen lassen.... der die Seele dessen wohl in einen Seligkeitszustand versetzt, dieser aber von dem Menschen selbst nicht ungewöhnlich empfunden wird. Würden aber auch die Sinne des Menschen berührt werden von Meiner Liebekraft, dann wäre der Mensch nicht mehr in jener Ruhe, daß er die Äußerung Meines Geistes aus Mir anhören oder niederschreiben könnte, dann würde nur er selbst von Meiner Liebeanstrahlung betroffen, aber ein Weiterleiten an die Mitmenschen unmöglich sein.... Doch Ich will durch ihn zu allen Menschen reden, und das erfordert ein Werkzeug, das sich ganz Meinem Willen beugt, das Mir nur Werkzeug sein will zum Zwecke einer Mission.... Und darum wird es den Lohn auch erst im geistigen Reich in Empfang nehmen können, während des Erdenlebens aber keine sonderlichen Vergünstigungen verzeichnen können als jene, die Ich allen Meinen Weinbergsarbeitern verheißen habe: daß Ich für sie sorge geistig und leiblich, daß sie unter Meinem Schutz stehen und ständig gelenkt und geleitet werden von Meiner Fürsorge. Es soll nicht ein ungewöhnliches Seligkeitsgefühl sie zur Hingabe an Mich veranlassen, das gleich wäre einem Willenszwang, sondern im freien Willen sollen sie bereit sein zum Dienst für Mich und für die Mitmenschen und nur bedingungslos glauben, daß sie Mir einen Dienst leisten können durch diese Hingabe.... Und einen solchen Glauben und Willen segne Ich, und Mein Segen wird der Seele zur Reife verhelfen. Und also kann eine unverdiente Gnade, ein Gnadenstrom von unvorstellbarer Wirkung, den Menschen in der Endzeit zugeleitet werden, der ihnen bei rechter Nützung verhelfen kann zur Höhe, ohne aber auf die Menschen einen geistigen Zwang auszuüben. Es kann Meine direkte Ansprache gehört werden in einer Weise, die darum ertragbar ist für die Menschen, weil die Anstrahlung Meines Liebelichtes in einer Verhüllung stattfindet, die ebenjene menschliche Form ermöglicht.... weshalb also den Menschen ein Maß von Kraft zufließt, das für ihre Seelenreife zuträglich ist, aber jederzeit erhöht werden kann, je nach Nützung Meiner Gnadengabe.... durch die Ich den Menschen noch Rettung bringen will in der letzten Zeit vor dem Ende....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde