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Dones del Espíritu....

Debe ser vuestro esfuerzo constante desarrollar los dones del Espíritu dentro de vosotros, porque entonces podréis decir con certeza: El Señor está en mí.... porque entonces ya no sois vosotros los que habláis, pensáis a actuáis, sino que Yo Mismo estoy en vosotros y obro en vosotros a través de Mi Espíritu. Pero también quiero demostraros Mi presencia, quiero premiar vuestra fe, que tiene que estar presente allí donde Mi Espíritu quiere expresarse.... Y quiero transferiros Mi fuerza de amor de tal manera que ahora podáis hacer lo que queráis, para que Mi fuerza se haga visible en vosotros.

La fuerza de vuestra fe determina ahora también el don del espíritu que ahora os toca, lo cual habéis adquirido, por así decirlo, a través de la fe y el amor.... Porque el grado de amor determina la medida de la transmisión de fuerza, la cual a su vez se manifiesta como una fe fuerte y la fuerza de la fe ahora hace posible obrar milagros, de modo que la expresión de Mi Espíritu es demandada en abundancia, sin dudar, de que Yo ahora haré lo que el ser humano pide.... Cualquier don sobrenatural es, por así decirlo, un milagro, pero realmente sólo un proceso natural para aquel que ya se encuentra en la cognición, que sabe que Yo soy amor, que el amor es fuerza y que podéis recibir esta fuerza del amor de Mí, si desarrolláis el amor dentro de vosotros y hacéis que Yo mismo obre a través de vosotros.

Los dones del Espíritu son siempre sólo los signos del establecimiento del estado original del ser o de su relación hacia Mí. La relación correcta tiene que garantizar inevitablemente también una abundancia de luz y fuerza, el ser humano también pensará, hablará y actuará lleno de luz y fuerza; Él estará en la cognición, podrá hablar con sabiduría, enseñar y dará aclaración a los humanos, sabrá todo lo que está en correlación Conmigo.

Tendrá pues el don de la sabiduría y podrá ser sumamente activo en favor de sus semejantes porque podrá darles luz, Él tendrá una fuerza extraordinaria y por eso podrá realizar cosas que serán considerados como milagros por parte de la gente, pero que sólo se pueden lograr recurriendo a Mi poder de amor. Los dones del Espíritu son todas aquellas capacidades extraordinarias que requieren poder divino, que no pueden ser adquiridos por la mente humana, pero siempre pueden ser adquiridos por un corazón dispuesto a amar.

Los dones del Espíritu siempre prueban la conexión íntima Conmigo, porque soy Yo Mismo Quien Se revela a través de tales dones, y por eso un ser humano que se mantiene alejado de Mí no puede demostrar un don de Espíritu, quien no ha establecido ya la conexión, la relación correcta Conmigo a través de obras de amor. Pero la forma en que Me expreso a través de un ser humano está determinada por la misión que ese ser humano ha emprendido; Depende de la fuerza de su voluntad y de su fe de que manera actúa Mi poder, Mi Espíritu....

Pero Mi Espíritu siempre da testimonio de Mí, por lo que todo don espiritual Me glorifica a Mí y a Mi nombre, dará testimonio de Mí y de Mi Enseñanza y podrá llevar a los humanos a creer en Mí, porque en esto consiste la obra de Mi Espíritu, que quiere llevar a los humanos a Mí, que uno se esfuerza por el Espíritu Padre desde la eternidad, para que el ser humano se sienta interiormente impulsado a establecer la conexión Conmigo, para entonces ser atrapado por Mi amor, que nunca más lo dejará caer.

Y por eso siempre se puede hablar de la obra del Espíritu donde se trabaja para Mí y para Mi Reino, su esto sucede de una manera viva. Los dones del Espíritu, sin embargo, son obviamente reconocibles y presuponen una fe particularmente fuerte y también una obra de amor que haya producido esta fe. Porque Yo puedo revelarme a Mí Mismo a través de este ser humano y, por así decirlo, hacer visible Mi expresión de poder, que siempre debe tener como único fin despertar la fe en los semejantes, pero siempre respetando al libre albedrío, pues Mis dones espirituales no obligan, excepto el don de curar a los enfermos, que puede dejar una impresión más profunda que podría determinar a los humanos a creer....

Pero incluso una fe como tal primero debe cobrar vida a través del amor.... así que el ser humano probablemente ya no podrá negar nada extraordinario que se refiere a Mí, sino que sólo se beneficiará verdaderamente de este conocimiento si permite que su fe se vuelva viva a través del amor.... es por eso que este don del Espíritu también puede ser una bendición si es reconocido correctamente. Todos debéis esforzaros por alcanzar los dones del Espíritu, no por el éxito visible, sino por la fuerza de la fe.... debéis esforzaros por alcanzarlos para poder dar un testimonio vivo de la unión Conmigo, que ahora obra en vosotros a través de Mi Espíritu.

Quien puede demostrar dones del Espíritu está plenamente consciente en contacto Conmigo; Él ya Me ha sentido a Mí Mismo, y su celo por Mí y por Mi Reino es ahora comprensible y es promovido por Mí a través de los dones del Espíritu. Sin embargo, incluso estos dones espirituales no siempre son reconocidos por los demás seres humanos, porque el reconocimiento de las expresiones divinas de fuerza, el reconocimiento de Mis revelaciones, requiere un espíritu despierto, porque sólo los humanos que están dispuestos a amar tiene despertado el espíritu dentro de sí mismos, que entonces los ilumina y les da claridad, que ahora también dirige correctamente su pensar, su hablar y su querer. Pero allí donde Mi Espíritu aún duerme en el ser humano, no se puede esperar comprensión para procesos que sólo pueden explicarse puramente espiritualmente, para dones espirituales que presuponen una fe viva, pero que también exigen una fe viva para ser reconocidos....

amén

Gifts of the Spirit....

O vosso esforço constante deve ser o de desenvolver os dons do espírito dentro de vós, pois então podereis dizer com certeza: O Senhor está em Mim, pois então já não sereis vós a falar, a pensar ou a agir, mas Eu Mesmo Estou em vós e trabalho em vós através do Meu espírito. Mas também quero provar-vos a Minha presença, quero recompensar a vossa fé, que tem de estar presente onde o Meu espírito se quer expressar.... E quero transferir a Minha força de amor para vós de tal forma que possais fazer o que quiserdes, para que a Minha força se torne visível em vós. A força da tua fé agora também determina o dom do espírito que agora te cabe, que adquiriste, por assim dizer, através da fé e do amor.... Pois o grau de amor determina a medida da oferta de força, que mais uma vez tem o efeito de uma fé forte e a força da fé torna agora possível fazer milagres, assim a expressão do Meu espírito é solicitada em excesso, sem dúvida que agora faço o que o ser humano pede.... Cada dom sobrenatural é, por assim dizer, um milagre, mas na realidade é apenas um processo natural para alguém que já tem a realização, que sabe que Eu Sou amor, que o amor é força e que podeis retirar de Mim essa força de amor se vós próprios desenvolverdes amor dentro de vós e assim Me fizerem a Mim mesmo ser activo. Os dons do espírito são sempre apenas sinais do estabelecimento do estado original do ser ou da sua relação comigo. A relação certa deve inevitavelmente garantir também uma abundância de luz e força, e nessa abundância de luz e força o ser humano também pensará, falará e agirá cheio de luz e força, terá conhecimento, será capaz de falar em sabedoria, será capaz de instruir e iluminar as pessoas, saberá tudo o que está ligado a Mim. Assim, ele terá o dom da sabedoria e será extremamente activo para os seus semelhantes porque será capaz de lhes dar luz; terá uma força invulgar à sua disposição e, portanto, será capaz de realizar coisas que são consideradas como milagres pelas pessoas e que, no entanto, só podem ser alcançadas através da utilização da Minha força de amor. Os dons do espírito são todas aquelas capacidades invulgares que requerem força divina, que portanto não podem ser adquiridas pelo intelecto humano, mas podem sempre ser adquiridas por um coração disposto a amar. Os dons do espírito provam sempre a ligação íntima comigo, porque sou eu mesmo que me revelo através de tais dons, e portanto uma pessoa que se afasta de mim, que ainda não estabeleceu a ligação, a relação certa comigo através da actividade amorosa, não pode demonstrar um dom do espírito. Mas a forma como me expresso através de uma pessoa depende da missão que uma pessoa assumiu; depende da sua força de vontade e fé de que forma a minha força, o meu espírito, tem efeito.... Mas o Meu espírito testemunhará sempre a Mim, assim todo o dom espiritual glorificar-Me e o Meu nome, testemunhar-Me e os Meus ensinamentos e ser capaz de conduzir as pessoas à fé em Mim, pois esta é a obra do Meu espírito, que quer conduzir as pessoas a Mim, que o Pai-Espírito da eternidade é procurado, que o ser humano se sente interiormente instado a estabelecer a ligação comigo, para depois ser tomado pelo Meu amor que nunca mais o deixará cair.

E por isso é sempre possível falar do trabalho do espírito onde o trabalho é feito para Mim e para o Meu reino, se isto acontecer de uma forma viva. Os dons do espírito, porém, são obviamente reconhecíveis e requerem uma fé particularmente forte e também uma actividade de amor que resultou nesta fé. Pois Eu Mim mesmo posso revelar-Me através de tal pessoa e, por assim dizer, deixar que a Minha manifestação de força se torne visível, mas isto só serve para despertar a fé nos semelhantes, mas com respeito pelo livre arbítrio, pois os Meus dons espirituais não o necessitam, para além do dom de curar os doentes, que pode certamente deixar uma impressão mais profunda que pode determinar a fé das pessoas.... Mas mesmo essa fé primeiro tem de ganhar vida através do amor.... Assim, o ser humano deixará certamente de poder negar coisas invulgares que se relacionam comigo, mas só obterá o benefício certo com a realização disto se ele próprio deixar a sua fé tornar-se viva através do amor...., razão pela qual este dom do espírito também pode ser uma bênção se for correctamente reconhecido. Todos devem lutar pelos dons do espírito, mas não pelo sucesso visível, mas pela força da fé.... deve esforçar-se por eles para poder dar um testemunho vivo da união comigo, que agora trabalha em si através do Meu espírito. Qualquer pessoa que possa demonstrar dons do espírito está em pleno contacto consciente comigo, já me sentiu a mim mesmo e o seu zelo por mim e pelo Meu reino é agora compreensível e é promovido por mim através dos dons do espírito. No entanto, mesmo esses dons espirituais nem sempre são reconhecidos pelos semelhantes, porque um espírito desperto é também necessário para o reconhecimento das expressões divinas de força, para o reconhecimento das Minhas revelações, porque só as pessoas que estão dispostas a amar despertaram o espírito dentro de si mesmas, o que depois as ilumina e lhes dá brilho, o que agora também dirige o seu pensamento, a sua vontade e o seu falar correctamente. Mas onde o Meu espírito ainda resvala numa pessoa, não se pode esperar compreensão para processos que podem ser explicados puramente espiritualmente, para dons espirituais que requerem fé viva mas que também requerem fé viva para serem reconhecidos...._>Ámen