Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

Muerte o vida.... Vencer al mundo....

Quien ama al mundo pierde la vida; quien lo desprecia la gana.... Porque el mundo mata el alma, pero vencerlo la despierta a la vida.... Vosotros, los humanos, ciertamente estáis en medio del mundo, y vuestra tarea terrenal también es ocupar, terrenalmente, el lugar en el que habéis sido colocados. Sin embargo, junto con esta tarea podéis cumplir vuestra verdadera tarea terrenal: podéis dar la vida a vuestra alma, valorando otra meta por encima del mundo, esforzándoos espiritualmente en medio del mundo....

Esta es vuestra verdadera tarea terrenal, pero requiere primero que superéis al mundo, es decir, el mundo no debe dominaros, sino que tenéis que ser amo y permanecer sobre todo lo que pertenece al mundo.... Debéis considerarlo, como algo muy inferior a vosotros, sólo en la medida en que esté destinado a serviros. Sin embargo, vuestro enfoque principal debéis dirigir hacia el reino espiritual, que podéis alcanzar si vivís correctamente en la Tierra.

Podéis elegir entre la vida y la muerte, pues solo vosotros determináis el estado de vuestra alma después de la muerte corporal. Pero jamás podréis alcanzar la vida si estáis el sujetos al mundo, si nada más mueve vuestros pensamientos que el logro de bienes y metas terrenales.... Consideradlo bien y esforzaos por dar vida a vuestra alma....

No podéis poseer ni obtener los reinos terrenales y espirituales a la vez; debéis elegir uno u otro, pues ambos son opuestos, al igual que las exigencias que cada uno os impone. Pero recordad que un reino es transitorio, mientras que el otro dura para siempre.... Y no malgastéis vuestra fuerza, vuestras preocupaciones ni vuestros esfuerzos en algo inútil que volveréis a perder, sino más bien, aprovechad toda fuerza vital para alcanzar valores eternos.

La vida o la muerte son el resultado de vuestra vida terrenal, y vosotros mismos lo determináis.... Así que permitidos ser continuamente amonestados y advertidos, y señalados hacia el final de vuestra vida, del cual no podéis escapar, que se presenta ante vuestros ojos como una certeza. Si deseáis vivir eternamente y no necesitar temer a la muerte terrenal, entonces también tenéis que cuidaros de esta vida en la Tierra prestando más atención alma que a vuestro cuerpo.... buscando despertar y preservar vuestra vida y dejando que el cuerpo languidezca en silencio, que después de todo no puede vivir eternamente.... Y, por lo tanto, no debéis prestar demasiada atención al mundo, que sólo sirve al cuerpo, pero no al alma.

Si veis al mundo como a vuestro enemigo, que sólo quiere entregaros a la muerte.... porque el mundo encarna al adversario de Dios.... entonces también perderéis todo el amor por el mundo y volveréis vuestros pensamientos hacia el reino en el que reina Dios y Cuya única preocupación es siempre despertar a la vida todo lo que está muerto, para que pueda ser eternamente bienaventurado en Su reino.... Entonces el mundo ya no será un peligro, entonces lo habréis vencido, entonces podréis estar en medio del mundo y, sin embargo, ganar para vuestra alma la vida que dura para siempre....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Morte o vita – Vincere il mondo

Chi ama il mondo, perde la vita, chi lo disdegna, la conquista, perché il mondo porta la morte all’anima. Voi uomini state bensì in mezzo al mondo, il vostro compito terreno è di adempierlo anche sul luogo terreno dove siete stati posti. Oltre a questo compito, potete anche eseguire il vostro vero compito terreno: potete dare la vita alla vostra anima, mentre stimate un’altra meta più alta che il mondo, mentre in mezzo al mondo tendete spiritualmente. Questo vostro vero compito terreno richiede però dapprima un superamento del mondo, cioè non vi deve dominare, ma dovete essere e rimanere padroni su tutto ciò che appartiene al mondo, dovete considerarlo come fosse molto al di sotto di voi, che vi deve servire. Ma dovete rivolere la vostra attenzione principale al Regno spirituale, che potete conquistare, quando vivete in modo giusto sulla Terra.

Potete scegliere fra la Vita e la morte, perché soltanto voi decidete lo stato della vostra anima dopo il decesso del corpo. Ma non potete mai conquistare la Vita, quando siete caduti al mondo, se null’altro muove i vostri pensieri che soltanto il raggiungimento di beni e mete terreni. Ricordatelo bene ed aspirate a dare la Vita all’anima. Non potete possedere o conquistare ambedue insieme, il regno terreno ed il Regno spirituale, dovete decidervi per l’uno oppure per l’altro, perché ambedue i Regni sono contrari come anche le pretese, che ogni Regno vi pone. Ma ricordate, che il primo è perituro, il secondo invece dura in eterno. E non rivolgete la vostra forza, le vostre preoccupazioni e sforzi a qualcosa di inutile, che comunque perdete di nuovo, ma utilizzate ogni forza vitale per conquistare qualcosa che ha valore nell’Eternità.

La Vita o la morte è il risultato della vostra vita terrena, e voi stessi la determinate. Allora lasciatevi sempre di nuovo ammonire ed avvertire ed indicarvi la fine della vostra vita, alla quale non potete sfuggire, che vi sta come certezza davanti agli occhi. Se volete vivere eternamente e non temere la morte terrena, allora per questa Vita dovete già provvedere sulla Terra, mentre badate più all’anima che al vostro corpo, mentre cercate di risvegliare e conservare la sua Vita e lasciate tranquillamente languire il corpo, che comunque non può vivere in eterno. E perciò non dovete dare troppa attenzione al mondo, che serve solamente al corpo, ma non all’anima. Quando considerate il mondo come vostro nemico, che vi può solo consegnare alla morte, perché il mondo incorpora l’avversario di Dio, allora perderete anche ogni amore per il mondo e rivolgete i vostri pensieri al Regno, nel quale Dio governa e la Cui Preoccupazione è sempre soltanto di risvegliare tutto dalla morte alla Vita, affinché nel Suo Regno possa essere beato eternamente. Allora il mondo non sarà nemmeno più un pericolo, allora lo avete vinto, potete stare in mezzo al mondo e conquistare comunque la Vita per la vostra anima che dura in eterno.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich