Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

El Amor de Dios sigue a los incrédulos

Mi Amor encuentra siempre un camino a vosotros, aun cuando créais que podéis manteneros de Mí ocultos. Si creéis poder caminar sin Mí en esta tierra, estoy Yo de repente delante de vosotros, con frecuencia sin ser por vosotros reconocido. Entonces voy aparentemente Yo con vosotros el mismo camino, pero imperceptiblemente os aparto de él, y si os fijáis más en Mí que en el camino que váis siguiendo, os encontráis ya en el buen camino, y lo seguís después conscientes también, si con mirada clara miraís alrededor. Estas Palabras están dirigidas a los hombres, a quienes aún les falta toda creencia en Mí, los que en cierto modo me han expedido para que ellos puedan vivir libres y sin estorbos sin la consciencia de responsabilidad frente a un alto Poder. Pero de repente se encuentran ante un apuro, y ese apuro lo induce a que se ocupe mentalmente con preguntas.

Yo Mismo, pues soy, quien a través de ese apuro lo induzco a ello, y Yo le presento todas esas preguntas, las que ahora él trata de responderse, y puede cambiarse ahora el orden de sus ideas, imperceptiblemente puede él ser impulsado en otra vía espiritual, sin que él mismo se dé todavía cuenta que está a punto de dejar el otro camino. Y cuando se haya dado cuenta de eso, acepta con agrado y continúa por él. Él obtiene otra imágen, su ojo espiritual lo mira y se lo reproduce claramente irradiado, él consigue creer en Mí, y Yo, a través de Mi Amor, lo he ganado, Mi Amor que sin cesar lo siguió también en los caminos oscuros. Mientras el hombre permanezca en la tierra Yo no lo doy por perdido, y él tampoco puede sustraerse a Mi Asistencia por tanto tiempo. El puede sólo apartarse terco y rechazar por eso Mi Amor con el que Yo quiero ganarmelo, y entonces sólo puedo retirarlo de la vida terrena, si él se encuentra en el peligro de que baje y junto a su incredulidad tome el camino hacia abajo, es decir, que abandone su conducta tolerable y se deje persuadir por Mi adversario a hechos malos.

Y por eso dejan muchos hombres la vida terrena prematuramente, porque Yo desde la eternidad conocía, hasta cual era el instante de un cambio de su carácter a hacia lo bueno aún posible, y porque el grado de madurez alcanzado Yo no quiero exponerlo a un peligro, que le aportó al hombre un justo y limpio modo de vivir, aunque deje atrás el camino terrenal incrédulo por completo. Mientras aún exista la posibilidad de convertirlo de su incredulidad, no anda sin Mí ningún camino, sólo que él no me reconoce, hasta que Yo le haga frente evidentemente de la forma nombrada. Y él me reconoce entonces sólo también, si él lo quiere, si las preguntas que Yo mentalmente le pongo, oye y se las explica, de lo contrario Mis Intentos de ganarlo, de dirigirlo al buen camino, al camino de la fe, son en vano. Pero sin fe es su camino terrenal una marcha en vacío, sin fe están todas las entradas cerradas en el Reino de Luz. El camino a la Bienaventuranza lleva sólo por encima de Jesucristo. Y la fe en Él como Hijo de Dios y Salvador del mundo tiene que ser obtenida por todo hombre que quiera ser feliz.

Amén

Traductor
Traducido por: Pilar Coors

L’Amore di Dio insegue i miscredenti

Il Mio Amore trova sempre una via verso di voi, persino quando credete di sfuggirMi, quando credete di poter tenervi nascosti davanti a Me. Se credete di poter camminare senza di Me su questa Terra, all’improvviso Io stò davanti a voi, sovente anche non riconosciuto da voi. Allora apparentemente percorro con voi la stessa via, ma non notato, Io vi spingo via da lì, e se badate più a Me che alla via che percorrete, vi trovate già sulla retta via e la seguite poi anche coscientemente, se guardate intorno a voi con sguardo limpido. Queste Parole sono rivolte agli uomini ai quali manca ancora qualsiasi fede in Me, che Mi hanno per così dire messo da parte, per poter vivere liberi e senza ostacolo, senza consapevolezza di responsabilità verso una Potenza superiore. Ma all’improvviso si vedono di fronte ad una situazione di miseria e questa li induce ad occuparsi mentalmente con domande. Quindi Sono Io Stesso Che attraverso questa miseria lo induco a questo e gli presento tutte queste domande che ora cerca di rispondere, ed ora può cambiare il corso dei suoi pensieri, impercettibilmente può essere spinto su un’altra corsia spirituale, a lui stesso ancora inconsapevole che sta rinunciando alla vecchia via. E quando se ne rende conto, continua volentieri la via intrapresa. Conquista un’altra immagine, il suo occhio spirituale la contempla e gliela presenta chiaramente raggiante, egli conquista la fede in Me ed Io l’ho conquistato attraverso il Mio Amore che lo ha inseguito continuamente anche su vie oscure. Finché l’uomo dimora sulla Terra, non rinuncio a lui e fino ad allora può anche sottrarsi alla Mia Provvidenza. Può allontanarsi solo ostinato e quindi rifiutare il Mio Amore, con il Quale lo vorrei conquistare, ed allora posso solo ancora richiamare l’uomo dalla vita terrena, quando si trova nel pericolo di sprofondare ed oltre alla sua miscredenza intraprende la via verso il basso, cioè rinuncia al suo buon cammino di vita e si lascia convincere a cattive azioni dal Mio avversario. E perciò molti uomini abbandonano la vita terrena anzitempo, perché ho riconosciuto dall’Eternità fino a quale momento è ancora possibile un cambiamento della sua mentalità per il bene, e perché non voglio mettere a rischio il grado di maturità raggiunto, che ha procurato all’uomo un cammino di vita giusto e pulito, benché abbia percorso totalmente senza fede la via terrena. Finché esiste ancora la possibilità di convertirlo ancora dalla sua miscredenza, non percorre nessuna via senza di Me, soltanto non Mi riconosce, finché non gli vengo incontro apertamente nella forma premenzionata. Ed egli Mi riconosce anche soltanto, quando vuole, quando ascolta le domande che Io gli pongo mentalmente e se ne occupa, altrimenti i Miei tentativi di conquistarlo, di guidarlo sulla retta via, sulla via della fede, sono inutili. Ma senza fede la sua via terrena è una corsa a vuoto, senza fede dopo la sua morte gli sono chiusi tutti gli accessi nel Regno della Luce. La Via alla Beatitudine conduce solo su Gesù Cristo. Ed ogni uomo che vuole diventare beato, deve conquistare la fede in Lui come Figlio di Dio e Redentore del mondo.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich